Indoeuropeo
Itálico
Grupo Romance
Romance
Ítalo-occidental
Subgrupo Occidental
Grupo Galo-Ibérico
Ibero-romance
Ibero-occidental
Idioma español
Se le denomina español colombiano a las variantes dialectales del idioma español que son habladas nativamente en la República de Colombia. Es el segundo país del mundo con más hablantes nativos de español en cifras absolutas, tras México. El 99,2 % habla español, de una población de más de 50 millones de personas actualmente. El término tiene más relevancia geográfica que lingüística, ya que los dialectos que se hablan en las diversas regiones de Colombia son bastante diversos como particulares. Las hablas de las áreas costeras tienden a exhibir innovaciones fonológicas típicas del español caribeño, mientras que las variedades de las tierras altas han sido históricamente más conservadoras. El castellano es cooficial en los territorios de grupos étnicos de lenguas y dialectos propios y la educación en ellos es bilingüe. En el país se hablan aproximadamente 10 dialectos del idioma español.
Los distintos dialectos del español hablado en Colombia presentan los siguientes rasgos fonéticos:
Como la mayoría de los otros dialectos del español, el español colombiano estándar tiene cinco vocales: dos vocales cerradas (/i/, /u/), dos vocales medias (/e/, /o/) y una vocal abierta (/a/). Sin embargo, se han producido cambios de vocales, reducciones y rupturas en muchas de las regiones pobladas de Colombia, particularmente en Bogotá y la región Paisa. Eso significa que en el español colombiano, también puede haber un número adicional de vocales.
Estos son algunos ejemplos de palabras o expresiones que adquieren un significado especial en Colombia (entre paréntesis, su significado):
En Colombia se presentan distintos dialectos como resultado de su compleja geografía marcada por tres ramales de la cordillera de los Andes que dio como resultado poco acceso y comunicación entre las regiones. Son distinguibles para cualquier hispanohablante los dialectos andinos y los dialectos costeros del Caribe y del Pacífico.
En líneas generales, los dos macrodialectos colombianos, los costeros y los interioranos, muestran claros paralelismos con los dialectos meridionales y septentrionales de España respectivamente. El español del interior, basado en el español septentrional, [cita requerida] de consonantismo fuerte, articula con claridad la -s postvocálica o final de palabra, tiene -n final alveolar firme y no debilita la -l preconsonántica en [r]. El español costeño tiene su base en el español meridional de España, de consonantismo débil, debilita la -s postvocálica o final (los costeños > loh cohteño), articula la -n como velar (camión > camiong) y en algunas zonas debilita la -l preconsántica en [r] (alguno > arguno). En morfología el interiorano conserva de forma parcial el voseo antiguo castellano (zona occidental) mientras que el costeño hace uso extenso de tú como en toda la cuenca del Caribe. Cabe señalar que en el sur de la Guajira y el norte del Cesar se emplea el voseo verbal.
A partir de estas 2 «superzonas» dialectales, se puede realizar la siguiente división:
El habla costeña de la Región Caribe de Colombia tiene rasgos afines al español de Andalucía o Canarias[cita requerida]. Este español atlántico, más o menos extendido por las zonas bajas de América, presenta la debilitación de las consonantes finales: la -s preconsonántica se realiza aspirada [h], costa > kóhta. Entre los hablantes de algunas zonas se da un fenómeno de gemación de consonantes: Cartagena > Cattagena, verdad > veddá, cargar > caggá, este rasgo se encuentra presente en Sucre, Córdoba y Bolívar, en Magdalena, Cesar, La Guajira y la mitad septentrional de Atlántico este rasgo está ausente. Al contrario del resto de Colombia, el español costeño hace uso amplio del pronombre tú, excepto entre desconocidos o en situaciones de formalidad. Cabe destacar que el voseo reverencial es combinado con el tuteo y es relativamente común entre los oriundos de los departamentos de La Guajira (sur) y El Cesar (norte): "¿Tú me queréi(s)?" "Mirá dónde te sentái(s)".
Subvariantes: barranquillero, sabanero, samario, valduparense, guajiro, cartagenero.
El dialecto que se habla en la gran mayoría del territorio del departamento de Antioquia y de la zona típicamente cafetera, poblada por personas originarias de la región paisa: Risaralda, Quindío, Caldas, noroccidente del Tolima y el Oriente y el Norte del Valle del Cauca, su base es el castellano del norte de España ya que buena parte de sus colonos procedían de Asturias, Cantabria, Navarra, Aragón y el País Vasco. Este acento es único en Hispanoamérica, aunque en la región andina de Venezuela específicamente los municipios de Trujillo y Boconó se habla un acento parecido, pero el voseo es combinado con el ustedeo, esto probablemente por los inmigrantes de otras regiones del país que se han establecido en estos municipios para el cultivo del café.
Por esta base española septentrional el paisa destaca a oídos de otros hispanoamericanos por su /s/ cóncava (apicoalveolar [s̺]) similar al norte de España, rasgo único en la América hispana, articulada con la punta de lengua en la zona alveolar (en el resto de Hispanoamérica el fonema /s/ suele articularse dorsal anterior con una posición convexa de la lengua). La /r/ suele ser sostenida y fuerte. El voseo de tipo rioplatense (vos sos, querés, hablás) es típico del dialecto paisa y es plenamente aceptado por los hablantes cultos principalmente jóvenes al contrario de lo que sucede en otras partes del país.
Hablar de un dialecto meramente bogotano es difícil en estos tiempos, sin embargo, todavía se encuentran rasgos característicos del bogotano auténtico o del cachaco antiguo, de carácter moderado y bastante lineal en acentuación, habla que manifiesta una cierta semejanza con el español de Castilla. Esta semejanza con el español castellano se observa en la articulación plena de la -s postvocálica sin la tendencia a la aspiración o elisión de los dialectos costeños del Caribe. También es típico de Bogotá, como de todo el interior de Colombia, la -n final alveolar como en Castilla, la no confusión ni trueque de -l y -r, la sílaba final de la última palabra de la oración es a menudo pronunciada con un tono más alto (agudo), pero no más fuerte si no es la sílaba acentuada. En los hablantes de más edad aún se oye la distinción entre el fonema palatal lateral de "pollo" y la semiconsonante de "poyo", aunque el yeísmo se ha extendido hoy entre casi todos los hablantes de la capital, incluso entre los hablantes más cultos. Existe cierta tendencia, a usar usted en vez de tú entre familiares y amigos, aunque los hablantes cultos suelen usar tú y usted según la norma panhispánica, mientras que el voseo no tiene presencia pero fue usado hasta el Siglo XIX.
Es el que se habla en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. De gran similitud con respecto a la variedad de Bogotá, posee algunas diferencias. En algunas partes, se hace la realización faríngea de la /s/ prevocálica con un tono suave: nosotros > nohotros, los árboles > loh árboles. En esta región colombiana se da un uso general del ustedeo. Al igual que la palabra «usted», que proviene de vuestra merced, el pronombre sumercé se deriva del mismo modo de la palabra su merced, usada en la época colonial española tardía. Este pronombre que en un principio era de uso culto exclusivo, se convirtió posteriormente en una forma habitual y casual de referirse a otro. El uso de este pronombre es extendido, pero no generalizado y mayoritariamente se encuentra en las áreas rurales. Los mayores centros urbanos de la región como Tunja, Sogamoso, Duitama, Facatativá, Chiquinquirá, Fusagasugá y Chía también hacen uso del pronombre tú al lado del trato de usted y del sumercé según diversas situaciones. El pronombre sumercé es conjugado de la misma manera que usted. El voseo no tiene presencia pero fue usado hasta el siglo XIX. Al igual que en Bogotá, el ustedeo está condicionado por el sexo del interlocutor. Los hombres suelen ustedear a otros hombres de su edad y situación social mientras que tutean a mujeres de igual posición. Sin embargo usan el usted con mujeres, para crear un efecto de confianza o intimidad. En cambio, para las mujeres, el tuteo es el recurso que sirve para mostrar confianza y el usted para preservar las distancias. Estos rasgos culturales hacen que se considere la variedad dialectal más antigua del país. El uso del pronombre sumercé también puede oírse en Bogotá debido a la migración de diversas comunidades de estos departamentos a la capital.
Este acento es típico de la región del Valle del río Cauca. En fonética se destaca por la articulación bilabial nasal [m] de la /-n/ final (tren > trem, pasión > pasiom). La /s/ final y preconsonántica suele mantenerse (no es extraña la aspiración entre los hablantes menos cultos), pero en posición prevocálica es común la realización faríngea /s /> [h], especialmente en los enlaces: necesitar > [nehesitár] nejesitar (hablantes menos cultos), los hombres [loh ómbres] lojombres (muy extendido entre todo tipo de hablantes). Esta realización [h] de la /s/ intervocálica está más o menos extendida por casi todo el interior de Colombia. También se le reconoce por el uso de muletillas como "ve" y "mirá ve" (utilizadas normalmente antes de una oración), "oís" y "oíste" (frecuentadas después de una oración).
En esta región colombiana el voseo denota cercanía con el interlocutor, empleándose diariamente entre amigos, compañeros de estudio y de trabajo, vecinos, familiares, etc. relegando al «usted» solo a condiciones de trato formal con una persona o grupo, al que se le guarda cierta distancia.
El «vos» es usado como pronombre personal y como objeto de la preposición usa te como su pronombre clítico y tu y tuyo como posesivos. En el castellano Vallecaucano se emplea un voseo congruente entre pronombres y verbos (voseo pronominal - verbal. ), esto quiere decir que el «vos» será siempre acompañado por verbos en forma voseada cuya característica básica es el acento al final de dichos verbos. El presente indicativo para los verbos regulares se forma añadiendo -ás, –és, o ís, dependiendo de la palabra: vos hablás, vos comés, vos vivís. En los verbos irregulares de cambio vocálico, la finalización es la misma, pero los verbos no se someten al cambio típico de vocal: vos recordás, vos tenés, vos dormís. En el presente subjuntivo la acentuación al final permanece y el cambio de vocal del subjuntivo: vos hablés, vos comás, vos vivás. Los regulares imperativos se forman de igual manera: hablá, comé, escribí.
Es típico de la región suroccidental del país (departamentos de Nariño y Putumayo en sus zonas andinas). Los hablantes tradicionales distinguen pollo con palatal lateral y poyo con semiconsonante (esta ausente el yeísmo). Se conserva rigurosamente la terminación -ado - cansado, evitando la eliminación de la d, a diferencia del resto del país que usan la terminación en el habla informal -ao - cansao. Contrariamente a la tendencia habitual en español a debilitar o relajar los sonidos /b/, /d/ y /ɡ/ entre vocales, los hablantes de pastuso tienden a tensar esos sonidos con más énfasis que en otros dialectos. En zonas con fuerte influencia del quechua y en zonas rurales se encuentra la realización fricativa asibilada o arrastrada del fonema /rr/ múltiple [řř]. que es típica del español andino de Ecuador, Perú, Bolivia y el noroeste de Argentina, debido a su cercanía. El voseo es común en la juventud y habla informal, aunque debido a que es considerado inculto suele mezclarse con el tuteo, Vos tenés > Vos tienes, Vos querés > Vos quieres. El ustedeo se mantiene tanto en el habla culta como en la informal al igual que el interior del país. El tuteo es secundario y poco empleado.
Es el español que se habla en los departamentos de Santander y Norte de Santander, al oriente del país. Se caracteriza por una entonación fuerte y rápida, que a menudo es percibida como impetuosa o recia. En esta zona aún quedan numerosos restos del fonema palatal lateral de "calló" o "arrollo" que suenan diferentes de "cayó" y "arroyo". El ustedeo es casi general en toda la zona, el tú se utiliza poco en lo común, se utiliza en reducidos y específicos ámbitos entre la gente culta de edad y también creciente y ampliamente entre las poblaciones más jóvenes de ciudades capitales de la Región de los Santanderes, mas su uso no es preponderante entre las mayoritarias ciudadanías de la región. El voseo tiene fuerte presencia en ciertos municipios del Catatumbo (Provincia de Ocaña) en Norte de Santander.
Es el español hablado en los departamentos del Huila y el Tolima. Posee yeísmo. Se caracteriza por la lentitud en la locución normal y por la creación de diptongos a partir de los hiatos /ea/ y /eo/: pelear > peliar, peor > pior (fenómeno muy extendido en el habla coloquial de Hispanoamérica).
Es el español que se habla en los departamentos orientales de los llanos orientales colombo-venezolanos, posee una notable influencia indígena, aunque en zonas urbanas es mucho menos notable, ausente en algunos casos, y una entonación particular en ambos lados de la frontera.
En general suprime, o bien, debilita la –s redundante del plural, v.g.: loj antioqueño, loj perro, cuatronarice (cuatronarices, especie local de serpiente), loj padrino.
Posee yeísmo y articulación de la “r” hasta su neutralización (vorqueta por volqueta, fenómeno visto en Arauca) o su desaparición en el infinitivo (ventiá, aserrá, ordeñá, cogé…)
También tiene la articulación de la /s/ (implosiva), la aspiración (maíh = maíz) o pérdida (cataplama = cataplasma). También aparece el rasgo de la aspiración de la /s/ prevocálica (ji jeñol, eso je li olvida = sí señor, eso se le olvida).
Sus fricativas intervocálicas /b/, /d/ y /g/ se debilitan, o bien, desaparecen en el habla llanera (auacero = aguacero).
Conserva el sonido de la antigua /h/. Es un rasgo más visto en Venezuela, Arauca y Casanare (joyo, jumo, mojo, jallan, sajuma, ajoga, ajita por hoyo, humo, moho, hallan, sahúma, ahoga, ahíta).
Formación del pretérito compuesto de subjuntivo con el verbo “ser”, v.g.: “Si no fuera (hubiera) sido por Guadalupe Salcedo…”
Aunque en las principales ciudades por motivo de la diversidad de culturas de personas provenientes de otras partes del país, el habla es más parecido al del interior del país con un español de acento neutro.
Es el dialecto que se habla en los departamentos colombianos que se hallan en las selvas ubicadas al suroriente del país, Caquetá, Vaupés, Amazonas, Guaviare, Guainía, y el cual también es hablado al norte amazónico de Ecuador y Perú. Su influencia es marcadamente indígena, aunque menos en las zonas más pobladas, y se ha consolidado como una mezcla entre el acento introducido por los colonos de distintas partes de Colombia y el de los nativos que desde remotos tiempos ahí habitaban, repartidos en numerosas y diferentes tribus. Las características fonológicas del habla amazónica en Colombia son similares a las de las regiones amazónicas de los países limítrofes: son básicamente fonéticas. No son expresadas en el habla escrita ni formal.
El español chocoano o ecuatorial, que se extiende fuera del departamento por casi todo el litoral pacífico, posee una notable influencia africana debido a que la mayoría de la población de esta región es afrodescendiente. Los centros urbanos principales son Quibdó, Buenaventura, Tumaco, Guapi y Timbiquí. En la región del Pacífico la /s/ final se reduce con niveles comparables a la costa caribeña (estos señores > ehto señore), la -n final se velariza (canción > cansiong, ven > veng). Es claramente africana la articulación de /d/ como /r/ en posición intervocálica: todo > toro, cada > cara y no es extraña la confusión de -l y -r preconsonántica o final («alma» y «arma» suenan igual con un sonido intermedio entre /l/ y /r/ como sucede en el español antillano). Hay presencia del voseo y tuteo importante.
Es el acento que se habla en las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina en el Caribe colombiano. Combina elementos del español caribeño con el criollo sanandreseano, dándole un toque anglosajón al acento.
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