Tulyehualco (en náhuatl: lugar alrededor de los tules)?, es un poblado ubicado en el oriente de la Ciudad de México en la Delegación Xochimilco, al oeste colinda con el poblado de San Luis Tlaxialtemalco, al este con San Juan Ixtayopan, al norte con Tláhuac y al sur con el volcán extinto Teuhtli.
Tulyehualco fue parte de los nueve poblados chinamperos junto con Xochimilco, Nativitas, Acalpixca, Atlapulco, Tlaxialtemalco, Tláhuac, Tetelco, Tezompa y Mixquic.
El primer templo y atrio dedicado al apóstol Santiago en Tulyehualco datan del siglo XVI, el claustro del siglo XVII y el segundo templo se inició a principios del siglo XVIII, terminándose en 1962. El 25 de julio se celebra la fiesta patronal en honor al apóstol Santiago con danzas autóctonas, santiagueros, vaqueros y eventos populares.
La construcción corresponde al año de 1607, la iglesia cuenta con tres altares, el altar de Nuestra Señora del Rosario del siglo XVII, la escultura de La Concepción de María, la escultura de San Rafael, San Miguel y Santiago Apóstol. Se puede apreciar siete óleos entre ellos están “Los siete Dolores y Gozo de San José”, Santo Sebastián de Aparicio, Depositario de Tobías, un lienzo cruciforme “Elección de San José". Cuenta también con el altar de Nazareno con nueve óleos representando la Pasión de Cristo.
Su nacimiento data de 1181, cuando un grupo de indígenas xochimilcas establecieron una pequeña aldea. Actualmente es una importante población con nueve barrios y cinco colonias, en la que se festeja cada año La Feria del Olivo y la Alegría con fecha móvil a fines de enero y principios de febrero. En la actualidad el pueblo es regido por una Coordinación Auxiliar de la delegación, la cual está a cargo durante el periodo 2013-2016 por el Coordinador Territorial así como buscar apoyos a los campesinos y productores tulyehualquenses.
Cuenta una leyenda que entre esa raza de gigantes destacaban dos jóvenes guerreros llamados Popocatépetl y Teuhtli, quienes al ver peligrar su mundo ante la destrucción inminente, intentaron defenderse y olvidar que ambos estaban enamorados de la misma mujer: Ixtaccihuatl.
Dieron ardua batalla, pero al ver que sus esfuerzos resultaban vanos decidieron poner a salvo a la mujer amada. Fue Popocatépetl el encargado de sacarla del campo de batalla e ir rumbo al oriente, hacia donde sale el Sol. Sin embargo, la joven ya tenía una herida mortal. También el valiente guerrero estaba lastimado de gravedad, pese a ello, pudo huir con su preciada carga y alejarse para ponerla fuera de peligro.
En tanto, Teuhtli seguía dando su máximo esfuerzo, resistiéndose hasta caer muerto. Era el castigo divino por los desmanes y las constantes luchas que había entre los hombres, pero también el surgimiento del segundo sol, el sol del agua en el que se transformó Quetzalcoatl.
Ya en lugar seguro, Popocatépetl, depositó a la mujer en un promontorio y se sentó a su lado. El tiempo hizo lo demás, poco a poco, fue cubriendo de nieve al guerrero y a la doncella. Lo mismo pasó, lejos de allí, con Teuhtli cuya cumbre en deshielo se convirtió en manantial surtidor de los lagos de Chalco y Xochimilco. Iniciaba la era del segundo Sol.
El enemigo contra quien pelearon Teuhtli y Popocatépetl, a decir de la “Teogonía e historia de los mexicanos” fue el mismo dios Tezcatlipoca transformado en uno o varios tigres, quienes “los acabaron y comieron, de que no quedó ninguno” de los miembros de dicha raza de gigantes, que en tiempos remotos poblaron el mundo.
Anexas a la narración anterior, también se encuentran otras versiones que tratan de explicar la relación que existe entre el Teuhtli y el Yeteco. Entre ellas está la que dice, quizá con un poco de humor negro, que el Yeteco fue concebido por Ixtaccihuatl y el Teuhtli, pero debido a que la mujer no daba de amamantar al niño, el padre enfurecido le dio una patada tan fuerte que su impulso la hizo caer en el lugar que hoy se encuentra, en los límites del Estado de México y Puebla, al lado del coloso Popocatepetl. Agregando además que la falta de alimento materno fue la causa de que el Yeteco no creciera y se quedará pequeñito hasta nuestros días.
Si bien se ha hablado del Teuhtli guerrero y del esposo enfurecido por el descuido de las obligaciones maternas, no debemos dejar de lado el Teuhtli sabio, tan sabio como el Popocatépetl y el Tepozteco. Verlo como a ese gran señor, al que los antiguos habitantes de Milpa Alta acudían para pedir consejo, tal y como nos los deja vislumbrar el cuento de “La leña del recién casado”, cuyo protagonista, habitante de Malacateticpac, acude a él para que le diga cual es la leña del recién casado, y poder así, cumplir con uno de los trabajos que puso como condición el padre de la muchacha de la que se había enamorado y poder casarse con ella.
A la entrada de la localidad es posible apreciar un parque con un arco de piedra. Este arco está ubicado en donde en épocas anteriores a la conquista se encontraba el acceso sur al dique de Cuitláhuac.
El dique o albarradón de Cuitláhuac fue parte de un sistema de diques construidos durante el imperio azteca para controlar los niveles de agua de los lagos que rodeaban a la ciudad de Tenochtitlán, y en especial el dique de Cuitláhuac separaba las aguas saladas del lago de Chalco de las aguas dulces del lago de Xochimilco.
El dique constaba de dos secciones, la primera de Tulyehualco a un islote donde actualmente se encuentra el centro de Tláhuac y la segunda de Tláhuac a Tlaltenco, a las faldas de la sierra de Santa Catarina, donde se encuentra un arco similar para marcar el acceso norte del dique.
Hernán Cortés llegó a Tenochtitlán desde los grandes volcanes por el Paso de Cortés, hasta Chalco, Mixquic y de ahí a Tulyehualco, donde hizo una parada ya que se encontró por primera vez ante un dique del sistema hidráulico mexica. Esto representó un reto para él, pues cuentan las narraciones que el dique era del ancho de una lanza y además había sistemas de compuertas que se abrían y cerraban para controlar el flujo del agua. Se sintió amenazado, pues sus fuerzas irían en fila y existía la posibilidad de ser aislados en el medio del dique, lo que hubiera sido desastroso. Finalmente cruzó el dique y llegó a los volcanes Yuhualixqui y el Xaltepec de la sierra de Santa Catarina, para encaminarse al Cerro de la Estrella Huixachtitlan, donde iniciaba otro dique, el de la calzada Iztapalapa, donde por primera vez pudo contemplar la magnífica ciudad de Tenochtitlán.
Cabe destacar que en Tulyehualco es común encontrar olivos, de entre estos olivos hay algunos muy especiales por su apreciable antigüedad (especialmente en el parque ecológico de la Loma, pero también los hay cerca del panteón en el centro de investigación de la UAM), esto se debe a que Tulyehualco fue el primer lugar en América donde los monjes españoles decidieron crear huertas de olivos para la obtención de aceitunas.
En el año de 1908 el entonces presidente Porfirio Díaz inauguró una serie de tranvías en la ciudad entre los que se encontraba la ruta que iba de Tulyehualco a Xochimilco, y posteriormente conectaba al centro de la ciudad de México por Tlalpan.
Esta ruta se cuenta que era característica por contar con un carro ó góndola destinado a transportar los bienes especialmente agropecuarios producidos en la región chinampera.
Cabe destacar que existió un proyecto para crear un tranvía que llegaría hasta la región de los volcanes extendiendo la línea del tranvía que llegaba hasta Tulyehualco, pero el proyecto fue detenido debido al inicio de la revolución mexicana.
Tulyehualco es un pueblo que ha dado al mundo campeones mundiales en deporte, científicos y hasta a Quirino Mendoza y Cortés autor del "Cielito Lindo" una de las poblaciones más antiguas asentadas en la época prehispánica cuenta con los árboles de Olivo más viejos de América y se erige como el lugar dónde se originó el dulce de amaranto o "alegría" e incluso y a decir que pues obviamente de algunos es aquí donde se tiene el registro más antiguo de la elaboración de nieve comestible.
Los deportistas de esta región son especialistas en el Trinquete (frontón).
Como en toda la república mexicana el fútbol es un deporte muy popular. Tulyehualco posee un equipo que es parte de la tercera división de la Femexfut. Equipo al que se conoce como el "Club Deportivo Tulyehualco", en el cual han jugado diversas personalidades como: Raúl Jardines "El calavera", Luis Carlos Fragoso Barona que jugó en Toros Neza al lado de Pablo larios Iwasaki y que ahora se desempeña como entrenador certificado por la federación de fútbol de Suecia y Alejandro García Aguirre "El Cuauhtémoc", grandes futbolistas consagrados de su época.
Entre las participaciones más destacadas están la de las olimpiadas de Barcelona (1992) cuando una delegación liderada por Pedro Santamaría Saldaña y Horacio Saldaña Jiménez obtiene medallas de oro y bronce para México en la categoría de deporte de exhibición.
Recientemente han destacado con varios primeros lugares durante el Mundial de Pelota Vasca 2006, del cual Tulyehualco ha sido una de las sedes. En los pasados Juegos Panamericanos que se llevaron a cabo en Guadalajara, Heriberto "Loquillo" López consiguió medalla de oro tras vencer en dos sets a un representante de Cuba.
El baloncesto ha sido otro de los deportes que le ha dado prestigio a la población y cuenta con un gimnasio donde se practica este deporte con una liga que desarrolla sus actividades durante todo el año en las categorías desde infantil menor (7 y 8 años) hasta máster.
En la actualidad donde se encuentran sembrados los primeros árboles de olivo, Existe un parque donde asisten familias para recrearse principalmente los fines de semana, y todos los días va gente del pueblo y de los pueblos circunvecinos a practicar algún deporte, caminata diaria, ya que cuenta con juegos infantiles, canchas de fútbol, palapas, canchas de baloncesto y basquetbol, entre otros. Con el paso de los años ha habido mejoras en sus instalaciones para su conservación, cuidado y mejor funcionamiento.
Aquí se produce una pequeña variedad de productos agrícolas como calabaza, maíz, tomate, amaranto, olivo, etc. Y se destaca el procesamiento y comercialización del amaranto y el olivo.
Tulyehualco es el principal comercializador de productos derivados de esta planta en la Ciudad de México.aceituna y el aceite de olivo.
Entre ellos están laSe le denomina alegría a un dulce elaborado de la mezcla de la semilla del amaranto con miel o azúcar derretida que es moldeada de variadas formas, la más común es de prisma rectangular. Este alimento es ampliamente comercializado en Tulyehualco y se le atribuyen grandes propiedades alimenticias.
Como muchas poblaciones en México cuenta con una amplia tradición. Entre las actividades que se realizan cabe destacar la feria de la alegría y el olivo, la feria de la nieve y la feria patronal o de Santiago Apóstol. Todas ellas se llevan a cabo en la plaza cívica denominada "Plaza Quirino Mendoza y Cortés".
Con gran Cultura, tradición y Costumbres, se celebran las fiestas patronales del pueblo de Tulyehualco. A continuación mencionamos las principales:
Fiesta de Santiago Apóstol (25 de julio) y Nuestra Señora de San Juan de los Lagos Fiesta (2 de febrero)
1- Padre Jesús de Calyecac "El Chinito" Barrio de Calyequita Fiesta (1° viernes de Cuaresma y 6 de agosto)
2- La Guadalupita Barrio La Lupita Fiesta (12 de diciembre)
3- San Sebastián Mártir Col. San Sebastián (20 de enero)
4- San Isidro Labrador Col. San Isidro (15 de mayo)
5- San Antonio de Padua Col. Las Animas (13 de junio)
6- La Inmaculada Concepción "La Conchita" Col. Quirino Mendoza (8 de diciembre)
7- Jesucristo Rey del Universo Col. Cristo Rey (20 de noviembre)
8- San Felipe de Jesús Col. San Felipe Fiesta (5 de febrero)
9- Santiago Apóstol Colonia Santiaguito Fiesta (25 de julio)
10- Nuestra Señora del Carmen Col. Del Carmen Fiesta (16 de julio)
13- Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús Col. Cerrillos 3° Sección Fiesta (31 de mayo)
14- Divino Salvador Col. Cerrillos 1.ª Sección Fiesta (6 de agosto)
15- San Jose Col. Cerrillos 2.ª Sección Fiesta (19 de marzo)
16- Santa Cruz Col. Cerrillos 2.ª Sección Fiestas (3 de mayo y 14 de septiembre)
17- Nuestra Señora de Guadalupe Col. Las Mesitas Fiesta (12 de diciembre)
18- Nuestra Señora de la Asunción Col. Olivar Santa María. Fiesta (15 de agosto)
19- Santa María Infantita Barrio de Nativitas Fiesta (8 de septiembre)
20- Señor de la Misericordia Col. La Loma Fiesta (3 de abril)
21- San Judas Tadeo Apóstol Col. Tecoloxtitla bajo Fiesta (28 de octubre)
22- Nuestro Padre Jesús de Aquixtla Col. El Llano Fiesta (último domingo de diciembre)
23- San Pedro Apóstol Col. Tecoloxtitla alto Fiesta (29 de junio)
24- San Francisco de Asis Col. San Francisco Chiquimola Fiesta (4 de octubre)
Festividad que es llevada a cabo a finales de enero o principios de febrero cuyo principal atractivo es la comercialización de productos de amaranto y olivo. Suele prolongarse por dos semanas, se realiza desde hace 40 años y se ha convertido en una de las ferias más importantes a nivel Ciudad de México.
El amaranto comienza a utilizarse desde épocas prehispánicas, en donde lo utilizaban como parte de la dieta alimenticia, y como ofrenda a los dioses.
El nombre "alegría" se adjudicó, en el siglo XVI, al dulce que se fabrica con semilla reventada y luego, a la planta entera. Para convertir la semilla en dulce solo se le condimentaba del primero de diciembre al primero de junio, ya que la estación de lluvias no permitía la conservación de los panecillos.
El amaranto ocupó un sitio en las fiestas religiosas y ceremoniales, en donde las semillas de la alegría de otros pueblos autóctonos de la parte central de México usaban el huautli (alegría) para formar ídolos pequeños con los cuales se aseguraba el éxito en las siembras y cosechas, así como para celebrar diversas actividades en honor a Tláloc (Dios de la Lluvia) o Huitzilopochtli (Dios de la Guerra).
El huautli estaba asociado con rituales paganos en honor a sus dioses. Cuando los Aztecas efectuaban el principal festejo del año dedicado a Huitzilopochtli, el centro de la ceremonia se constituía por un enorme ídolo del dios, confeccionado con masa de huautli y miel de abeja de maguey, tuna roja, el cual era admirado por la gente de la ciudad para luego ser despedazado y comido "con reverencia, temor y lágrimas". Esta ceremonia se le llamaba Teokualo. La masa del huahtli tenía un lugar importante en las ceremonias religiosas, con ellas se elaboraban los Huaunquiltamalli para ser ofrecidos a Xiuhtecutli, Dios del Fuego.
De lo anterior se desprende que el huautli era la planta ceremonial más importante de los Aztecas y otros pueblos del México prehispánico, sin embargo, con la llegada de los españoles, los misioneros se encargaron en abolir las ceremonias religiosas y por ende, eliminar el cultivo de la semilla. Pero la magnífica adaptación de la planta a nuestros climas, y su gran resistencia a las heladas y plagas, así como el sentido tradicionalista del pueblo, impidió su desaparición.
La semilla de amaranto se consumía especialmente en forma de atoles y tamales. Los productos más comunes era una esfera de amaranto llamada tzoatli o zoale. Para preparar las semillas de amaranto se les molía y mezclaba con miel de maguey. Los tarahumaras, mayas, tepehuanes, yaquis y miembros de otras tribus, preparaban un producto similar.
En la época prehispánica el Huautli no solo tenía un uso alimenticio, ya que existían varias festividades en las que se recurría a él para usos ceremoniales, por ejemplo se usaba en la ceremonia de la Renovación del fuego la cual se celebraba cada 52 años. De igual manera el Huautli se utilizaba en una celebración solemne denominada Panquetzaliztli, la cual se realizaba de manea anual.
El Huautli se utilizaba en el mes del Tepeihuitl para la festividad realizada en honor a los montes del valle de México, como el Popocatépetl, el Chicomecoatl, entre otros. Por otra parte en el mes llamado Izcalli se realizaban ceremonias dedicadas a Xiutecutli dios del fuego en la que también se utilizaba. En el mes Hueipachtli se realizaban ceremonias de limpieza o purificación, la cual se conseguía comiendo Tzoalli el cual estaba preparado con Huautli.
«[...] toda persona sin excepción se disponía, por medio de abluciones, a limpiar sus pecados menores o veniales y terminada la fiesta que se realizaba en él, se entregaban para comer el Tzoalli, pan compuesto de Huautli, maíz y miel negra. Pues la purificación por el agua no era completa; los pecados mayores se remitían por medio de una verdadera confesión con los sacerdotes, y la limpia se consumaba comiendo un pedacillo de Tzoalli con el que había sido formado el cuerpo de algunos dioses. Era semejanza de la confesión y comunión de los cristianos.»
Esta festividad coincide con la semana santa, siendo su atractivo principal la producción de miles de litros de nieve de miles de sabores.
La feria de la nieve tiene su origen en la época prehispánica, la nieve era consumida únicamente por los sacerdotes y los grandes señores, debido a que los xochimilcas le otorgaban un sentido religioso. El hielo era traído desde los volcanes Popocatépetl e Ixtaccihuatl, para trasladar el hielo ocupaban 2 días, se utilizaban sacos de piel con ixtle para evitar que se derritiera. Ya teniendo el hielo, los xochimilcas lo picaban finamente y lo endulzaban con miel de tuna o maguey. En Tulyehualco la tradición se remonta aproximadamente a 129 años atrás, donde los pobladores servían este manjar a los caciques, con el paso del tiempo los familiares de los fundadores comenzaron a mezclar el hielo con frutas obteniendo sabores exóticas y decidieron poner sus puestos para vender sus creaciones, dando así, origen a esta deliciosa tradición.
En la feria de la nieve algunos pobladores de Tulyehualco elaboran nieve de distintos sabores, para que los visitantes degusten de esta nieve, se elaboran nieves tradicionales de: mamey, fresa, vainilla, chocolate, guanábana, zarzamora, coco, futas secas, etc. También elaboran nieves de sabor exótico como: nieve de pétalo de rosas, de nopal, de tequila, de chile, de víbora de cascabel, etc. Esta tradición se ha llevado de generación en generación y es una de las tradiciones más importantes del pueblo de Tulyehualco.
Y actualmente esta celebración de la feria de la nieve, es visitada por muchos turistas extranjeros y/o nacionales los cuales quedan sorprendidos por la gran diversidad de sabores de nieves.
El Día de Muertos es una de las celebraciones más arraigadas en este poblado convirtiéndose en una demostración de fe y espiritualidad. El 1 y 2 de noviembre se crea un espacio mágico, en donde conviven los vivos de este mundo con las almas de sus familiares muertos. En Tulyehualco se acostumbra que las familias coman alrededor de las tumba de sus seres queridos, por supuesto llevándoles su comida favorita, hay música, risas y un total desapego a la muerte como tal. Por la noche los niños salen de sus casas disfrazados para pedir la típica "calaverita", por otra parte el pueblo hace un recorrido hasta el panteón cargando un ataúd con frases políticas, bromas, etc., seguido por un séquito de personas disfrazadas llamándole el desfile de “Las Locas”, son hombres disfrazados de mujeres que mofan a su paso y a todo el que se ponga por delante, llevan música de banda y son la atracción del desfile.
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