Las relaciones Chile-España se refieren a las relaciones internacionales entre la República de Chile y el Reino de España. Chile fue colonia española hasta 1818, bajo la subentidad administrativa imperial de Capitanía General y el español es el idioma oficial en ambos países. Ambas naciones son miembros de la Asociación de Academias de la Lengua Española, Naciones Unidas, la Organización de Estados Iberoamericanos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la Fundación EU-LAC, la Asociación de Estados Iberoamericanos para el Desarrollo de las Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica y del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe.
Durante el siglo XVI, los conquistadores españoles comenzaron a conquistar, colonizar y evangelizar el actual territorio chileno, habitado por pueblos indígenas hasta antes de su llegada, convirtiéndolo en colonia desde 1540, cuando Pedro de Valdivia inicia su expedición al territorio que bautizó como «Reyno de Nueva Extremadura» o posteriormente como «Reyno de Chile»
En 18 de septiembre de 1810, Chile declaró su independencia, y tras la formación de la Primera Junta Nacional de Gobierno, sucediéndose una serie de acontecimientos hostiles en el contexto de las guerras de independencia hispanoamericanas, que culminan con la creación de una república libre y soberana. Finalmente el 24 de abril de 1844, España reconoce oficialmente la total independencia de Chile con la celebración del «Tratado de Paz y Amistad entre España y la República Chilena», nombrando como primer ministro plenipotenciario en Santiago a Salvador de Tavira. Entre los años 1865 y 1866, fue suscitada la Guerra hispano-sudamericana, un conflicto bélico que involucró a Chile, Perú, Bolivia y Ecuador contra España.
Desde la época de la conquista y durante siglos, se han producido diversos flujos migratorios entre ambos territorios por variadas razones, provocando que la composición étnica de Chile tenga predominantemente un origen criollo (gente nacida en América pero de ascendencia europea y de los pueblos originarios), siendo el caso de Chile una etnia criolla con raíces alemanas, francesas, italianas, croatas, polacas, palestinas y mayoritariamente españolas. Aunque en un comienzo el sentimiento patriota generó un distanciamiento de la sociedad chilena hacia la española, surgiendo la chilenidad como una expresión cultural propia de su identidad nacional, tanto la nación hispanoamericana del Cono Sur y su madre patria comparten rasgos socioculturales e idiomáticos originarios de la cultura española, como la herencia de costumbres y tradiciones traídas directo desde España o como propiamente tal el mismo idioma castellano por completo (al igual que con la mayoría de sus pares de América), los vínculos Chileno-Español han sido estrechados a lo largo del tiempo y expresados en instituciones chileno-españolas, asociaciones chilenas de colectividades gallegas, catalanas, vascas, andaluzas, etc., agrupaciones de chilenos residentes en España, como también los odónimos honoríficos referentes a Chile y España están presentes en homenaje de un país en el otro.
Durante la Guerra Civil española (1936-1939), poeta y Premio Nobel chileno, Pablo Neruda fue cónsul en Madrid. Neruda fue testigo de primera mano de las batallas de la guerra y escribió sobre ello en su libro titulado España en el corazón. En 1939, Neruda fue nombrado cónsul en París para la emigración española a Chile. En París, con el apoyo del gobierno chileno, Neruda organizó un barco llamado SS Winnipeg para transportar a 2.100 inmigrantes españoles, muchos de ellos Republicanos, a Chile. Después de la guerra, en abril de 1939, Chile reconoció al gobierno de Francisco Franco.
De 1970-1973, las relaciones entre el gobierno socialista de Salvador Allende y el anticomunista Francisco Franco fueron amistosas y en 1972 Franco invitó a Allende a visitar España, sin embargo, Allende rechazó la oferta. Poco después del Golpe de Estado en Chile de 1973 que vio la remoción (y suicidio) de Salvador Allende; Franco reconoció la dictadura militar de Augusto Pinochet como gobierno legítimo. En noviembre de 1975, Francisco Franco falleció y Pinochet fue el único jefe de estado extranjero que asistió a su funeral.
En marzo de 1990, Pinochet transfirió el poder al recién elegido Presidente Patricio Aylwin y en octubre de 1990, el Rey Juan Carlos I de España realizó su primera visita oficial a Chile, cuando anunció la construcción del Parque de Los Reyes en Santiago como un regalo al país. El rey visitaría Chile en varias ocasiones después.
La crisis económica y social que afecta a España desde 2008, provocó una nueva oleada de inmigrantes españoles que ha recalado en Chile, del mismo modo, chilenos residentes en España han optado por retornar a su país. La colonia chilena en España se consagra dentro de las diez mayores diásporas de chilenos en el mundo y la segunda de Europa, luego de la colonia residente en Suecia.
En turismo, España es el país europeo más visitado por los turistas chilenos, mientras que Chile recibió 56.971 turistas españoles en 2012, ocupando el tercer lugar de turistas europeos en el país, luego de los alemanes y franceses. Usualmente la sociedad actual chilena demuestra un gran aprecio por la gente española o aquello que esté relacionado con España (sobre todo recientemente en la juventud chilena) ya que se les ve comúnmente a los españoles como una sociedad agradable y atractiva que complementa bien a la chilena, además de que se le considera a España un país rico en cultura y de prestigio.
De acuerdo con el embajador español, Carlos Robles, "las relaciones entre España y Chile son excelentes; la dificultad es encontrar formas de mejorar y profundizar en ese vínculo". Ambos países comparten visiones del mundo muy parecidas tanto en lo que se refiere a los problemas globales como a los procedimientos para enfrentarlos y las relaciones son estables que no dependen en lo esencial de quien gobierne en cada país. Las empresas españolas tienen una enorme presencia en Chile. España es uno de los principales inversores en Chile y estas son de todos los tamaños y en todos los sectores. Los contactos entre todos los sectores de la cultura son constantes. Destacó las relaciones del mundo teatral, la literatura, las academias de la lengua o las universidades. Este es precisamente uno de los sectores más dinámicos en los últimos diez años y son numerosos los estudiantes de uno y otro lado del Atlántico que pasan temporadas de estudio o en España o en Chile. Esto se hizo más evidente tras la firma del Tratado de Reconocimiento de Títulos Universitarios que facilitará aún más la relación educativa. [1]
Ambas naciones han firmado numerosos acuerdos, como un Convenio sobre la Doble Nacionalidad lo cual permite adquirir la nacionalidad chilena o española por parte de sus ciudadanos sin hacer renuncia a la de origen, conservando los derechos y ventajas de las dos legislaciones (1958); Tratado de Amistad y Cooperación (1990); Acuerdo de Cooperación Antártica (1993); Acuerdo sobre la Seguridad Social (1998); Memorando de Entendimiento entre el Ministerio de Defensa de España y el Ministerio de Defensa Nacional de Chile sobre la participación conjunta de personal y unidades militares en Operaciones de Paz (2003); Memorándum de Entendimiento sobre cooperación científica y tecnológica (2003); Acuerdo de transporte aéreo (2007); Acuerdo de Cooperación en la lucha contra el crimen y la seguridad (2014); Acuerdo de Cooperación Turística (2015); Memorando de Entendimiento sobre Cooperación en materia de Bio-seguridad y Bio-Custodia (2017); Acuerdo de reconocimiento mutuo de títulos universitarios (2017) y un Memorando de entendimiento sobre cooperación en ciberseguridad (2018).
Embajada de Chile en Madrid
Consulado-general de Chile en Barcelona
Embajada de España en Santiago de Chile
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