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Riot grrrl



¿Dónde nació Riot grrrl?

Riot grrrl nació en Washington.


Riot Grrrl es un movimiento feminista estadounidense, ligado a la escena alternativa, nacido en los primeros años de la década de 1990 principalmente en el estado de Washington y más concretamente en la ciudad de Olympia.[1]​ Durante estos años se observó a una fuerte eclosión cultural cuya finalidad era "cambiarlo todo". En este contexto, muchas mujeres, que no querían ser groupies, ni ver los conciertos desde la última fila, ni estudiarse las obras completas de Led Zeppelin antes de considerarse artistas[2]​ se unieron y dieron pie a la emergencia de este movimiento gracias a la compleja red de intercambio existente en el mundo underground. Es decir, generaron un sentimiento de comunidad fuertemente vinculado al mundo de la cultura gracias a la filosofía del DIY (Do It Yourself; Hazlo tú mismo, en castellano), exposiciones de arte, fanzines, activismo y militancia política.

En España, la influencia del movimiento Riot Grrrl se hace notar sobre todo a finales de los años 90 con la implantación del rock alternativo y de la mano de sellos como Subterfuge Records y Elephant Records. Si bien es cierto que el estilo de música elegido no fue en todos los casos el punk, si se mantuvo cierta fidelidad en lo que se refiere a la temática general de las letras y a las preocupaciones expresadas en sus temas.[3]

Con el surgimiento del punk a finales de los años 70, primero en la escena de Nueva York, de la mano de bandas como The Velvet Underground, Television, o Ramones y luego en el Reino Unido con Sex Pistols a la cabeza, llegó la promesa de un gran cambio de paradigma. Ya no hacía falta ser un virtuoso, saber tocar los instrumentos o cantar bien, con tener algo que decir bastaba. Así toda una generación de jóvenes (hombres y mujeres) vieron como se les brindaba la oportunidad de dar el salto y pasar de ser meros consumidores a producir sus propios temas. Fueron muchas las bandas que respondieron a la llamada y muchas las personas que decidieron tomar las riendas de su propio destino. El punk había nacido y sería el caldo de cultivo para muchas de las bandas que servirán de influencia al movimiento Riot Grrrl.[4]

En este contexto no fueron pocas las mujeres que consiguieron abrirse camino y allanaron el terreno para lo que estaba por llegar. Algunas de las más importantes, que sirvieron de ejemplo tanto en lo referente a la actitud como al sonido son Patti Smith, Siouxsie Sioux, The Slits, Au Pairs, The Raincoats, The Runaways/Joan Jett[5]

Aunque se suele citar como el inicio de todo a Kathleen Hanna de Bikini Kill fundamentalmente por la gran importancia que adquirió su banda, no hay que perder de vista que el movimiento Riot Grrrl es ante todo un estallido de energía comunitaria, autogestionada e independiente estructurado alrededor de la publicación de fanzines como herramienta de difusión. Aunque existieron muchos y con trayectorias más o menos consistentes, son cuatro los más significativos y los que tendrán una mayor influencia.[6]

El primero, Jigsaw fundado en 1988 y editada en Olympia por Tobi Vail se basaba fundamentalmente en el análisis de la relación entre el feminismo y el punk en la zona del noroeste de EE. UU.. Este fanzine, sirvió de inspiración para la creación de Girl Germs en 1989, de la mano de Molly Neuman y Allison Wolfe, fundadoras de Bratmobile. En 1990 Tobi Vail y Kathleen Hanna se unen para fundar Bikini Kill (el fanzine) que constará fundamental de textos sobre teoría feminista y punk.[7]

Todos estos fanzines, ya sea gracias a la experiencia adquirida, sea gracias a la colaboración entre todas estas mujeres, llevará a la creación del fanzine Riot Grrrls! que servirá de punto de partida para el movimiento y pondrá de manifiesto una actitud que queda claramente resumida en la frase de Kim Gordon (bajista de Sonic Youth):

Se ha hablado mucho sobre el origen y el nacimiento de este fanzine, y sigue sin estar demasiado claro. La gran mayoría de las explicaciones, tal y como recoge Mark Andersen en su libro Dance of Days: Two Decades of Punk in the Nation's Capital,[8]​ marcan como punto de partida las revueltas de 1991 en Washington conocidas como Mount Pleasant Riot.

En mayo de 1991, durante la celebración de la fiesta de 5 de mayo, un joven salvadoreño fue abatido por un oficial de la policía, por un impacto de arma de fuego en el pecho, lo que terminó con una serie de enfrentamientos entre los vecinos del barrio de Mount Pleasant y la policía. En respuesta a esta situación Jen Smith, en ese momento parte de la banda Bratmobile le escribe una carta a Allison Wolfe, también parte de la banda Bratmobile en la que decía:

Aunque también hay otras teorías que sostienen que lo que escribió fue:

Estos eventos sentaron las bases de la colaboración entre Allison Wolfe, Kathleen Hanna, de Bikini Kill, Tobi Vail de The Go Team y Molly Neuman de Bratmobile que culminó con la creación del fanzine Riot Grrrl!. El nombre incluye un juego de palabras entre la cita de Jigsaw (fanzine creado por Tobi Vail) Revolution Grrrl Style Now[9]​ y la palabra Riot. La presencia de las tres R en la palabra girl es una referencia onomatopéyica a un gruñido: Grrrr!!!!

En el mes de agosto del mismo año poco después de los acotamientos de la revuelta de mayo y a instancias del sello K Records, un pequeño sello independiente de la época, se organiza el festival International Pop Underground Culture y dedica una jornada exclusivamente al rock interpretado por mujeres. El escenario se llenó de repente de bandas compuesta integra o parcialmente por mujeres y, por fin, pudieron verse las unas a las otras cara a cara. Las editoras de los fanzines, las lectoras y las artistas que hasta el momento solo se conocían por carta, o en la distancia, se encontraron en el momento y el lugar indicado. El movimiento Riot Grrrl había nacido.

No hay que entender este movimiento como algo hermético y sin conexiones dentro de la escena alternativa. Tras la publicación en 1991 del casete autoproducido revolution Girls Style Now! las Bikini Kill dejaron claro cuál sería el sonido del movimiento Riot Grrl y se granjearon el apoyo de muchos de los artistas masculinos de la época. En este sentido destacan nombres como Calvin Johnson de Beat Happening y uno de los impulsores del festival. Ian MacKaye que editó y produjo varios de los discos de las Bikini Kill e introdujo la temática de la desigualdad de género en el repertorio de banda: Fugazi. Aunque quizá la referencia más importante sin duda pasa por el omnipresente líder de Nirvana, Kurt Cobain, que en más de una ocasión declaró ser fan incondicional de Bikini Kill y que su música formaba parte de una de las grandes influencias de Nirvana. Además, en las letras del grupo se trató abiertamente temas tan cercanos al imaginario Riot Grrrl como la violación, la desigualdad, los abusos sexuales y la presencia de la mujer en la música, alguno de los ejemplos más interesantes se ponen de manifiesto en el documental, recientemente publicado por HBO, Cobain: Montage of Heck.[10]

Todo este movimiento se empezó a expandir a lo largo y ancho del mundo, promovido fundamentalmente por el propio éxito de las bandas relacionadas con el movimiento y por el éxito comercial del grunge. Si bien es cierto que en España no tuvo una gran repercusión, sí que se dio, a finales de los noventa, una pequeña escena de bandas fuertemente influenciadas por el espíritu Riot.

Tal es el caso de grupos como Hello Cuca, Sybil Vane, Meteosat, Blas y las Astrales, Nosoträsh, Undershakers o incluso Dover en un primer momento y grupos como Pauline en la Playa o Lidia Damunt posteriormente.[11]

Sin embargo, no toda la influencia se centró en la música, también existieron varios fanzines entre los que destaca Miau! creado en 1996 por Lidia Damunt y Mabel Damunt, parte integrante del grupo Hello Cuca, en el que trataron temas como el feminismo, el cómic y hablaban de varios grupos de música independiente.

En lo que respecta a sus posiciones políticas y culturales el movimiento Riot Grrrl se suele enmarcar en la llamada tercera ola del feminismo. Esta ola del feminismo explica que no existe un único modelo de mujer, si no que existen muchos y muy diferentes, determinados por sus circunstancias sociales, personales, espirituales o étnicas. Será precisamente en este punto, en el que las Riot Grrrls destacaran y pondrán de manifiesto que el punk, el rock, el hardcore y el heavy metal también son espacios para mujeres.

Por lo tanto, utilizaran las formas de expresión propias del rock. En sus letras tratarán temas que atañen especialmente a las mujeres y servirán no solo para crear comunidad entre ellas, si no también para dar a conocer temáticas que hasta el momento no habían entrado a formar parte del imaginario de la época. De esta manera hablarán abiertamente y sin tapujos del abuso sexual, el acoso, la desigualdad de género, la homofobia, el empoderamiento femenino y las nuevas formas de sexualidad desde una perspectiva feminista. Además guardaran una fuerte ligazón con las nuevas visiones que surgían desde las nuevas teorías sociales de la época, como es el caso de la teoría queer y rechazando posiciones esencialistas sobre el papel de la mujer en la sociedad.

En este sentido los conciertos de las Riot Grrrls se convirtieron en performances combativas que reivindicaban el papel de la mujer de una forma militante. Entre otras actividades tenían por costumbre invitar al público a poner en común diferentes experiencias relacionadas con el abuso sexual o repartían libretos con las letras de sus canciones entre el auditorio para que todos los asistentes supieran de que estaban hablando (y de paso repartir sus fanzines). Ahora bien, entre sus acciones más controvertidas estaba la de pedir a las asistentes a sus conciertos que se pusieran en primera fila y dejar a los hombres al fondo. Tras esta acción había toda una reflexión profunda y sintetizada en la frase:

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Esta actitud, evidentemente, no siempre fue bien recibida por los hombres, que en muchos casos las criticaron y las insultaron en sus propios fanzines, tal y como recoge Daniel Sinker en We Owe You Nothing:

Como todo movimiento ligado en cierta manera al Punk fueron muchas las chicas que, guitarra en mano, se pusieron a tocar, participar y crear, influidas por la efervescencia creativa de este movimiento. Sin embargo los grupos más influyentes y que despertaron más entusiasmo son:

Por otro lado, en aquella época se empezó a catalogar a todos los grupos de mujeres como Riot Grrrls y muchos de ellos no representaban una actitud política tan clara, a pesar de que eran cercanas en cuanto a sonido y motivaciones. Tal es el caso de grupos como:

Esta es una lista aproximada de los grupos más influyentes del movimiento Riot Grrrl! Pero sin duda, hay muchos más. Por ejemplo las Pussy Riot, que tanta repercusión han tenido en los últimos años.

En el año 2012, Fermín Muguruza, cantante de Negu Gorriak y Kortatu, realización de un documental, Zuloak.,[13]​ en el que se planteaba la formación de una banda ligada al movimiento Riot Grrrl. El documental aprovecha la excusa de las andanzas y desventuras de la banda para analizar la escena musical vasca con especial atención a los grupos formados por mujeres. Aunque muchas de ellas ya no militan en el sonido típicamente Riot, sí que recogen el testigo y la reivindicación del papel de la mujer en el rock. Entre las entrevistadas están:

Además, existen otros grandes referentes fuera del País Vasco y que también mantienen una fuerte relación con el espíritu Riot:

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