Fernando III de Toscana

Fernando de Habsburgo-Lorena y Borbón (en italiano: Ferdinando d'Asburgo-Lorena; en alemán Ferdinand de Habsburgo-Lorena; Florencia, 6 de mayo de 1769 - Florencia, 18 de junio de 1824), más conocido como Fernando III de Toscana, fue hijo del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Leopoldo II y de su esposa la Infanta María Luisa de España (1745-1792).

Fernando nació en Florencia, Italia, segundo hijo varón del Gran duque de Toscana Leopoldo II, Sacro Emperador Romano Germánico y de su esposa la Infanta María Luisa de España. Por lado paterno, era nieto de María Teresa I y del emperador Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico, siendo por lo tanto sobrino de la reina María Antonieta. Por lado materno, era nieto del rey Carlos III de España y de María Amalia de Sajonia.

Contrajo matrimonio el 15 de agosto de 1790, en Nápoles con la Princesa Luisa de Borbón-Dos Sicilias (27 de julio de 1773-19 de septiembre de 1802), hija de Fernando I de las Dos Sicilias y de su esposa María Carolina de Austria (1752-1814).

Sus hijos fueron:

Contrajo matrimonio otra vez el 6 de mayo de 1821, en Florencia, con María Fernanda de Sajonia (27 de abril de 1796-3 de enero de 1865, hija de Maximiliano, Príncipe de Sajonia, (1759-1838) y de su esposa Carolina de Borbón-Parma (1770-1804). No hubo hijos de este matrimonio.

Fernando sucedió a su padre como Gran Duque de Toscana en 1790, y gobernó hasta 1801, cuando fue obligado por Napoleón a ceder sus dominios a los Borbones de Parma, erigiéndose entonces el Reino de Etruria. Fernando fue compensado con los dominios secularizados del arzobispado de Salzburgo y de otros príncipes eclesiásticos alemanes, y fue elevado a la categoría de Príncipe Elector del Sacro Imperio Romano Germánico.

Por el Tratado de Presburgo, de 1805, Fernando cedió Salzburgo, el que fue anexado por su hermano, Francisco I de Austria, y fue puesto al frente del Ducado de Wurzburgo, un nuevo estado creado para él a partir del Obispado de aquella ciudad. Permaneció en este puesto hasta la caída de Napoleón, en 1814, oportunidad en que retornó a Toscana, la que gobernó hasta su muerte.

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