«Bye Bye Baby» es una canción interpretada por la cantante estadounidense Madonna, incluida en su quinto álbum de estudio Erotica (1992). Las compañías Sire y Maverick Records, en asociación con Warner Bros., la publicaron como el sexto y último sencillo del disco el 15 de noviembre de 1993. Fue compuesta por la cantante, Shep Pettibone y Anthony Shimkin y producida por los dos primeros. Está inspirada en las emociones de la intérprete en aquel tiempo, pues había pasado por una serie de relaciones fallidas y quería descargar esa frustración y depresión en su música, y por sus pensamientos sobre el sadomasoquismo.
Es un tema con elementos del hip hop y la música dance y contiene el sample de un hook de «Jingling Baby» (1990) de LL Cool J. Cuenta con el teclado y un bajo grave como instrumentación y la voz de la cantante fue distorsionada con el fin de que el sonido saliera como de una radio antigua, para lo cual utilizaron un filtro electrónico Pultec HLF. La letra aborda sus relaciones frustradas y en ella Madonna interroga a un amante que está a punto de abandonar. En términos generales, obtuvo reseñas variadas de los críticos musicales: si bien quedaron conformes con el resultado, otros criticaron su voz. Desde el punto de vista comercial, solo llegó a los diez primeros puestos en Italia, en la séptima posición. En otros países como Australia, Suiza y Nueva Zelanda alcanzó las posiciones quince, veintitrés y cuarenta y ocho, respectivamente.
Madonna interpretó «Bye Bye Baby» en los MTV Video Music Awards de 1993 y en la gira The Girlie Show World Tour, realizada ese mismo año. Para ambas presentaciones, tanto ella como sus coristas Niki Haris y Donna De Lory lucían como caballeros victorianos con fracs y galeras; bailaron con tres mujeres ligeras de ropa en un ambiente al estilo burdel y cabaré, mientras interpretaba el tema. Un crítico analizó esta actuación como una representación característica del butch y femme, en el que los roles de «marimacho» fueron interpretados por mujeres blancas y afroamericanas, mientras que las femmes por asiáticas-estadounidenses. La actuación fue considerada como una declaración contra el machismo y la confusión de género y modelo.
Después de finalizar el rodaje de la película A League of Their Own, Madonna empezó a trabajar en su quinto álbum de estudio, Erotica, junto con el productor Shep Pettibone, en agosto de 1991. En ese tiempo, la cantante se sentía deprimida tras una serie de relaciones fallidas, por lo que descargó esa frustración y depresión en su música. Según la periodista y biógrafa Lucy O'Brien, autora del libro Madonna: Like an Icon, no hubo ningún tema «azucarado» en el disco, sino que la mayoría de ellos abordaban las emociones de la intérprete. Se apropió de un personaje de dominatrix llamado Dita y la composición para el álbum, así como las imágenes en el coffee table book Sex, reflejaron sus pensamientos acerca del sadomasoquismo. «Bye Bye Baby» fue una de esas canciones compuestas que «lidian con las emociones fuertes».
Las compañías discográficas Sire y Maverick Records, en asociación con Warner Bros. Records, publicaron «Bye Bye Baby» el 15 de noviembre de 1993 como el sexto y último sencillo del álbum, tras «Erotica», «Deeper and Deeper», «Bad Girl», «Fever» y «Rain». La publicación coincidió con la etapa australiana de su gira The Girlie Show World Tour. Además, estuvo acompañada de remezclas que no difirieron mucho de la versión del álbum; algunas de ellas tienen ritmos adicionales y sonidos de trompas sacados de la mezcla original. En su reseña al sencillo, Jose F. Promis de Allmusic expresó que la versión del disco era la mejor, y que la remezcla «Madonna's Night on the Club» contaba con «órganos turbulentos y efectos de guitarra» comparados al ritmo house de los años 1990, por lo que era la más interesante de todas. En septiembre de 1993, se publicó un EP en Brasil llamado The Girlie Show con el fin de promover la gira del mismo nombre en aquel país, y «Bye Bye Baby» figuró en él junto con los demás sencillos de Erotica.
«Bye Bye Baby» fue compuesta por Madonna, Shep Pettibone y Anthony Shimkin y producida por los dos primeros para el álbum Erotica. Su grabación tuvo lugar en los estudios Sound Works de Astoria, en la ciudad de Nueva York, y contiene el sample de un hook de «Jingling Baby» (1990) de LL Cool J. Pettibone también se desempeñó como el secuenciador y realizó los arreglos de teclado y la programación para la pista, junto con Shimkin. Dennis Mitchell y Robin Hancock fueron los ingenieros de grabación, mientras que George Karras, el ingeniero de mezcla. La masterización estuvo a cargo de Ted Jensen con Mark Goodman como el asistente de ingeniería. Por último, las coristas Niki Haris y Donna De Lory ayudaron en los coros. Para «Bye Bye Baby», Madonna y Pettibone querían un tema de los años 1940 con el fin de que el sonido de la voz saliera como de una radio antigua; para ello, utilizaron un filtro electrónico Pultec HLF. Shimkin recordó que la voz era de la primera toma y que el efecto vocal filtrado fue aplicado durante la grabación mientras Madonna estaba delante del micrófono cantando.
«Bye Bye Baby» es un tema con influencias del hip hop y la música dance que inicia con la declaración This is not a love song —«Esta no es una canción de amor»—. Se escucha un bajo grave contra un sonido de teclado agudo de los años 1960, y la voz de la artista fue atenuada para sonar muy fina con más tiple. Los sonidos de la guitarra se extienden en ocasiones durante el tema con algunos gritos de fondo, y finaliza con el sonido de una explosión. Según Sal Cinquemani, en su reseña a Erotica para la revista en línea Slant, su voz filtrada suena como un contestador; la línea final You fucked it up —«La jodiste»— es censurada y reemplazada por el pitido del fin del mensaje de la máquina. Louis Virtel, de The Backlot, comentó que era la canción más «fría» del álbum y, sobre su composición, era una despedida hip hop con un toque de cabaré. Según la partitura publicada en SheetMusicPlus.com por Alfred Publishing Inc., se establece en el compás de 4/4 con un tempo rápido de 120 pulsaciones por minuto. Está compuesta en la tonalidad de fa menor y el registro agudo de la intérprete se extiende desde la nota fa3 a la4; sigue una progresión armónica de sol-si♭-sol-re-sol-re menor. La letra aborda sus relaciones frustradas y en ella, Madonna interroga a un amante que está a punto de dejar; la cantante afirma Does it make you feel good to see me cry? I think it does —«¿Te hace sentir bien verme llorar? Creo que sí»—. La línea I'd like to hurt you —«Quisiera lastimarte»— fue comparada al sencillo anterior de Madonna, «Erotica», donde menciona I only hurt the ones I love —«Solo lastimo a los que amo»—. Richard Harrington, del Washington Post, señaló que su registro sonaba «filtrado, remota y ligeramente provocador, al hablar de retomar el control en lugar de vengarse de una pareja dominante, dada a las manipulaciones mentales» en la canción. En cuanto a la letra, Chris Willman, de Los Angeles Times, la describió como una «canción de desaire».
En términos generales, «Bye Bye Baby» obtuvo reseñas variadas de los periodistas y críticos musicales. David Browne, de Entertainment Weekly, creyó que la intérprete sonaba «seria» en el tema, y Stephen Holden, del New York Times, la describió como astuta y valiente. John Myers, editor y contribuidor del sitio Yahoo!, declaró que era una canción uptempo simplemente irresistible de no escuchar. Una de las mejores comentarios provino del crítico estadounidense J. D. Considine, de The Baltimore Sun, quien comentó que es aquí cuando Madonna y sus coproductores van más allá de lo esperado, como con el ritmo denso y efectista de «Bye Bye Baby». Añadió que el álbum «realmente se calienta y proporciona un sonido con conciencia corporal en el mejor sentido del término». Michael R. Smith, de The Daily Vault, la encontró desafiente y agresiva y reconoció que ella dirigió la letra a sus relaciones pasadas con el actor Warren Beatty y Sandra Bernhard. El periodista y escritor Matthew Rettenmund, de Boy Culture, la incluyó en el puesto número 103 de «La inmaculada percepción: cada canción de Madonna, de mejor a peor», una lista creada sobre las 221 pistas grabadas por la cantante, desde sus primeros comienzos en 1980 hasta 2012.
En una opinión menos positiva, Arion Berger, de Rolling Stone, notó que la trama del tema desecha aparentemente al «asqueroso que la ha maltratado», pero que la entrega era «monótona» y su voz «infantil». Añadió que su interpretación no sonó «segura» y que la cantante podría ser una «drag queen jugando con un éxito pop del pasado». Por su parte, Andrew Le, de Renowed for Sound, la calificó de agresiva y afirmó que sonaba realmente «escalofriante». Aunque Hal Espen y David Hiltbrand, de People, señalaron que «Bye Bye Baby» puede ser un éxito, en esa canción se puede encontrar poco del dominio manipulador y provocativo que hace a Madonna tan fascinante. Rikky Rooksby, autor de The Complete Guide to the Music of Madonna, sintió que la letra «agresiva» y las palabras soeces al final no se ajustaban al ambiente erótico del álbum, «y fortalece el aire del narcisismo y el cálculo». O'Brien llamó a su voz «genial» y «mínima», pero que aun así sonaba «monótona» en la pista. Criticó el ritmo dance por ser «apenas perceptible» y agregó que la cantante «o no se concentra completamente, o no tiene muchos recursos para aprovechar».
Tras su publicación, «Bye Bye Baby» obtuvo un recibimiento comercial bajo, pues solo llegó a los diez primeros puestos en Italia, en la séptima posición; aun así, se convirtió en el quinto sencillo de Erotica en llegar al top diez allí. El 26 de diciembre de 1993, el tema ingresó en el puesto número 39 en Suiza y después de tres ediciones, alcanzó su posición más alta, en el 28, aunque permaneció en la lista por solo cuatro semanas. En Australia y Nueva Zelanda obtuvo resultados moderados: en el primero, debutó en el número 38 en la fecha del 5 de diciembre de 1993, siete días después ocupó el 15 y estuvo ocho semanas en total. Mientras tanto, en el segundo país, solo llegó al lugar 43 el 23 de enero de 1994 y pasó solo dos semanas en el conteo.
El 2 de septiembre de 1993, Madonna abrió la ceremonia de los MTV Video Music Awards 1993 interpretando «Bye Bye Baby»; en la presentación, se retozaba en el escenario con tres mujeres ligeras de ropa en un ambiente al estilo burdel y cabaré, ataviada con un esmoquin y una galera en una rutina coreografiada y altamente sexual. El diario San Francisco Chronicle describió su imagen como «andrógina», y su vestuario fue comparado con el estilo característico de la actriz alemana-estadounidense Marlene Dietrich. Según el coreógrafo Alex Magno, quería hacer «Justify My Love» o «The Beast Whitin» (1990) en la premiación, pero la cantante creyó que sería demasiado polémico para la televisión en vivo y abandonó la idea. Sin embargo, fue elegida posteriormente e interpretada en la gira The Girlie Show World Tour, con el mismo vestuario y coreografía que se usó para los MTV VMA, puesto que representó la idea del tour. Brian Galindo la incluyó en el número 26 de los 41 mejores momentos de la ceremonia en el sitio BuzzFeed, y Louis Virtel, de The Backlot, la ubicó en el octavo puesto de «Los 11 mejores momentos VMA de Madonna», donde llamó a la presentación «un número fenomenal» y «un retroceso cinematográfico estupendo».
La interpretación del tema en The Girlie Show contó con Madonna y sus coristas, DeLory y Haris, vestidas como caballeros victorianos en trajes masculinos, entre ellos galeras y fracs, mientras llevaba también un bastón en sus manos. Todo el conjunto fue un homenaje a Marlene Dietrich en la película estadounidense de drama romántico Marruecos (1930). Además, las coristas de los años 1900 y la compañía femenina de musicales de Japón Takarazuka Revue fueron la inspiración principal detrás de este segmento. Madonna transformó su voz en la de un maestro de ceremonias de circo y presentó a las tres bailarinas de striptease; una voz alterada similar a la de la canción fue utilizada en la presentación. El baile tuvo lugar en torno a tres sillas: las bailarinas seducían a Madonna y a las coristas, frotándose contra ellas y adoptando poses sexuales. Hacia el final, eran subyugadas antes de que tomaran el control de nuevo. La actuación del 19 de noviembre de 1993, realizada en el estadio Sydney Cricket Ground de Sídney, Australia, fue grabada e incluida en el VHS y Laserdisc The Girlie Show - Live Down Under, publicado el 26 de abril de 1994.
Brett Beemyn notó en su libro Queer Studies: A Lesbian, Gay, Bisexual, & Transgender Anthology que Madonna se expandía en la representación característica butch y femme con la interpretación. Agregó que en un simple vistazo podría parecer una «[presentación] típica provocativa» de la cantante, pero de fondo era «una perspectiva queer más compleja». Los roles de «marimacho» —Madonna y sus coristas— fueron interpretados por mujeres blancas y afroamericanas, mientras las bailarinas por asiáticas-estadounidenses. Además, hay simulaciones de masturbación y penetración sexual en la actuación y las butch —la cantante y sus coristas— controlaban a las femmes —bailarinas—. Beemyn concluyó su reseña al decir que «el hecho de que la intérprete eligiese a las bailarinas asiático-estadounidenses como las femmes refuerza los estereotipos de mujeres asiáticas como la "otra" pasiva, exótica y femenina. También se burla del hecho de que han sido explotadas como "mujeres de confort" por militares estadounidenses, por lo tanto, Madonna hizo una declaración contra el machismo, en su forma más extraña». Para Gerry Bloustien, autor de Girl Making: A Cross-cultural Ethnography on the Processes of Growing Up Female, tanto la actuación de «Bye Bye Baby» como la de «Like a Virgin» (1984) en la gira hicieron hincapié en la «confusión de género y modelo».
Fuentes: notas del álbum Erotica y Discogs.
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