La arquidiócesis de Utrecht (en latín, Archioecesis Ultraiectensis) es una circunscripción eclesiástica de la Iglesia católica en Países Bajos, con el rango de arquidiócesis metropolitana y provincia eclesiástica, con sede en la ciudad de Utrecht y cuyo obispo es el cardenal Willem Jacobus Eijk.
la arquidiócesis se extiende sobre una superficie de 10.000 km² y comprende la totalidad del territorio de las provincias de Utrecht, Güeldres y Overijssel y la parte central de la provincia de Flevoland. Se divide en 234 parroquias, reagrupadas en tres vicariatos. La sede arzobispal es la ciudad de Utrecht, donde se encuentra la catedral de Santa Catalina.
La arquidiócesis limita al oeste con la Diócesis de Róterdam, al noroeste con la diócesis de Haarlem-Ámsterdam, al noreste con la Diócesis de Groninga-Leeuwarden, al este con las diócesis de Osnabrück y Münster y al sureste con la diócesis de Bolduque.
La provincia eclesiástica de Utrecht comprende las siguientes diócesis sufragáneas: Breda, Groninga-Leeuwarden, Haarlem-Ámsterdam, Roermond, Róterdam y Bolduque.
La diócesis de utrecht fue fundada en 696 por el papa Sergio I, constituía con los obispados de Lieja y de Cambrai, las tres diócesis de la Baja Lorena, teniendo como metropolitano al arzobispo de Colonia para Lieja y Utrecht y el de Reims para Cambrai, dependiendo del Sacro Imperio Romano Germánico. La sede de los obispos de Utrecht se encontraba en la catedral de San Martín. A partir del siglo X, el obispo de Utrecht era también señor temporal de un principado, el principado de Utrecht. Incluía, además de la capital, Coevorden hasta su conquista por Carlos de Egmond en 1522, Deventer, Kampen, Groninga y Zwolle.
El último obispo soberano fue Enrique del Palatinado, quien, cansado de las revueltas de sus súbditos, vendió a Carlos V en 1528 la jurisdicción temporal del principado, integrándose en los Países Bajos de los Habsburgo. No obstante, el obispado subsistió siempre como poder espiritual. En 1559 fue elevada a la categoría de arquidiócesis.
Entre 1592 y 1853 el arzobispado de Utrecht dejó de existir a causa de la Reforma protestante y la rebelión neerlandesa, su territorio pasó a depender de la jurisdicción del vicario apostólico de la Misión de Holanda. El 4 de marzo de 1853, mediante breve Ex qua die del papa Pío IX, se restableció la jerarquía católica holandesa y se erigió la nueva arquidiócesis de Utrecht, con sus cuatro diócesis sufragáneas.
De acuerdo al Anuario Pontificio 2021 la arquidiócesis tenía a fines de 2020 un total de 762 100 fieles bautizados.
En el territorio de la diócesis, desempeñan su labor carismática 284 religiosos (de los cuales 183 son sacerdotes) y 540 religiosas, de varios institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica.
En Utrecht están presentes: la Orden del Císter, las Hermanas de la Adoración Siervas del Espíritu Santo, las Hermanas Agustinas de Santa Mónica, los Hermanos de San Juan, las Hermanas Misioneras Médicas, los Benedictinos del Santísimo Sacramento, la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (carmelitas), la Orden de los Carmelitas Descalzos, las Religiosas de la Pasión de Jesucristo (monjas pasionistas), las Hermanas de Betania, entre otros institutos y sociedades.
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