Juan Román Riquelme (San Fernando, 24 de junio de 1978) es un exfutbolista argentino, y actual vicepresidente y director deportivo del Club Atlético Boca Juniors. Un emblema del "clásico número 10", Riquelme se destacó como uno de los más aclamados mediocampistas de su generación, y uno de los últimos referentes de su posición. Además, es ampliamente nombrado como el mejor jugador de la historia de Boca Juniors y una de sus más importantes figuras, debido a su desempeño por 13 temporadas (1996-2014) en el club, en las que consiguió ganar tres Copas Libertadores de América y una Copa Intercontinental, entre otros títulos.
Se formó en las divisiones juveniles de Argentinos Juniors, para más tarde debutar en Boca Juniors en 1996. En el club xeneize, pasó seis temporadas donde transitó una de las eras más gloriosas del club, ganando tres títulos locales (Apertura 1998, Apertura 2000, Clausura 1999) y tres internacionales (Copas Libertadores 2000, 2001 y Copa Intercontinental 2000). Fue una importante figura entre todos esos campeonatos, potenciado principalmente por su entrenador y mentor Carlos Bianchi. En 2002, fue traspasado al Barcelona, donde tan solo permaneció una temporada por sus problemas con el entrenador del equipo en esa época, Louis van Gaal. Se marchó cedido al Villarreal, un club modesto de España donde consiguió sus mayores éxitos en Europa, alcanzando un histórico tercer puesto en la liga y las semifinales de la Champions League por primera vez en la historia del club. En 2007, retornó a Boca y ganó su tercera Copa Libertadores de manera extraordinaria, siendo el goleador del equipo y el mejor jugador del torneo. En su tercer ciclo en el club, consiguió la Recopa Sudamericana 2008 y los torneos Apertura 2008 y Apertura 2011. Acabó yéndose en 2014, siendo el 6.º jugador con más partidos del club (388), el 7.º con más títulos (11) y su 11.º máximo goleador histórico, con 92 goles. Además es el jugador con más presencias en La Bombonera, con 206. Se retiró en Argentinos Juniors, donde alcanzó el ascenso a la Primera División.
A nivel internacional, fue parte del seleccionado juvenil sub-20 de Argentina, con el cual ganó el Sudamericano Sub-20 de 1997 y el Mundial Juvenil de 1997 disputado en Malasia. En 1997 debutó en la selección mayor, donde tan solo disputó el Mundial de Alemania 2006, quedando afuera en cuartos de final. Alcanzó la final de la Copa Confederaciones 2005 y la Copa América 2007, perdiendo ambas contra Brasil. En 2008, fue parte del equipo que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín. En 2009 decidió retirarse de la selección, perdiendo la posibilidad de disputar el Mundial de Sudáfrica 2010.
Fue distinguido como el futbolista del año en Argentina en cuatro oportunidades (2000, 2001, 2008 y 2011) y como el futbolista del año en Sudamérica en 2001. Además, obtuvo el Premio Don Balón al mejor jugador extranjero de la Liga Española en la temporada 2004-05, y entre 2005 y 2007 fue incluido en la lista de nominados para las ternas de los premios Jugador Mundial de la FIFA y el Balón de Oro. Riquelme fue parte del Equipo Ideal de América en seis oportunidades (1999, 2000, 2001, 2007, 2008 y 2011).
Juan Román Riquelme nació el 24 de junio de 1978 en un hospital de San Fernando, provincia de Buenos Aires. Su nacimiento ocurrió un día antes de que la selección argentina obtuviera la Copa del Mundo, primera conquista argentina y en condición de anfitrión del torneo.
Hijo de Ernesto ''Cacho'' y María Ana, es el mayor de once hermanos, de los cuales él y su hermano Cristian dedicaron su vida al fútbol. Riquelme se crio en el seno de una familia humilde y trabajadora, que vivía en la villa San Jorge de la localidad de Don Torcuato. Riquelme realizó sus estudios hasta séptimo grado en la escuela Independencia n.º 24 de Don Torcuato, para desde entonces dedicarse de lleno al fútbol.
A los 6 años, en un entretiempo de un partido donde jugaba el equipo de su padre, a Riquelme lo localizó un ojeador de un equipo en Bella Vista. Jorge Rodríguez se acercó a la casa de los Riquelme y le ofreció jugar en su equipo, aunque al principio, le mintió acerca de ser un ojeador de Ferro, que en aquel momento era uno de los grandes equipos de la Argentina, con el intento de persuadirlo para que vaya a jugar ante las constantes negativas de un tímido Román.
Riquelme pasó para Defensores de Bella Vista, y se destacó jugando para diferentes asociaciones y clubes barriales, como La Carpita, y Parque, de baby fútbol. En ese momento, uno de los equipos filiales de Argentinos Juniors tenía un convenio con Lucas Villasenin, representante de jugadores, y puso a prueba a Román, quien fue elegido para quedarse en las inferiores del club. Sin embargo, en sus primeros años en Argentinos, Riquelme sufriría la suplencia debido a su débil estado físico y su baja estatura. Varios jugadores que luego pasarían al fútbol profesional se convirtieron en compañeros de Román, como Cristian "Lobo" Ledesma o los hermanos Esteban y Nicolás Cambiasso.
El arribo de Riquelme a Argentinos Juniors se produjo a comienzos de 1991, procedente de Parque, un club de baby fútbol. En sus primeros años, no la pasaría nada bien, al ser relegado al banco de suplentes porque aún no había desarrollado su físico. Su padre llegó a dudar de su estadía en Argentinos, y quiso cambiarlo de club, hasta que Carlos Balcaza, técnico de la categoría 1980, lo cambió de posición de enganche a volante central, y la carrera de Riquelme despegó.
Comenzó a sacar diferencias respecto de sus compañeros y en simultáneo pegó el estirón físico: se estilizó. Participó de varias giras internacionales al cual el club era invitado, una en Brasil, y dos para la sub-17 en Gradisca, Italia. La primera vez, perdieron el tercer puesto ante el Barcelona (donde se asomaba Carles Puyol). Ya la segunda le ganaron la final a la Roma con Riquelme siendo figura. Junto a ello llegaron sus primeras convocatorias a las Selecciones Juveniles del equipo nacional.
En 1996, el rápido ascenso de Riquelme lo llevó a jugar 8 partidos para la Reserva del primer equipo, aunque su venta ya era inminente. Unos empresarios compraron su ficha, y pudo haber ocurrido un traspaso para River Plate, pero en ese entonces la mamá de Riquelme le negó rotundamente la entrada a su casa si él aceptaba debido al fanatismo que tenía su familia por Boca Juniors. A la semana, Boca se interesó por él por causa de Carlos Bilardo, entrenador del club en ese momento, y quien mandaba a su hermano a mirar los partidos de aquella Reserva en donde Román jugaba. Finalmente, en julio de 1996, Riquelme fue adquirido por el club xeneize, en una operación de 800 mil dólares donde cinco jugadores de aquellas reservas de Argentinos Juniors, entre los que se incluían César La Paglia, llegaron al club.
Su llegada al club fue toda una prueba de fuego que terminó sobreponiendo sin sobresaltos, ganándose la consideración de Bilardo, quien preparó su debut en el Torneo Apertura 1996. En efecto, el debut oficial de Juan Román Riquelme se dio el 10 de noviembre de 1996, cuando fue puesto como titular frente al Club Atlético Unión en La Bombonera. El partido terminó cerrando con un marcador a favor de Boca, con goles de Fernando Cáceres y Hugo Guerra. Desde un momento cautivó a la parcialidad de Boca, a tal punto que desde ese mismo día su apellido fue coreado por todo el estadio, en lo que fue el primer paso hacía una idolatría y una relación de mucho cariño entre la hinchada y el jugador. Su actuación en ese partido, fue motivo para que el entrenador le confíe la titularidad hasta el cierre del torneo. Trece días después de su debut, Riquelme logró marcar su primer tanto en el fútbol de Primera División, tras un pase del delantero camerunés Alphonse Tchami, convirtiendo el sexto tanto de una goleada propinada a Huracán. De esta forma, Riquelme inauguraba su cosecha personal en los tanteadores de cada partido.
Tras haber debutado, Riquelme inició en Boca Juniors una larga travesía por lograr quebrar una racha sin campeonatos desde la obtención del Torneo Apertura 1992. Tras cerrar el año, Bilardo renunció a la dirección técnica del club por los pobres resultados obtenidos en el campeonato, siendo sucedido interinamente por Francisco Sá y Roberto Mouzo. Román volvería a convertir el 18 de diciembre ante Rosario Central, y sería titular en el partido jugado en vísperas de Navidad el 22 de diciembre ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy, perdiendo 1 a 0. A inicios de 1997 asume Héctor "Bambino" Veira como director técnico, y por el Clausura 1997 Román disputaría su primer superclásico en El Monumental en un empate 3 a 3, con la particularidad de un Román jugando escorado a banda. Si bien Boca alcanzó a demostrar cierta mejoría en su nivel futbolístico, las participaciones de Riquelme mermaron producto de la poca confianza que le brindaba el entrenador de turno. Al finalizar la temporada 1996-97, Román totalizó 22 partidos y convirtió 4 goles.
En el inicio de la temporada 97-98, por el Apertura se produce la segunda vuelta de Diego Armando Maradona a Boca, que relega aún más a Román del equipo. Los xeneizes lograrían brindarle lucha a River durante todo el torneo, donde este último acabaría llevándose el campeonato en la última fecha. En el Clausura 1998 Boca acabó 6° y significaría el fin del ciclo de Veira, que abandonó el equipo, siendo reemplazado primeramente por Carlos María García Cambón (quien cerró el campeonato con tres victorias consecutivas) y más tarde por la llegada de Carlos Bianchi. Riquelme terminó la temporada con apenas 21 partidos y sin convertir goles.
Bianchi llegó al club intentando renovar sus estructuras de cara a la obtención del campeonato que ya hacía seis años se le negaba a Boca. Una de esas ideas, estaba en el ataque, donde finalmente terminó formando un tridente ofensivo muy temido en esa época. Además de devolverle la titularidad a Riquelme, no solo le dejó el uso de la camiseta número 10, también le dio la responsabilidad de comandar al equipo y de abastecer a los delanteros Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo. La seguridad de Óscar Córdoba, la sólida defensa capitaneada por Hugo Ibarra y Jorge Bermúdez junto a Walter Samuel y Rodolfo Arruabarrena, sumada al férreo mediocampo integrado por Diego Cagna, Mauricio Serna y José Basualdo, más el tridente Román-Guillermo-Palermo, terminó dándole a Boca el título del Torneo Apertura 1998, dejando atrás la sequía de seis años. En la tabla de posiciones se ubicaron con cuarenta y cinco puntos, sacándole nueve de diferencia al subcampeón Gimnasia y Esgrima La Plata. Este fue el primer título en la trayectoria deportiva de Román.
Al año siguiente Boca volvió a mostrar un equipo sólido a pesar de algunos cambios en la alineación, ya sea por lesiones o por ventas de jugadores. Riquelme mantuvo su lugar y posición dentro del equipo, y se lo notó en una faceta más goleadora al obtener el Torneo Clausura 1999, anotando siete goles en 18 partidos. Este bicampeonato logrado con Boca, no solo enriqueció su palmarés personal, sino que lo depositó directamente en su primer gran desafío internacional, la Copa Libertadores 2000, instancia a la que Boca retornaba después de seis años. Román finalizaba la temporada 98-99 con 47 partidos disputados, 10 goles, 13 asistencias y 2 títulos, y fue incluido por primera vez en el Equipo Ideal de América.
Para el 2000, el objetivo de Boca estaba claro: obtener la histórica triple corona. Mientras el equipo acababa 7° por el Clausura, los titulares disputaban la Libertadores, entre ellos Román. Tras perderse los primeros tres partidos por lesión, su debut se produce ante el Blooming en La Bombonera, con victoria 6 a 1. Boca avanza a octavos de final donde se enfrenta a El Nacional de Ecuador, donde Román convierte su primer gol en toda la Copa, a tan solo 2' minutos de inicio del partido. El equipo logra pasar a cuartos, y deben enfrentarse contra River Plate en un superclásico copero. En esta serie se produce uno de los momentos cumbres en la carrera de Riquelme. Por el partido de ida en El Monumental, Boca cae derrotado por 2 a 1, pero Román consigue anotar un gol de tiro libre para acortar distancias. En la vuelta en La Bombonera, Boca sale en tromba para remontar la serie, y se realizan uno de los mejores partidos de la carrera de Riquelme. Primero, le da una asistencia a Marcelo Delgado a los 59' minutos para abrir el partido, luego anota un gol de penal para aventajar a Boca en el resultado. Sin embargo, en el medio de todo eso, Román recibe un balón de Marchant de espaldas, y le realiza un caño de taco a Mario Yepes, una jugada que más tarde se inmortalizaría en la historia de Boca y del fútbol argentino, bautizado después como "el caño del siglo".
Tras sufrir con el América de México en semifinales, donde Boca logró pasar tras un saque de córner de Riquelme y un cabezazo de Walter Samuel, el equipo llegó a la final. El 21 de junio, en el Estadio Cícero Pompeu de Toledo de São Paulo y luego de una igualdad en el resultado global de 2 a 2, Boca se impuso en definición por penaltis al Palmeiras en la final y obtuvo La Copa luego de veintidós años. Con el primer objetivo cumplido, para el siguiente semestre la meta era ganar el Apertura y coronar el año con la Intercontinental, ante ni más ni menos que el Real Madrid.
Boca disputó el 28 de noviembre de 2000 en Japón la Copa Intercontinental, donde llegaría otro de los momentos más trascendentales de la carrera de Riquelme. Román se destacó durante todo el partido y colaboró con el triunfo de Boca por 2 a 1, con una asistencia a Palermo de más de cincuenta metros. En los últimos minutos, aguantó la pelota y se ganó la ovación de todo el estadio. Contra todo pronóstico, Boca se consagró campeón del mundo, y Europa ya le tenía el ojo visto al "10". Un mes después, se consagraría campeón del Torneo Apertura en la última fecha, y conseguiría una histórica triple corona. Román volvería a entrar en el Equipo Ideal de América y ganaría el Olimpia de Plata al Futbolista Argentino del Año.
Para el año siguiente, Boca volvería a competir por la Copa Libertadores, esta vez sufriendo la baja de varios jugadores del año pasado. Aun así, la autoridad de Riquelme sobre el campo se volvía cada vez más total y determinante, que el equipo, a pesar de tener un plantel más limitado, regresó a la final. No sin antes haber eliminado al Palmeiras en semifinales, en una serie muy peleada y que Riquelme fue clave en la vuelta en Brasil. Convirtió un gol y su penal en la tanda para darle el pase de Boca a la final. En la final enfrentaron al Cruz Azul de México, y tras un global de 1 a 1, se definió en los penales, donde Boca volvió a ganar de nuevo La Copa. El 27 de noviembre de 2001, Boca enfrentó al Bayern Múnich de Alemania por la Copa Intercontinental, y a pesar de pelear todo el partido, la expulsión del Chelo Delgado y el polémico arbitraje por las constantes faltas a Riquelme y al equipo, perjudicaron a Boca que acabó perdiendo 1 a 0 sobre el final. Tras el partido, el ciclo de Carlos Bianchi llegó a su fin. El 10 de noviembre de 2001 participó en La Bombonera del partido despedida de Diego Armando Maradona, incluso Diego le regaló su camiseta a Riquelme, y usó la 10 de Boca Juniors con las siglas «Román» en la espalda. Finalizó el año con el reconocimiento de la prensa latinoamericana, que lo consagró como «Futbolista sudamericano del año». Además fue vuelto a ser incluido en el Equipo Ideal de América y como el futbolista argentino del año.
Para la temporada 2001-02 Riquelme ya era un jugador codiciado por todo el mundo, sin embargo, no se sentía del todo valorado en Boca. A mediados del año 2001, se produjo una serie de conflictos entre el presidente de Boca, Mauricio Macri, y el jugador. Debido a la difícil situación que atravesaba Argentina en ese momento, varios jugadores se molestaron con el retraso de paga que tenía el club con ellos. La dirigencia ofrecía muy pocas respuestas, y Román pedía una renovación de contrato, ya que todavía cobraba un contrato de juvenil, a pesar de tener 23 años. Macri complicó las negociaciones y el jugador se mostró tan molesto, que el 8 de abril en un superclásico en La Bombonera, Román tras convertir un gol de penal se manifestó a través de un festejo llevándose las manos al oído frente al palco donde se ubicaba el presidente. Este festejo luego sería bautizado como el "Topo Gigio", haciendo alusión al viejo programa infantil por la declaración que hizo el jugador luego que le preguntaran el porqué de su gesto.
"Grité el gol por nada en especial, solo que a mi hija le gusta el Topo Gigio y nada más."
La salida de Bianchi dejó más cosas malas que buenas en el club. La tensión en el vestuario entre los jugadores era cada vez más grande, y se sentían cada vez más separados. En reemplazo de Carlos, llegó una vieja gloria de Boca, Óscar Washington "Maestro" Tabárez. Por el torneo local, Boca acaba 3°, y en la Copa Libertadores 2002 es eliminado en cuartos de final por Olimpia. En el receso, tanto el Barcelona como el Atlético de Madrid quisieron a Riquelme, pero este último no logró concretarse porque la dirigencia de Boca no lo permitió. En cambio Boca si aceptó la oferta de Barcelona y Riquelme cerró su ciclo en Boca tras cinco años.
Finalmente, tras ciertos roces con la directiva de Boca, fue traspasado al Fútbol Club Barcelona por una cifra que rondó los trece millones de dólares y por cinco temporadas. Riquelme fue presentado el 15 de julio de 2002, con un recibimiento de 500 aficionados unos días anteriores en su llegada al aeropuerto de Barcelona. Tras el chequeo médico, las fotos en el estadio y la conferencia de prensa, Román tuvo su primer encuentro con el entrenador del equipo, Louis Van Gaal. Años después, en una entrevista que concedió el mediocampista argentino al programa Animales Sueltos, Riquelme contó su primera conversación con el entrenador neerlandés. Van Gaal lo llevó una habitación llena de vídeos del jugador en su etapa en Boca Juniors y le dijo que no iba a contar con él para el resto de la temporada, haciendo alusión que jamás pidió fichar al ex-Boca, sino que había pedido al extremo izquierdo Kily González, líder del Valencia C. F.
"Estos videos son todos de usted. Usted es el mejor jugador del mundo cuando tiene la pelota; cuando no la tiene, jugamos con uno menos en el campo". Diálogo de Van Gaal a Riquelme en el día de su presentación.
En su primer partido, un amistoso disputado en Ámsterdam, marcó dos goles frente al Parma. Su debut oficial se produjo unas semanas más tarde, ante el Legia de Varsovia en el 3-0 del duelo de ida de la pre Champions tras comenzar como suplente, donde marcó un golazo. Pese a ello no logró acentuarse del todo en los encuentros posteriores y despertó polémica el hecho de que el en ese entonces director «blaugrana», Louis Van Gaal, lo hiciera jugar como extremo izquierdo, que no le asentaba tan cómodamente a Román, hasta finalmente ser relegado al banquillo. En el cierre de la primera vuelta de la temporada, los resultados del equipo eran malos a nivel local tras ser eliminado en primera ronda de la Copa del Rey por el último de la tercera división y cosechar solo 6 triunfos en la Liga sobre 19 juegos, lo que produjo la despedida de Van Gaal, sustituido por Radomir Antić, que tampoco contaba con Riquelme. En el verano de 2003, la nueva junta directiva presidida por Joan Laporta y el nuevo entrenador «culé», Frank Rijkaard revolucionó el club con el objetivo de recuperar el nivel deportivo. En un año crítico para el club en todo aspecto, Riquelme jugó treinta partidos de La Liga y marcó tres goles. Por otro lado, en la Liga de Campeones de la UEFA 2002-03 el Barça alcanzó el récord de once victorias consecutivas con Riquelme como conductor. A pesar de ello, la única derrota durante su estancia en el club fue justamente ante la Juventus de Turín en cuartos de final de la Liga de Campeones. Riquelme disputó once partidos en la competición y marcó dos goles. El inminente arribo de Ronaldinho provocó un exceso de jugadores extracomunitarios, y el cuerpo técnico y la directiva decidió ceder a Román al Villarreal Club de Fútbol por dos temporadas.
Luego de confirmarse que Riquelme no iba a continuar con el conjunto azulgrana para la temporada 2003-04, Román y el club empezaron a buscar posibles salidas; el argentino intentó regresar a Boca, pero el Barcelona se lo negó rotundamente, ya que el nuevo entrenador del conjunto culé, Frank Rijkaard propuso cederlo en España para que logre adaptarse al fútbol europeo de forma definitiva. Tanto el Mallorca F. C. como el Real Murcia mostraron interés en el enganche, pero el Villarreal, que ya había contado con ex-Boca como Martín Palermo y Diego Cagna, acabó fichando a Riquelme en agosto de 2003. El factor clave fue que el submarino amarillo había clasificado para la Copa UEFA la temporada pasada y Román pidió exclusivamente ser traspasado a un equipo que compita en Europa.
Riquelme debutó oficialmente el 2 de septiembre de 2003 por la segunda fecha de la Liga ante el Real Madrid en un empate 1-1 en el Madrigal. En el conjunto «submarino» recuperaría su mejor nivel y se adaptaría perfectamente al pequeño club español, llevándolo a un octavo puesto en el campeonato liguero y a las semifinales de la Copa UEFA, donde serían eliminados por el Valencia. A final de temporada, Riquelme obtendría su primer y único título en su etapa en Europa al ganar la Copa Intertoto al Atlético de Madrid.
En la temporada 2004-05 Riquelme formó una recordada dupla de ataque junto con el uruguayo Diego Forlán, proveniente del Manchester United. Conducidos tácticamente por el chileno Manuel Pellegrini, el Villarreal logró una histórica tercera posición en la liga, solo por detrás del Barcelona y el Real Madrid. A Riquelme le fue concedido el Premio Don Balón al mejor jugador extranjero de La Liga en esa campaña además de ser el máximo asistente de la competición. Ese año, Riquelme debía retornar a Barcelona pero el conjunto castellonense decidió comprar el 75% de su pase por cuatro temporadas y 7 millones de euros. Durante esta temporada se destaca una victoria del Villarreal sobre el Barça en el que Riquelme fue la figura del partido con dos asistencias, y retirándose ovacionado por el estadio entero sobre el final del partido, con varios medios y aficionados considerando la actuación de Riquelme como una "venganza" hacia los catalanes por haberlo desperdiciado. En el último partido disputado por Zidane jugando para el Real Madrid contra el Villarreal, el francés intercambió su última camiseta con Riquelme, un hecho que dio de qué hablar en España y en el resto del mundo. Años después, Zizou declararía: "Acá lo único cierto es que Riquelme es un jugador mágico que con su calidad arruinó mi despedida en el partido en el que igualamos a 3 con Villarreal, ese día nos volvió locos a todos. Es un honor haberme retirado con su camiseta en mis manos".
Durante la temporada 2005-06 en la localidad de Villarreal se respiraba un ambiente de confianza, con toda la ciudad expectante de la primera participación en su historia en la Liga de Campeones de la UEFA. Riquelme fue clave, su actuación en la competición fue sorprendente; llevó al equipo a las semifinales tras dejar en el camino a equipos de la talla del Manchester United, Benfica, Glasgow Rangers e Inter de Milán, entre otros, pero en esa instancia quedó eliminado a manos del Arsenal F. C.. En el partido de vuelta, Riquelme tuvo la oportunidad de lograr el empate a través de un penalti cobrado en el último minuto, que los hubiera llevado a la prórroga y con chances de llegar a la final. Sin embargo, su disparo fue contenido por Jens Lehmann, dejando fuera de la copa al Villarreal.
Para el comienzo de la próxima temporada y tras su buen Mundial, Riquelme ya no sentía las mismas fuerzas para seguir jugando para el submarino amarillo. Sus constantes discusiones con la directiva del conjunto español, y el quiebre de su relación con Pellegrini tras no acordar su regreso a los entrenamientos, provocó que tras apenas disputar 13 partidos en liga, Román fuera apartado del primer equipo y fuera reemplazado por el mediocampista chileno Matías Fernández, concluyendo en eventualmente su salida del club en febrero de 2007.
El presidente de Boca Juniors, Mauricio Macri, ofreció la posibilidad de que el club actúe como mediador en los conflictos del jugador con el Villarreal. Solicitó que Riquelme sea cedido hasta el 30 de junio de 2007 y a la vez pagar su salario, de dos millones de dólares, por ese período. Tanto la directiva del Villarreal como Riquelme aceptaron y el 11 de febrero fue presentado en conferencia de prensa. El 17 de febrero reapareció luego de casi cinco años en La Bombonera. Su vuelta, influenciada por una prolongada inactividad, no fue buena; frente a Rosario Central Boca apenas empató 1 a 1.
No obstante, su rendimiento fue creciente. Por la fase de grupos de la Copa Libertadores el equipo tuvo buen juego pero los resultados no fueron los ideales, por lo que llegó a la última fecha con la necesidad de marcar al menos cuatro goles ante el Club Bolívar en cancha de Vélez (debido a que los incidentes en la Libertadores del 2005 ante Chivas habían dispuesto la suspensión del estadio). Boca ganó 7 a 0, logrando no solo la clasificación, sino evitar viajar al exterior, ya que la diferencia de gol le permitía enfrentar a Vélez Sarsfield. En octavos de final de la Libertadores, Riquelme marcó dos goles (uno olímpico) jugando superlativamente y siendo eje del equipo. En cuartos tuvo una descollante actuación ante Libertad de Paraguay; de visitante, a pesar de están arrastrando una lesión, marcó un gol cuando mejor se estaba defendiendo el rival.
En semifinales Boca superó a Cúcuta de Colombia en un partido que se jugó con una visibilidad casi nula debido a la neblina que había aquel día. El papel de Riquelme en la final contra Grêmio fue decisivo. Previo al partido, comentó que sería su último partido en La Bombonera (al menos en esta etapa) y el desenlace no pudo ser mejor. Nuevamente fue figura, Boca ganó 3 a 0 en una Bombonera repleta y fue despedido con una ovación por todo el público xeneize. El 20 de junio, en el partido final en Porto Alegre, marcó otros dos goles en la victoria 2 a 0. El resultado global fue 5 a 0, un récord en finales de Libertadores. Boca logró su sexta Copa Libertadores, siendo esta la tercera para Riquelme, goleador del equipo con ocho tantos en once encuentros. Como sucedió en 2001, fue elegido el «Mejor Jugador de la Final de la Copa Toyota Libertadores». En solo ciento veintitrés días desde su retorno, recuperó su mejor nivel y aceptaría un nuevo llamado del DT Alfio Basile para defender la camiseta de la selección argentina.
Cuando el 30 de junio de 2007 venció el préstamo, Boca Juniors no logró obtener la extensión del mismo y Riquelme, tras tomarse unas vacaciones, volvió al Villarreal. Si bien el jugador entrenaba con el resto de la plantilla, el técnico Manuel Pellegrini (con la aprobación del presidente del club) decidió no tenerlo en cuenta para la temporada. Aun sin jugar en su club, con la selección disputó cuatro partidos por eliminatorias y marcó cuatro goles, tres de ellos de tiro libre. Luego de una serie de idas y vueltas de negociaciones entre el Villarreal y Boca Juniors, el club «xeneize» decidió comprar la totalidad de su pase, para así hacerse de sus servicios definitivamente.
Tras arduas negociaciones, el club de La Ribera decidió abonar al Villarreal la suma de quince millones de dólares por el pase (mientras que el Villarreal pagó por año aproximadamente tres millones de euros su sueldo), en todo concepto, siendo así la suma más alta pagada por un club argentino por un jugador en toda la historia. Firmó contrato desde finales de 2007 hasta 2010, pero no pudo jugar el Mundial de Clubes de aquel año, por disposición de la FIFA, que adujo que no había sido anotado en la lista preliminar. Boca acabaría perdiendo ante el A. C. Milan por 4 a 2 y varios asumieron la ausencia de Riquelme como un factor clave en la derrota del equipo argentino.
Su primer partido oficial en esta vuelta fue en un empate 1 a 1 contra Rosario Central por el Torneo Clausura 2008. Se pudo ver a un Riquelme retrasado en el campo y ordenando el avance hacia el arco rival desde el centro y con menos velocidad, aunque con la técnica intacta. También disputó la Copa Libertadores 2008, donde Boca era amplio favorito para llevarse el bicampeonato, con la dupla Riquelme-Palermo en su mejor momento. Sin embargo, acabarían eliminados en semifinales por el Fluminense debido a la deplorable actuación del arquero Pablo Migliore.
A su regreso, disputó el partido de vuelta de la Recopa Sudamericana en el que Boca se consagró campeón frente a Arsenal de Sarandí, marcando un gol de tiro libre sobre la hora de finalización del encuentro. En diciembre de 2008 Riquelme logró coronarse con Boca como campeón del Torneo Apertura, tras una cerrada puja en las últimas fechas tras la cual emergieron tres equipos con treinta y nueve puntos, Boca, C. A. Tigre y San Lorenzo de Almagro. La legislación vigente dispuso que se jugara un triangular final en terreno neutral a modo de desempate.
El primer partido se cerró con una victoria de San Lorenzo de Almagro por sobre Tigre por 2 a 1. El segundo cruce enfrentó a Boca contra San Lorenzo, en uno de los más recordados de los últimos tiempos por la cantidad de tarjetas (catorce amarillas y dos rojas) y la emotividad del juego. Riquelme tuvo un desempeño destacado, ejecutando el tiro de esquina que antecedió al gol de cabeza de Lucas Viatri, asistiendo a Rodrigo Palacio, y participando en la jugada del último gol de Cristian Chávez que dejó sin chances de campeonato al club de Boedo. Por haber recibido su quinta amonestación, Riquelme no pudo jugar en la última fecha del triangular, que consagró a Boca como campeón del torneo pese a la derrota por 1 a 0 ante Tigre, por contar con mejor diferencia de gol que su rival. En este torneo se demostró la importancia de Riquelme para apuntalar a un equipo que sufrió las ausencias de sus otras figuras descollantes como Martín Palermo y Rodrigo Palacio durante gran parte del campeonato. Al fin de año, recibió el Olimpia de Plata al Futbolista Argentino del Año por tercera vez en su carrera.
En 2009 comenzó una de las peores crisis que vivió el club. En primera mitad de año fueron eliminados en octavos de final de la Copa Libertadores y quedaron lejos en la disputa del torneo, provocando la renuncia de Carlos Ischia y el retorno de Alfio Basile a la conducción técnica. Para la segunda mitad de año, Boca quedó eliminado de la Copa Sudamericana rápidamente, y en el torneo quedó lejos de los primeros puestos. Durante el Torneo Clausura se destaca la declaración de Riquelme, que venía siendo criticado constantemente por su bajo rendimiento y lesiones, a que era el "único que jugaba gratis". Este sería el primer indicio de una larga serie de enfrentamientos que Román empezaría a tener con respecto a su contrato.
A comienzos del 2010 renunció Basile tras malos resultados en el verano.Torneo Clausura, Boca ganaría 4 a 0 a Arsenal F. C., con un gol de Riquelme y dos de Martín Palermo, quien ese día se convertiría en el máximo goleador histórico de Boca. El primer gol, tras un pase de Riquelme, sería recordado por su festejo en el cual Román saldría festejando por otro lado, sin abrazar ni felicitar al delantero de Boca que había roto el récord. Este hecho dio de que hablar en todos los medios por Argentina, que empezaron a especular sobre la mala relación entre el mediocampista y el delantero. A pesar de esto, los dos nunca aclararon el porqué de sus diferencias y hasta el día de hoy nunca se supo el motivo. El Apertura 2010 comenzó con una alta expectativa, pero el club terminó quedando fuera de la pelea por el campeonato rápidamente, llegando a perder el clásico con River. Boca finalizó en el puesto 12°.
A partir de ahí Boca sufriría constantes cambios de entrenadores, sumado a los continuos problemas físicos de Riquelme. El 12 de abril, por la fecha 14 delDesde junio de 2010 Riquelme intentó renegociar su contrato por cuatro años con el club y lograr, así, su retiro en la institución. Está negociación será seguramente una de las más recordadas en el fútbol argentino. El club y el futbolista habían llegado a un acuerdo el 28 de julio de 2010 para la continuidad de Riquelme por cuatro años más. Sin embargo, días después, surgió un nuevo problema en relación con cuestiones impositivas que alargó las negociaciones. Daniel Angelici, tesorero del club por aquel entonces, se opuso a renovar el contrato de Riquelme, ya que según él no era conveniente pagar la suma cercana a los cinco millones de dólares por culpa de la inestabilidad económica del país y creía que la renovación debía ser de solo dos años. Junto a él, otros siete directivos también se opusieron. En una reunión en los pasillos de La Bombonera de la comisión directiva, ocho dirigentes se mostraron a favor de la renovación, igualando con los otros ocho que se pusieron del lado de Angelici. Jorge Amor Ameal, presidente de Boca, acabó decidiendo la votación a favor de Riquelme. Esto produjo la renuncia a la tesorería por parte de Daniel Angelici días después, y el inicio de su campaña para la presidencia del club. Finalmente, el 6 de agosto de 2010 Riquelme firmó su nuevo contrato.
En enero de 2011 Boca contrató a Julio César Falcioni para dejar los malos resultados atrás. Tuvo un mal inicio en el Clausura, quedando fuera de la pelea rápidamente. Sin embargo, logró recuperarse y consiguió mantenerse invicto por diez fechas y ganar el último superclásico ante River Plate, antes de su descenso. Riquelme logró dar buenas actuaciones y marcó cuatro goles, de los cuales tres fueron de tiro libre. Román también estuvo presente en el último partido de Martín Palermo ante Banfield, que acabó empatando 1 a 1.
El 2 de julio de 2011, en el Museo de la Pasión Boquense, finalmente mostraron la estatua de «Román», que fue impulsada por hinchas de Boca. El «10» estuvo presente en el acto y confesó lo mucho que significó esto para él: «Esta fue la mayor alegría en mi carrera deportiva». Por el Torneo Apertura 2011, con las incorporaciones de Agustín Orión, Rolando Schiavi y Darío Cvitanich, el retorno de Facundo Roncaglia, la titularidad de Lucas Viatri y con un Riquelme recuperado, Boca se consagró campeón invicto en la fecha 17, frente a Banfield con un contundente 3 a 0. Román marcó su único gol en el torneo frente a Unión de Santa Fe en la goleada por 4 a 0. Fue titular en todos los partidos (excepto contra Independiente), hasta que una lesión contra Belgrano en la fecha 11 le impidió seguir jugando hasta volver como suplente en el partido ante Banfield.
En diciembre de 2011, Daniel Angelici se convertiría en el nuevo presidente de Boca, tras derrotar a Ameal en las elecciones,AFA haría regreso de la histórica Copa Argentina 2011-12, donde Riquelme sería esencial para llegar al final. En las semifinales ante Deportivo Merlo, Boca empezó ganando con un gol de tiro libre del mismo Román, pero sobre el final, Merlo empató agónicamente. En los penales, Boca ganó por 5 a 4 y Riquelme convirtió su penal a lo Panenka. Luego de la salida del enganche, Boca le ganó 2 a 1 en la final a Racing y conquistó por segunda vez la Copa Argentina.
lo que sería el inicio de una serie de confrontaciones entre el mediocampista y la comisión directiva del club, con el jugador insinuando que podía dejar el club luego de lo acontecido. Román recuperaría su mejor forma para competir por la Triple Corona nuevamente. LaRomán tendría un buen Torneo Clausura, anotando goles ante Newell's Old Boys y Lanús para el excelente comienzo del equipo. En la fecha 16, ante Godoy Cruz, Román realizó tres asistencias, para los goles de Juan Manuel Insaurralde, Darío Cvitanich y Pablo Mouche, siendo elegido la figura del partido. Aun así, el equipo terminaría perdiendo el liderato y el torneo frente a Arsenal en las últimas fechas.
Boca finalmente retornaría a la competencia internacional tras su ausencia durante dos años. Sin embargo no tuvo un gran comienzo en la Copa Libertadores 2012, ya que en el primer partido Boca igualó con el Zamora F. C. y en la fecha 2 perdió con Fluminense por 2 a 1. Ya se dudaba la clasificación de Boca a los octavos de final, pero el equipo ganó todos los encuentros que le seguían para clasificar. Ganó ante Arsenal sus dos partidos y en la revancha ante Fluminense por 2 a 0. Ante Zamora, con un gol de Juan Román, Boca ganó y clasificó a los octavos de final de la Copa como mejor segundo.
En los octavos de final ante la Unión Española de Chile Román dominó la serie, anotando en la ida y en la vuelta, además de dos notables asistencias en los goles. Con un golazo en Chile Riquelme igualó a Martín Palermo en cantidad de goles en la Copa Libertadores, con 23. En la ida de los cuartos de final llegó otra vez Fluminense y Boca clasificó sobre el final agónicamente con gol de Santiago Silva. En semifinales Boca regresó a Chile para ganarle a la U de Sampaoli, llegando a una nueva final de Libertadores tras cuatro años de ausencia. El 22 de junio, declaró que su cuarta final de Libertadores sería su "última final", iniciando los rumores sobre su posible retirada post-temporada.
El 27 de junio se disputó la primera final en La Bombonera. Boca recibía al Corinthians de Brasil, y el xeneize lograría abrir el marcador sobre los últimos minutos de juego gracias a un gol de Roncaglia. Cuando todo parecía que Boca se llevaba el primer partido, en el minuto 83 tras un balón perdido de Riquelme, Romarinho empata agónicamente el encuentro. La vuelta, disputada el 4 de julio, fue derrota para el conjunto argentino por 2 a 0 y Román perdería su primera final de Libertadores. En la rueda de prensa post-partido, Riquelme anunció que no continuaría en el club, alegando que se sentía "vacío" y que "ya no le podía dar más" al equipo. Años después, Angelici revelaría que Riquelme anunció unos días antes de la segunda final su marcha, y sumado a la venta de Roncaglia, la noticia pudo haber impactado al equipo y su rendimiento en el partido, aunque la situación jamás fue aclarada por ningún jugador.
Tras el retorno de Carlos Bianchi en el verano de 2013, y su derrota ante River en un amistoso, Riquelme llamó al entrenador y al presidente anunciando que reconsideró su postura. Finalmente, el 8 de febrero de 2013, luego de dos intentos fallidos por parte del club en búsqueda de su vuelta, Juan Román Riquelme regresó al equipo Xeneize. Tres días más tarde, inició las prácticas con el plantel profesional. El 3 de marzo, el futbolista volvió a vestir la n.º 10 en el encuentro en el que su equipo cayó por 1:3 ante Unión de Santa Fe. A pesar de la ilusión generada en el verano con la vuelta de dos de los máximos ídolos del club, Boca tuvo uno de los peores desempeños de su historia en el Torneo Final, acabando anteúltimo. Román apenas disputó 5 partidos de aquel torneo, disputando la mayor parte del primer semestre la Copa Libertadores 2013, el principal objetivo del equipo. Riquelme debutó en La Copa el 7 de marzo en una derrota ante Nacional por 1:0. Boca acabó pasando la fase de grupos como segundo clasificado, y se emparejó en octavos de final ante el Corinthians, en la revancha por la final del año pasado. La ida en La Bombonera fue victoria de Boca por 1 a 0, y en la vuelta en el Pacaembú, Riquelme marcó un increíble gol desde el lateral del campo, en lo que parecía ser un centro pero que acabó metiéndose en el ángulo del arco brasilero, que le dio la clasificación a Boca a cuartos de final y la eliminación al campeón del mundo. En cuartos de final, Boca acabó eliminado por el Newell's del Tata Martino en una extensa y dramática serie de penales en la que Riquelme erró uno y alcanzó a meter otro.
Para la temporada 2013-14 Boca se renueva completamente y se produce el retorno de Fernando Gago. Por el Torneo Inicial el equipo acaba 7° con Román disputando 12 partidos y anotando 2 goles, a Belgrano y uno de un tiro libre en el área a Atlético Rafaela. Sobre el final del campeonato Riquelme se lesiona, con 90 días pasados de su recuperación para su regreso al campo, esta vez ya en el Torneo Final. El equipo tiene un pésimo arranque pero con Román recuperado y motivado se levanta el nivel, y anota ante Olimpo y en el superclásico ante River Plate en La Bombonera de tiro libre. Aun así, los xeneizes pierden el partido sobre el final, siendo la primera derrota de Riquelme ante su eterno rival como local. Luego anota ante C. D. Godoy Cruz, Tigre y Arsenal, para llegar a su último partido como jugador de Boca Juniors el 11 de mayo de 2014 en la 18° fecha del torneo.
Riquelme firma un partido excelso ante C. A. Lanús, y lo corona con una de sus jugadas más míticas, al realizar un caño sin tocar la pelota al defensor Carlos Izquierdoz. Con toda la afición boquense emotiva, Riquelme se retiró en los últimos minutos del partido, y festejó junto a la afición la victoria revoleando su camiseta. En el invierno de 2014, la comisión directiva, con Angelici a la cabeza, decidió no renovarle el contrato y el mediocampista puso fin de forma definitiva su ciclo en Boca.
El 17 de julio, se confirma el acuerdo entre Riquelme y Argentinos Juniors, el club que le vio nacer y que se encontraba en busca del ascenso. Su presentación fue tres días después y su debut el 9 de agosto ante Boca Unidos por la primera fecha de la B Nacional, con un golazo para darle la victoria a Argentinos por 1:0. Por Copa Argentina, la tercera disputada por Román, el equipo avanzó hasta semifinales dejando afuera a Racing en octavos, donde Román marcó un golazo de tiro libre. El 7 de diciembre de 2014 logró regresar a Argentinos Juniors a la máxima categoría del fútbol argentino. Jugó dieciocho partidos e hizo cinco goles y días después del ascenso de Argentinos se desvinculó del club. Anunció su retirada del fútbol profesional el 25 de enero de 2015, con la intención de involucrarse políticamente en Boca en un futuro.
En el verano de 1996, formó parte de un seleccionado argentino sub-18 dirigido por José Pékerman que disputó en Uruguay la "Copa Punta del Este" y se proclamó campeón desempeñándose como volante central. A comienzos de 1997, Pekerman lo convocó a la selección argentina sub-20 con motivo del Campeonato Sudamericano Sub-20 realizado en Chile. Riquelme jugó los nueve partidos del certamen y marcó 3 goles, destacándose su conquista frente a Brasil en la victoria por 2-0. Argentina se consagró campeón sudamericano después de 30 años. Luego, participó de la Copa Mundial Sub-20 realizada en Malasia. El 5 de julio de 1997, Argentina se consagró campeón tras vencer a Uruguay 2-1. Riquelme fue el capitán del equipo en la final, y finalizó el torneo con 4 goles en 7 partidos, convirtiéndose en gran figura del certamen. Luego de los éxitos conseguidos en la selección sub-20, Daniel Passarella lo citó a la selección mayor para la última fecha de las Eliminatorias del Mundial de Francia 98. El partido se disputó en el estadio de Boca Juniors, y Riquelme, con 19 años, ingresó en los últimos minutos del empate 1-1 frente a la selección colombiana. Hacia mayo de 1998, Pekerman volvió a llamarlo, esta vez para formar parte del seleccionado argentino sub-21 en el torneo Jóvenes Esperanzas de Toulon en Francia. Argentina fue campeón, Riquelme disputó los cinco partidos y fue premiado por los organizadores como el Mejor Jugador del Torneo. En 2000, José Pékerman lo convocó al seleccionado sub-23 que disputaba el Torneo Preolímpico Sudamericano 2000 en Brasil. Sin embargo, el equipo conformado con la base del campeón juvenil quedó sorpresivamente fuera de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Riquelme marcó un gol (de penal) en la competición.
Riquelme fue incluido en el equipo argentino de 22 hombres para la Copa América 1999 en Paraguay, vistiendo la camiseta número 22. Fue uno de los seis jugadores de Boca Juniors seleccionados en el equipo. Jugó en el partido inaugural de la fase de grupos, una victoria de 3-1 contra Ecuador el 1 de julio de 1999. Fue reemplazado en el minuto 90 por Diego Cagna. En el segundo partido, el 4 de julio de 1999, Riquelme jugó los 90 minutos en la derrota por 3-0 ante Colombia. El 7 de julio de 1999, nuevamente jugó todo el partido, último por fase de grupos, con una victoria por 2-0 sobre Uruguay. Argentina terminó en el segundo lugar de su respectivo grupo con seis puntos, enfrentando a Brasil en los cuartos de final el 11 de julio de 1999. Riquelme jugó el partido que terminó en derrota para Argentina 2-1, habiendo estado al frente 1-0 hasta el minuto 32 del partido.
Bajo la dirección del exentrenador del equipo juvenil nacional José Pékerman, Riquelme fue convocado para la Copa FIFA Confederaciones 2005 en junio, donde lució la camiseta número 8. Jugó en el partido inaugural de la fase de grupos contra Túnez el 15 de junio, abriendo el marcador al convertir un penal en el minuto 33, finalmente Argentina obtuvo una victoria de 2-1. El 18 de junio, Argentina se enfrentó a Australia. Ya ganando 1-0, Riquelme anotó un penal en el minuto 31 para darle a Argentina una ventaja de 2-0 y luego ganó 4-2. En el último encuentro por la fase de grupos, ante el anfitrión Alemania el 21 de junio, Riquelme anotó un gol en el minuto 33 para Argentina apenas cuatro minutos después de que Alemania tomara la delantera. El encuentro terminó en 2-2. Argentina obtuvo siete puntos, junto con Alemania y avanzó a la siguiente ronda del torneo.
El 26 de junio, Argentina se enfrentó a México en la semifinal. Después del tiempo extra, el partido quedó empatado a 1-1 y condujo a una tanda de penales. Riquelme convirtió el primer penal de Argentina, ganaron 6 a 5. El 29 de junio, Argentina se enfrentó a Brasil en la final. Jugó los 90 minutos en donde Argentina fue derrotada por 4-1 en el Commerzbank-Arena en Fráncfort. Riquelme fue galardonado como el ganador del Balón de Plata, siendo el segundo mejor jugador en el torneo.
Pékerman le asigna por primera vez a Riquelme la histórica camiseta número 10 de la selección (hasta entonces usaba la N.º 8). Desde el inicio de su ciclo, Pekerman confió en él como eje del equipo nacional. En los partidos de la fase de grupos Argentina finalizó en primer lugar. En el debut, se impuso 2-1 a Costa de Marfil. El 14 de junio, la selección jugó su mejor partido y venció con un categórico 6-0 a Serbia y Montenegro. El último partido de la fase de grupos fue un 0-0 ante Países Bajos. En octavos de final, Argentina se enfrentó a México y ganó en tiempo suplementario 2-1. Frente al equipo anfitrión, Alemania, tuvo total participación en la conquista del gol argentino: ejecutó un centro preciso para que Roberto Ayala abriese el marcador, incluso el defensor argentino festejo el gol señalando a Riquelme y gritándole "es tuyo, es tuyo". En el segundo tiempo, Pekerman decidió reemplazarlo y una vez fuera, a los pocos minutos empató Alemania. Luego de la paridad en el tiempo suplementario, el equipo local se impuso por penales 4-2 y dejó fuera de la competencia a los argentinos.
Riquelme cerró su participación en el Mundial con 5 asistencias servidas, una a Saviola y otra tras un córner que derivo en el gol de Ayala y ningún gol convertido.
En septiembre de 2006 fue convocado por el nuevo entrenador de la selección nacional Alfio Basile, quién lo nombró capitán del equipo. Con pocos entrenamientos, el equipo enfrentó a Brasil y fue goleado 0-3. Nuevamente, Riquelme recibió gran parte de las críticas y responsabilidades por la derrota. En Buenos Aires, esto afectó la salud de su madre -internada en dos oportunidades-, motivo por el cual, tras hablar con Basile, dio a conocer públicamente su renuncia a la selección argentina en un reportaje por TV.
En la madrugada del día siguiente a conseguir la Copa Libertadores 2007 con Boca Juniors, regresó a Buenos Aires y partió con la selección a disputar la Copa América 2007 en Venezuela. Pese a no tener más que una semana de entrenamiento con el resto del equipo, tuvo una aceptable actuación en el debut ante Estados Unidos, triunfo por 4-1. Frente a Colombia marcó un gol de cabeza y otro de tiro libre en la victoria argentina 4-2. El 8 de julio de 2007, en el 4-0 frente a Perú nuevamente marcó dos goles (uno con cada pie) y asistió a Lionel Messi con un gran pase "entre líneas". Ya en las semifinales del torneo, enfrentando a México, asistió en una jugada preparada a Gabriel Heinze y ejecutó con clase un penal (con un suave disparo por encima del arquero) en el definitivo 3-0.
A pesar del buen nivel desplegado a lo largo del certamen, Argentina debió conformarse con el subcampeonato ya que fue derrotado por 0-3 en la final ante Brasil. Riquelme fue el goleador del seleccionado argentino, marcando un tanto menos que Robinho, quien a la postre resultó el artillero del torneo.
En agosto de 2008, Riquelme fue el capitán de la selección argentina que obtuvo la medalla de oro en fútbol masculino, en los Juegos Olímpicos de Pekín. Fue, junto a Javier Mascherano y Nicolás Pareja, uno de los tres jugadores mayores de 23 años seleccionados por el director técnico Sergio Batista. El equipo logró superar la primera fase, quedando primero con 9 puntos, al derrotar a Costa de Marfil (2-1), Australia (1-0) y a Serbia (2-0). En cuartos de final se enfrentó a los Países Bajos, consiguiendo una victoria por 2-1, luego del gol de Ángel Di María en tiempo extra. En semifinal le tocó jugar contra Brasil, donde marcó un gol de penal para sellar la victoria de su selección por 3-0. Finalmente obtuvo la medalla de oro del torneo al ganarle la final a Nigeria por 1-0.
En marzo de 2009, en una entrevista que brindó por televisión en Canal 13 de Argentina, Juan Román Riquelme anunció su renuncia definitiva e indeclinable a la Selección Argentina, dirigida por Diego Armando Maradona, por diferencias personales con el técnico. La razón que se supone[¿por quién?] fue un comentario dicho por el director técnico acerca de su nivel en dos partidos que jugó con Boca Juniors.
En septiembre de 2011 Riquelme había sido convocado por Alejandro Sabella para disputar el Superclásico de las Américas contra Brasil en un partido de ida y vuelta. Sin embargo más tarde sufrió una fatiga muscular en el isquiotibial en un partido con Boca Juniors, por lo cual no pudo disputar los partidos, en los cuales Argentina empató el partido de ida y perdió por 2 a 0 el de vuelta. Ésta fue su última convocatoria.
La principal posición de Riquelme era la de un mediocampista organizador, más conocido como el enganche en el fútbol argentino, aunque durante sus años como juvenil también llegó a desempeñarse como un volante de salida y como un volante en la banda. Un talento de "potrero", como se conoce en Argentina a los niños que surgen de lugares de bajos recursos o "villas", Román se destacó por su gracia, estilo y elegancia en la cancha, así como por sus pases creativos e inteligentes. A diferencia de otros jugadores argentinos que se lucieron en esa posición, como Diego Maradona o Ricardo Bochini, quienes eran de baja estatura y con un fuerte buque bajo, Riquelme era un alto y delgado mediocampista que combinaba un rango de pase sobresaliente, visión, anticipación, técnica, control y regate con una prolífica habilidad para marcar goles desde el mediocampo, llegando ser nombrado varias veces un "mago" y "artista" de la pelota. Además de eso, uno de sus mayores talentos era la retención de balón y su juego de espaldas, a pesar de su débil contextura física, que lo hacía muy difícil de defender y controlar para los rivales. El periodista Ariel Scher, lo describió de la siguiente forma: “Todo el tiempo te da la sensación de que Riquelme es un profundo conocedor del juego y que privilegia jugar por saber, por placer y por identidad, en esa comprensión. Pero además conoce otras comprensiones del juego y entonces por eso es también muy táctico. Dice 'este equipo funciona así, yo empujo para jugar por allá o por acá.' Ve todas las cosas…”. Alejandro Dolina, escritor, presentador, locutor y músico argentino, describió al fenómeno Riquelme de la siguiente forma: "el fútbol es más feliz cuando estos jugadores pisan una cancha. Román es representante de un fútbol que tiene una cadena de razonamiento, que consiste en pensar. Está todo el tiempo espiando la realidad".
Sin embargo, desde su debut, no fue hasta el retiro de Diego Maradona en 1997 y la llegada del entrenador Carlos Bianchi en 1998 que pudo consolidarse como titular en Boca Juniors, asentándose como el enganche del equipo en una formación 4-3-1-2, donde Riquelme elaboraba su juego detrás de dos delanteros. A partir de ahí, generalmente jugaba en un rol central libre, donde podía exprimir al máximo su capacidad para dictar el ritmo del juego en el mediocampo, orquestar movimientos de ataque y crear espacios y oportunidades para sus compañeros de equipo. A medida que Boca ganó todo a nivel local y continental y el nivel del equipo mermó con la salida de figuras como Palermo, Riquelme se convirtió cada vez más en el punto focal táctico del equipo, a tal punto de llegar a desempeñar otras posiciones, como la del falso nueve. Sin embargo, en su estadía en Barcelona, su rendimiento se vio mermado por culpa de su posición como delantero interior por izquierda, en la que su entrenador, Louis Van Gaal, estaba convencido de que debía jugar, ya que el holandés utilizaba formaciones sin enganche y con tres delanteros. Aun así Riquelme admitió desobedecerlo varias veces y ponerse en su posición habitual de siempre, cosa que le acabó costando su titularidad en el equipo y su posterior salida del club.
En Villarreal fue donde pudo recuperar su mejor nivel, en parte gracias a la doctrina de fútbol sudamericano que practicaba el club, en la que su entrenador chileno, Manuel Pellegrini, lo regresó a su rol como enganche. En Europa, Román se volvió un jugador menos regateador, más organizador y más líder, admitiendo que "no se había vuelto más rápido, sino que soltaba más rápido la pelota". Además, mejoró sus números goleadores, a tal punto de colocarse durante dos años seguidos entre los máximos anotadores de la liga española. En su regreso a Boca en 2007, fue el máximo goleador de la Copa Libertadores que el equipo acabó ganando, llegando a anotar 3 goles en la final ante Gremio.
Un especialista en pelota parada, fue un excelente pateador de tiros libres, penales y córneres, donde se destacaba el efecto y la potencia que le daba a la pelota; debido a eso, tiene varios goles olímpicos y desde ángulos difíciles. Su estilo le sirvió de inspiración para jugadores como Lionel Messi. Además de su peculiar forma de regatear rivales, en donde no se lucía como un frenético regateador como Maradona o Messi, sino que se destacaba más por "pisar", "demostrar", y "amagar" la pelota a sus rivales, Riquelme también tiene varias jugadas que se popularizaron por todo el mundo y que hasta el día de hoy siguen siendo recordadas, como un caño hecho de espaldas a Mario Yepes durante un superclásico en la Copa Libertadores 2000, que se bautizó en los medios de comunicación como "el caño del siglo", un caño hecho de ruleta ante Rosario Central en un partido de liga en 1999, que se denominó años más tarde como "el mejor caño del mundo", o un caño sin tocar la pelota ante Lanús durante su último partido con Boca en 2014. Riquelme nombró entre sus mayores inspiraciones cuando era juvenil a José Luis Villarreal y Fernando Galetto, y ya como profesional, a Zinedine Zidane. Jugadores que han nombrado que fueron inspirados por Riquelme han sido Andrés Iniesta, Leandro Paredes, y Mesut Özil.
Sin embargo, a pesar de su talento, Riquelme fue criticado por su falta de ritmo, por ser inconsistente y por tener un carácter introvertido pero difícil, así como por su pobre sacrificio, tanto en el campo como en los entrenamientos.
Varios entrenadores notaron que tenía una personalidad "rara", temperamental y fría, así como también Riquelme estuvo involucrado en varias controversias con respecto a sus actitudes dentro del vestuario y sus relaciones con sus compañeros y entrenadores. A pesar de eso, varios excompañeros notaron que los medios de comunicación retrataban una imagen errónea sobre él. Riquelme es ampliamente considerado como uno de los mejores futbolistas argentinos de todos los tiempos,Europa, debido a su corto paso por Barcelona y sus escasos títulos obtenidos en sus cinco años de estadía. Aun así, está considerado dentro de los mejores jugadores de la historia y una de las máximas leyendas del Villarreal, a pesar de solo haber jugado cuatro temporadas con el club español.
y de su generación. Además, es masivamente nombrado como el mejor jugador de la historia de Boca Juniors, y su máximo ídolo y referente. Sin embargo, a pesar de su éxito en el fútbol argentino, varios consideran que Riquelme fracasó enDurante sus años de carrera, Riquelme generaba varias opiniones diversas sobre su personalidad dentro y fuera del campo.
Mientras que en Boca era laureado desde su juventud, varios críticos, periodistas y jugadores cuestionaban su compromiso en grandes citas, en especial con la selección argentina. Su decisión de retirarse del seleccionado a puertas del Mundial de Sudáfrica 2010, a lo cual Román alegó que era por la salud de su madre, fue una de las más criticadas del fútbol argentino en ese momento. Tras su retiro, la mirada en retrospectiva de su carrera le dio otra imagen a Riquelme, volviéndose una de las figuras más emblemáticas y representativas del fútbol argentino. Riquelme es representado por la indumentaria Adidas desde 2004, aunque también formó parte de Reebok, Mitre y Nike durante su juventud. Con la marca alemana, fue parte de la campaña de promoción para el Mundial de Alemania 2006, junto a jugadores como Beckham o Zidane, y de la campaña publicitaria bajo el eslogan "Riquelme +10" donde, junto al futbolista Kaká, armaban un equipo de estrellas. También fue parte de las campañas publicitarias para Lay's y Pepsi, donde el eslogan era "Riquelme está feliz", para la cerveza argentina Quilmes, y para el desodorante Rexona.
El 8 de abril de 2001, en un partido contra River por el Torneo Clausura, Boca iba ganando 1-0 con un gol de Hugo Ibarra. Luego, Riquelme pone el 2 a 0 de penal, y se va festejando hasta quedar enfrentado con el palco del presidente de Boca en ese momento, Mauricio Macri, e hizo un gesto "indirectamente" hacía él, poniéndose las manos a los oídos, en señal de protesta hacía las quejas que tenía Riquelme sobre su contrato. El presidente había dicho que la gente pagaba la entrada para ver a Boca, no a Riquelme, y el público, al igual que siempre, defendió a su ídolo máximo. Este festejo luego sería inmortalizado como el "Topo Gigio", en alusión a la declaración de Riquelme después del festejo donde contó que solo imitó al protagonista de un espectáculo infantil de marionetas que le gustaba a su hija. Desde entonces, este festejo fue imitado por jugadores y atletas de todo el mundo, como Roger Federer, Ronaldo, o Eden Hazard, entre otros. El festejo, es generalmente utilizado como señal de protesta de los jugadores hacia dirigentes o incluso hinchadas, y también como una forma de decir: "¡Vamos, quiero escucharlos gritar fuerte!".
En 2014, se publicó un libro llamado "El caño más bello del mundo", por Diego Tomasi, en honor a la jugada que Riquelme le hizo a Yepes en el superclásico por la Libertadores 2000.Indio Solari, Alejandro Dolina, Eduardo Sacheri o Víctor Hugo Morales.
En 2019, se estrenó "ROMÁN", una película documental sobre el último partido de Riquelme para Boca Juniors en 2014, y que contó con testimonios deEl periodista Guillermo Abel Blanco, jefe de prensa de Maradona durante muchos años, expresa el impacto que supuso conocer a Riquelme: “Cuando lo vi por primera vez sentí que se me venía todo el potrero encima. Lo vi genuino, primario, profundo, desde la práctica defensor de una idea de juego que muchos apenas si tratamos de sostener desde las letras. Me hubiera gustado que coincidiera en el tiempo con Pedernera, quien le hubiera aportado tanto desde su experiencia personal sobrepasando el fútbol… Hablo de la vida misma."
En 2015, la Legislatura de Buenos Aires aprobó un proyecto que nombró a Riquelme una Personalidad Destacada del Deporte por su importancia en la cultura popular de Argentina, y porque resalta los valores del deporte. Fernando Muñoz, principal impulsor de la idea, explicó el hecho: “El significado de Riquelme está más cercano al ídolo popular, y al público futbolero y no sólo a Boca. Asociamos también el hecho de que Riquelme tiene una habilidad, que tienen los pueblos en países como el nuestro, donde tenemos que soportar ofensiva de todos lados, para poder sobrevivir dignamente”.
El 3 de julio de 2011, se presentó en el Museo de la Pasión Boquense la estatua a Riquelme. "Nunca imaginé algo como esto, es la emoción más grande como futbolista. Esto es demasiado para mí. No lo voy a poder olvidar nunca, mi familia tampoco. Vamos a estar eternamente agradecidos. Nací bostero y me voy a morir bostero como todos ustedes" declaró Juan Román, con lágrimas en los ojos, delante de cientos de hinchas.
El 25 de junio de 2016, se realizó un mural de Riquelme con su festejo del Topo Gigio en La Bombonera, debido a los 38 años cumplidos por el futbolista.
Después de escuchar a los diferentes candidatos para las Elecciones Presidenciales 2019 del Club Atlético Boca Juniors, Juan Román Riquelme decidió acompañar a la Agrupación Identidad Xeneize con la fórmula Jorge Amor Ameal - Mario Pergolini quienes le ofrecieron la candidatura a Vicepresidente Segundo para encargarse de todo lo relacionado con el fútbol del club. El 8 de diciembre de 2019 la lista encabezada por Ameal resulta elegida con el 52,84% de los votos, logrando el récord histórico en el fútbol argentino de 20.045 votos en total. Asumen sus cargos el 19 de diciembre de 2019.
Una de las primeras decisiones que toma al frente de su nuevo cargo es la contratación de Miguel Ángel Russo como entrenador del equipo principal de fútbol, iniciando este su segundo ciclo en el club.
El sábado 7 de marzo de 2020 obtiene su primer título como dirigente al frente del Club Atlético Boca Juniors. Se consagra campeón de la Superliga 2019-20.
El miércoles 13 de enero de 2021, Boca Juniors quedó eliminado de la Copa Libertadores 2020 en semifinales. En todo el torneo, especialmente en la fase de eliminatorias, el equipo liderado por Miguel Ángel Russo no logró mantener un nivel convincente de juego y recibió varias críticas. En semifinales fue eliminado luego de ser derrotado por 3:0 ante Santos Fútbol Club en Brasil.
El 17 de enero de 2021, Boca Juniors se consagra campeón de la Copa de la Liga Profesional 2020 ante Banfield luego de empatar 1-1 y ganar por penales 5-3. Siendo este el segundo título para la gestión de Riquelme junto a Jorge Amor Ameal y Mario Pergolini.
En muy poco más de un año de trabajo, Boca ganó los dos torneos que disputó, y había arrancado muy bien la Copa de la Superliga 2020 que fue suspendida por el COVID-19 y luego cancelada por la disolución de su organizador. Así cerró el primer año oficial de Riquelme a cargo de la vicepresidencia.
En las Copas Libertadores de 2021 y 2022, Boca Juniors fue eliminado en octavos de final, dejando una pobre imagen. Asimismo, en julio de 2022, fue despedido Sebastián Battaglia como entrenador del primer equipo, en una polémica destitución que se concretó en una estación de servicio.
El 2 de abril de 2002 fue secuestrado su hermano menor Cristian, de 18 años. Al menos treinta horas pasó en manos de los delincuentes, que se llevaron U$D 160.000 por liberarlo. Riquelme en persona, desde su casa y a través de un teléfono móvil, fue quien comandó la negociación. El 7 de abril regresa al primer equipo de Boca con una bandera de agradecimiento hacia los hinchas por el apoyo recibido: “Gracias a todos. Riquelme”. Ese día fue la figura del partido y marcó el último gol en la victoria 3-0 sobre Unión de Santa Fe.
Partidos en los que anotó tres o más goles: Actualizado de acuerdo al último partido jugado el 31 de marzo de 2014.
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