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Sofía Bassi



¿Qué día cumple años Sofía Bassi?

Sofía Bassi cumple los años el 28 de julio.


¿Qué día nació Sofía Bassi?

Sofía Bassi nació el día 28 de julio de 1913.


¿Cuántos años tiene Sofía Bassi?

La edad actual es 111 años. Sofía Bassi cumplió 111 años el 28 de julio de este año.


¿De qué signo es Sofía Bassi?

Sofía Bassi es del signo de Leo.


Sofía Bassi (13 de julio de 191311 de septiembre de 1998)[1]​ fue una pintora y escritora mexicana destacada por ser una artista surrealista al igual que por su vida privada, que incluyen cinco años en prisión por el delito de asesinato. Mantuvo una carrera activa a pesar de estar encarcelada, y pintó su primer mural dentro de la prisión en Acapulco, con el apoyo de Alberto Gironella, José Luis Cuevas, Rafael Coronel y Francisco Corzas. Este mural se encuentra en el Palacio Municipal de Acapulco. En realidad el mural se encuentra en el patio de la Escuela Preparatoria número 7 de la Universidad Autónoma de Guerreo, en Acapulco de Juárez Guerrero.

Bassi nació el 13 de julio de 1913 en Ciudad Camerino Mendoza, Veracruz, un pueblo nombrado así en honor de su tío, quien participó en la Revolución Mexicana.[2][3]​ Su verdadero nombre fue Sofía Celorio Mendoza, pero lo cambió para fines artísticos.[4]

Estudió filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México por dos años. Sin embargo, en 1964 aprendió por ella misma a pintar.[4][5]

Bassi se casó dos veces. Su primer matrimonio fue cuando era muy joven, pero se divorciaron después de haber tenido sus primeros dos hijos, Hadelin y Claire Diericx. Su segundo matrimonio fue con Gianfranco Bassi, de familia noble mexicana. Con este matrimonio tuvo a su tercer hijo, Franco.[1]

En 1968, se entregó a la policía y fue encarcelada por el asesinato del Conde Cesare D’Acquarone, el esposo de su hija Claire.[5]​ En su declaración oficial ella argumentó que fue un accidente, aunque los rumores señalaban que su hija fue la responsable de la muerte del Conde.[1][4]​ Cumplió una condena de cinco años en la prisión, y en 1972 fue liberada. A la muerte del Conde, Claire, la hija de Bassi, mantuvo por decisión legal el título nobiliario y se quedó con la herencia de su difunto esposo.[1]​ Sin embargo, Bassi continuó creando arte, pintando su primer mural, realizado en una pared de la prisión con la colaboración de Rafael Coronel, Francisco Corzas, José Luis Cuevas y Alberto Gironella. Muchos de sus otros trabajos se publicaron en el libro 100 obras de Sofía Bassi realizadas en la cárcel, mientras ella se encontraba en prisión.[1][4][5]​ Ella escribió un libro acerca del episodio en 1978.[4]

Más tarde trabajó como miembro del World Human Rights Committee, en Nueva York. En 1991, recibió una medalla de parte del gobierno mexicano por su trabajo con personas mayores.[5]

Vivió en Lomas de Chapultepec, y siguió pintando y escribiendo hasta su muerte.[3][4]​ Doce años antes de su muerte, diseñó y pintó en fibra de vidrio Sarcófago de huevo, que se utilizó para su funeral. Ella consideró el huevo como una señal de fertilidad y renacimiento, una imagen de muchas apariciones en pinturas que hizo para la NASA.[3][4]​ En 1998, Bassi murió a causa de un infarto al miocardio, a la edad de 85 años. Sus restos se cremaron en el Panteón Español y se depositaron en la Capilla de la Paz, en Acapulco, debajo de una cruz que, diseñada por el arquitecto Ricardo Legorreta, da vista a la bahía.[4]

Bassi empezó por ella misma a pintar, con el apoyo de su esposo.[2]

Tuvo alrededor de 90 exhibiciones individuales y participó en 165 exposiciones.[4]​ Su primera exhibición fue en la Galería Plástica y “Lys Gallery”, en Nueva York, un año después de haber empezado a pintar.[2][5]​ A partir de su primera exposición, se presentó en México, Estados Unidos, Europa y África.[5]​ Algunas de sus exhibiciones más importantes forman parte del Museo de Arte Moderno, de La Maison de L’Amerique Latine, en París, del Museo Selma Lagerlöf de Estocolmo, del Museo de Arte de Tel Aviv y de la Galería de la Presidencia de la República, en la Ciudad de México.[2][5]

En 1974, su vida y 70 de sus mejores obras se incluyeron en el libro Los continentes del sueño, escrito por Salvador Elizondo y publicado en cinco idiomas.[2]

Pintó dos murales durante su vida. El primero lo realizó estando en la prisión de Acapulco, en colaboración con Alberto Gironella, José Luis Cuevas, Rafael Coronel y Francisco Corzas en 1969, llamado Primero mi patria, luego mi vida. Más tarde, la prisión se convirtió en una secundaria, y el mural se restauró y se trasladó al Palacio Municipal de Acapulco, para su preservación.[2][4]​ Su otro mural, de 1994, es “Sabiduría es la paz”, el cual se halla en el vestíbulo de la biblioteca Antonio Caso de la H. Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM.[5]​ Después de los primeros viajes a la Luna por parte de la NASA, la invitaron a crear un trabajo para conmemorar sus logros, resultado de lo cual fue su trabajo "Viaje espacial", que dio a conocer el astronauta Michael Collins.[1]

Además de su esfuerzo, colaboró con artistas como Asger Jorn, Alberto Gionella y Hadelin Dieriex.[2]​ En 1970, creó el escenario de trabajo para Adriano VII, y en 1976 pintó el muro de separación del escenario principal del Teatro de las Américas Unidas, en la Ciudad de México.[2]​ Influyó en un gran número de libros, entre ellos: “Obliteración”, de Rodolfo Usigli; “Cero en retórica”, de Alfonso Simón Pelegrí; “Un arcángel llamado Claire”, de Carlos Manuel Pellecer; “Don Q”, de José López Portillo.[2][5]

Sus obras se encuentran en museos de México, Bélgica, Estados Unidos y Francia.[4]​ Incluyen las colecciones del Museo de Arte Moderno, del Museo Selma Lagerlöf de Estocolmo, del Museo de Arte Moderno de Tel Aviv y del Museo de Guadalajara. Fue la encargada de hacer el retrato de Amado Nervo, que forma parte de la colección del Amado Nervo Home-Museum en Tepic, Nayarit.[2]​ Para la NASA, en 1969, pintó la obra “Space Travel”, que formó parte de la colección del Instituto Smithsoniano.[2][5]

Además de su trabajo artístico, también fue escritora. En 1966 publicó una novela titulada El color del aire, seguida de El hombre leyenda;[3]Prohibido pronunciar su nombre, en 1978, y Alfolí, un libro de historias cortas escritas con la poeta Bertha Rosalía González Aragón.[5]​ Dejó dos novelas sin publicar, después de su muerte.[4]

También fue participante frecuente en mesas redondas, conferencias e hizo apariciones en radio y televisión, incluido su propio programa en la XEW, en donde se discutían temas artísticos y académicos.[2]

Los reconocimientos que obtuvo Bassi incluyen la Cruz de la Orden de Malta, otorgada en 1967; “Prefetto di Terni Cup”, en la Competencia “San Valentino D’Oro”, en Italia en 1970; la Legión de Honor, en 1975, y la membresía en el Salón de la Plástica Mexicana.[1][2][3]​ En 1988, el Polyforum Cultural Siqueiros presentó una exhibición retrospectiva en su honor.[5]

Jean Michel Cropsal, en 1972, calificó su trabajo como una “impresión mágica”, pero es más común clasificarlo por su estilo surrealista.[2][4]​ Bassi describió el arte como un elixir que ella quería beber hasta el final de su carrera, para no morir.[6]​ Pintó paisajes antropomórficos que representaban los continentes y ciudades perdidas, y algunas veces fue surrealista inspirada por la película Trampa para una niña grabada en Guatemala y dirigida por Ismael Rodríguez.[5]



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