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Visión del Apocalipsis



Visión del Apocalipsis (o Apertura del Quinto Sello del Apocalipsis o Visión de San Juan) es un cuadro pintado por El Greco (Domenikos Theotokopoulos, 1541-1614). Este óleo sobre tela mide 224,8 centímetros de alto y 199,4 cm de ancho, y fue ejecutado entre 1608 y 1614. Se conserva en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos, donde se exhibe con el título de Opening of the Fifth Seal.

Este cuadro fue pintado en los últimos años de vida del Greco, para un altar lateral de la iglesia de san Juan el Bautista extramuros de Toledo.

En el siglo XIX, la pintura pertenecía a Antonio Cánovas del Castillo, primer ministro de España. Insatisfecho con el pobre estado de conservación de la pintura, hizo que la «restauraran» alrededor del año 1880. La restauración quitó al menos 175 centímetros, dejando a Juan el Evangelista enfáticamente apuntando a ninguna parte. Fue esta extraña rareza en la composición lo que quizás intrigó más a los espectadores modernos y contribuyó a su fama entre los modernistas.

Después de la muerte de Cánovas en 1897, la pintura fue vendida por mil pesetas a Ignacio Zuloaga, un pintor decisivo en el renacer del interés europeo en El Greco. La pintura puede verse en el fondo de su obra Mis amigos, representando a varios miembros notables de la Generación del 98. Se sabe que Zuloaga mostró la pintura a Pablo Picasso y Rainer Maria Rilke. Declaró que poseía un «poder visionario» que lo hacía «precursor del modernismo».[1]​ En 1956, el Museo Zuloaga vendió esta obra de arte al Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, donde actualmente se exhibe.

Antes del año 1908 esta pintura recibía el nombre de Amor sacro y amor profano. Cossío tuvo dudas sobre el título y sugirió el de Apertura del Quinto Sello.[2]​ El Museo Metropolitano, donde se guarda el cuadro, comenta: «el cuadro está inacabado y muy dañado y corroído».[3]

El tema está tomado del Libro del Apocalipsis (6:9-11), donde las almas de los mártires perseguidos gritan a Dios clamando justicia sobre sus perseguidores sobre la tierra. La extática figura de san Juan domina el lienzo, mientras que detrás de él almas desnudas se retuercen en una tormenta caótica de emoción cuando reciben las ropas blancas de la salvación.

La porción superior del lienzo parece haber sido considerablemente cortada (fue destruida en 1880). Esta porción superior perdida podría haberse parecido a otro retablo, el Concierto de ángeles, pintado por El Greco para la misma iglesia, y también cortado. Muchos creen que la sección inferior, que se ha conservado, representa al amor profano, mientras que la parte superior sería el amor divino o sagrado.[4]

El marco datado de alrededor de 1670 estuvo realizado en Sevilla, en madera de pino y dorado con pan de oro y de plata. Las esquinas tienen talladas hojas de acanto entrelazadas.[5]

Se ha sugerido que la Visión del Apocalipsis sirvió de inspiración para las primeras obras cubistas de Pablo Picasso, especialmente Las señoritas de Aviñón, que refleja la angularidad expresionista de la pintura. Cuando Picasso trabajaba en Les Demoiselles d'Avignon, visitó a su amigo Zuloaga en su estudio en París y estudió esta Visión del Apocalipsis.[6]​ La relación entre Les Demoiselles d'Avignon y la Visión del Apocalipsis fue apuntada a principios de los años 1980 cuando se analizaron los parecidos estilísticos y la relación entre los motivos de ambas obras.[7]​ El historiador del arte Ron Johnson fue el primero en apuntar la relación entre las dos pinturas. Según John Richardson, historiador del arte británico, Les Demoiselles d'Avignon «resulta que ofrece más respuestas una vez que nos damos cuenta de que la pintura le debe al menos tanto a El Greco como a Cézanne».[8]

Efi Foundoulaki insiste en la «actividad del triángulo Picasso-Cézanne-El Greco, que queda establecida en Les Demoiselles d'Avignon». Foundoulaki analiza la Visión del Apocalipsis y afirma que la figura vestida en la parte izquierda de la pintura y las figuras desnudas a la derecha muestran la contradicción entre el amor sacro y el amor profano. Según Rolf Laesse, esta puede haber sido la inspiración original de Picasso, quien en un dibujo preliminar de las Demoiselles representó a un estudiante de medicina sosteniendo un cráneo o un libro y entrando en una habitación donde hay un marinero entre mujeres desnudas.[9]​ Richardson, sin embargo, conjetura que Picasso conocía la interpretación de Cossío en relación con la Visión del Apocalipsis y basó su teoría principalmente en esta conjetura.[10]

Richardson y Foundoulaki enfatizan los paralelismos morfológicos entre la Visión del Apocalipsis y Les Demoiselles d'Avignon, y exploran la relación Picasso-Cézanne-El Greco.[11]​ Foundoulaki afirma que hay parecido en cuanto a la forma y que Picasso ingeniosamente repitió el juego con la V y los triángulos invertidos del Greco, algo que ya había empezado con Los campesinos.[12]​ Según Foundoulaki, «el diálogo que Picasso inauguró con El Greco en Les Demoiselles d'Avignon, por medio de Cézanne, es llevado adelante por el Cubismo».[12]​ Richardson ve el Apocalipsis en esta pintura del Greco como el catalizador que mostró a Picasso cómo aprovechar la energía espiritual de un gran artista religioso para sus propios fines demoníacos. Según Richardson, Picasso siguió esta visión apocalíptica durante toda su vida.[11]



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