La candidatura Uruguay-Argentina-Paraguay-Chile 2030 FIFA World Cup es una oferta conjunta por aquellos cuatro países a la sede de la Copa Mundial de Fútbol de 2030. La candidatura definió a la competición como el Mundial Centenario.
Ese año se cumplirá el centésimo aniversario de la primera Copa Mundial de Fútbol, que se celebró en Uruguay y que ganó precisamente el seleccionado local venciendo en la final a su par de Argentina. La motivación de Uruguay de organizar parte de ese motivo histórico, pero debido a su reducida infraestructura, comenzó a trabajar en conjunto con Argentina para presentar una candidatura conjunta para dicho mundial. A su vez, la Conmebol promocionó la candidatura Uruguay-Argentina-Paraguay 2030 tras el interés de Paraguay en sumarse a dicha iniciativa y por gestión del paraguayo Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol.
El 14 de febrero de 2019, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció la incorporación del país a la candidatura. Este ya había estado involucrado en la etapa inicial del proyecto, cuando Argentina manifestó su intención de no organizar el evento y Uruguay lanzó por unos meses una candidatura provisoria solo con Chile.
El martes 4 de octubre de 2005, durante su visita a Uruguay para conmemorar el 75.° aniversario de la primera Copa Mundial de la FIFA, el presidente de la FIFA Joseph Blatter tuvo una reunión con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez. En esa reunión, Vázquez sugirió formalmente que Uruguay podría ser anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2030 junto a otro país del Mercosur, para conmemorar el centenario de la primera copa del mundo.
Tras el encuentro, el suizo Joseph Blatter declaró: «Durante nuestra reunión, el presidente me habló de su sueño de ver a este torneo organizado en la región. Le dije que el sueño de hoy podría ser la visión del futuro, que a su vez podría convertirse en una iniciativa adecuada y, finalmente, un proyecto. La Confederación Sudamericana de Fútbol albergará la Copa del Mundo 2014, y todas las asociaciones (nacionales) podrán presentar su candidatura cuando comencemos el proceso de selección a finales de 2006. El Dr. Nicolás Leoz dice que con el sistema de rotación, será el turno de América del Sur en 2030. Esa es la situación en su estado actual».
En octubre de 2007, Julio Grondona, el expresidente de la Asociación del Fútbol Argentino, aceptó una propuesta de su vecino país para ofrecerse como anfitriones de la Copa Mundial de 2030. Grondona dijo en la carta de respuesta formal a las autoridades del fútbol uruguayo que «el Comité Ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino aprobó por unanimidad la solicitud de su iniciativa de organizar conjuntamente el Campeonato Mundial de la FIFA de 2030. Sin lugar a dudas, para cristalizar este propósito será llevar a profundizar aún más los lazos de amistad que siempre se unen a los dos países, y por lo tanto los deportes y los funcionarios gubernamentales de ambos lados del Río de la Plata a trabajar juntos con el fin de cumplir con la meta final de 2030».
En ese mismo mes, durante una reunión de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Uruguay y Argentina recibieron el apoyo de otros países sudamericanos para co-organizar la Copa del Mundo de 2030.
El 18 de noviembre de 2009, el mismo día en que la Selección de fútbol de Uruguay logró calificar a la Copa Mundial FIFA 2010, llegó la noticia en distintos medios de comunicación, según la cual la FIFA se mostró satisfecha con la iniciativa conjunta de uruguayos y argentinos de organizar el Mundial del Centenario.
Unos días más tarde, el 25 de noviembre de 2009, en una reunión de los presidentes de las asociaciones nacionales y miembros del Comité Ejecutivo de la Conmebol, las asociaciones de fútbol de Argentina y de Uruguay recibió un apoyo unánime a la candidatura conjunta para organizar el Mundial de 2030.
El 10 de junio de 2010, justo un día antes de la inauguración de la Copa Mundial de Fútbol de 2010, una delegación especial del Ministerio de Turismo y Deporte de Uruguay se reunió con el suizo Joseph Blatter, en Johannesburgo proponer oficialmente la candidatura de Uruguay y Argentina como los anfitriones del Mundial 2030.
Actualmente, los países del Río de la Plata continúan trabajando para recibir el torneo. De todas formas, la candidatura sufrió un duro revés cuando la FIFA oficializó a mediados de 2013 su intención de eliminar las sedes conjuntas.
La primera aproximación de Chile a la candidatura ocurrió tras una invitación de Uruguay, en un momento en el que Argentina abandonó la iniciativa de recibir una Copa del Mundo.
El 3 de noviembre de 2014, el presidente de la Federación de Fútbol de Chile, Sergio Jadue, afirmó que empezó a buscar los contactos para presentar una candidatura para organizar el Mundial de 2030, a la que se puede sumar Uruguay para trabajar en una candidatura conjunta. El 4 de noviembre de 2014, el vicepresidente de la Asociación de Futbol Argentino Miguel Ángel Silva afirmó: «Si me lo pregunta concretamente, Argentina no se postula a organizar esa Copa del Mundo», el presidente de la Asociación Uruguaya de Futbol, Wilmar Valdez, dijo que su prioridad era alcanzar un acuerdo con Argentina para trabajar en una candidatura conjunta, pero la falta de interés del lado argentino deja vía libre para que Chile se sume a la iniciativa.
Rafael Fernández, vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, confirmó que Uruguay se presentará como sede del Mundial 2030 en conjunto con Chile. No obstante, la candidatura Uruguay-Chile solo duró unos meses, hasta que a mediados de 2015 Argentina volvió a las conversaciones con Uruguay para organizar el mundial.
El 29 de septiembre de 2015 se vuelve a hablar de la idea de organizar el mundial 2030 entre Argentina y Uruguay luego de que Juan Ángel Napout, presidente de la Conmebol, declarara en un programa televisivo de Fox Sports: «Si algún país de Sudamérica quiere presentarse para ser sede del mundial, es momento de trabajar en ello». Ese mismo día Marcelo Tinelli, candidato a presidente de la AFA, tuiteó: «Lo tienen que organizar Argentina y Uruguay. Sería maravilloso».
El 7 de enero de 2016, los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y Uruguay, Tabaré Vázquez, confirmaron la candidatura conjunta para el mundial de 2030.
El 13 de junio de 2018, la FIFA determinó que los países organizadores de la Copa Mundial 2026 serán Canadá, Estados Unidos y México, de forma conjunta. Con ello, las posibilidades de la candidatura uruguayo-argentino-paraguaya decayeron drásticamente, al ser improbable que dos mundiales se desarrollen en forma consecutiva en América.
El 17 de noviembre de 2016 se reunió por primera vez la Comisión Directiva de Iniciativa 2030, una organización binacional entre Argentina y Uruguay sin fines de lucro, que nace con el apoyo de ambos Gobiernos y tiene como objetivo ayudar a concretar las acciones conducentes a la postulación de Argentina y Uruguay como sedes de la Copa del Mundo en el 2030 organizada por la FIFA.
Está integrada por personas, empresas e instituciones de los dos países que inicialmente participan con las entidades públicas designadas y las Asociaciones Nacionales de Fútbol en el proceso de postulación.
Después del encuentro Alberto García Carmona, Presidente de Iniciativa 2030 expresó: «Estamos muy orgullosos de poder pensar en un proyecto a concretarse dentro de 14 años, lo que nos da la perspectiva necesaria y el tiempo suficiente para realizar una planificación acorde con los tiempos que vienen. Por otra parte, nos permite evitar temas coyunturales actuales que muchas veces son un obstáculo para avanzar».
Esta comisión binacional propondrá a Lionel Messi (en representación de Argentina) y Luis Suárez (en representación de Uruguay) como representantes de la candidatura para organizar el mundial de 2030.
A su vez, empresarios de los dos países propusieron ideas para mejorar la conectividad entre Uruguay y Argentina para el mundial, colocando un puente entre Colonia y Buenos Aires.
A finales de agosto y principios de septiembre, Paraguay fue aceptado para participar en una posible triple candidatura, tras las gestiones del presidente de la Conmebol Alejandro Domínguez, también paraguayo. La posibilidad de una candidatura entre tres países quedó a estudiar por parte de los presidentes de la Asociación Uruguaya de Fútbol, la Asociación del Fútbol Argentino y la comisión binacional Iniciativa 2030.
Las gestiones para la inclusión de Paraguay en la organización del mundial 2030 generaron molestias en la Asociación Uruguaya de Fútbol, y su presidente Wilmar Valdéz acusó cierta insistencia de la Conmebol a pesar de que no es oficial que Paraguay se sume al evento. Por este motivo, Uruguay afirmó bajarse de la candidatura si Argentina acepta modificar la iniciativa uruguaya e incluir a Paraguay en dicha organización. En este caso, Uruguay afirmó que se presentaría unilateralmente como candidato y en caso de fracasar solicitaría realizar una segunda edición de la Copa de Oro de Campeones Mundiales, disputada para festejar los 50 años de la primera Copa del Mundo.
En enero de 2019, el presidente Sebastian Piñera anunció la incorporación de Chile en la candidatura sudamericana. Quedando finalmente oficilizada el 17 de julio en la reunión del MERCOSUR. Desde el Gobierno chileno argumentaron que la idea es que Chile tome parte del peso principal de la candidatura, siendo el segundo país con más ciudades sedes en el torneo, después de la Argentina. Sumado a esto, la vasta experiencia en organización de competiciones internacionales que tiene Chile significó un aumento en la seriedad de la candidatura, fortaleciéndola, para así poder pelear de igual a igual contra las otras ofertas existentes.
Por otra parte, en marzo del mismo año, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, reveló que un posible nombre para la candidatura sería el de Copa del Mundo Cono Sur 2030.
Mientras la comisión Iniciativa 2030 continúa trabajando en el proyecto,
en junio de 2018 el Correo Uruguayo lanzó unos sellos sobre esta iniciativa, buscando promocionar la candidatura conjunta al mundial de 2030. A su vez, durante la Copa Mundial de 2018 se instaló una sede provisoria de la Conmebol en Rusia para promocionar la candidatura conjunta. Se realizaron actividades para difundir la candidatura de los tres países, así como la colocación de una muestra fotográfica y fílmica de la Copa Mundial de 1930, disputada en Uruguay.
Durante la celebración de la Copa América 2019, realizada en Brasil, se dio a conocer el spot y los carteles oficiales de la candidatura, con una presentación hecha por la Conmebol, que los exhibía a cada momento.
En marzo de 2020, por la llegada a la región de la pandemia de enfermedad por coronavirus, se detuvieron las conversaciones entre los países.
Para fomentar la candidatura, en 2021 la Conmebol optó por Uruguay como sede de las finales de la Copa Libertadores masculina y femenina, designando como sedes de los dos eventos a los estadios Centenario y Gran Parque Central, respectivamente. La idea de la confederación era que Uruguay adquiriera la notoriedad internacional por recibir los torneos, que por ejemplo han logrado Argentina y Chile con la realización de Copas Américas o Paraguay al recibir también algún evento continental. A su vez, invirtió dos millones de dólares en diversas reformas en el Centenario, para aprovechar la ocasión y promocionar el relanzamiento de la candidatura sudamericana.
El secretario nacional de Deporte de Uruguay Sebastián Bauzá dijo en octubre de 2021 que, a pesar de la pausa, el ánimo de conseguir la sede sigue «inalterable». En encargado de la comisión chilena, el periodista Michael Boys, declaró: «No hay tanto apuro. Primero viene la postulación oficial en 2022. Luego de unos meses, la FIFA entregará las exigencias técnicas. Y después viene toda la parte política y diplomática: captar los votos para que la sede sea electa». La FIFA amplió el plazo de las postulaciones oficiales hasta fines de 2022.
A mayo de 2019, está previsto que Argentina tenga cinco o seis sedes, que Chile tenga tres o cuatro y que Uruguay al igual que Paraguay tengan dos cada uno.
Según trascendió, cada país hará una preselección de sedes y respectos estadios, para ser evaluados dentro de la candidatura y definir el número final que le corresponderá a cada país.A nivel general, la postulación demandará grandes inversiones, dentro de una zona del continente en el que la infraestructura no se destaca como un punto fuerte, por lo que la candidatura apelará a la importancia histórica de organizar el mundial en 2030. Ha trascendido que entre Uruguay y Argentina se repartirían la final y el partido inaugural,
aunque el primer organizador de los mundiales afirma apostar por recibir ambos encuentros, mientras que Paraguay recibiría una semifinal y Chile tendría una semifinal y el partido por el tercer puesto. Las seis sedes argentinas son una incógnita. En 2012, tras una reunión entre directivos de Uruguay y Argentina, se confirmó que el Estadio Ciudad de La Plata sería junto al Estadio Centenario dos de las sedes principales del proyecto.
Con miras a afianzar la candidatura conjunta de los dos países rioplatenses, la Asociación del Fútbol Argentino le propuso a la Asociación Uruguaya de Fútbol presentarse como sedes para los Mundiales de Clubes de 2017 y 2018, realizando una edición en cada país. En el caso argentino, se utilizaría el estadio Mâs Monumental, pero al final dicha propuesta no prosperó. No obstante, se desprende que el estadio de River Plate será otra sede utilizada por la organización argentina con miras a 2030.
Además del Estadio Mâs Monumental (como subsede Buenos Aires) y del Estadio Ciudad de La Plata (subsede La Plata), de acuerdo con los anteriores certámenes organizados por Argentina, otras posibles sedes para completar los seis estadios, serían el Estadio Mario Alberto Kempes (subsede Córdoba), el Estadio Malvinas Argentinas (subsede Mendoza), el Estadio Brigadier General Estanislao López (subsede Santa Fe) o Gigante de Arroyito (subsede Rosario). Además, se construyó recientemente el Estadio Único de Santiago del Estero, el cual representaría a dicha provincia en el mundial.
En octubre de 2017, un consejero oficialista de Mar del Plata propuso iniciar una gestión para que la ciudad fuese declarada como subsede argentina para el evento. A su vez, San Juan también se propuso como subsede de la Copa del Mundo, planificando reformar el Estadio San Juan del Bicentenario.
De acuerdo con el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Wilmar Valdez, Uruguay tendrá solo dos subsedes, las cuales serán Montevideo y Maldonado. De acuerdo al mandatario de la AUF, son las únicas ciudades con la infraestructura acorde para recibir la cita mundialista. No cabe dudas que uno de los estadios uruguayos de la candidatura será el mítico Estadio Centenario, lugar en donde se disputó la final del primer mundial en 1930. Con respecto a la subsede Maldonado, la única alternativa posible sería reformar el Estadio Domingo Burgueño Miguel, para incrementar su capacidad y lograr que cumpla con los requerimientos FIFA. Si la candidatura se decide por una sede en la zona de Punta del Este, se estudia la posibilidad de importar un estadio desmontable del mundial de Catar 2022 y utilizarlo para tal fin.
Ya sea por presentar un tercer estadio, o por disminuir la inversión necesaria para jugar en Maldonado, una alternativa que tiene Uruguay será solicitar un segundo estadio dentro de la subsede Montevideo. Las posibilidades de lograrlo son limitadas, debido a que es una exigencia FIFA disponer de un solo estadio por sede, pero existen excepciones en otras citas mundialistas. Si Uruguay solicita dicho permiso, podría disponer de dos estadios para acompañar al histórico Centenario: el Estadio Gran Parque Central (también sede del primer mundial, y organizador de uno de los dos encuentros inaugurales en 1930), o el recientemente inaugurado Estadio Campeón del Siglo (construido en 2016 en las afueras del departamento, a partir de las exigencias FIFA). El argumento del estadio mirasol será su mayor facilidad para ajustar su infraestructura para recibir el torneo, mientras que el escenario del Bolso, que demandará una mayor inversión, apelará a la historia de su estadio y al aspecto reglamentario para acceder a la habilitación de la FIFA. En este sentido, de acuerdo a los requerimientos para recibir mundiales, todo estadio que fue previamente mundialista puede volver a serlo si es designado por su respectiva federación y mantiene los requerimientos en seguridad y servicios, por lo que el viejo Parque Central puede disminuir el costo de obras necesario, además de aprovechar la instalación de hoteles, hospitales y servicios entorno al estadio Centenario (solo se encuentran a diez cuadras de distancia entre ellos) y que son exigencias FIFA. Al respecto, desde fines de 2012, Nacional promueve la inclusión del Gran Parque Central como segundo estadio de la sede Montevideo con miras a la realización de un futuro mundial en 2030, hecho que volvió a ratificar a mediados de 2017.
Con respecto a su iluminación, solo tres estadios cuentan con la habilitación de Conmebol para organizar torneos internacionales: el Estadio Centenario y el Estadio Gran Parque Central, con una iluminación de 1.500 luxes, y el Estadio Campeón del Siglo con una luz artificial de 1.300 luxes, los tres escenarios dentro de la capital uruguaya: Montevideo. Si bien el presidente de la AUF en aquel entonces, Wilmar Valdéz, el estadio de Peñarol (Campeón del Siglo) no será tenido en cuenta debido a sus problemas de accesibilidad. , las nuevas autoridades de la Asociación no han desmentido ni ratificado ningún indicio de qué estadio (o estadios) acompañarán al Centenario en la postulación charrúa. Por otra parte, en abril de 2018 se confirmó que Uruguay presentaría dos sedes (Montevideo y una en el interior del país) y que la organización uruguaya dispondría de cuatro estadios: Centenario, Gran Parque Central y campeón del Siglo en Montevideo, más un nuevo estadio hecho fuera de la capital. Se destinarán 300 millones de dólares para modernizar el Estadio Centenario y se construirá otro estadio en el interior (probablemente en Punta del Este) con una inversión de también 300 millones de dólares.
El hecho de buscar una candidatura conjunta entre Uruguay y Argentina para la Copa del Mundo de 2030, corresponde al temor de los uruguayos de no poder albergar un torneo mundial por su escasa infraestructura deportiva. Por este motivo, la intención paraguaya es aportar dos estadios y argumentar su inclusión buscando asegurar el éxito de la candidatura.
En tal caso, acerca de los posibles estadios paraguayos, ambos escenarios corresponderán a la subsede Asunción, y se especula que serán el Estadio Defensores del Chaco y el recientemente reinaugurado Estadio General Pablo Rojas, popularmente conocido como La Nueva Olla. Al igual que el caso uruguayo con la subsede en Montevideo, Paraguay deberá recibir la habilitación de la FIFA para que la subsede en Asunción pueda aportar dos estadios a la candidatura.
A su vez, la segunda sede paraguaya estaría en Ciudad del Este o Encarnación. El Estadio Antonio Aranda (Ciudad del Este) se perfila como la segunda sede paraguaya, tras la presentación de un proyecto del Club Atlético 3 de Febrero para modernizar el estadio y pasar a tener una capacidad de 50 mil espectadores, siendo el estadio más grande en Paraguay, pero también cabe la posibilidad de que en Asunción se utilice un solo estadio, para así habilitar como tercera sede a Encarnación con el estadio de la Liga Encarnacena de fútbol que está en construcción actualmente y tendrá una capacidad para 30.000 espectadores.
El Gobierno de Chile, a marzo de 2019, planeaba proponer cinco ciudades: Santiago (con sus 2 principales estadios: Nacional y Monumental), Concepción (Estadio Ester Roa Rebolledo), Antofagasta (Estadio Regional Calvo y Bascuñán), Valparaíso (Estadio Elías Figueroa Brander) y una quinta ciudad por definir entre Coquimbo y Temuco. Sin embargo, tras las reuniones de mayo de 2019 la cantidad de subsedes chilenas se redujo a «tres o cuatro».
Para poder albergar a 60 000 espectadores, el Gobierno chileno se propuso decidir entre tres opciones para la subsede de Santiago: remodelar el Estadio Nacional, construirlo de nuevo o construir en otro lugar un estadio nuevo.
A continuación, las sedes que tendría la candidatura y sus respectivos posibles estadios. Considerando que competirán cuarenta y ocho selecciones, se ha manifestado que se requerirá de «al menos doce estadios», pero el número de posibles estadios es mayor.
A continuación, otras sedes que llegaron a ser analizadas, que por algún motivo cuentan con menor argumento geográfico, logístico o valor histórico, para conformar la candidatura conjunta, pero que igual poseen algunos atractivos considerables para la organización.
40.005
Por confirmar
40.000
49.000
42.500
25.286
32.000
49.540
30.000
60.000
47.347
18.750
18.000
Una fortaleza de la candidatura es que los cuatro países —Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile— han organizado torneos de la FIFA. Además, casi todos los estadios que se perfilan como candidatos para conformar la postulación poseen experiencia en torneos FIFA o en eventos como designaciones para finales continentales.
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