Las ceratofiláceas (Ceratophyllaceae) son una familia de angiospermas primitivas pertenecientes al orden Ceratophyllales, y constan de un solo género, Ceratophyllum L., 1753, con cinco especies. Estas plantas acuáticas reciben los nombres vulgares de milhojas de agua, bejuquillo o cola de zorro.
Viven sumergidas o flotando en lagos, lagunas o ríos de corriente muy lenta, en zonas templadas y tropicales. Ecológicamente tienen importancia por ser lugar de puesta y refugio de numerosas especies de peces, pero se las considera una molestia al interferir el flujo de agua en canales de riego, la pesca, la natación, la navegación y otros recreos acuáticos, además de servir de hábitat idóneo a las poblaciones de larvas de mosquitos (con riesgo palúdico) y cobijar los caracoles acuáticos transmisores de la esquistosomiasis. En grandes cantidades han bloqueado el funcionamiento de centrales hidroeléctricas. Las especies simpátricas no suelen mezclarse, al presentar diferentes requerimientos de hábitat. No soportan los periodos de emergencia.
Los estambres se rompen por formación de burbujas de aire en el aerénquima, llegando a veces a desprenderse y subir a la superficie; polinización hidrógama por debajo de la superficie del agua. Las especies suelen ser tanto intercompatibles como autocompatibles, lo que permite la reproducción sexual en poblaciones clonales. Dispersión de los frutos principalmente zoócora, tanto interna como externamente, sobre todo por aves acuáticas, que los pueden transportar a grandes distancias.
Las hojas y los frutos son un alimento importante de las aves acuáticas migratorias. Las hojas se utilizan en medicina popular para el tratamiento de los trastornos biliares, la ictericia, las picaduras de escorpiones y las irritaciones menores, los linimentos de C. demersum se usan para la elefantiasis, la fiebre, las quemaduras solares y las dermatitis. Las plantas tienen interés en acuariofilia.
Fenoles y en especial flavonoides (incluyendo o-glicosilflavonas, glicoflavonas, flavonoles, proantocianidinas -cianidina y delfinidina- y antocianinas) presentes.
Plantas no cianogenéticas.
En principio esta familia fue considerada como muy relacionada con el orden Nymphaeales. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que su situación no es cercana a ellas, si bien no son tajantes en cuanto a su colocación como grupo de aparición previa a la división entre monocotiledóneas y el resto de las angiospermas, o bien posterior a esa división. En lo que sí parecen concordar las diferentes posturas existentes es en considerarlas filogenéticamente aisladas y merecedoras de un orden propio, Ceratophyllales, donde las coloca el APW (Angiosperm Phylogeny Website ) y como un clado hermano de las eudicotiledóneas.
La familia es cosmopolita. Se conocen fósiles desde el Aptiense inferior (hace 115 millones de años), estando el género Ceratophyllum reconocido desde el Terciario (hace 45 millones), mientras que el género fósil Ceratostratiotes se ha documentado en depósitos del Mioceno europeo.
El género fue descrito por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 2: 992. 1753. La especie tipo es: Ceratophyllum demersum L.
A continuación se brinda un listado de las especies del género Ceratophyllaceae aceptadas hasta julio de 2011, ordenadas alfabéticamente. Para cada una se indica el nombre binomial seguido del autor, abreviado según las convenciones y usos.
Género Ceratophyllum L., 1753 (= Hydroceratophyllon Ség., 1754; Dichotophyllum Moench, 1794; Revatophyllum Röhl., 1812, err.). La especie tipo es C. demersum L., 1753.
En algunas descripciones, las flores son tratadas como inflorescencias de flores reducidas a un único estambre o a un único carpelo.
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