x
1

Arvo Pärt



Arvo Pärt (Paide, 11 de septiembre de 1935) es un compositor estonio nacionalizado austríaco de música sacra. Se lo identifica como precursor de la música minimalista, y más específicamente del «minimalismo sacro», como sus contemporáneos Henryk Górecki y John Tavener. Es más conocido por las obras de su segundo período compositivo (trabajos corales). En 2014 recibió en Tokio el prestigioso Praemium Imperiale en la categoría de música.[1]

La educación musical de Pärt comenzó a los siete años de edad. A los catorce o quince años escribió sus primeras composiciones. Mientras estudiaba composición (con el maestro Heino Eller) en el conservatorio de Tallin se decía de él que "parecía que cuando se sacudía las mangas se le caían las notas".

Durante ese periodo tuvo muy pocas influencias externas de la Unión Soviética, exceptuando algunas grabaciones y partituras ilegales. Aunque en el momento de su nacimiento Estonia era un estado independiente, la URSS ocupó el país en 1940 como resultado del pacto Mólotov-Ribbentrop (entre la Unión Soviética y el Tercer Reich) y el país permaneció bajo el control de la Unión Soviética (excepto un período de tres años bajo ocupación alemana) durante 51 años.

La música de Part resultaba incómoda a los funcionarios soviéticos, por demasiado moderna y excesivamente religiosa. En todos esos años, Part se mantuvo retirado y fue desarrollando un nuevo lenguaje musical. A partir de 1980 Part tuvo que ir al exilio y emigró con su familia a Viena y luego a Berlín, donde residió muchos años. Desde entonces tiene la nacionalidad austríaca.

La obra de Pärt generalmente se divide en dos periodos. Sus primeros trabajos partieron de un neoclasicismo bastante severo (influido por Shostakóvich, Serguéi Prokófiev y Bela Bártok). Luego empezó a componer usando el dodecafonismo y el serialismo de Arnold Schoenberg. Sin embargo, esto no sólo atrajo la ira de las autoridades culturales soviéticas, sino también demostró ser un callejón creativo sin salida.

El compositor Paul Hillier dice acerca de este periodo: «Llegó a un punto de completa desesperación en el cual la composición de música le parecía el más inútil de los gestos, y le faltaba la fe musical y la fuerza de voluntad para escribir una sola nota».[cita requerida]

Esto debe de ser una exageración, ya que durante esa época compuso su Tercera Sinfonía (de 1971, de estilo transicional). Sin embargo, es claro que Pärt experimentó una profunda crisis personal. Su respuesta fue sumergirse en la música antigua, es decir, volver a las raíces de la música occidental. Estudió canto llano, canto gregoriano y las primeras apariciones de la polifonía en el Renacimiento. Al mismo tiempo, comenzó a explorar la religión y se unió a la Iglesia ortodoxa rusa, lo cual indica que quizá su crisis no era exclusivamente musical, sino también espiritual.

La música que produjo en esta época fue radicalmente diferente. Pärt la describe como “tintineante(tintinnabular) como el tañer de campanas. La música se caracterizaba por armonías simples, frecuentemente notas sueltas sin adornos, o acordes triádicos (los cuales formaron la base de la armonía occidental). Hay alguna reminiscencia al sonido de las campanas (de allí el nombre). Los tintinábulos son rítmicamente simples y no cambian el tempo. Es clara la influencia de la música antigua en estas obras. Otra característica de las últimas obras de Pärt es que tienen textos sagrados, aunque la mayoría de las veces elegía el latín o la lengua eclesiástica eslava que se usa en la liturgia de la iglesia ortodoxa en vez de su lengua materna (el idioma estonio).

Pärt es más conocido por sus últimas obras, y es un caso infrecuente de compositor moderno que alcanza la popularidad en vida. La música de Pärt ha atraído a la atención pública en Occidente, particularmente gracias a Manfred Eicher, que a partir de 1984 grabó varias de sus composiciones para la firma ECM Records, además de influir en la nueva generación de compositores estonios como Erkki-Sven Tüür y Lepo Sumera.

Pärt ha dicho que su música es similar a la luz que pasa a través de un prisma (óptica): la música puede tener un significado ligeramente diferente en cada oyente, creando un espectro de experiencias musicales, similar al arco iris. El compositor minimalista Steve Reich comentó acerca de Pärt: «Ya desde que estaba en Estonia, Arvo estaba sintiendo lo mismo que el resto de nosotros. [...] Amo su música y amo el hecho de que sea un hombre tan talentoso y valiente. [...] Está completamente fuera de la corriente dominante y sin embargo es enormemente popular, lo cual es muy inspirador. Su música llena una profunda necesidad humana que no tiene nada que ver con la moda».

Su música se ha usado en más de cincuenta filmes, como Väike motoroller (1962), Promised Land (‘Tierra prometida, 2004), La Morte Rouge (2006) de Víctor Erice o La gran belleza (2013) de Paolo Sorrentino.[2]​ El Cantus in Memoriam de Benjamin Britten fue usado en Les Amants du Pont-Neuf (de Léos Carax, 1991), en Fahrenheit 9/11 (cuando se mostraba el final de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001) y en la película Japón del cineasta mexicano Carlos Reygadas. Spiegel im Spiegel fue usado en Wit, de Mike Nichols (2001); en Swept Away, de Guy Ritchie (2002); en el drama Gerry, de Gus van Sant (2003); Soldados de Salamina, de David Trueba (2002); Elegí, de Isabel Coixet (2008); en About Time, de Richard Curtis (2013); en La gran belleza, de Paolo Sorrentino (2013); y más recientemente, en Avengers: Age of Ultron, de Joss Whedon(2015).

Fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Oxford en 2016.[3]

El 31 de marzo de 2020, fue galardonado con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, en la categoría de Música y Ópera.[1]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Arvo Pärt (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!