Crevillente (en valenciano y oficialmente, Crevillent) es un municipio y localidad española perteneciente a la Comunidad Valenciana. Está situado en la comarca del Bajo Vinalopó, en la sierra de Crevillente, a 129 metros de altitud, en la provincia de Alicante, y su vecindad con el municipio de Elche le permite formar parte del área metropolitana de Alicante-Elche. Crevillente cuenta con 28 952 habitantes (INE 2019).
Cuenta con dos grandes festividades: la de Moros y Cristianos, declarada Fiestas de Interés Turístico Internacional, junto con la celebración de la Semana Santa, Fiestas de Interés Turístico Internacional. Crevillente también ha destacado por su tradicional industria alfombrera, que le ha conferido el sobrenombre de Ciudad de la Alfombra.
Integrado en la comarca del Bajo Vinalopó, se sitúa a 35 kilómetros de Alicante. El término municipal está atravesado por la Autopista del Mediterráneo (AP-7), la cual enlaza con la Autovía del Mediterráneo (A-7) que une Alicante con Murcia. También está atravesado por la carretera N-340 entre los pK 704 y 711, por la N-325, que se dirige a Novelda, y por una carretera local que conecta con Catral.
El relieve está caracterizado por la vertiente meridional de la sierra de Crevillente y por la vega del Segura al sur, donde se sitúa el parque natural de El Hondo. La altitud oscila entre los 838 metros en la sierra y los 2 metros en las lagunas del parque natural. El pueblo se alza a 130 metros sobre el nivel del mar.
Abundantes hallazgos testimonian el paso de diferentes culturas: la Paleolítica superior, hace alrededor de 18 000 o 20 000 años (Ratlla del Bubo, Cova del Xorret), la calcolítica en el III milenio a. C. (Les Moreres), el Bronce Antiguo, finales del III milenio y primera mitad del II milenio a. C. (Pic de les Moreres), el Bronce Final y el Período Orientalizante, 850-550 a. C. (La Peña Negra), la ibérica, siglos V-IV a. C. (El Forat, "El Castellar"), la romana, restos hallados del siglo II a. C. hasta el siglo VI d. C. (La Canyada Joana). Esta última etapa estudiada por el arqueólogo J. Trelis Martí (actual director del Museo Arqueológico de Crevillente), mientras que la fase paleolítica estuvo en manos de V. Villaverde; Román Lajarín y G. Iturbe. Deste la calcolítica hasta la ibérica el estudio y las excavaciones fueron realizadas por el catedrático en prehistoria de la Universidad de Alicante Alfredo González Prats.
La presencia musulmana empieza a documentarse en la zona de El Forat y sobre todo en El Frare, donde se situó un poblado fortificado, actualmente tan solo se conservan los cimientos, algunos muros derribados y dos aljibes (seguirá ejerciendo como fortaleza en época de los rais), este lugar se abandona entre 1316-1318. Hay que destacar la construcción de La Font Antiga para la canalización del agua y Els Pontets. Parece que en el solar de Crevillente, concretamente en el casco antiguo, siguiendo la misma línea que la del casco antiguo musulmán, parece haber existido con seguridad un asentamiento de época ibérica teniendo como prueba los restos de época ibérica que aparecen justo donde también aparecen vestigios de época árabe. La fundación se ha dicho que parece ser árabe, pero ni la etimología de su topónimo, ni su génesis, quedan totalmente claras. Aparece como: Karbalyan o Qarbalyan, Qarbillan, Qaribliyan, Querbelien, atendiendo a las fuentes musulmanas y la filiación de Muhammad As-Safra. Durante la dominación árabe fue una importante población integrada en el Reino de Murcia.
Siguiendo el tratado de Almizra, los castellanos conquistaron el sur de la actual provincia de Alicante en 1244, siendo entregado en 1262 al señor de Villena, infante Manuel de Castilla como parte del apanage castellano de Villena, dejando a la localidad con un estatus muy autónomo, ya que el poder local continuó bajo un rais o caudillo moro hasta 1318. Las tierras que abarcaba este señorío sarraceno de Crevillente incluían los lugares de Cox, Albatera, Aspe, Chinosa y Monóvar.
En 1296, con la conquista por Jaime II de Aragón del sur de la provincia de Alicante (bajo dominio castellano), el rais de Crevillente (Muhámmad ibn Hudayr) firmó un acta de vasallaje y plena sumisión a la Corona de Aragón. En 1305, la ciudad, que formaba parte del señorío de Elche, se incorporó al reino de Valencia y a la Corona de Aragón por la sentencia arbitral de Torrellas. Jaime II recompensó al rais con el rango institucional de "juez ordinario" de los musulmanes de la provincia de Alicante, al tiempo que lo confirmaba en la posesión de su señorío. Posteriormente le sucedió al rais su hijo Muhámmad ibn Áhmad, y a este su hijo Ibrahim en 1316. Tras la muerte de este último en 1318 el señorío de Crevillente pasó al gobierno general del reino de Valencia ultra Saxonam. En 1324 se entregó como señorío al infante Pedro. La población siguió siendo mayoritariamente musulmana durante los tres siglos siguientes.
En 1439 se vendió a Bernat Requesens. Después del matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando de Aragón pasó al señorío de los Gutiérrez de Cárdenas. La pérdida de los derechos de realengo de esta localidad provocó que sus habitantes se opusieran violentamente a su nuevo señor. Este solo pudo ejercer sus derechos a partir de 1481, y sus descendientes continuaron con el señorío. En 1521, durante las Germanías, la población se sublevó contra el señor vigente, Dídac de Cárdenas. En los primeros años del siglo XVII, su población la formaban un total de 400 familias, de las que la mayoría eran moriscos. Así, con la expulsión de estos en 1609, su población se vio reducida a la tercera parte.
Durante la guerra de Sucesión (1705) tomó partido por Felipe V de Borbón el cual, en agradecimiento, le otorgó el título de villa.
El estudio de la población de Crevillente, como casi, en generalmente en toda España, no se puede realizar de un modo periódico y seguro más que a partir de 1857.
La población hasta 1609 estaba compuesta casi totalmente de moriscos o cristianos nuevos, esto es, musulmanes convertidos al catolicismo, los más a la fuerza, entre 1521 y 1526, como consecuencia de la revuelta de las Germanías.
Según el censo de Lapeyre de 1563, con 208 vecinos, que con el coeficiente de 1 vecino igual a 4,5 personas, nos darían 938 habitantes aproximadamente. En 1602 había 1.777, en 1609 había 1800 habitantes, después de la expulsión de los moriscos (1609) sólo quedó una cuarta parte de la población, y en 1646 había 873 habitantes, según Henri Lapeyre. En 1739 había en Crevillente 3.600 habitantes y en 1794 había 8.100 habitantes.
Según el censo del Instituto Nacional de Estadística para el 2008, Crevillente cuenta con 28 432 residentes, por lo que es el 16.º municipio de la provincia en número de habitantes. El 10,3 % de la población censada en el 2008 era de nacionalidad extranjera, principalmente marroquí (879 censados, el 2,6 % del total del municipio), aunque también existe una considerable colonia de extranjeros latinoamericanos, así como comunitarios, en su mayoría ingleses.
Los habitantes se encuentran repartidos por los diferentes núcleos de población del término (datos de población según INE 2020):
La industria textil, en concreto la alfombra ha sido la principal actividad económica de Crevillente. Actualmente se encuentra en una profunda crisis de difícil solución por la irrupción del mercado extranjero. Esta industria surgió de la artesanía del esparto y del junco que proliferaba en los siglos XIX y XX. En el mejor momento de la industria textil, Crevillente tenía más de 80 fábricas, suponiendo hasta el 76 % del total de exportaciones del total nacional.
Otros sectores que han sufrido la misma suerte son el del calzado, que ha sustituido a la alpargata tradicional, la construcción, la madera, la metalurgia y la alimentación.
En su campo, se cultivaban algarrobos, almendros, cítricos, viña, higueras, granados y hortalizas (25 % de secano, mientras que el regadío supone el 75 %). Muchos de estos campos están siendo urbanizados masivamente al volverse seco y árido el suelo, por la falta de lluvia en la zona.
En junio del 2018, el número de parados inscritos alcanzaba los 3.374 personas.
El núcleo urbano muestra tramas urbanas muy diferenciadas: por una parte el casco antiguo o barrio de la Morería, de marcado carácter musulmán; por otra las típicas cuevas-vivienda; y por otra, el moderno Crevillente de edificios actuales. De su patrimonio puede citarse:
Otra de las características del Museo de la Semana Santa de Crevillente, es que la visita está configurada para seguir cronológicamente la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, por lo que el museo es todo un referente en el valor didáctico y catequético que tienen este tipo de museos. En él, podremos encontrar obras de artistas de la talla de Mariano Benlliure, Antonio Riudavets, Carmelo Vicent, García Talens, Antonio Parera..., junto a una serie de elementos singulares de nuestra Semana Santa: bordados, orfebrería, cartelería, pintura religiosa (obras de artistas de la talla de Julio Quesada Guilabert), túnicas... La visita finaliza en el salón de actos del museo, donde se puede visualizar un vídeo de nuestra semana santa de unos 30 minutos de duración, mediante tres grandes proyectores que proyectan imágenes distintas pero relacionadas entre sí.
Esta localidad cuenta con una biblioteca, dedicada a Enric Valor, que se levanta sobre los restos del antiguo lavadero municipal, del cual solo queda la techumbre.
Las fiestas son la segunda semana de septiembre y gozan de gran participación.
De la tradición musical local habla la Sociedad Unión Musical de Crevillente cuya antigüedad se remonta al año 1860; además de las numerosas corales y orfeones.
Otras manifestaciones son los cantos corales testimoniados ya en 1891 en aquel Orfeón Crevillentino. En 1940 esta entidad cambia ese nombre por Coral Crevillentina y a partir de ahí se inicia una nueva etapa que marca un hito importantísimo en el panorama musical de esta localidad.
Ha obtenido galardones muy calificados, entre los que cabe destacar el Primer Premio del Festival de Habaneras de Torrevieja y la Gran Cruz de las Artes, Ciencias y Letras de Francia, así como ha realizado actuaciones en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, en la Catedral de Santiago de Compostela con motivo del Año Santo Compostelano, en el Adviento en Viena y ha representado a España en la Europea de en Bélgica.
La danza popular está representada por el Grupo de Danzas "Pilar Penalva" que ha recuperado y fomentado los bailes típicos de Crevillente como son El Ball Xafat y La Danceta.
Crevillente es, junto a Guardamar del Segura (aunque con mayor viveza que en esta última), la localidad más meridional que conserva el valenciano como lengua habitual de muchos vecinos. El dialecto local conserva algunos arcaísmos medievales, aunque en general cumple con las características del valenciano del sur de Alicante, como son la caída de la "r" final (por ejemplo: pujà, baixà por "pujar" o "baixar"), caída de la "d" intervocálica (naal por "nadal")...
El valenciano de Crevillente toma muchos castellanismos, debido a su situación histórica en una frontera lingüística: al sur y al oeste de Crevillente se encuentra la comarca de la Vega Baja del Segura, monolingüe en castellano, y de hecho en la pedanía crevillentina de San Felipe Neri se habla sólo en castellano desde su fundación; además, al norte se encuentra la localidad de Aspe, también históricamente monolingüe en castellano, y al este la ciudad de Elche, ciudad donde se mantiene el valenciano en barrios céntricos y pedanías.
Crevillente fue originalmente castellano-parlante al estar situada al sur de la frontera del Tratado de Almizra, pero tras la expulsión de gran parte de la población (moriscos), se repobló con colonos del norte, que hablaban valenciano.
Después del castellano y del valenciano también existe una significativa comunidad lingüística de hablantes de árabe debido a la fuerte inmigración magrebí.
Página web: Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa Crevillent
Declarada de Interés Turístico Internacional desde el 11 de noviembre de 2011 tras haber estado trabajando durante estos últimos años en conseguir tal reconocimiento. La Semana Santa de Crevillente se considera una de las celebraciones pasionales más importantes de España. Destacan la imaginería, la música (en especial el canto coral), la gastronomía típica, la participación popular y sobre todo que sea una celebración totalmente autóctona, repleta de peculiaridades que la diferencian de las demás festividades de la zona.
Imaginería
La Semana Santa de Crevillente es la población de España con mayor número de obras de Mariano Benlliure,que junto a otros artistas de la talla de Antonio Riudavets, García Talens, Carmelo Vicent, Antonio Parera..., ha conformado una Semana Santa de una excelente cálida escultórica.
Música
De sobra es conocida la afición musical de Crevillente, en especial el canto coral, Crevillente cuna de grandes músicos y cantantes líricos. Varios coros o agrupaciones corales, acompañan a los diferentes pasos, interpretando diferentes motetes. De especial importancia, es la procesión de la Muerte de Cristo (Viernes Santo Noche), donde todas las imágenes o grupos escultóricos van acompañadas de sus respectivos coros. Así, como el Septenario en Honor a la Virgen de los Dolores, Pórtico de la Semana Santa, donde el pueblo canta los dolores de María.
Gastronomía
La Semana Santa de Crevillente, es una celebración repleta de ritos y tradiciones antiquísimas, una de las cuales es el tradicional "Pa Torrat", del Viernes Santo, compuesto por Pan Tostado al Horno, con abundante aceite, acompañado de la Coca de Crevillent, donde destaca la de Boquerón, masa de harina con boquerón frito, todo ello acompañado de habas tiernas, ajos y bacalao. Este almuerzo, típico de la Semana Santa crevillentina, es el almuerzo que realizan las diferentes cofradías a sus cofrades y visitantes que vienen a conocer nuestra Semana Santa.
Las fiestas patronales son las de Moros y Cristianos, declaradas en 2017 Fiestas de Interés Turístico Internacional. Se celebran en honor al patrón de la localidad, San Francisco de Asís, durante el primer fin de semana de octubre.
Las fiestas, que se remontan al siglo XIX, se realizan la segunda semana de septiembre. Hay distintos actos lúdicos y religiosos, entre los que cabe destacar los pasacalles de disfraces, la presentación de niños al Ángel, las verbenas, los juegos infantiles, la misa y la procesión, como las detonadoras tracas de 1001 metros de longitud.
En Crevillente se celebra la carrera San Silvestre Crevillentina Internacional. Fundada en 1981 por cuatro socios crevillentinos Ramón López, Paco, Félix y José Silverio. Consta de 10 kilómetros y se celebra el 31 de diciembre desde hace muchos años. Es popular y de las más famosas de la provincia de Alicante, en especial en las comarcas cercanas a Crevillente. Todos los años un invitado de honor, famoso internacionalmente, es llamado para participar en la prueba. Además de ser declarada internacional, es la única San Silvestre de la provincia, que está incluida en el calendario oficial RFEA (Real Federación Española de Atletismo) y la FACV (Federación de Atletismo de la Comunidad Valenciana), siendo la segunda más importante de España.
Aún se conserva el juego de la pelota valenciana, especialmente el juego de llargues.
Actualmente, Crevillente cuenta con una asociación de fútbol que ofrece a sus habitantes la oportunidad de participar y formar equipos para competir a nivel local entre ellos. La asociación se conoce como Crevifútbol y lleva más de 20 años activa proporcionando así competiciones locales en distintas categorías de fútbol.
Alimentos muy típicos de la provincia de Alicante.
Como puede observarse, no hay una tradición culinaria especialmente relevante en Crevillente, ya que por su posición geográfica ha sido receptora de tradiciones gastronómicas foráneas, como ciudad de paso que une el sureste español con todo el norte europeo (véase, la ruta de la fruta Almería-Europa, como Huerta europea).
En las elecciones de 2019, el PP obtuvo 7 concejales, 2 menos que en las anteriores elecciones de 2015; Compromís obtuvo 5, mismo resultado que en 2015, pero le permitió obtener la alcaldía, en coalición con el PSPV-PSOE y Unitat d'Esquerres. PSOE-PSPV obtuvo 4, 1 más que en 2015. Unitat d'Esquerres, formada por EUPV y ERPV, obtuvo 2 concejales. VOX obtuvo 2 y se estrenó en el consistorio, Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía con 1 concejal, 1 menos que en las anteriores elecciones de 2015.
La localidad crevillentina participa en la iniciativa de hermanamiento de ciudades habiendo establecido vínculos con:
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