El Turó del Calamot, también llamado, erróneamente, El Penyalar, por una mala traducción del topónimo de los mapas militares Peñascal, es una monte rojiza del macizo del Garraf de 86,9 metros de altura situada junto en el centro del municipio de Gavá (Barcelona) España y al lado del camino de la Sentiu. Está próximo al cerro llamado La Roca de Gavá o, simplemente, La Roca (26,5 metros), que está, a su vez, al lado de la carretera de Barcelona a Santa Cruz de Calafell (C-245).
El espacio delimitado por ambos cerros tiene una larga historia de ocupación humana. Se han encontrado restos del poblado ibérico del Calamot habitado entre los siglos VI y I a. C. En la línea de costa, situada en aquel momento en la carretera a Santa Cruz de Calafell, había un puerto de anclaje en lo que hoy se conoce como las Sorres que funcionó desde el siglo IV a. C. hasta la época romana.
De la época romana, se han localizado restos de almacenes agrícolas, posiblemente dedicados a la producción de vino, de entre los siglos I a. C y I d. C que podrían ser parte de una villa romana todavía no localizada o ser estructures aisladas de las villas ya localizadas en Sant Pere de Gavà y Can Valls del Racó.
La actividad del puerto decayó desde el siglo II d. C. y así continuó hasta la caída del Imperio romano en el siglo V d. C. La causa puede ser que las nuevas tierras aportadas por el río Llobregat dificultaran la navegación o la crisis del estado romano que llevó a una ruralización de la economía y la sociedad. Esta tendencia última llevó al abandono de las villas en el Bajo Llobregat y al regreso a las cuevas.
Se desconoce el origen del topónimo Calamot. Algunos proponen un origen árabe, a partir de la palabra árabe Qala, que significa castillo, y el posible nombre de persona germánico Mot. Ahora bien, no se ha encontrada ninguna estructura en el cerro que se relacione con la ocupación árabe. Otra propuesta para el origen del topónimo es el griego calamoté, que significa cañar.
De hecho, hacia poniente del turó del Calamot pasa la riera de los Canyars, y en el poblado ibérico del Calamot se han encontrado restos de cerámica griega, lo que indica los contactos entre sus habitantes y los griegos.Tras la conquista condal del territorio, la protección de los ataques musulmanes se estructura mediante la construcción de una serie de torres de defensa, en la Roca hubo una de ellas. Pero no encontramos la primera noticia documentada sobre la Roca (la Rocha) hasta el 3 de julio de 1043 y también el 19 de marzo de 1146 (la Rocha de Gavano).
Con el proceso de feudalización, primero fue entregada la custodia militar del castillo de Eramprunyà y de las torres de Gavá a familias nobles y después esta delegación de los condes de Barcelona pasó a ser hereditaria. No está claro si el mismo proceso siguieron las fortificaciones menores, usualmente levantadas junto a núcleos de población preexistentes al castillo. En todo caso, en los siglos XII y XIII estaban en la torre de la Roca las familias Bleda y Tició. Esta última era descendente de un antiguo batlle reial de Gavá a mediados del siglo XII, y posteriormente recibieron de Sant Cugat el feudo de Castelldefels (1178-1340). Uno de los hijos de esta estirpe consiguió el señorío de la torre de la Roca en 1216. En 1305 Pere March lo Prohom, futuro señor de la Baronía de Eramprunyà, compró a los Tició la casa y el término de la Roca. Con la familia de los March, la posesión de la casa de la Roca tuvo un papel importante, fue reservada para sus herederos primogénitos.
El primer señor de la familia March, Pere March, también consiguió autorización para trasladar la capilla de Santa Magdalena del Sitjar (lugar que actualmente ocupa la capilla de Nuestra Señora de Bruguers) a una capilla construida al lado de la Casa de la Roca. Por otro lado, también consiguió en 1324 de parte del rey Jaime II de Aragón autorización para celebrar mercado los martes en la Roca.
Tenemos algunos datos sobre los habitantes del núcleo de la Roca: 40 familias en 1337, 26 hogares en 1365 por causa de la peste, 23 hogares en 1381 y 10 hogares en 1522. En un plano de Gavá de inicios del siglo XVIII (erróneamente datado en 1590) [cita requerida] se diferencian dos núcleos de población, Sant Pere de Gavà y La Roca, este último con seis edificios.
Una referencia del año 1789 todavía habla de la existencia de la capilla de Santa María Magdalena de la Roca, pero no habla de su estado ni de si el pueblo continuaba habitado. En la ley de 1834 que estableció la división en partidos judiciales todavía habla de "Gavá y los Santuarios de Burgues, San Miguel y Santa María Magdalena". La capilla estuvo en pie hasta 1836.
En el entorno del Calamot y la Roca hay dos masías. Una es el más de l'Horta, levantado de nueva planta en el siglo XVII. Su nombre parece relacionado con el topónimo medieval L'horta del señor, que aparece en algunos documentos. La otra masía es Can Ribes, una masía bien conservada que también fue levantada de nuevo, en el año 1769, en un campo denominado La Figuereta. En el siglo XVIII fue propiedad de Francesc Ribes, fabricante textil y ciudadano honrado de Barcelona. Estas masías, inicialmente dedicadas a la viña, después del ataque de la filoxera fueron dedicadas a cultivos de secano: almendros, algarrobos y olivos.
En 1976 el Calamot fue calificado como zona verde. Más tarde un vial por debajo de Can Ribes separó los cerros del Calamot y la Roca. En 1998, una parte del turó de la Roca (5,9 ha), despoblado desde hace tiempo y desaparecidos sus edificios, fue urbanizada y pasó a denominarse oficialmente Parc del Calamot.
Entre 2011 y 2012, una parte del territorio entre los dos cerros es urbanizada como barrio de Can Ribes (7,49 ha), construyendo un nuevo vial por encima de Can Ribes, masía que pierde los muros que le rodeaban. Según el proyecto urbanístico, el territorio que rodea el turó del Calamot (13 ha) pasará a denominarse Parque Nuevo del Calamot.Escribe un comentario o lo que quieras sobre Turó del Calamot (directo, no tienes que registrarte)
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