La Liga de Campeones de la UEFA (en inglés y oficialmente: UEFA Champions League), originariamente conocida como Copa de Europa, es el torneo internacional oficial de fútbol más prestigioso a nivel de clubes entre los organizados por la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA). Asimismo, es el acontecimiento deportivo anual más seguido en el mundo, con más de 350 millones de espectadores en 2018.
Disputada anualmente, fue creada por iniciativa del diario L'Équipe en la temporada 1955-56 bajo la denominación de Copa de Clubes Campeones Europeos (nombre original en francés, Coupe des Clubs Champions Européens), con un formato de eliminación directa. Ideada para definir al mejor club del continente, en 1992 el torneo fue reestructurado incluyendo por primera vez un formato de competición de liga o fase de grupos como paso previo a la fase eliminatoria, por lo que fue rebautizado con su vigente denominación para la edición 1992-93, consolidando dicho formato. Originalmente, se clasificaban para su participación en el certamen los equipos campeones de las ligas nacionales, pero, en 1997, comenzaron a participar también los subcampeones y, en 1999, los clasificados hasta el cuarto puesto, dependiendo del coeficiente UEFA de cada liga, debiendo superar los de menor coeficiente una fase previa.
El ganador de esta competición disputa la Supercopa de Europa contra el campeón de la Liga Europa y, como representante de la confederación, la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. El vigente campeón es el Bayern de Múnich quien ganó su sexto título tras vencer al París Saint-Germain Football Club situándose como el tercer club más laureado entre los 524 participantes históricos de la competición, clasificación que lidera el Real Madrid Club de Fútbol con trece títulos. La federación española es la que más campeonatos ha logrado con dieciocho, seguida por la inglesa con trece y la italiana con doce.
En junio de 1955 la UEFA aprobó organizar una competición entre clubes europeos denominada como Copa de Clubes Campeones Europeos (nombre original en francés, Coupe des Clubs Champions Européens), —más conocida como Copa de Europa—. Esta fue impulsada por el periódico deportivo francés L'Équipe de mano de su director en la época Gabriel Hanot junto con su colega Jacques Ferran, y con el apoyo del presidente del Real Madrid Club de Fútbol, Santiago Bernabéu, así como Gusztáv Sebes, subsecretario de deportes de Hungría y vicepresidente de la UEFA. La competición, cuya creación fue inspirada por el Campeonato Sudamericano de Campeones, pretendía unificar un torneo a nivel europeo para designar al mejor club del continente tras las predecesoras Copa Mitropa y Copa Latina, entre otras.
Finalmente fueron dieciocho los equipos que respondieron y apoyaron la iniciativa —uno por cada territorio representado—, acudiendo por invitación. Suiza, España, Portugal, Yugoslavia, Austria, Países Bajos, Italia, Protectorado del Sarre, Dinamarca, Francia, Hungría, Bélgica, Suecia, Polonia, Alemania y Escocia fueron los representantes finales a un torneo que contó con notables equipos ausentes en esta primera edición debido a la falta de consolidación de la recién creada UEFA para darle proyección suficiente y la indiferencia de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) con el incipiente torneo. Entre ellos, la Unión Soviética, Checoslovaquia e Inglaterra no contendieron finalmente, siendo la más notable la no comparecencia de un equipo inglés y cuyo honor debía recaer en el Chelsea Football Club, vigente campeón, pero The Football Association instó al club a no participar por diversos motivos siendo reemplazados por el representante polaco. Así, la competición no contó con un representante inglés después de que ellos y en especial el Wolverhampton Wanderers Football Club fuesen indirectamente los finales impulsores del torneo. El equipo del Midlands Occidental era considerado en la época como uno de los mejores equipos. Estos, tras vencer en un partido amistoso al Budapesti Honvéd Sport Egyesület —equipo formado casi en su totalidad por los «magiares mágicos» integrantes de la temible selección húngara— fueron proclamados por la prensa inglesa como los «campeones del mundo», provocando un impulso final para la creación de la competición.
Así, tras dar validez la UEFA a las bases establecidas y ampliar el cupo de participantes a toda federación que desease participar sin que ninguna federación más decidiera hacerlo, dieciséis equipos fueron los contendientes finales.
La competición dio comienzo pues el mes de septiembre de la temporada futbolística siguiente tras acordarse los emparejamientos en una reunión celebrada en mayo por todos los contendientes, y que se resolvería, a sugerencia del Royal Sporting Club Anderlecht belga, por partidos de eliminación directa desde los octavos de final hasta decidir un campeón en la final a disputar en París, por ser la sede del principal promotor.
Tras los veintinueve partidos disputados, el primer vencedor fue el Real Madrid Club de Fútbol español, quien derrotó al Stade de Reims francés por 4-3 en la final disputada en el Parc des Princes. El primer encuentro que abrió la competición tuvo lugar el 4 de septiembre de 1955 entre el Sporting Clube de Portugal y el Fudbalski klub Partizan en el Estadio Nacional de Lisboa finalizando con un empate a tres goles, mientras que el primer gol de la competición fue anotado a los 14 minutos de juego por el portugués João Baptista Martins.
Al final de la primera edición se anotaron un total de 127 goles, siendo Miloš Milutinović del F. K. Partizan el máximo realizador con ocho tantos en los apenas cuatro partidos que jugó su equipo antes de caer eliminado, y que anotó un total de once. En cuanto a los equipos, fue el Real Madrid C. F. el que anotó más con un total de veinte.
La hegemonía del club madrileño continuó durante las siguientes cuatro ediciones ganando en las finales a la Associazione Calcio Fiorentina, la Associazione Calcio Milan, de nuevo el Stade de Reims y el Eintracht Frankfurt. En el equipo madrileño jugaban por aquel entonces jugadores tan importantes en el panorama futbolístico como Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Paco Gento, José Santamaría o Héctor Rial entre otros, siendo considerados años después como uno de los mejores equipos de este deporte debido principalmente a estos cinco títulos, merced a los cuales fueron bautizados como el «Madrid de Di Stéfano» y con el apelativo de «vikingos» tras la crónica de la quinta final escrita en el diario inglés The Times, apelativo que desde entonces acompaña al club:
Esa última final, considerada años después como la mejor final en la historia de la competición, permitió que «los blancos» consiguieran firmar una hazaña que con el paso del tiempo sería histórica ya que no ha sido capaz de igualarse hasta el momento. Las cinco Copas de Europa consecutivas se mantienen como la mejor actuación lograda nunca por un equipo en la historia de la competición.
En aquellas ediciones, contendieron únicamente los campeones de cada país participante y se incorporaron a la competición otros equipos de renombre como el Manchester United Football Club como primer representante inglés, el Futebol Clube do Porto, el Ballspielverein Borussia o el Fudbalski klub Crvena Zvezda Beograd entre otros, mientras que el éxito de la primera edición hizo que se aumentase el número de participantes a 22 en su segundo año. Por tal motivo hubo de disputarse una ronda previa antes de la ronda eliminatoria final. En ella se dio otra de las novedades del torneo al clasificarse para su disputa el Atlético de Bilbao, suponiendo que participaron por primera vez dos equipos del mismo país, al estar ya clasificado el Real Madrid C. F. como vigente campeón, y siendo este último el único en repetir participación. Los otros quince equipos restantes que tomaron parte en los octavos de final eran todos debutantes. Por su parte, la A. C. Fiorentina se quedó a las puertas de igualar a los madrileños como el equipo con un mejor debut en la competición tras finalizar como subcampeón.
Los ingleses pudieron finalmente demostrar su valía en Europa en competición oficial de manos del representante de Manchester, quien llegó hasta las semifinales de la competición antes de caer derrotado por el vigente campeón. Además, dos de sus jugadores, Dennis Viollet y Tommy Taylor fueron los máximos anotadores con 9 y 8 goles respectivamente, uno por encima de Alfredo Di Stéfano, quien ya acumulaba 12 goles tras dos ediciones y comenzaba a ser el auténtico protagonista de la competición.
En los venideros años se dieron novedosas circunstancias como la primera vez que se decidió el título en la prórroga o el primer encuentro entre dos equipos del mismo país —Sevilla Club de Fútbol contra Real Madrid C. F.— acontecido ambos sucesos en la tercera edición, la repetición de una final entre dos equipos —Stade de Reims contra Real Madrid C. F.— y un partido entre dos equipos de la misma ciudad —Club Atlético de Madrid contra Real Madrid C. F.— producidos en la cuarta edición, o que un jugador por primera vez ganase la competición como futbolista y como entrenador —Miguel Muñoz tras el quinto título madridista— entre otros sucesos, mientras que el número de participantes aumentó hasta 27.
El éxito de la ya consolidada competición provocó que naciese otra a nivel mundial, la Copa Intercontinental, que enfrentaría en adelante al campeón europeo con el campeón sudamericano de la Copa Libertadores de América.
En la edición 1960-61 hubo finalmente un nuevo campeón, el Sport Lisboa e Benfica portugués. Ese año el quíntuple campeón Real Madrid no pudo pasar de los octavos de final siendo eliminado por primera vez en la competición, y curiosamente a manos de su eterno rival el Club de Fútbol Barcelona quien venía de lograr su clasificación en la ronda preliminar para vengar su eliminación a manos de los madrileños en las semifinales de la edición anterior. Si bien la eliminatoria no estuvo falta de polémica, posteriormente el conjunto barcelonés llegó a la final celebrada en el Wankdorfstadion de Berna en la que los benfiquistas, dirigidos por Béla Guttmann, se convirtieron en el segundo equipo en levantar el trofeo tras vencer por 3-2.
El Sport Lisboa e Benfica consiguió a la siguiente edición retener el título de campeón como ya hicieran los españoles tras imponerse esta vez en el Olympisch Stadion Amsterdam al máximo laureado, el Real Madrid por 5-3. En el equipo era ya referencia un jovencísimo Eusébio da Silva, autor de los dos últimos goles que dieron el título a los portugueses remontando la desventaja merced a tres tantos de Ferenc Puskás, único jugador en anotar un hat-trick en la final de la Copa de Europa junto a su compañero Di Stéfano, y con los que sumaba siete en las finales igualando también al jugador argentino (récords aún vigentes a fecha de 2018).
Comandados por Eusébio, quien anotase 47 goles totales a lo largo de sus comparecencias a tan solo dos del máximo goleador histórico Di Stefano, los portugueses accedieron a la final por tercera vez consecutiva siendo esta vez derrotados por la A. C. Milan en el Wembley Stadium de Londres por 2-1. Italia se hacía finalmente con el título que perseguía ediciones atrás, ya que no en vano era considerada como una de las potencias futbolísticas de la época, como así demostraría en las sucesivas ediciones.
Continuando con la dominación de los equipos latinos del sur de Europa, las dos ediciones siguientes estuvieron dominadas por el conjunto italiano del Football Club Internazionale de Sandro Mazzola, Luis Suárez y Helenio Herrera, quien derrotó en sus finales a los hasta el momento únicos campeones de la competición, el Real Madrid C. F. —quien sumaba siete finales— y el S. L. Benfica —en su cuarta comparecencia—. Dichos encuentros celebrados en el Praterstadion de Viena y en el Stadio San Siro de Milán se saldaron con resultados de 3-1 y 1-0 respectivamente.
Tras dos finales perdidas, fueron nuevamente los madridistas quienes en la edición de 1965-66 se alzasen con el título, el sexto de su palmarés y tras haber disputado ocho de las once finales hasta la fecha. En la final celebrada en el Stade Roi Bauduin de Bruselas al Fudbalski klub Partizan por 2-1. La final fue recordada ya que fue la primera vez que un equipo conquistaba el título sin ningún extranjero en sus filas, siendo todos españoles en este caso. En el equipo madrileño únicamente quedaba el veterano Paco Gento como representación de la dorada generación madridista, convirtiéndose en el jugador que más veces ha ganado la Copa de Europa con los seis campeonatos, récord aún vigente en la actualidad.
Cabe destacar que hasta la fecha, únicamente el Stade de Reims francés en dos ocasiones, el Eintracht Frankfurt alemán y el recién mencionado F. K. Partizan yugoslavo consiguieron acceder a una final dominada hasta la fecha por los conjuntos de la Europa Sur latina.
Para la temporada 1966-67 se proclamó vencedor el Celtic Football Club escocés, siendo el primer equipo británico en proclamarse vencedor desde que los equipos de las islas británicas comenzasen a participar en la segunda edición del torneo. Por segunda vez en la competición un equipo sin extranjeros se convirtió en campeón tras derrotar «los católicos» por 2-1 a los italianos del F. C. Internazionale en el Estádio Nacional de Lisboa. Fue un preludio de la primera victoria de los inventores del fútbol en la máxima competición de clubes a nivel europeo, ya que al año siguiente el vencedor fue el Manchester United Football Club inglés tras vencer en la final celebrada en el Wembley Stadium al bicampeón S. L. Benfica por 4-1 en la prórroga de un partido en el que los portugueses alcanzaban su quinta final en trece años. Sin embargo, la completa supremacía inglesa en la competición aún estaba por llegar.
Antes, la A. C. Milan fue el único equipo de la laureada Europa del Sur capaz de desbancar al norte del continente como vencedor. La final de 1968-69 celebrada en el Estadio Santiago Bernabéu les enfrentó a un equipo de los Países Bajos, siendo la primera de las cinco veces consecutivas que un equipo del citado país llegaría desde entonces a la final. En ella, el Amsterdamsche Football Club Ajax cayó derrotado por 4-1, equipo en el que comenzaba a despuntar un joven Johan Cruyff.
Los equipos neerlandeses dominaron la competición en los siguientes cuatro años consiguiendo un título el Feijenoord y tres el A. F. C. Ajax con la depurada táctica y técnica futbolística adquirida del recordado Rinus Michels, denominado como «fútbol total», y que ya practicase la selección húngara del «Equipo de oro» en los años cincuenta. Los roterdameses vencieron por 2-1 en la prórroga al Celtic F. C. escocés en el Stadio San Siro, mientras que los amsterdameses derrotaron al Panathinaikós Athlitikos Omilos, al F. C. Internazionale y al Juventus Football Club, quien accedía por primera vez a la final. De esta manera, el equipo neerlandés se convertía en el segundo conjunto tras el Real Madrid C. F. en conseguir el trofeo en propiedad por vencer la competición tres veces seguidas.
Durante las tres temporadas siguientes un nuevo equipo apareció en el panorama europeo. Los alemanes del Fußball-Club Bayern ganaron la competición en las siguientes tres ediciones, obteniendo así también el trofeo en propiedad. El equipo, en el que militaban jugadores como Franz Beckenbauer, Gerd Müller, Sepp Maier, Uli Hoeneß o Paul Breitner, empezó ganando la final de 1973-74 al Club Atlético de Madrid en el Stade Roi Bauduin en la que es hasta la fecha la final más larga de la historia del torneo al ser la única en la que fue necesario la disputa de dos partidos para obtener un campeón. En la fecha no existían los lanzamientos de penalti para resolver un empate, por lo que si al final de la prórroga no había un vencedor, habían de disputarse nuevos encuentros hasta que uno de los dos equipos resultase vencedor. Tras igualar los bávaros en los instantes finales del partido el gol inicial rojiblanco, se impusieron en el partido de desempate por 4-0. En las posteriores finales se deshizo del Leeds United Football Club inglés y de la Association Sportive de Saint-Étienne francesa. Eran los años del dominio alemán en el fútbol mundial, donde su selección venía de proclamarse vencedora tanto de la Eurocopa como de la Copa Mundial. Su supremacía parecería extenderse en el ámbito de clubes, hasta que fueron frenados por los inventores del fútbol, Inglaterra.
Desde 1977 un total de siete de ocho campeonatos fueron conquistados por conjuntos ingleses, siendo además los seis primeros de manera consecutiva. Sin embargo, fue el FC Dinamo de Kiev soviético el que eliminó a los vigentes campeones alemanes. Esta fue una de las pocas efemérides logradas por algún equipo de la aguerrida y laureada Unión Soviética en una competición en la que no consiguieron cosechar meritorias actuaciones, con la excepción de estas semifinales alcanzadas por unos kievitas liderados por Oleh Blokhin y Volodymyr Onyshchenko.
De la citada sucesión de títulos, cuatro fueron logrados por el Liverpool Football Club, uno por el Aston Villa Football Club, y dos por el Nottingham Forest Football Club, quien igualó la mejor actuación de un equipo debutante en la competición al vencer no solo el título en su primera aparición en el torneo, sino siendo capaz de retenerlo en la edición siguiente —igualando la actuación de los madridistas en sus dos primeras ediciones—. Las víctimas de los ingleses según orden cronológico fueron el Borussia Verein für Leibesübungen Mönchengladbach, el Club Brugge Koninklijke Voetbalvereniging, el Malmö Fotbollförening, el Hamburger Sport-Verein, el Real Madrid C. F., el F. C. Bayern y la Associazione Sportiva Roma.
Esta última fue la primera final hasta la fecha en la historia del torneo en la que un conjunto de la misma ciudad donde es celebrada la final pierde,lanzamientos de penalti y merced a la cual Liverpool se quedaba a un único título de ser el cuarto equipo en conseguir el trofeo en propiedad.— Hecho que le sucedía por segunda ocasión, ya que tras haberse proclamado campeón por segunda vez, parecía el favorito en la edición de 1978-79, sin embargo en su primer enfrentamiento le tocó enfrentarse al Nottingham Forest F. C., quien no solo le eliminó sino que acabó venciendo la competición dos veces seguidas, antes de ser sucedido nuevamente por «los reds» al vencer en la final al Real Madrid C. F., quien reaparecía en la final quince años después.
además de ser la primera decidida desde losLa única final no vencida durante este período por un equipo inglés fue la edición 1982-83, la cual fue vencida por el Hamburger S. V. tras derrotar al Juventus F. C. en el Olympiako Stadio Athinas por 1-0. Cabe destacar que esta racha de notable hegemonía inglesa se vio también reflejado entre 1968 (fecha en la que un club inglés venció la competición por primera vez) y hasta 1984 en el resto de competiciones UEFA. En total, los anglosajones conquistaron veintidós títulos europeos de sesenta y uno posibles, o lo que es lo mismo, un 36% de ellos.
El 29 de mayo de 1985 se disputó la final entre la Juventus F. C., quien venía de ganar la Copa de la UEFA de 1977, la Recopa de Europa de 1984 y la Supercopa de Europa de 1984, y el también exitoso Liverpool F. C.. Se impuso el equipo turinés con un gol de su estrella Michel Platini, venciendo nuevamente a los ingleses como la final de la Supercopa de Europa anterior. Ese día, antes del partido y provocado por los ánimos ingleses, se produjo la «tragedia de Heysel» debido a una avalancha de hooligans que provocó el derrumbe de una de las paredes del estadio bruselense. El incidente causó 39 víctimas mortales, 34 de las cuales eran seguidores italianos, y más de 600 heridos. La tragedia supuso la expulsión de los clubes ingleses de las competiciones europeas durante cinco años, como medida para frenar la violencia de sus seguidores más radicales, los hooligans, una tendencia que comenzaba a extenderse en el fútbol. Debido a ello, fue frenada la supremacía inglesa en las competiciones europeas, además de marcar el inicio de la época del fair play por parte de la FIFA como medida a mejorar la seguridad e imagen del fútbol. En lo deportivo, la final además supuso que el conjunto italiano fuese el primero en conquistar todas las competiciones existentes de la UEFA, motivo por el cual recibió una placa conmemorativa del máximo organismo europeo.
Un año después de los sucesos se enfrentaron por el título el Fotbal Club Steaua București, equipo que llegaba por primera vez a una final, y el F. C. Barcelona, club que nunca había ganado la Copa de Europa y no llegaba a la final desde hacía veinticinco años. Jugada en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla, los rumanos vencieron en la tanda de penaltis tras un insólito 0-0 al final del partido, circunstancia acontecida por primera vez en una final. El portero rumano Helmuth Duckadam estableció un récord histórico al detener cuatro de los lanzamientos seguidos. Rumanía se convirtió en el octavo territorio en poseer un equipo campeón de Europa.
Los dos siguientes años tuvieron dos inesperados campeones: el Futebol Clube do Porto, que venció por 2-1 en la final de Viena al tricampeón F. C. Bayern; y el Philips Sport Vereniging, que se impuso en la final de 1987-88, celebrada en el Neckarstadion, al S. L. Benfica en los penaltis. Esta fue la cuarta final perdida por el equipo lisboeta en la competición, denominándose la situación como la «maldición de Béla Guttmann». Tras su despido como bicampeón con los portugueses, Guttman auguró que el club nunca más vencería una competición europea sin él como entrenador en los próximos cien años. Desde entonces, ocho finales han sido perdidas por el conjunto lisboeta, perdurando ya la maldición un total de 52 años.
En 1989 y 1990 la A. C. Milan añadió dos nuevos títulos a sus vitrinas para un total de cuatro tras imponerse por 4-0 al F. C. Steaua București y por 1-0 a la S. L. Benfica impidiendo por quinta vez en la historia que los lisboetas lograsen el título. El cuadro dirigido por Arrigo Sacchi, contaba en sus filas con jugadores como Franco Baresi, Marco van Basten, Ruud Gullit y Paolo Maldini siendo otro de los conjuntos más recordados tanto en la competición como a nivel mundial. Maldini ganó así los dos primeros títulos de los cinco que consiguió a lo largo de su carrera en activo, siendo el que más logros posee después de los seis del español Paco Gento. Esta fue además la última vez en la competición en la que un equipo consiguió revalidar el título, hasta el año 2017.
Al año siguiente se proclamó campeón el Fudbalski klub Crvena Zvezda en el Stadio San Nicola de Bari. El conjunto serbio —yugoslavo por aquel entonces— derrotó en la final al Olympique de Marsella en los penaltis tras un empate a cero. Un año después fue el F. C. Barcelona quien finalmente logró proclamarse vencedor tras disputar su tercera final. Los españoles se impusieron en la prórroga a la Unione Calcio Sampdoria de Génova por 1-0 en el Wembley Stadium merced a un tanto de Ronald Koeman de tiro libre en el minuto 111 de la prórroga.
Esta fue la última edición de la competición antes de ser sometida a una profunda reestructuración en su formato, comenzada en 1990 con la nueva presidencia en el estamento de Lennart Johansson, buscando una mayor proyección y pasando en adelante a ser denominada como Liga de Campeones de la UEFA.
La nueva denominación trajo algunos cambios en el formato en 1992, buscando una manera de introducir nuevos contendientes en la competición que hiciesen que fuese más disputada, aunque estos no se vieron consolidados hasta años después con la consolidación del formato actual vigente desde edición 1999-00. Uno de los más relevantes fue la inclusión de una fase de grupos previa a la final, similar a la última edición de la Copa de Europa en la que fueron eliminados los cuartos de final y las semifinales, y con acceso directo a la final de los primeros de cada grupo. Fue el Olympique de Marsella quien se proclamó vencedor de esa edición de 1993 frente al Milan A. C. por 1-0 con un gol de Basile Boli en el Olympiastadion de Múnich, convirtiéndose en el único equipo francés en ganar el torneo hasta la fecha. Sin embargo, el escándalo surgido ese mismo año por la trama descubierta de sobornos e irregularidades financieras cometidos por su presidente Bernard Tapie impidió al conjunto galo luchar por la defensa de su título en la siguiente campaña, siendo la primera vez que el vigente campeón no ha podido defender su título.
En la edición de 1993-94 volvieron a instaurarse las semifinales tras el sistema de liguilla, el cual se estableció definitivamente y que fue ampliándose paulatinamente de dos a ocho grupos con el devenir de las ediciones. Tras ellas se enfrentaron en la final el F. C. Barcelona y el Milan A. C. en Atenas. Los italianos se impusieron por 4-0 alzando así su quinto título y lográndolo en propiedad, quedándose a tan solo uno de los seis logrados por el Real Madrid, cuya sequía duraba ya veintiocho años y no llegando a una final desde hacía trece. Al año siguiente los «rossoneri» accedieron a la final por tercer año consecutivo —y quinta vez en siete años—, pero no pudo superar al A. F. C. Ajax, quien vencía por cuarta vez tras veintidós años desde su último título. Tras 70 minutos de partido, un jovencísimo y casi desconocido Patrick Kluivert entró al terreno de juego para marcar posteriormente el único gol del partido a solo cinco minutos para el final. El equipo neerlandés llegó otra vez a la final en la temporada siguiente pero cayó derrotado ante la Juventus Football Club en la tanda de penaltis tras el 1-1 de los 120 minutos reglamentarios.
Con la temporada 1996-97 entró en vigor la Ley Bosman que permitió a los jugadores comunitarios jugar en un equipo sin ocupar plaza de extranjero, y que recíprocamente conllevó la inclusión de más jugadores del resto del mundo al liberar los comunitarios esas plazas de extranjeros permitidas. Esto provocó que los clubes con más poder adquisitivo se lanzasen a contratar a los mejores jugadores del panorama internacional, aumentando sus potenciales en detrimento de otros clubes europeos con menor poder financiero. Desde entonces, y con la excepción de un único año, el vencedor de la competición ha sido integrante de una de las consideradas cuatro mejores ligas de fútbol de Europa: la Premier League inglesa, la Bundesliga alemana, la Primera División española o la Serie A italiana. Una polémica sentencia cuyas repercusiones tardaron décadas en ser patentes y que fueron algunas de las causas que marcaron el devenir del fútbol europeo.
Tras la sentencia, el B. V. Borussia consiguió la primera Liga de Campeones de su historia tras derrotar a la Juventus F. C. por 3-1 en Alemania, en una edición predecesora al establecimiento del nuevo formato de la competición. En este, aprobado para la temporada 1997-98 en la que por primera vez se vio un formato más cercano al actual, se aumentó el número de equipos participantes como medida más notoria. Fue el año en el que finalmente y tras treinta y dos años de espera el Real Madrid C. F. volvió a proclamarse vencedor tras derrotar por 1-0 al Juventus F. C., quien accedía a su tercera final consecutiva.
Hubo que esperar hasta 1998-99 para ver de nuevo coronado a un club inglés tras los sucesos acontecidos en Heysel. El Manchester United F. C. se impuso al F. C. Bayern tras darle la vuelta al encuentro en el tiempo de descuento para acabar ganando por 1-2 gracias a los tantos de Teddy Sheringham y Ole Gunnar Solskjær, logrando una de las mayores proezas de la historia de las finales. Fue el preludio de lo que parecía el fin de la competición, tras el acuerdo de una Superliga. Pese a ello, y quizá por no disponer de tiempo suficiente para tan compleja reestructuración se implementaron en su lugar una serie de cambios que mejorasen el torneo. Uno de los más relevantes fue una ampliación de los equipos participantes y que también afectó a la Copa de la UEFA con una profunda reestructuración que dio con la absorción y desaparición de la Recopa de Europa.
Con treinta y dos equipos participantes en su fase final se enfrentaron en la final del Stade de France, y por primera vez en la historia de la competición, dos equipos del mismo país: el Real Madrid C. F. y el Valencia Club de Fútbol, equipo que alcanzó la final por primera vez. Los madrileños se impusieron a los valencianos por tres tantos a cero, con goles de Fernando Morientes, Steve McManaman y Raúl González, quien fue el máximo anotador de la competición hasta que fuese superado en 2014 por Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Los valencianos intentaron resarcirse de la derrota al año siguiente, pero sin suerte. Esta vez el F. C. Bayern se llevó el título al vencer en la tanda de penaltis merced a la actuación del portero Oliver Kahn quien detuvo tres de los lanzamientos.
Por tercera vez un equipo español llegaba a la final cuando de nuevo el Real Madrid C. F. llegó al último partido de la edición 2001-02 que se disputó en Hampden Park, Glasgow. En su tercera final en cinco años venció por 2-1 al Bayer Leverkusen consiguiendo así su novena Copa de Europa y tercera bajo el nuevo formato de Liga de Campeones. En este partido se produjo el recordado gol de volea de Zinedine Zidane que dio la victoria a los madrileños en el año de su centenario. Dicho gol fue considerado por la UEFA como el mejor gol de la historia de las competiciones europeas y de las finales de la Liga de Campeones.
En la temporada 2002-03 de nuevo y por segunda vez en la historia dos equipos del mismo país se enfrentaron en la final. Italia fue la representada en la final de Old Trafford entre la A. C. Milan y la Juventus F. C., quien disputaba su cuarta final en ocho años saliendo vencedor en la tanda de penaltis el equipo milanés.
Se llegó así a la única edición con presencia de un país distinto a los cuatro considerados más fuertes futbolísticamente hablando de Europa desde la Ley Bosman. Portugal y Francia, y más concretamente el F. C. Porto y el Monaco —debutante en una final— se midieron para que los portugueses se proclamasen vencedores por segunda vez en su historia tras derrotar a los franceses por 3-0. Desde entonces, la final ha estado siempre copada por algún representante de las cuatro grandes ligas, produciéndose además una curioso alterne entre los vencedores. Cabe destacar que para la fecha el denominado como G-14, y posteriormente restablecido como Asociación de Clubes Europeos (ECA) comenzó a estudiar seriamente la posibilidad de crear una competición que sustituyese a la Liga de Campeones conformada exclusivamente por los clubes más fuertes de Europa. Dichos movimientos pusieron en alerta a la UEFA que comenzó a instigar nuevas fórmulas que asentasen su competición y le diesen mayor proyección.
Inglaterra, España e Italia, por ese orden, se alternaron en la conquista de los siguientes seis campeonatos lo que refrendó la idea de la ECA. Liverpool F. C. —quien logró finalmente su quinto título para ser el último club en lograrlo en propiedad—
A. C. Milan, Manchester United y Internazionale fueron los vencedores junto al F. C. Barcelona, quien conquistó dos títulos en esta sucesión.Este período dejó numerosos hechos destacados en las finales de la competición. En la primera de las finales citadas el equipo de Liverpool remontó una desventaja de tres goles siendo considerada uno de los mejores partidos del torneo. En la final en la que Maldini se convirtió en el jugador más veterano en marcar y establecer el gol más rápido en una final de Liga de Campeones los ingleses lograron empatar el partido en la segunda mitad y forzar la prórroga antes de que el meta polaco Jerzy Dudek diese el título a los británicos en la tanda de penaltis. Otro de los hecho se dio en el título logrado por los barcelonistas frente al Arsenal en 2005-06 cuando se produjo la primera expulsión de un jugador en una final de Liga de Campeones, la del portero alemán de «los gunners», Jens Lehmann. En la edición 2006-07 el club «rossonero» se adjudicó su séptimo título en una temporada marcada por el escándalo del Calciopoli en la liga italiana, que a punto estuvo de costarle al equipo italiano su participación en la competición. El último de los hechos destacables sucedió en la victoria del conjunto de Mánchester al ser la primera final de la competición entre dos equipos ingleses, y tercera vez que se producía entre equipos del mismo país y que se decidió por un resbalón de John Terry en la fatídica tanda de penaltis. En 1991, la UEFA pidió a su socio comercial, Televisión de Eventos y Media Marketing (TEAM), para ayudar a la marca de la Liga de Campeones.
En la temporada 2009-10 se instauró un nuevo formato en la competición que separaba en la fase previa a los campeones nacionales de liga de los equipos no campeones, los cuales entraban en escena en la tercera de cuatro rondas previas, de nuevo buscando más competitividad en la competición y paliar la iniciativa de la ECA de una competición anexa, mientras que de nuevo el número de participantes en las fases previas se vio aumentado, y la fecha de la final fue trasladada a sábado.
La tónica no varió para contrariedad de la UEFA, y de nuevo Italia, España, Inglaterra y Alemania —quien no vencía desde hacía doce años— se convirtieron de nuevo en campeones. En la final de 2009-10 el F. C. Internazionale se hizo con su tercer título tras derrotar en la final al F. C. Bayern por 2-0, convirtiéndose en el primer club italiano en ganar el trébol europeo, siendo el sexto club europeo en lograrlo tras el conseguido por los barcelonistas apenas unos años antes. Precisamente ellos conquistaron su cuarto título un año después tras reeditar la final acontecida en 2009 y producirse en 2012 la segunda derrota en la historia de las competición de un club que se jugaba el título en su propia ciudad, y su propio estadio. El Chelsea alzó su primer título tras imponerse en el Allianz Arena al Bayern en la tanda de penaltis, en otra final con emoción en los minutos previos al final del encuentro. Los bávaros sin embargo pudieron resarcirse al año siguiente tras golear por un global de 7-0 al Barcelona en semifinales e imponerse por 2-1 en la final de Wembley al Borussia Dortmund —primera final disputada entre dos conjuntos alemanes y cuarta entre equipos del mismo país, tras la de 2000 (españoles), 2003 (italianos) y 2008 (ingleses)—, logrando proclamarse campeones continentales por quinta vez en su historia y alzarse con su primer «triplete» Liga-Copa-Champìons, primero a su vez de un club alemán.
En la temporada 2013-14, se disputó por quinta vez una final por clubes del mismo país, que además, fue la primera en la historia del torneo en ser disputada por equipos de la misma ciudad. Cristiano Ronaldo estableció el récord goleador en la competición, anotando diecisiete goles que contribuyeron a que el Real Madrid ganase su décimo título, tras imponerse en la final de Lisboa al Atlético de Madrid por 4-1.
En la campaña 2014-15, se disputó la 60.ª edición de la competición. El Barcelona se alzó con el título por quinta vez en su historia, tras vencer en la final de Berlín a la Juventus por 3-1, igualando los cinco títulos conquistados por Bayern y Liverpool. Por otra parte, el cuadro trasalpino se convertía con seis, en el club con más subcampeonatos de la competición.
Nuevamente en la temporada 2015-16, se enfrentaron en la final de Milán, el Atlético de Madrid y el Real Madrid C. F., siendo la segunda vez en la historia que dos equipos de la misma ciudad contendían por el título, además de ser la sexta vez que se repetía una final en el historial del torneo, y dejar a los atléticos como el club con más finales perdidas, tres, sin haberse proclamado campeón de la competición. A nivel individual, el portugués Cristiano Ronaldo y el argentino Lionel Messi, rompieron esta temporada el récord anotador en la competición, que hasta entonces ostentaba Raúl González con setenta y un goles. Los goles anotados por Cristiano, le convirtieron en el primer futbolista en alcanzar la centena de goles en el marco de las competiciones UEFA, además de establecer un nuevo registro anotador en una fase de grupos con once goles y firmar su quinta distinción de máximo anotador —igualando a Lionel Messi, quien ostenta el mejor cociente anotador por partido en su nuevo formato—, destacando que desde 2008 dicha distinción ha recaído en ellos, bien al Real Madrid o al Barcelona. Junto a madridistas y barcelonistas destacó deportivamente el también mencionado F. C. Bayern, ocupando entre los tres dieciocho de los treinta y dos puestos de semifinales desde que se instauró el formato actual de la competición, y en los que alguno de los tres han logrado comparecer en alguna de las ocho finales disputadas desde entonces y lograr seis títulos entre los tres que hizo patente la idea de dichos clubes por formar una nueva Superliga, que sin embargo palió la UEFA con una nueva reestructuración.
Desde que la ya mencionada Asociación de Clubes Europeos (ECA) en su primigenia organismo de G-14 contemplase la posibilidad a inicios de los años 2000 de que sus grandes clubes liderasen una disgregación para formar una Liga Europea privada o Superliga Europea que aglutinase a los considerados mejores clubes del continente, se introdujeron en constantes conversaciones con la UEFA para buscar un futuro común favorable a todas las partes. Si bien es cierto que dicha iniciativa no necesitaría de la UEFA para su concepción, ambas partes consideran que una colaboración conjunta es lo más estable para beneficio de todos, estamentos y clubes, sin que peligren subsistencias en demasía. Las discrepancias llegaron incluso al entorno FIFA, y a fecha de 2006 estuvieron cerca de continuar sus caminos fuera de su estructura.
Desde entonces la UEFA encaminó muchas de sus reformas tomando en consideración las peticiones o necesidades de la ECA, como la de que las grandes ligas tengan más equipos participando en la competición —aceptado e instaurado por la UEFA en la competición en sus últimas remodelaciones— así como reconsiderar criterios de repartos o sus influencias en los ingresos televisivos por citar algunas.2018 y 2021 en el que la competición sufrirá su mayor remodelación en favor de estos grandes clubes y que parece encaminar a la reestructuración definitiva de las competiciones europeas, hasta la entrada en vigor de la nueva competición.
Sin embargo, algunas de ellas como el Fair-Play Financiero o el Market Pool siguen siendo objeto de debate entre ambos organismos. Es por ello que ambos firmaron un acuerdo trienial en vigor entre las temporadasEn cuanto a lo deportivo, la primera temporada tras firmar dicho acuerdo dejó nuevamente a los grandes equipos como los referentes en la competición. De los 78 equipos implicados desde las fases de clasificación, y hasta los 16 de la fase final eliminatoria, únicamente la Association Sportive de Monaco Football Club, el Sport Lisboa e Benfica, el Futebol Clube do Porto y el Leicester City Football Club no se encuentran dentro de los considerados grandes por la ECA que pudieran conformar la nueva competición, pero siendo sí todos miembros de dicho organismo. Cuatro conjuntos españoles, tres alemanes, dos italianos, dos ingleses y uno francés para un total de 12 se encuentran dentro de los que lideran dicha disgregación, y desde 2004 alguno de ellos ha resultado campeón de la Liga de Campeones.
En la final de la edición 2016-17, de nuevo se proclamó vencedor el Real Madrid Club de Fútbol tras vencer a la Juventus Football Club por 4-1 en la que fue su segunda final consecutiva, tercera final en cuatro años, siendo el quinto equipo que jugaba una final como vigente campeón bajo el actual formato. Supuso el duodécimo título global para «los blancos» y consiguió ser el primer equipo en revalidar el título en la nueva competición —algo que ya logró bajo su denominación de Copa de Europa—, siendo su tercer título en cuatro años, un registro no visto desde los años setenta. En lo individual, el portugués Cristiano Ronaldo se proclamó máximo anotador de la competición por quinto año consecutivo, elevando su cifra goleadora en la competición más allá de la centena de goles, siendo el primer futbolista en lograrlo.
Lejos de una mayor competitividad, accedieron a los cuartos de final de la edición 2017-18 ocho equipos pertenecientes a las «cuatro grandes ligas», hecho producido por primera vez en la competición. Entre ellos sumaban un total de 29 campeonatos, y un total de 126 presencias en la citada ronda, lo que acrecentó en medida la idea de conformar la Superliga Europea para 2021, si bien se paralizó a expensas del trienio 2018-21. Fueron finalmente el Real Madrid C. F. y el Liverpool F. C. quienes accedieron a la final de Kiev, con la que los madrileños se convirtieron en el conjunto con más finales disputadas bajo el antiguo y nuevo formato de competición, al mismo tiempo que se reeditaba la final de 1981. El triunfo de los madrileños les colocó como el primer club en lograr tres campeonatos consecutivos desde que lo hiciera el F. C. Bayern en los años 1970, completando un lustro completo de victorias españolas en la competición (2014–18).
Al año siguiente el club inglés logró proclamarse vencedor tras catorce años sin lograrlo al vencer a sus compatriotas del Tottenham Hotspur Football Club, quienes jugaban su primera final de la competición. Con su sexto título «los reds» se situaron como el tercer club más laureado, a solo uno de alcanzar a la A. C. Milan, quien sumaba cinco ediciones consecutivas de ausencia en la competición.
Fue el preludio de nuevas conversaciones y negociaciones acerca de la reestructuración del torneo,
prevista para 2021 pero que puiera retrasarse hasta 2024 debido a la gran controversia que suscita entre clubes y organizaciones. Alentado por algunos de los más influyentes clubes de la ECA bajo el amparo UEFA encontró sin embargo rechazo por clubes y algunos de los organismos nacionales de liga como el español, el inglés y el francés, alegando que podría desestabilizar las competiciones locales. Un sistema de ascensos y descensos entre Liga de Campeones y Liga Europa, su disputa en fin de semana, o ampliar en cuatro partidos el torneo mediante una nueva reestructuración que afectaría a la fase de grupos o los octavos de final son algunas de las cuestiones planteadas más controvertidas. En tónica y acentuando los acontecimientos recientes, para la temporada 2019-20 se estableció el mayor registro goleador de la fase de grupos con 308 goles anotados en 96 partidos disputados,coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave, una pandemia global vírica que llegó a Europa desde Asia. A medida que diferentes países del continente fueron registrando casos de contagio y fallecimientos, los organismos deportivos comenzaron a tomar medidas preventivas y algunos de esos partidos fueron disputados a puerta cerrada (sin público), y otros fueron cancelados, para frenar su avance. Pese a ello no cesó la preocupación ni los contagios, y se dieron casos en futbolistas y directivos de diversos clubes por lo que la UEFA estudió la posibilidad de cancelar las competiciones como ya hicieran la NBA o la Euroliga, por citar dos ejemplos de magnitud similar. Finalmente el 12 de marzo confirmó que tanto la Liga de Campeones como la Liga Europa eran suspendidas a la espera de nuevos acontecimientos, y citó a sus 55 miembros federativos a una reunión por videoconferencia para decidir el futuro de las mismas. Tras dicha reunión se pospuso la Eurocopa de 2020 al año siguiente en previsión de liberar el calendario y que las competiciones paralizadas pudieran finalizarse llegado el caso. Así se fijó la reanudación de la Liga de Campeones para el mes de agosto, con un formato a partir de cuartos de final a partido único en una misma sede, Lisboa. Tras la disputa de los encuentros, dos equipos franceses —por primera vez en la historia del torneo, y tras no haber reanudado sus competiciones domésticas por la pandemia— y dos alemanes —los primeros en concluir su campeonato local tras la pandemia— clasificaron para las semifinales, pudiendo tres de los cuatro equipos clasificados resultar campeones por primera vez. Pese a la citada oportunidad fue finalmente el F. C. Bayern quien venció al París Saint-Germain F. C. e igualó así los seis títulos del Liverpool F. C., como terceros clubes más laureados. Lo logró además con un pleno de victorias, primer club en lograr la hazaña, logrando también a su vez su segundo triplete Liga-Copa-Champions. Por el contrario, los clubes franceses no aprovecharon la oportunidad de proclamarse vencedores y de interrumpir la racha de las consideradas «cuatro grandes ligas» en el palmarés. F. C. Porto, en 2004, y Olympique de Marsella en 1993 se mantuvieron un año más como las últimas ocasiones en romper dichas tendencias.
mientras que por primera vez en la historia de la Liga de Campeones todos los integrantes de los octavos de final pertenecían a las cinco grandes ligas del territorio: España, Inglaterra, Italia, Alemania y Francia. La disputa de la citada eliminatoria coincidió con un brote delDesde que el torneo surgiese en 1955 con dieciséis participantes invitados,coeficiente UEFA.
un total de 524 equipos distintos han participado en ella. A partir de la segunda edición, fue la clasificación final en el sistema de ligas europeas el que dio acceso a disputar la competición, pasando entonces a veintidós participantes, los campeones de cada país o región más el vigente campeón. Si bien era desde un principio el sistema elegido para los participantes, la poca aceptación que tuvo entre los clubes su primera edición provocó que estos acudieran por la citada invitación. Dicho número fue aumentando hasta los ochenta y cinco que participan en la última edición de 2014-15, de los cuales treinta y dos pasan a disputar su fase final. Fue en 1997 cuando los subcampeones nacionales accedieron también al torneo por primera vez, y en 1999 hasta el cuarto clasificado teniendo en cuenta elDesde la temporada 1999-2000 participan 32 equipos en la competición, que se organizan en una primera ronda que se juega en forma de liguilla. Hay ocho grupos con cuatro equipos en cada grupo (por regla de la UEFA, no puede haber dos equipos de un mismo país en un solo grupo). Los equipos de los grupos se enfrentan entre sí a ida y vuelta y los dos primeros clasificados pasan a la siguiente ronda, los octavos de final; el tercero de cada grupo pasará a los dieciseisavos de la Liga Europa de la UEFA.
En el sorteo de la primera ronda, además se establecen los calendarios de la misma de modo que dos equipos de un mismo país no jueguen ambos en casa o ambos fuera en la misma jornada (o en caso de que un país tuviera tres o cuatro equipos, para que dos equipos de ese mismo país no jugasen ambos en casa o fuera el mismo día, si se tiene en cuenta que cada jornada se disputa entre el martes y el miércoles de una misma semana). Tampoco se permite que se disputen partidos de Liga de Campeones de la UEFA a la vez en campos situados a menos de 200 km de distancia. Esta norma tiene una excepción referente a los equipos rusos (negociada por la extinta Unión Soviética y que se mantiene en la actualidad), por la que, debido las bajas temperaturas que registra este país en invierno se establece que en la última jornada de la primera ronda no se jueguen partidos allí. Paradójicamente, esta norma no es aplicable a otras repúblicas ex-soviéticas como Ucrania, Estonia o Bielorrusia, entre otras.
Una de las características tradicionales del torneo hasta 2018 fue que todos sus partidos se disputaban en martes o miércoles a las 20:45 horas (hora de Europa central) en simultáneo, con excepción de la final y los países de Europa del Este o Eurasia. A partir de entonces, manteniendo martes y miércoles como fechas de partido, los horarios se dividieron en las 18:55 y las 21:00 horas.
En las fases sucesivas (a eliminación directa) hasta la final se cuenta con el criterio de desempate de mayor número de goles marcados en campo contrario. Tanto al final de los noventa minutos como de la prórroga.
En los octavos de final hay 16 equipos que se enfrentan de forma eliminatoria. Cada equipo se enfrentará con otro a doble partido y el vencedor pasará a cuartos de final, en los que quedarán 8 equipos enfrentándose de nuevo de forma eliminatoria. En las semifinales hay 4 equipos. Habrá dos partidos y el vencedor de cada partido llegará a la final. La final es el único enfrentamiento que se juega a un solo partido y en un campo neutral elegido por la UEFA antes del inicio de la competición.
Tradicionalmente, el torneo siempre ha permitido al campeón vigente la defensa del título sin ser campeón de liga. Tras la reestructuración y ampliación del número de participantes de las ligas más fuertes, la UEFA reguló este tipo de situaciones. Otorgando al campeón el privilegio de ser primer cabeza de serie en los sorteos,Real Zaragoza y el Real Madrid Club de Fútbol, cuarto y quinto respectivamente en la temporada 1999-2000. O del Everton Football Club y el Liverpool Football Club en la temporada 2004-05, en idéntica situación.
así como el acceso directo a la fase de grupos. Y dejando en manos de las asociaciones nacionales la posibilidad de enviar al campeón vigente, pero en detrimento del último clasificado en puestos de acceso a la misma y siempre previa solicitud a la UEFA por parte de la asociación. Es el caso delA partir de 2018, bajo una nueva reestructuración impulsada por los propios clubes, las cuatro mejores federaciones contaron con cuatro equipos clasificados directamente a la fase de grupos, junto a los dos mejores de las dos siguientes. Completaron los cupos directos los campeones de las federaciones con mejor ranking del séptimo al décimo lugar. Por otra parte continuó el sistema de clasificación previo de dos rutas, atendiendo a las clasificaciones en el torneo doméstico, y se mantuvo el tope de un máximo de cinco clubes del mismo país a participar, añadiendo el posible campeón vigente.
Para su participación, a expensas de haber obtenido previamente la clasificación por méritos deportivos, cada club debe cumplir ciertos requisitos recogidos en el artículo 43 de las bases del torneo.
Deben enviar a sus respectivas federaciones dos listas de jugadores ("A" y "B") que conformarán su plantilla de jugadores válidos para disputar partidos de la competición. Dichos listados, que incluyen los dorsales a utilizar por cada futbolista, son verificadas, validadas y enviadas a la UEFA, quien da su validez final. La lista "A" está conformada por un máximo de 25 jugadores, dos de los cuales tienen que ser porteros, y que generalmente suele ser la misma formación oficial del club en su competición local. Entre ellos hay un mínimo de ocho plazas reservadas exclusivamente para jugadores formados localmente, esto es, en la cantera del club. Si tiene menos de ocho jugadores formados a nivel local en su equipo, el número máximo de jugadores de la lista "A" se reducirá de forma acorde. Para que un jugador sea considerado de formación debe haber militado en cualquiera de los equipos del club entre los 15 y los 21 años, o bien haberlo hecho en otro club de su mismo país.
Si un club no puede contar con al menos dos porteros inscritos en su lista "A" por lesiones de larga duración o enfermedades (de al menos 30 días de convalecencia), un club puede temporalmente remplazarlo en cualquier momento de la temporada.
En la lista "B" están inscritos los nacidos el 1 de enero de 1995 o después, siempre y cuando sean elegibles para jugar con el club en cuestión durante un periodo ininterrumpido de dos años desde su 15.º cumpleaños (los jugadores de 16 años se pueden registrar si han estado en el club en los dos años previos). Los clubes pueden inscribir un número ilimitado de jugadores en la lista "B" durante la temporada, pero la lista tiene que ser enviada no más tarde de las 24:00 HEC del día previo a un partido.
Los clubes pueden cambiar sus equipos durante la temporada siempre y cuando pasen a la fase final eliminatoria, los octavos de final y notificándolo antes de dicha fecha. Pueden inscribir hasta un máximo de tres jugadores nuevos, y en cualquier caso el límite de 25 jugadores en la lista "A" se mantiene.
Dichos jugadores podían haber jugado la fase de clasificación de la Liga de Campeones o la Liga Europa previamente, pero solo uno de ellos puede haber jugado la fase de grupos de la Liga Europa; mientras que ninguno del plantel podían representar a dos clubes de la Liga de Campeones desde la fase de grupos en adelante, circunstancia que fue revocada para la temporada 2019-20 no habiendo restricciones de ningún tipo, en consonancia con los campeonatos locales y para no imponer trabas a los traspasos del mercado invernal. La copa que es entregada al ganador del torneo ha tenido dos diseños diferentes a lo largo de la historia. La primera versión de la copa fue entregada desde la primera temporada (1955-1956) hasta la temporada 1965-1966. En marzo de 1967, el Comité Ejecutivo de la UEFA autorizó al Real Madrid C. F. a quedarse en propiedad con este primer trofeo que fue donado por el diario L'Équipe en los orígenes de la competición al ser el equipo más laureado hasta la fecha. Por aquel entonces los madrileños eran además los vigentes campeones, tras ganar su sexto campeonato y sumarlo a los cinco primeros logrados de manera consecutiva.
A partir de la temporada 1966-67 el trofeo fue sustituido por una copa de plata diseñada por el suizo Jörg Stadelmann de 74 centímetros de altura y 8 kilos de peso. Este modelo es popularmente conocido como "la orejona" en España e Hispanoamérica debido a las grandes asas que posee. En la temporada 1968-69 se introdujo una nueva regla: todo equipo que se proclamase campeón del torneo tres veces seguidas o cinco alternas, se adjudicaría en propiedad el trofeo iniciándose a continuación un nuevo ciclo con un nuevo trofeo de mismo diseño.
Dicha norma se mantuvo vigente hasta la temporada 2007-08, en donde los equipos que se proclamaban campeones sin lograr completar el ciclo debían devolver el trofeo dos meses antes de la final del año siguiente, entregándoseles a cambio una réplica a escala menor. Desde la temporada 2008-09 la UEFA es la propietaria ad eternum del trofeo y entrega una réplica exacta al campeón —no otorgándose nunca más el trofeo auténtico en propiedad— además de un distintivo especial de reconocimiento.
A continuación se detallan los únicos cinco clubes que poseen el trofeo auténtico en sus vitrinas atendiendo al orden cronológico de su obtención:
Desde el comienzo de la temporada 2000-01, seis clubes tienen derecho a portar en la manga izquierda de la camiseta la insignia de campeón múltiple (en inglés, múltiple-winner badge). Para poder obtenerla dichos equipos deben ganar tres trofeos consecutivos o en su defecto cinco alternos, teniendo un diseño de un óvalo en posición vertical con fondo plateado, conteniendo en su interior en color blanco, el logo actual de la silueta del trofeo de la competición y el número de títulos conquistados por el club, con la tipografía oficial de UEFA.
A diferencia de la antigua norma de obtención del trofeo en propiedad, la cuenta para recibir el distintivo no vuelve a comenzar cuando un equipo logra alguno de dichos ciclos, sino que se mantiene.
Cuatro clubes recibieron el emblema automáticamente en el año 2000 por los logros cosechados hasta entonces:
Posteriormente otros dos clubes obtuvieron el derecho a portar el emblema:
También y desde el inicio de la temporada 2012-13, el campeón porta durante la temporada siguiente un emblema de campeón similar al de campeón múltiple con la silueta del trofeo y el año que le señala como campeón vigente, pudiendo portarlo hasta que se proclame vencedor un nuevo equipo.Chelsea Football Club, primer portador del nuevo emblema, Fußball-Club Bayern, Real Madrid Club de Fútbol, en cuatro ocasiones, Fútbol Club Barcelona y Liverpool Football Club lo han portado.
Desde entonces elLa competición posee su propio himno desde 1992, escrito en los tres idiomas principales de la competición, inglés, alemán y francés. El estribillo suena antes del comienzo de cada partido de la Liga de Campeones. Asimismo, las cadenas de televisión que emiten partidos de Champions están obligadas a emitir una versión reducida del mismo antes y después del partido.
Ce sont les meilleures équipes Es sind die allerbesten Mannschaften The main event Die Meister Die Besten Les grandes équipes The champions
Une grande réunion Eine grosse sportliche Veranstaltung The main event Ils sont les meilleures Sie sind die Besten These are the champions Die Meister Die Besten Les grandes équipes The champions
Die Meister Die Besten Les grandes équipes
Tanto desde el original G-14 como desde la actual Asociación de Clubes Europeos (ECA), organismo privado formado por los grandes clubes europeos para velar por unos intereses comunes, sus miembros más representativos abogaron por crear una Liga Europea cerrada a nivel continental, que sustituyese a la actual Liga de Campeones, similar a la Euroliga, competición auspiciada en 2000 por los principales clubes europeos de baloncesto. Desde que naciese su idea a principios de los años 2000 —retomando una propuesta de 1998 de Media Partners a la UEFA—, buscaron una mayor retribución económica además de proyectar una competición que atraería un mayor número de ingresos y patrocinadores más consonantes con el desarrollo actual del fútbol que crecería también en lo deportivo como así manifestó su presidente Karl-Heinz Rummenigge:
Las declaraciones, producidas tras el consejo sobre el Fair-Play financiero de la UEFA, cuya normativa consideran restrictiva en sus intereses al coaccionar sus inversiones en beneficio de una supuesta equidad deportiva con otros clubes de menor repercusión, fueron una de las primeras manifestaciones públicas en favor del cambio. Si bien es cierto que la citada medida, así como otras sujetas a la misma polémica como el reparto de ingresos —en especial el Market pool—, van en beneficio de un bien común para todos los equipos, es cierto que el potencial de los grandes equipos se ve recortado en comparativa con otros deportes de menor repercusión a nivel mundial y que reciben mayores beneficios:
Pese a que el aspecto económico es solo uno de los motivos expuestos por el organismo para la creación de la denominada popularmente como Superliga, su nacimiento encuentra en los menores equipos y en las federaciones y estamentos de las ligas nacionales respectivas a sus mayores detractores alegando poder verse reducidas sustancialmente en ingresos y patrocinadores que pusieran en peligro sus subsistencias.Liga de Campeones de la UEFA 2004-05 todos los finalistas de la competición fueron integrantes de la ECA y se encuentran dentro de los veinte clubes que se citan como postulantes a crear la Superliga, circunstancia en la que también basan su decisión, reafirmando su diferencia con respecto al resto de clubes.
Pese a ello, la ECA manifestó repetidamente que es un camino en el que están trabajando, y que puede ver la luz en el año 2021. No en vano, desde laTras estudiar UEFA y ECA el caso en el verano de 2016, se produjo una reestructuración de la Liga de Campeones para un trienio de ediciones a partir de la temporada 2018-19, con vigencia hasta 2021. En ese período los cuatro mejor clasificados de las consideradas cuatro mejores ligas de Europa tendrán de manera asegurada plaza fija en el torneo, medida para retrasar y/o evitar su escisión o que antecederá una nueva reestructuración dentro del margen UEFA. Poniendo como espejo a la renovada Euroliga de baloncesto, o la Premier League de Inglaterra, se retomaron conversaciones en favor de encontrar una solución para ambas partes.
Pese a las discrepancias se aboga porque la UEFA acepte dentro de su marco la competición, si bien no es necesario para crearla.América o Asia, agregar clubes de todo el mundo, o incluso fusionar Liga de Campeones y Liga Europa, como alternativas remotas. En cualquier caso van referidos a un paso casi inevitable que deba dar el fútbol en los próximos años. Pese a todo, en la primavera de 2017 la ECA anunció tras una reunión con el ejecutivo de competiciones de la UEFA que las nuevas reformas y reestructuraciones efectivas en 2018 satisfarán en medida sus peticiones llegando al acuerdo de apoyar, al menos de momento, la Liga de Campeones. Otra de las medidas aprobadas tras su estudio fue el cambio horario, pasando desde 2018 a ser a las 18:55 y las 21:00 en lugar de las 20:45 habituales para favorecer contratos televisivos de otros continentes.
Mismo caso sucedió en los inicios de la Liga de Campeones, promovida en un principio por el diario L'Équipe. Algunos de los cambios acontecidos o en proceso para reducir el impacto fueron reducir las distintas ligas nacionales a un máximo de 18 equipos, que toda federación se encuentre representada en el organismo. En lo económico los mercados cada vez más globalizados abren posibilidades a otras opciones, como que sea financiada o disputada por territorios comoUna nueva reunión entre los estamentos pudo perfilar algunas cuestiones a implantar a partir de la edición 2024-25.
En favor de aumentar ingresos y darle más duración al torneo que beneficie a los implicados se estudió la posibilidad de aumentar en cuatro el número de encuentros a disputar hasta 17, incluyendo la final. Las opciones contempladas fueron sustituir la actual ronda de octavos de final por una segunda liguilla de grupos que ya estuvo vigente en la competición; o bien reestructurar la actual fase de grupos de ocho facciones con cuatro equipos cada una en los que clasifican los dos primeros, a una de seis grupos con seis equipos cada uno en los que clasifican los dos primeros y los cuatro mejores terceros. Si bien no ha sido confirmado por la UEFA aún se encuentra en estudio para ver en especial qué impacto tendría en los calendarios un aumento del número de partidos que podrían afectar a otras competiciones locales.Si bien en un primer momento la Superliga Europea y la Liga Europea de la ECA empezaron como proyectos indistintos, el fondo era el mismo, la creación de una competición europea que aglutinase a los mejores equipos del continente, desmarcándose de la Liga de Campeones. Las primeras reuniones para establecer una Superliga se dieron en 1998,Copa de la UEFA y la desaparición de la Recopa de Europa. Fue parece un preludio de las propuestas de la ECA a partir del año 2000 para reestructurar completamente el torneo. El devenir de cambios en las ediciones respecto a las demandas de los clubes permutaron las opiniones al respecto entre detractores y partidarios, bajo el sobrenombre de Liga Europea.
cuando el grupo Media Partners la propuso a la UEFA en contraposición a la Liga de Campeones. El caso, estudiado en el congreso de Ginebra del estamento con los diversos representantes de las ligas nacionales fue finalmente rechazado, pese a su acuerdo inicial para comenzar en 1999, desconociéndose los puntos y negociaciones tratados. Pese a ello fue fruto de diversas reestructuraciones en la ampliación de equipos y que también afectó a laPese a que la ECA tuviera en principio más asentado el proyecto, teniendo incluso varias reuniones con la UEFA, la idea nació de los considerados como clubes más influyentes del continente —extrapolados como miembros fundadores de la ECA—. El devenir del propio organismo tuvo repercusión directa en la creación de la Liga Europea ya que al unirse más clubes como asociados, las preocupaciones de unos y otros crearon un conflicto de intereses. Es por ello que los clubes más influyentes o fundadores comenzaron a desmarcarse del proyecto ECA para retomarlo por su cuenta. Al mismo tiempo, las reestructuraciones que la UEFA fue adoptando en la Liga de Campeones en favor de algunas demandas de los grandes clubes paralizó en medida la creación de la nueva competición.
Si bien se redujeron las noticias sobre esta tras los acuerdos alcanzados entre clubes y la UEFA hasta 2021, la idea se mantuvo presente entre los clubes a favor de una profunda reestructuración.International Champions Cup, torneo estival que reúne a algunos de los mejores clubes del mundo durante su período de pretemporada—, quien contactó con algunos de dichos equipos para sondear sus opiniones al respecto de la creación de una competición paralela a la Liga de Campeones. Tras una resolución reciente de la Comisión Europea en favor de unos deportistas neerlandeses que denunciaron a su federación internacional competente, quien les impedía competir en competiciones ajenas a su jurisdicción, reflejó en los clubes una nueva vía tras el descontento de la UEFA y sus posibles represalias si decidieran crearla y abandonar su amparo. Por el momento, la decisión de la Unión Europea sirvió a los clubes como un medio de presión para hacer cumplir sus demandas contra la UEFA, algunas de ellas concernientes al Fair-Play Financiero, al Market-Pool o a la participación de jugadores con otro club pese a que ya hubiera disputado una edición con un primero.
En esta ocasión fue Stephen Ross — organizador de laTras un tiempo sin apenas noticias de interés sobre la futura competición, el 27 de octubre de 2020 el entonces presidente del Fútbol Club Barcelona durante el discurso de su dimisión del club anunció que pudiera estar siendo creada por los mandatarios de los grandes clubes. Al respecto manifestó:
A raíz de las declaraciones salieron a la luz otros detalles, como la composición de la misma, que estaría formada en principio por un máximo de 18 clubes los cuales se enfrentarían bajo un formato de liga de todos contra todos a ida y vuelta para disputar después un play-off final en una misma sede para dilucidar al campeón (igual que la Euroliga de baloncesto, y también con un formato cerrado bajo adhesión). Su inicio estaría previsto para la temporada 2022-23, a expensas de resolver importantes cuestiones por lo que no hay nada confirmado. Ni FIFA ni UEFA, responsables por ejemplo de las asignaciones arbitrales que dan validez a los encuentros y por tanto a las competiciones, no solo no han dado su aprobación sino que son contrarias a la misma. La FIFA, al corriente de todos los movimientos a través de la Asociación Mundial de Clubes (WFCA) —homónima de la ECA a nivel mundial—, se encuentra en la creación del Supermundial de Clubes que chocaría con la competición europea; y la UEFA vería seriamente perjudicados los intereses de la actual Liga de Campeones. De igual modo, las federaciones nacionales de cada territorio son también reacias. A dicho play-off por el título se clasificarían los ocho mejores equipos tras la conclusión de la liga regular por parte de los afiliados, los cuales seguirían compitiendo igualmente en sus respectivos campeonatos nacionales, pero estaría por ver cómo afecta a las competiciones vigentes de la UEFA. Es por ello que desde que surgieran los primeros rumores sobre la competición, los clubes hayan estado siempre intentando lograr un consenso con UEFA, ECA y FIFA. Cabe destacar que tabién la UEFA está llevando negociaciones para mejorar la actual Liga de Campeones, donde ya se vieron ligeros cambios y decisiones de cara al futuro en las recientes ediciones, por lo que ambas competiciones pudieran chocar en intereses.
Estos «grandes clubes» son también partidarios del nuevo Mundial de Clubes propuesto por la FIFA, denominado Supermundial de Clubes, cuya primera edición se disputará en 2022. Si bien la nueva competición que podría denominarse European Premier ha contado con una respuesta afirmativa del club barcelonista, se desconoce la verdadera implicación del resto de clubes. Sirva de ejemplo el Real Madrid Club de Fútbol, quien tras estas nuevas noticias manifestó estar al tanto del proyecto, pero que todavía no hay nada concreto y por tanto nada sobre lo que manifestarse aún. El torneo estaría financiado por la banca estadounidense JP Morgan Chase & Co. con un crédito de 5000 millones de euros. La revelación sin embargo ha podido ser contraproducente para los intereses de los implicados debido a la complejidad y delicadeza del asunto. Sí dio nuevas especulaciones cuando apenas dos meses después en la asamblea de compromisarios del club madrileño su presidente Florentino Pérez manifestó ser necesario un cambio en el fútbol actual, si bien no mencionó a la competición, y que diversos medios apuntaron como un paso a la Superliga:
En referencia a las últimas noticias publicadas al respecto, la FIFA emitió un comunicado en el que afirmó que de llevarse a cabo, ni el propio estamento, ni el resto de las confederaciones continentales en caso de llevarse a cabo en más territorios, no sería reconocida privándoles incluso de participar en el resto de competiciones vigentes:
Informaciones del diario francés Le Parisien indicaron que un total de quince clubes pudieran ser los principales creadores del torneo, y que pudieran paliar los negativos efectos económicos de la pandemia en el fútbol europeo. Seis ingleses, Manchester United Football Club, Liverpool Football Club, Arsenal Football Club, Chelsea Football Club, Tottenham Hotspur Football Club y Manchester City Football Club, tres españoles, Real Madrid Club de Fútbol, Fútbol Club Barcelona y Club Atlético de Madrid, tres italianos, Juventus Football Club, Football Club Internazionale y Associazione Calcio Milan, dos alemanes, Fußball-Club Bayern y Ballspielverein Borussia, y uno francés, el París Saint-Germain Football Club. A ellos se unirían cinco clubes invitados para conformar un campeonato de veinte equipos, donde tras una liga al uso —o liga regular—, se disputaría un sistema de play-off por el título. En cuanto a las cifras económicas, el medio parisino apunta que los seis primeros clasificados del torneo pudieran recibir en torno a 350 millones de euros, en contraposición a los 70-80 que recibe en la actualidad el campeón de la Liga de Campeones de la UEFA. La especulación de la llegada de nuevos inversores y patrocinadores, así como los nuevos derechos audiovisuales y de retransmisión acumularían una bolsa de cuatro mil millones a repartir —superior a la cifra que acumula la UEFA por sus tres principales competiciones de clubes—, sería el principal salvoconducto a las cuantiosas pérdidas económicas por la pandemia de COVID-19, cuantificadas en torno a seis mil y ocho mil millones, según Andrea Agnelli, presidente de la Asociación de Clubes Europeos y la Juventus Football Club. El principal valedor, la financiera JP Morgan Chase, prevé que esta inyección económica termine por crear un flujo económico entre todos los clubes, a través de estos veinte iniciales, pese a las continuas críticas recibidas, y con la UEFA pendiente de rediseñar una Liga de Campeones que no solo no es capaz de sacar más beneficios, sino que los reduce.
Nota: pen. = Penaltis; des. = Partido de desempate; pro. = Prórroga.
Únicamente 22 clubes entre los 524 participantes históricos en la competición han conseguido proclamarse vencedores, mientras que 19 más para un total de 41 completan la lista de clubes con presencia en alguna final. Entre ellos, los clubes españoles dominan con veintinueve ocasiones, además son los que han logrado más títulos con dieciocho. Inglaterra es quien más clubes campeones distintos aporta con cinco.
Datos actualizados: Final temporada 2019-20.
Diez federaciones tienen clubes campeones de Europa.
Datos actualizados: final temporada 2019-20
Los 607 puntos logrados por el Real Madrid Club de Fútbol le sitúan como líder de la clasificación histórica de la competición entre los 526 equipos que alguna vez han participado en la misma. 112 puntos por debajo se encuentra el segundo clasificado, el alemán Fußball-Club Bayern, quien a su vez se sitúa 36 puntos por encima del tercero, el Fútbol Club Barcelona.
El máximo goleador del torneo es el portugués Cristiano Ronaldo con 135 goles, seguido del argentino Lionel Messi con 120 goles y el polaco Robert Lewandowski con 73 goles, superando al español Raúl González con 71 goles, siendo además los únicos jugadores en sobrepasar la barrera de los setenta goles en la historia de la competición.
Además cabe destacar entre los máximos anotadores al alemán Gerd Müller por ser el jugador con mejor promedio anotador de la competición con 0.97 goles por partido, por delante de Ferenc Puskás y Alfredo Di Stéfano con un promedio de 0.85 y 0.84 respectivamente, sumando 9 distinciones de máximo anotador entre ellos, cuatro para el alemán, tres para el hispano-argentino y dos para el hispano-húngaro.
Divididos por rondas, el máximo anotador en fases clasificatorias previas es Andriy Shevchenko con 11 goles. En fase de grupos es Messi con 71 tantos, en fases finales eliminatorias —a partir de los octavos de final— Cristiano Ronaldo suma 67 goles, a partir de cuartos de final, Cristiano Ronaldo acumula 42, mientras que a partir de semifinales es Di Stéfano con 18 quien lidera el registro, por delante de los 17 de Cristiano Ronaldo y los 14 de Ferenc Puskás, En las finales dominan Di Stéfano y Puskás con siete cada uno.
Los anteriores registros contabilizan las fases previas clasificatorias. En cuanto a partidos en la fase final del torneo el citado Cristiano Ronaldo es quien acumula más goles, con 134, seguidos por los 120 y 71 de Lionel Messi y Raúl González.
Nota: Contabilizados los partidos y goles en rondas previas. En negrita jugadores activos en la edición presente y club actual.
El español Iker Casillas es el jugador que más encuentros ha disputado de la competición con 181, seguido por los 180 del portugués Cristiano Ronaldo y 157 del español Xavi Hernández. Tras ellos se sitúa el exfutbolista galés Ryan Giggs —quien lideró el registro hasta que fue superado en la edición de 2014-15—, y el argentino Lionel Messi con 149 encuentros.
Los anteriores registros contabilizan las fases previas clasificatorias. En cuanto a partidos en la fase final del torneo, es de nuevo Casillas con 177 quien acumula más presencias, también por delante de Ronaldo y sus 176 partidos, los 151 de Xavi, los 149 de Messi y los 142 de Raúl.
Nota: Contabilizados los partidos y goles en rondas previas. En negrita jugadores activos en la edición presente.
La competición es altamente rentable para los clubes que alcanzan la fase de grupos. La UEFA distribuye parte del dinero obtenido por los contratos televisivos entre estos clubes. En la temporada 2013-14 la UEFA repartió 904 millones de euros entre los 32 participantes, desde los 12,2 millones de euros fijos como cantidad mínima hasta los 57,4 millones para el Real Madrid Club de Fútbol, vencedor de la competición. Además, los clubes ingresan más dinero con la venta de entradas, merchandising, etc.
Debido a la nueva normativa UEFA sobre el fair-play financiero nueve clubes están siendo investigados individualmente,
pese a lo cual, las cifras repartidas son incluidas en los repartos a falta de resolución de cada caso. La medida UEFA pretende sanear y establecer unas normas financieras para todos los clubes para mejorar la salud financiera de los clubes europeos. La regulación afecta directamente a los clubes en el momento de firmas de posibles fichajes, pagos, y acuerdos financieros bajo unos puntos comunes a todos. Como cantidad fija, cada club recibió 8,6 millones de euros merced a su participación, llegando a una cantidad para cada club de como mínimo 15,4 millones sumando las variables de mercado. Cada club así pues recibió aproximadamente 1,7 millones de euros por partido jugado de la fase de grupos. Por victoria se abonó un millón más y por cada empate 500.000 euros. El Real Madrid Club de Fútbol y el Club Atlético de Madrid fueron los equipos que más ganancias obtuvieron en la fase de grupos por sus resultados con 5,5 millones de euros.
Los 16 equipos que se clasificaron para la primera ronda eliminatoria recibieron un bonus de 3,5 millones de euros cada uno. Otros 3,9 millones de euros fueron para cada uno de los ocho equipos cuartofinalistas y los cuatro semifinalistas fueron recompensados con 4,9 millones de euros más. El Real Madrid Club de Fútbol recibió 10,5 millones de euros mientras que el Atlético de Madrid recibió 6,5 millones de euros por sus pases a la final, incluyéndose 4 millones más en el caso de los primeros por su victoria final.
Con respecto al resto de los incentivos, la parte que cada club recibió dependió de su valor en el mercado nacional, además del número de equipos por federación, la posición en los campeonatos nacionales en la campaña anterior y del número de partidos jugados en la Liga de Campeones 2013/14. El Real Madrid Club de Fútbol recibió la cantidad más alta de la temporada en la Champions (57,41 millones de euros) seguido por el París Saint-Germain Football Club (54,41 millones de euros sin reducir las posibles sanciones debido al incumplimiento del fair-play financiero), y Club Atlético de Madrid (50,04 millones de euros).
La Liga de Campeones es la competición deportiva de carácter anual, con mayor audiencia mundial acumulada y su final, es el evento deportivo anual más visto en todo el mundo, con una audiencia global estimada de 360 millones de espectadores, y cobertura en más de 200 países. Su final es uno de los eventos deportivos más vistos del año, con una estimación de 360 millones de espectadores.
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