El Partido Comunista de Chile (PCCh o PC) es un partido político chileno que se define como obrera, campesina e intelectual, inspirado por el pensamiento de Karl Marx y Vladimir Lenin, el marxismo-leninismo. Su ala juvenil son las Juventudes Comunistas de Chile (JJCC).
Actualmente es representado en la Cámara de Diputados por Rubén Moraga, Daniel Núñez, Carmen Hertz, Karol Cariola, Boris Barrera, Camila Vallejo, Amaro Labra, Guillermo Teillier y Marisela Santibáñez.
El Partido Comunista es el partido político chileno con mayor cantidad de inscritos a la fecha ante el Servicio Electoral de Chile, con más de 46 mil militantes. Asimismo, es el segundo partido político chileno con la mayor cantidad de patrimonio e instrumentos de inversión, declarados ante la misma institución electoral en 2017.
Karl Marx, con el humanismo socialista, descubre al hombre, más que en los individuos excepcionales a los que había mirado el Renacimiento, en el hombre social que hace notar su importancia como un ente que conforma a la sociedad. En esta se realiza la naturaleza del hombre a través de la satisfacción de sus demandas naturales, tanto las básicas como las culturales. Solo, “el individuo es una abstracción”, como había dicho Hegel.
Por tanto el hombre, según el comunismo, debe ser capaz de realizarse a través de la cultura y el pensamiento libre. Hecho que según el PC en Chile no se da, ya que con la influencia extranjera, se limita el pensar de la sociedad y las libertades que le son propias al hombre.
Por otro lado, el PC pretende que el militante comunista sea un revolucionario, que tiene por objetivo realizar, en organización con el partido, las reformas sociales necesarias para que de manera democrática y constitucional se logre una mayor justicia social.
Es falso que el partido comunista en Chile se aleja del marxismo-leninismo clásico. El Partido Comunista de Chile, desde sus inicios hasta la fecha, es de pensamiento Marxista-Leninista (ML). A lo largo de la historia ha aplicado de distintas formas, adaptándose a la realidad material del país, siendo uno de los pocos partidos marxistas que jamás abandonó la disputa política electoral, lo cual ha provocado críticas desde el sector ultraizquierdista. La resolución de "coexistencia pacífica" desde la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en la década del 50, caló hondo en las políticas del Partido, profundizando la política del Frente Popular y llegando a la culminación con la candidatura de Salvador Allende de la Unidad Popular. La tesis política defendida por Allende era la del Socialismo Democrático a partir de la disputa democrática. El partido no fue ajeno a la política de la Unidad Popular, sin dejar jamás los conceptos marxista de lucha de clases. Pasada la dictadura militar de Pinochet, ocurrió el rearme político-ideológico del partido, aún Marxista-Leninista.
Actualmente pertenece al EIPCO y al Foro de Sao Paulo. Y en política exterior, apoya los proyectos latinoamericanos de izquierda, incluidos los socialismos del siglo XXI, destacando sus postura favorables a los gobiernos de Nicolás Maduro en Venezuela, Díaz-Canel en Cuba, y Evo Morales en Bolivia.
La reconstrucción histórica del Partido Comunista de Chile ha surgido de la memoria de sus propios militantes, por medio de textos testimoniales, así como de investigaciones académicas. Entre los textos testimoniales destacan los de Elías Lafertte, Juan Chacón y Volodia Teitelboim. Las primeras investigaciones fueron llevadas a cabo por Hernán Ramírez Necochea. En las últimas décadas se han agregado los aportes de Julio Pinto Vallejos, Rolando Álvarez Vallejos, Sergio Grez y Olga Ulianova.
El Partido Comunista de Chile tiene sus orígenes en el Partido Obrero Socialista (POS), fundado el 4 de junio de 1912 por el obrero tipógrafo Luis Emilio Recabarren, junto a unos 30 obreros salitreros y empleados, en el local del periódico obrero El Despertar de los Trabajadores, ubicado en calle Barros Arana 9, en la ciudad de Iquique, en el Norte Grande del país.
Bajo la dirección de Luis Emilio Recabarren, el Partido Obrero Socialista realiza su III Congreso en Rancagua, el 2 de enero de 1922, allí se decide la adhesión a la Internacional Comunista, aceptando las 21 condiciones, tras lo cual adquiere su actual nombre de Partido Comunista de Chile y es electo como Secretario General Ramón Sepúlveda.
Durante aquel periodo el país enfrenta una severa crisis política y social, bajo el cual hay constante persecución al movimiento obrero y social, principalmente a la Federación Obrera de Chile, ejemplo de aquello son la Masacre de Marusia y la Matanza de La Coruña, bajo el gobierno de Arturo Alessandri. Además, en aquel periodo el partido sufre intensos debates en torno a su línea política y la pérdida de su histórico líder, Luis Emilio Recabarren, que se suicida el 19 de diciembre de 1924, aparentemente a causa de una depresión provocada tanto por problemas de índole personal como partidistas.
El 11 de septiembre del mismo año se conforma una Junta de Gobierno que depone el gobierno de Alessandri, pero solo dura hasta el 23 de enero de 1925, luego que otra Junta de Gobierno la depone, para que vuelva Alessandri a terminar su mandato. Una vez retornado a La Moneda, Alessandri conforma una Comisión Constituyente, la cual contaría con la presencia del entonces comunista Manuel Hidalgo, dicha comisión elabora la Constitución Política de 1925 y plebiscitada aquel año. En dicho referéndum el PCCh llamó a la abstención, la cual alcanzó el 54,63%.
En 1927 se estableció en el poder Carlos Ibáñez del Campo, quien inició una persecución política contra los movimientos opositores a su gobierno, entre los que se encontraba el Partido Comunista. En marzo del mismo año el régimen ordena clausurar la prensa del partido, y sus militantes y dirigentes comenzaron a ser encarcelados. Ya en 1929 la mayoría del Partido Comunista estaba relegado en Isla de Pascua. Dentro del partido, diversos caudillos que con un pequeño grupo de seguidores que criticaban abiertamente el gobierno de Ibáñez, demostraron que el partido no tenía una estructura celular. A causa de esto, el Comité Central (C.C.) debió ser reestructurado, trasladándose a Valparaíso, donde se estableció encabezado por Galo González.
En 1931 repercutió en Chile la Gran Depresión, y hubo un resurgimiento del movimiento popular. La gente comenzó con movilizaciones y huelgas para terminar con la dictadura. Cuando esto se logró, el Partido Comunista salió de su clandestinidad y convocó a una Conferencia Nacional, la que reconstituyó el Comité Central. Entre el 31 de agosto y el 7 de septiembre se produjo la Sublevación de la Escuadra de Chile, motín y movilización gremial protagonizada por el conjunto de la marinería de la Armada de Chile. El movimiento nació como protesta frente a una fuerte rebaja de salarios, que había sido decretada por el gobierno del vicepresidente Manuel Trucco, en medio de la crisis económica y política que atravesaba el país, y en donde el PCCh y la FOCh actuaron en apoyo (y organización del movimiento).
En este período el PCCh se planteó el objetivo de darle una salida revolucionaria a la crisis económica del país, que se veía profundizada por la inestabilidad política del mismo luego de la salida de Ibáñez. Dentro de los sucesivos gobiernos que lo siguieron, las movilizaciones y huelgas sociales se multiplicaron, llegando incluso el PCCh a llamar a la conformación de Soviets Obreros durante el período de la efímera República Socialista. Solo se restableció la estabilidad política con la llegada de Arturo Alessandri Palma al poder en 1932.
Cabe destacar que este período se enmarca en el proceso de bolchevización del Partido Comunista, en donde se consolidan las formas leninistas de organización dentro del funcionamiento partidario, así como también de la adopción de la política del Tercer Período o Clase contra Clase propiciada en VI Congreso de la Internacional Comunista.
En 1933 se celebra una Conferencia Nacional en la que el partido plantea que solo es posible avanzar al socialismo a través de las transformaciones antioligárquicas y antiimperialistas. Esta fase es denominada Nacional Democrática. Sin embargo, su política de alianza sigue siendo estrecha.
A partir de 1935, el Partido Comunista plantea la necesidad de la unión de la clase obrera chilena junto el campesinado y las clases medias para enfrentar el fascismo en lo que se denominó el Frente Popular. Esta estrategia logra encontrar acogida y en 1936 se constituye una alianza política y social que integran el Partido Comunista, el Partido Socialista, el Partido Radical, el Partido Democrático, y la Central de Trabajadores. Esto atrajo amplias simpatías, aumentando la presencia del Partido Comunista en la sociedad (ampliando su base que hasta entonces era exclusivamente de clase obrera) y en la política chilena (con importantes éxitos electorales).
Un papel decisivo en la formulación de esta nueva estrategia corresponde al VII Congreso de la Internacional Comunista, realizado en 1935, que busca definir una estrategia capaz de:
En 1938 el Frente Popular, con el radical Pedro Aguirre Cerda como candidato, se enfrenta a una coalición de derecha que presentaba como candidato a Gustavo Ross. El Partido Comunista se integra al Frente Popular junto con el Partido Socialista, el Partido Demócrata y el Partido Radical.
En 1941 se produce la división entre los comunistas y los socialistas. El líder del Partido Socialista Óscar Schnake Vergara, que había sido atacado por los comunistas por participar en una misión en EE. UU. para solicitar créditos, sostuvo la tesis de que la mayoría de los chilenos no deseaban al Partido Comunista, el cual obedecía y respaldaba las decisiones adoptadas en la Internacional Comunista.
Tras el pacto nazi-soviético, el discurso del PCCh del antifascismo cedió el paso a un genérico discurso antiimperialista y anticapitalista, definiendo la II Guerra Mundial como una guerra "interimperialista". Después de la invasión nazi a la URSS, la postura del partido dio un vuelco y se interpretó el conflicto como una guerra antifascista y democrática, consistió en propiciar a unidad y la movilización de los chilenos antifascista en pro de la ayuda política, moral y material a la Unión Soviética y a sus aliados (Movimiento Unión para la Victoria). Comenzó la lucha contra grupos filonacionalsocialistas que existía en ciertos grupos del país, que eran partidarios de la Alemania nazi.
En contribución a estos objetivos se formó la Alianza Nacional Antifascista, apoyando la coalición antihitleriana. Los puntos programáticos de esta alianza fueron:
Así el Partido Comunista apoya en 1942 la candidatura de Juan Antonio Ríos, en unión con los radicales, los socialistas, los liberales, y parte de la Falange Nacional.
En la campaña presidencial de 1946 el Partido Comunista buscaba un candidato que impulsara las transformaciones anti-imperialistas y anti-oligárquicas que el país requería. Gabriel González Videla, candidato del Partido Radical, se presentó como líder del sector izquierdista y apoyando estas ideas. Pareciendo ser el mejor candidato, los comunistas decidieron apoyar a González Videla. Después del triunfo electoral, el Partido Comunista entró por primera vez en la historia a un gobierno, contando con tres ministros en su interior, esforzándose porque las ideas expuestas en la campaña se llevaran a la práctica. Una de las más polémicas fue la autorización para organizar sindicatos en el campo, los que se multiplicaron desde fines de 1946. La elección municipal de abril de 1947 resultó favorable al PC (obtuvo un 16% de los votos), viendo aumentar su representación. Esto precipitó un cambio de gabinete ante la presión del Partido Liberal, que también tenía ministros, junto con los radicales. Esto ocasionó la salida de los comunistas de los ministerios, pero no la ruptura con el gobierno. De hecho, hasta agosto mantuvo sus intendentes y gobernadores. En este período, los comunistas aumentaron su presencia en el mundo social a través del Frente Nacional de la Vivienda (que organizó tomas de terrenos en Lo Zañartu; Renca (Población Recabarren) y Barrancas (Anexo Lautaro, dando origen después a la Población Los Nogales).
Las presiones económicas de Estados Unidos, los conflictos internos y el clima de agitación social (huelga de la locomoción) llevaron a que en agosto González Videla expulsara al PCCh de los cargos que todavía conservaba. Primero obtuvo la promulgación de una Ley de Facultades Extraordinarias que permitió la relegación masiva de comunistas a Pisagua. Un año después obtuvo del Congreso la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, que los comunistas llamaron "Ley Maldita". Esta ley ilegalizó a los comunistas, lo que le permitió al gobierno profundizar la represión contra los comunistas y sus aliados. Así comenzó la segunda clandestinidad.
En 1949, Galo González reemplazó a Ricardo Fonseca como Secretario General del Partido, ante la enfermedad de este último. La orientación política continuó de la misma forma: se centró la lucha contra la dictadura y por las libertades democráticas, se buscó la unión de la clase obrera y el pueblo, y se esforzó por mantener posiciones en los organismos de masas luchando por las reivindicaciones populares. En la clandestinidad, el Partido Comunista decidió apoyar a Salvador Allende en las elecciones presidenciales de 1952. Para esto, formó junto al Partido Socialista el “Frente de Liberación Nacional” (o Frente del Pueblo) que impulsaba un programa de cambios anti-imperialistas y anti-oligárquicos. No obstante, ante la clandestinidad y la dispersión de las fuerzas populares, fue Carlos Ibáñez del Campo quien se llevó el triunfo. Al no cumplir sus promesas de campaña, fue progresivamente perdiendo popularidad, quedando sin el apoyo de quienes lo llevaron al poder. Entretanto, la lucha de las masas populares aumentaba, y la Ley Maldita fue sobrepasada por los hechos. El PCCh ganaba su legalidad en las calles. La profunda crisis económica y social que se vivía en Chile hacía evidente un cambio en el gobierno. El X Congreso del Partido Comunista planteó esta tesis sosteniendo la posibilidad de que ese gobierno pudiese ser conquistado sin guerra civil, sino que a través de la legalidad imperante, con el apoyo de las masas y de la unidad popular, abandonando las tesis clásicas sobre conquista del poder político e instauración de la dictadura del proletariado a través de una insurrección armada.
Durante el periodo de clandestinidad del partido, se gestarían organizaciones como el "Movimiento 2 de abril" y después el "Movimiento de Resistencia Antiimperialista", liderado por Luis Reinoso. Este último, junto a la Vanguardia Nacional del Pueblo, fundada en 1958, y la Vanguardia Nacional Marxista, fundada en 1960, forman la Vanguardia Revolucionaria Marxista (VRM), de alineación marxista-leninista-maoísta en 1962. El VRM y la división de esta en dos vertientes, una maoísta y otra socialista-trotskista, serían la base para la formación del Partido Comunista Revolucionario (PCR) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), respectivamente. El PCR se disolvería a principios de los años 1980s y se forma el Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) liderado por Eduardo Artés, de carácter antirrevisionista.
En 1958 se forma el Bloque de Saneamiento Democrático, que contribuyó a democratizar la política del país devolviéndoles sus derechos electorales a los comunistas. Ese mismo año el PCCh recobró su legalidad a través de la derogación de la ley maldita. Para las elecciones del mismo año, el Frente de Acción Popular (FRAP) levanta la candidatura de Salvador Allende, logrando un inmenso apoyo de las masas. Por primera vez en la historia existía la posibilidad de triunfo por parte de la clase obrera. Sin embargo, los resultados estuvieron a favor de Jorge Alessandri, el candidato de derecha.
El fracaso demostró que el país requería cambios de fondo, y la mayoría de los chilenos se mostró a favor de estos. En las elecciones de 1964 hubo una gran batalla de las clases. El FRAP nuevamente levantó a Salvador Allende como candidato. Ante la popularidad de Allende, la derecha retiró a su candidato y apoyó al de Democracia Cristiana (creada en 1957), considerado como un “mal menor”, con el fin de impedir el triunfo de Allende. Así fue como ganó las elecciones Eduardo Frei Montalva. El gobierno de la DC fracasó en su intento de sacar al país de la crisis. El XIV Congreso buscaba unir a la mayor parte del país: obreros, campesinos, capas medias, pequeños y medianos productores. En 1968, en su Manifiesto al Pueblo, el partido había planteado que en las filas del pueblo estaba el PR y parte importante de la DC, puesto que representaban a considerables capas populares. El partido buscaba crear un frente aún mayor que el FRAP. Como resultado, en 1969 quedó conformada la Unidad Popular (UP), con participación de comunistas, socialistas, radicales, social demócratas, ibañistas agrupados en la Acción Popular Independiente (API) y ex- democrátas cristianos agrupados la Izquierda Cristiana (IC) y en el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU). Inmediatamente elaboró un programa de gobierno anti-imperialista y anti-oligárquico, y proclamó como su candidato presidencial a Salvador Allende.
El triunfo de la UP en septiembre de 1970 constituyó la materialización política del PCCh. Por primera vez era una coalición de izquierda la que gobernaba realmente, aunque no contaba con todo el poder. Comenzó por nacionalizar las riquezas básicas (cobre, carbón, salitre, hierro, etc.), expropió los monopolios y la mayoría de la banca, formando un área de propiedad social que coexistió con un área mixta y otra privada; liquidó el latifundio a través de la expropiación de predios privados ociosos, radicalizando la Reforma Agraria; extendió, al menos nominalmente, de manera inédita los derechos de los trabajadores; formuló políticas tendientes a mejorar el ingreso de los sectores desposeídos e intentó elevar el nivel de consumo y de vida de las grandes mayorías.
Por su parte, la Central Única de Trabajadores (CUT) jugó un papel importante bajo el gobierno de la Unidad Popular, dándose por primera vez en la historia de Chile la participación del movimiento obrero organizado en las labores del gobierno. En 1972, la oposición derechista trató de paralizar al país a través de un paro que se intentó en octubre, pero la CUT y otras organizaciones sindicales lo impidieron.
No obstante el gobierno enfrentó serios problemas económicos y sociales, además de un clima confrontacional siempre creciente que, incapaz de solucionar, atribuyó a factores externos (sobre todo la intervención norteamericana). Los partidarios de la Unidad Popular, que en el momento en que Allende fue elegido eran poco más de un tercio de la sociedad chilena, fueron aumentando su volumen hasta llegar al 43,85% en las elecciones parlamentarias de 1973; sin embargo, la oposición (la Democracia Cristiana y el Partido Nacional) unieron sus fuerzas formando la Confederación de la Democracia (CODE), aumentando la polarización del país. Hasta antes del golpe de Estado de 1973 la sede principal del Partido Comunista estaba en Teatinos 416, en la esquina con calle Compañía.
Finalmente, el 11 de septiembre de 1973 las Fuerzas Armadas tomaron el poder tras un Golpe de Estado, iniciando el gobierno de una Junta militar y derrocando a Salvador Allende; los partidos políticos no pudieron seguir operando y el Partido Comunista fue puesto fuera de la legalidad. Los sectores cercanos al gobierno de Allende culpan de este quiebre institucional a los Estados Unidos (que obró a través de la CIA para desestabilizar al gobierno de la UP en Chile) y la sedición de fuerzas políticas de centro (Democracia Cristiana) y de derecha (Partido Nacional). Así empezó nuevamente la clandestinidad del PCCh.
Tras el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende y posterior llegada al poder de la dictadura de Augusto Pinochet, el Partido Comunista sufre los embates de su marginación de la vida política nacional, a saber, asesinatos, exilios y torturas de sus militantes por parte de militares y agentes civiles de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) y otros organismos de inteligencia del gobierno militar.
La Dictadura militar prohibió la existencia de partidos políticos, junto con la clausura del Congreso Nacional. Con esto se logró declarar clandestino, ilegal y además terrorista a la colectividad, marginándolo de la legalidad durante los años setenta y ochenta.
La gran mayoría de los miembros C.C. del Partido Comunista partieron al exilio en los países de Europa del Este, Cuba y otros destinos, mientras que otros serían detenidos, como fue el caso del aquel entonces Senador y Secretario General del PCCh Luis Corvalán. Ante este escenario de persecución y desorganización, el C.C. decide crear un organismo a cargo de la reorganización del Partido, en donde participarían miembros clandestinos del Comité Central y miembros casi desconocidos trabajando en la reconstrucción partidaria, con lo cual ya en 1974 comienza a funcionar el Equipo de Dirección Interior (EDI).
En el año 1976 es donde caen detenidas dos Equipos de Dirección Interior del PCCh consecutivamente, la de Víctor Díaz y la de Fernando Ortiz, además de otras dos de las Juventudes Comunistas de Chile en manos del Comando Conjunto que reunía a la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea (DIFA), Dirección de Inteligencia de Carabineros (DICAR) además de la participación en menor medida de los servicios de inteligencia de la Marina (SIN) y el Ejército (DINE) y colaboración de agentes de la Policía de Investigaciones de Chile y civiles miembros del derechista grupo paramilitar Frente Nacionalista Patria y Libertad.
Hacia fines de la década de los setenta el PCCh, se articuló con otros sectores políticos para generar una oposición activa contra el gobierno militar, destacando su participación, junto a la Democracia Cristiana, por la negativa a la nueva carta fundamental de la nación, redactada en tiempos de la dictadura de Pinochet. Sin embargo, un acuerdo político con la DC se tornó imposible, a pesar de los esfuerzo de los comunistas por consolidar un Frente Antifascista.
En el Pleno de 1977, la dirección nacional del PCCh acuña el término vacío histórico, que implica un reconocimiento de la incapacidad política-militar del Partido para contrarrestar el avance de los sectores reaccionarios, lo que va decantando en un proceso de legitimación de la lucha militar contra la dictadura que terminaría a principios de los 80, con la adopción de la Política de Rebelión Popular de Masas y la creación de un espacio orgánico de fuerza propia combativa, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
A principios de los años 1980, la Dirección del Partido Comunista decide asumir la consigna de utilizar "todas las formas de lucha contra la dictadura", incorporando la resistencia armada al terrorismo de Estado. Es así que se forma primero el llamado Frente Cero que luego dará origen al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), el cual entraría en operaciones en diciembre de 1983, con un apagón eléctrico en toda la zona central del país.
En mayo de 1983, se desarrollaría la primera de las Jornadas Nacionales de Protesta, las cuales se desarrollaban con una importante participación de masas expresada en mítines en las principales poblaciones de Chile y cacerolazos contra la dictadura; como también con una creciente organización militar que derivó en acciones de sabotaje mayor (apagones) y defensa de masas.
Las jornadas de protesta se fueron multiplicando hasta 1986, año considerado clave para la Política de Rebelión Popular de Masas. En este año el FPMR realizó algunas operaciones de gran envergadura como la internación de armas de Carrizal Bajo y el atentado contra Augusto Pinochet, las cuales no llegaron a buen puerto, frustrando en gran parte la política de salida armada a la dictadura pregonada por el PCCh.
En 1987, la dirección nacional del PCCh sufre un proceso de fractura con el FPMR, lo que derivaría en una profunda reconstrucción de los objetivos estratégicos en un período enmarcado, por la construcción de una salida pactada a la dictadura a través de un plebiscito.
El Partido Comunista formó junto al Partido Socialista-Almeyda, la Izquierda Cristiana, el Movimiento de Acción Popular Unitaria y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria el Movimiento Democrático Popular (MDP), instancia alternativa a la Alianza Democrática, la cual estaba formada por grupos del centro político, representado por la Democracia Cristiana y la izquierda renovada, principalmente por el Partido Socialista que comandaban Altamirano, Arrate, Vodanovic y Núñez. De la Alianza Democrática surgirá, a finales de la década, la Concertación de Partidos por el NO la cual defendió la opción "No" en el plebiscito de 1988.
Tras el triunfo de la oposición en este referéndum, el Partido Comunista apoyó al candidato único de la oposición a la Presidencia de la República, el militante democratacristiano Patricio Aylwin quien a la postre será el primer Presidente de la transición chilena a la democracia.
Para 1989, con Augusto Pinochet aún en el Gobierno, el PCCh forma un partido instrumental, junto con la IC, el Movimiento de Acción Popular Unitaria, el PS (Almeyda) y el MIR, todos antiguos integrantes de la Izquierda Unida y del MDP. Aquel partido se llamaría Partido Amplio de Izquierda Socialista (PAIS) y se presentaría en las elecciones de 1989 formando la coalición electoral Unidad para la Democracia junto con el Partido Radical Socialista Democrático (PRSD).
Habiendo llegado a un acuerdo con la Concertación en cuanto a complementar o no presentar candidaturas fuertes, solo se logra elegir a dos candidatos electos (ambos del PS (Almeyda)) por culpa del sistema binominal. Para la elección presidencial de ese año el PCCh apoya al candidato único de la oposición, quien a la postre sería el primer presidente de la transición a la democracia, el democratacristiano Patricio Aylwin Azócar.
Una vez producida la reunificación de los socialistas almeydista con los socialistas renovados (socialdemócratas) y la incorporación de una gran cantidad de integrantes de la IC y el MAPU al Partido Socialista de Chile (PS) y al recién fundado Partido por la Democracia (PPD) en 1990, el PAIS perdió su razón de ser y fue disuelto. Así el PCCh quedó así sin sus tradicionales y antiguos aliados socialistas, lo que sería la tónica de la década de los noventas.
Durante los últimos años de la década de los ochentas e inicios de los noventas, un grupo de dirigentes del PCCh y de las Juventudes Comunistas contrarios a la línea política del Partido, entre ellos Fanny Pollarolo, Gonzalo Rovira, Jorge Insunza, Luis Godoy Gómez, Antonio Leal, Alejandro Toro Herrera y Luis Guastavino fundaron el Partido Democrático de Izquierda (PDI), lo que al final se vería frustrado por la poca movilidad de las bases del PCCh al PDI, y que provocó finalmente la integración de este grupo de dirigente al PS y el PPD.
El término pactado de la dictadura militar, se consolidó con bases institucionales que limitaron la presencia que históricamente había tenido el Partido Comunista en la política chilena. Intactas las políticas económicas heredadas del Pinochetismo, la Concertación también mantuvo el sistema democrático que dejara el dictador. Una Constitución que exigía altos quórums para determinadas modificaciones legales, un sistema binominal que generó grandes bloques electorales que dejaron de lado la participación del PC, igualando las votaciones parlamentarias de la Derecha y la Concertación, hicieron de los años de transición a la democracia, años en los cuales no hubo movilidad política, con una presencia institucional excluyente de los dos bloques generados por el binominalismo.
Desde el término de la dictadura militar el Partido Comunista ha planteado la necesidad de realizar una Revolución Democrática en Chile. La exigencia de poner término a todos los componentes institucionales legados por el pinochetismo en la Constitución de 1980, y que aún permanecen inalterados ha sido el eje fundamental del Partido. Así mismo, a partir de su inserción en los movimientos sociales ha propugnado la movilización de los sectores populares en defensa de sus derechos y la necesidad de modificar el modelo económico neoliberal instaurado por la dictadura militar y continuado por los gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia.
Desde las elecciones de 1990, el Partido Comunista se incorporó a la lucha electoral, como una forma más de desarrollar avances en la dirección de sus propuestas políticas. Es así que participó en todas las elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales entre 1990 hasta 2013 de manera semi solitaria.
En las elecciones municipales de 1992 el PCCh con sectores de la IC y del MAPU lograron la elección de un alcalde y de 35 concejales de la mano del conglomerado Movimiento de Izquierda Democrática Allendista (MIDA), que para las elecciones presidenciales y parlamentarias de 1993 se transformaría en la Alternativa Democrática de Izquierda, referente que conseguiría el 4,7% de los votos para su candidato presidencial Eugenio Pizarro y 6,39% para sus candidatos legislativos sin diputados electos.
Para enfrentar las futuras elecciones, el Partido Comunista formaría referentes amplios con distintos nombres, que agrupaban a toda la izquierda extraparlamentaria. En las elecciones municipales del 1996 y en las parlamentarias del 97, el PC aumentaría su votación hasta un 7,49% no logrando obtener escaños por el sistema binominal.
Para 1999 la candidata presidencial y Secretaria General del Partido Comunista Gladys Marín obtiene un 3,19% en las elección presidencial quedando en detrás de los candidatos de la Concertación y la Alianza y sobre las candidaturas de los humanistas, los independientes ecologistas y de la Unión de Centro Centro Progresista. Pero debido a la falta de mayoría absoluta por parte de los candidatos de la Alianza y la Concertación el PCCh se pronuncia dando libertad de acción a sus votantes de cara a la segunda vuelta presidencial.
En las elecciones municipales de 2000, la lista del Partido Comunista, La Izquierda baja su cantidad de concejales a 24 y solo logra mantener una alcaldía, algo que preocupa al interior del PCCh ya que además se mantiene sin elegir parlamentarios durante la elecciones parlamentarias de 2001 y baja su votación a un 5,22% con lo cual se corre el riesgo de perder la legalidad. Además la crisis electoral que vive, también viven sucesivas crisis políticas al interior del mismo, con diversas fracturas como las protagonizadas por Fuerza Social y Democrática y Nueva Izquierda (Chile).
A partir de estas preocupaciones, el PCCh decide generar un nuevo referente político que agrupe a distintos sectores de la izquierda, creándose el 13 de diciembre de 2003 el Juntos Podemos Más, coalición política integrada por los partidos Comunista y Humanista, además otros movimientos políticos sin constitución legal. En las elecciones municipales de 2004, el nuevo pacto electoral logró el 5,89% de los votos y la elección de 4 alcaldes, además de un 9.17% en la elección de los consejeros comunales y la obtención de 89 concejales.
De cara a las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2005, El PCCh apoyó al candidato humanista Tomás Hirsch quien a la postre obtendría un 5,40%.
De cara a la segunda vuelta presidencial y considerando que nuevamente queda excluido de la institucionalidad parlamentaria, el PCCh en conjunto con otras fuerzas del Juntos Podemos Más brindan el apoyo crítico a la candidata del oficialismo, la socialista Michelle Bachelet a condición del cumplimiento de cinco puntos a cumplir por el futuro gobierno. Este apoyo, junto con el llamado a anular de otros grupos que fueron parte del Juntos Podemos Más, congeló de facto el desarrollo del conglomerado
Durante el mismo año ocurre la muerte de la emblemática dirigente y exdiputada Gladys Marín, quien desempeñaba el cargo de Secretaria General del partido hasta el año 2002 cuando se crea el cargo de Presidente del Partido, en su reemplazo tomo la conducción el hasta entonces Secretario General Guillermo Teillier.
El gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010) se caracterizaría por el comienzo de numerosos conflictos que luego se profundizarían aún más en el gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014). En la movilización de los estudiantes secundarios el 2006, el conflicto de los subcontratados del cobre y de los trabajadores forestales el 2007, y los Paros Nacionales convocados por la CUT el 2007 y el 2009, tendrían importante presencia en su génesis y desarrollo militantes del PCCh.
Durante estos mismos años el PCCh en conjunto con la Izquierda Cristiana (recientemente legalizada) y el Partido Humanista y otros grupos que aún no se distanciaban del Juntos Podemos Más se presentaron bajo el mismo pacto electoral para las elecciones municipales, al cual, el PCCh llegó a un acuerdo de omisión con la Concertación como respuesta al rechazo de la Alianza de modificar el sistema binominal de las elecciones parlamentarias. Esto, le permitió al PCCh obtener 4 alcaldías a nivel nacional (7 como pacto) y con un 9,12% de votos, 44 concejales (80 como pacto)
El año 2009, año de elecciones presidenciales y parlamentarias, el PCCh continúa con la línea política trazada en sus anteriores congresos y expresada en la necesidad de convergencias con el centro político. En las parlamentarias, el PCCh llegaría a un acuerdo con los partidos de la Concertación que terminaría con la elección de 3 diputados comunistas (Hugo Gutiérrez por el distrito 2, Lautaro Carmona por el distrito 5 y Guillermo Teillier por el distrito 28), terminando con una exclusión parlamentaria de 37 años. En las presidenciales por otro lado, el PCCh en conjunto con otras fuerzas de izquierda y progresistas, presenta la candidatura de Jorge Arrate con quien lograría el 6,21%. En la segunda vuelta de la misma elección, el conglomerado que apoyara a Jorge Arrate, le dio su apoyo al candidato concertacionista Eduardo Frei quien terminaría siendo derrotado por el candidato de la Alianza Sebastián Piñera, poniendo fin a 20 años de dominio del pacto de centro izquierda en el país.
Luego de la llegada de la Coalición por el Cambio al poder ejecutivo, el PCCh ha resuelto en su XXIV Congreso Nacional la necesidad de construir un Gobierno de Nuevo Tipo, que no sea similar a un gobierno de la derecha ni de la Concertación, y que sea capaz de agrupar a los más amplios sectores democráticos que estén dispuestos a sacar a la derecha del gobierno. Para el PCCh, este Gobierno de Nuevo Tipo tiene que construirse a partir de unidad y lucha; unidad que se vería expresada en la convergencia del centro y la izquierda política, y lucha que tendría que manifestarse en el movimiento social contra el neoliberalismo. En el período presidencial de Sebastián Piñera el PCCh y las JJCC, fueron parte fundamental de las movilizaciones sociales. Desde el primer año de la gestión derechista en el ejecutivo, el PCCh se hizo presente en las protestas a favor de los presos políticos mapuches, llegando a sumar a la huelga de hambre de los comuneros mapuches al diputado y defensor de los derechos humanos Hugo Gutiérrez.
Durante el año 2011, el PCCh estuvo activamente presente en las Protestas en Magallanes con participación en la Asamblea Ciudadana; así también durante el mismo año el partido se hizo muy activo en las protestas por la reconstrucción en las zonas dañas por el terremoto del 2010 y en las movilizaciones estudiantiles donde a través de la Presidencia del Colegio de Profesores con Jaime Gajardo, la Presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile con Camila Vallejo y con diversos dirigentes secundarios y universitarios, ejercieron un rol preponderante en la conducción de dicha movilización.
Ese mismo año el PCCh homenajeó al régimen norcoreano al enviar sus condolencias por la muerte de Kim Jong-il.
En cuanto a lo electoral, el PCCh concretó el pacto "Por un Chile justo" con el Partido Radical Socialdemócrata, el Partido Izquierda Cristiana de Chile y el Partido por la Democracia para la lista de concejales en las elecciones municipales, junto con la omisión de candidatos alcaldes del resto de la Concertación en ciertas comunas, lo que implicaría un aumento en alcaldías y la obtención de 102 concejalías, junto con un crecimiento en porcentaje. Ese mismo año, el Partido Comunista de Chile celebraría sus 100 años de existencia con múltiples actividades entre las que destacó un acto cultural con más de 70.000 personas en el Estadio Nacional
En 2013, el partido se unió al pacto Nueva Mayoría para llevar un candidato común para la elección presidencial. El 25 de mayo, el PCCh decidió entregar su apoyo a la candidata socialista Michelle Bachelet.
Tras la victoria electoral de Bachelet, el partido manifestó su disposición de participar en el gobierno de la Nueva Mayoría,Claudia Pascual como ministra del Servicio Nacional de la Mujer. Este hecho marcó el regreso de los comunistas al oficialismo al cual no pertenecía desde el gobierno de Salvador Allende. En el cambio de gabinete realizado por la Presidenta Michelle Bachelet el 11 de mayo de 2015, se designó al entonces Subsecretario de Previsión Social Marcos Barraza, también comunista, como nuevo Ministro de Desarrollo Social.
asunto que se concretó con la designación deEl PCCh realiza todos los 1 de enero el "Caldillo", en donde se invita los periodistas de todos los medios de comunicación a comer para reponer la resaca de la fiesta de año nuevo. Además, en el mismo mes de enero, el PCCh realiza en Santiago la llamada Fiesta de los Abrazos, generalmente el primer fin de semana después de Año Nuevo, se hace una gran fiesta en el Parque O'Higgins, donde hay exposiciones, música, debate, comida, etc.
Durante las fiesta patrias, instala una Fonda llamada "La Chingana de los Abrazos" en el Parque O'Higgins para la recolección de fondos, siendo esta fonda una de las más grandes del Parque.
Dentro de los medios de difusión destacan el periódico semanario El Siglo, fundado en agosto de 1940, la revista Pluma y Pincel y la Radio Nuevo Mundo, 930 AM en Santiago y su cadena nacional de emisoras FM de Iquique a Puntas Arenas.
El Partido Comunista de Chile tiene 9 diputados, siendo 8 electos para el período legislativo 2018-2022 . Por otra parte, la diputada electa por el PRO, Marisela Santibáñez, y miembro de la Bancada PC-PRO , posteriormente PC e Independientes , se afilió al Partido Comunista en el trascurso del LV periodo legislativo.
El Partido Comunista de Chile tiene 11 consejeros regionales, nueve militantes y dos independientes apoyados por el partido, para el periodo 2018-2022. El partido tiene presencia en 8 de los 15 consejos regionales del país.
El Partido Comunista de Chile tiene ocho alcaldes en el periodo 2016-2020.
El Partido Comunista de Chile tiene 81 concejales, incluyendo los militantes y los independientes apoyados por el partido, en el periodo 2016-2020.
El nombre del cargo desde su fundación (1922) hasta el XXII Congreso Nacional (2002) era Secretario General. La reforma de estatutos del XXII Congreso lo denomina Presidente. Por tanto la dirección nacional del PCCh está conformado por el Comité Central (electo por el Congreso Nacional) elige al Presidente (Secretario General entre 1922-2002), Secretario General (Subsecretario General entre 1922-2002), la Comisión Política y el Secretariado.
Ministro de Obras Públicas y Vías de Comunicación (1946-1947)
Senador por Santiago (1941-1946)
Diputado por Arica (1937-1941; 1926-1930)
Senador por Biobío (1961-1969)
Diputado por Valparaíso (1961-1965)
Secretaria General de las Juventudes Comunistas (1965-1974)
Secretario General de las Juventudes Comunistas (1979-1989)
Desde 1912 a la fecha, el Partido Comunista ha desarrollado 25 Congresos Nacionales, Los primeros con el nombre de Partido Obrero Socialista hasta el IV Congreso en el que se decide la adhesión a la Internacional Comunista y se adopta el nombre de Partido Comunista.
Nota 1: Entre las elecciones parlamentarias de 1949 y 1953, el PCCh se encontraba proscrito debido a la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, pero presentó candidatos a través del (Partido Socialista Auténtico, Frente del Pueblo) y Frente de Acción Popular, señalándose solo la cantidad de parlamentarios electos.
Nota 2: En las elecciones parlamentarias de 1989, el PCCh se encontraba proscrito y tuvo que presentarse con el patrocinio legal del Partido Amplio de Izquierda Socialista, el que además aglutinaba a sectores de los también prohibidos Partido Socialista, MAPU e Izquierda Cristiana.
Nota: Entre 1992 y 2000 se votaba solo para elegir concejales. A partir de 2004 se realizan las votaciones de alcalde y concejales por separado.
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