Un neonato (del latín neo nato) o bebé recién nacido es un bebé que tiene 28 días o menos desde su nacimiento, bien sea por parto o por cesárea. La definición de este período es importante porque representa una etapa muy corta de la vida; sin embargo, en ella suceden cambios muy lentos que pueden derivar en consecuencias importantes para el resto de la vida del recién nacido. El término se ajusta a nacidos pretérmino, a término o postérmino.
Durante los primeros 40 días de vida, se pueden descubrir la mayoría de los defectos congénitos y genéticos. No todas las anomalías genéticas se manifiestan por su clínica en el momento del nacimiento, pero con el manejo adecuado, se pueden descubrir, prevenir y tratar gran parte de las enfermedades del nuevo ser humano.
El recién nacido puede presentar aspectos muy diferentes atendiendo a numerosos factores propios, de su madre o del periodo gestacional. Por otra parte, existen numerosos fenómenos transicionales, derivados de la adaptación del neonato al nuevo entorno en el que se desenvuelve. Este hecho conlleva una serie de cambios, la mayoría predecibles, que establecen la norma del desarrollo y crecimiento infantil.
Tras el nacimiento, se llevan a cabo una serie de pruebas cuya función es determinar el estado de salud del recién nacido, diferenciando variantes de normalidad y fenómenos temporales de signos clínicos de enfermedad, y realizar un cribado para detectar, tratar y seguir neonatos de riesgo.
Debemos tener en cuenta que un neonato tiene características funcionales diferentes (temperatura, presión arterial, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria).
Se pretende valorar la correcta adaptación del recién nacido a su nuevo entorno. Para ello se realizan las siguientes acciones:
Una anamnesis exhaustiva debe tratar de conseguir todos los datos posibles de la salud de la madre, siendo de especial importancia aquellos que indiquen algún tipo de riesgo de sepsis o asfixia para el niño. Estos interrogatorios deben comenzar antes del nacimiento y la evaluación del recién nacido en la misma sala de parto, agrupándose de la siguiente forma:
El nacer es el momento adecuado para pesar, tallar y medir al bebé (incluyendo el perímetro cefálico), y estudiar los datos ajustados en percentiles y por edad gestacional. La clasificación más utilizada es la internacional adaptada, las llamadas curvas de Lubchenco (o curvas de Battaglia y Lubchenco). Las tallas de los bebés:
En esta prueba se evalúa de manera rápida la función respiratoria del neonato, dándole una puntuación que, contrario al acostumbrado sistema de Apgar, la puntuación baja es la del mejor pronóstico:
Conviene revaluar al neonato a las 48 h, antes de darle el alta. Todas las anotaciones realizadas serán útiles para la evaluación que realiza el pediatra tras el alta.
Cada año, dos millones de recién nacidos fallecen en su primer día de vida. Se cree que la mayoría de estas muertes podrían evitarse si se amplía significativamente la cobertura de salud de madres y recién nacidos. Hasta ahora, la evidencia sobre el impacto generado por el acceso a los servicios de salud ha provenido de estudios con pequeñas muestras realizadas principalmente en Asia, África subsahariana y Latinoamérica. Estas revisiones muestran que los programas comunitarios de intervención en salud son responsables de una reducción global del 27 % en muertes de neonatos, y no muestran impacto significativo alguno en la reducción de la mortalidad materna. Se requieren, sin embargo, investigaciones adicionales a gran escala, que consideren factores contextuales y evaluaciones de impacto, que posteriormente ayuden a promover y ampliar este tipo de intervenciones.
En Argentina, la Ley 26.279 establece el control médico obligatorio de todo recién nacido para detectar enfermedades y dispone que la obra social debe cubrir el diagnóstico, el tratamiento, las fórmulas, suplementos dietarios o alimentos y el equipamiento completo y kit de tratamiento para las enfermedades del recién nacido, que serán brindados en los establecimientos públicos y privados que atienden partos o a recién nacidos.
La prueba del talón o tamiz consiste en pinchar un talón del neonato para extraer unas gotas de sangre para su posterior análisis. Esta prueba se realiza entre los 5 y 7 días. Sirve para la detección precoz de varias enfermedades:
El estudio de la audición del neonato permite diagnosticar la hipoacusia neonatal y tratar sorderas precoces. Se realiza pasadas 24 o 48 horas tras el parto, cuando se ha eliminado el líquido del conducto auditivo externo. Conviene repetirlo al mes.
También llamado Tamiz auditivo neonatal es un estudio rápido y seguro para comprobar la audición normal en los recién nacidos.
Un bebe actúa como oyente hasta los 18 meses de edad y los padres sospechan de sordera hasta los 3 años, tiempo en el que ya paso la etapa más importante para su detección y rehabilitación auditiva.
Los recién nacidos se someten a una de dos pruebas que miden su respuesta a los sonidos. Ambas pruebas duran de 5 a 10 minutos, son indoloras y pueden realizarse mientras el bebé está durmiendo y pueden ser utilizadas por separado o juntas.
El resultado de las emisiones se reporta de la siguiente manera:
El resultado Referir puede ser provocado por varios factores, desde una mala técnica en la elaboración del estudio, como presencia de líquido en el oído. Por tal motivo, el tener un primer resultado de «Referir», no quiere decir que el bebé tenga trastornos en su audición y se sugiere realizar un nuevo examen de Emisiones Otoacústicas al mes. Si el resultado de este nuevo examen de emisiones vuelve a dar como resultado «Referir», quiere decir que, efectivamente, existe una lesión en el oído interno y será necesario entonces realizar el examen de Potenciales Auditivos Evocados del Tallo Cerebral para determinar si existe daño en el nervio auditivo.
La detección de la sordera permite una rápida acción médica previniendo diversos tipos de sordera y previene la sordomudez.
Las necesidades energéticas del neonato son de unas 60 kilocalorías por kilogramo al día para mantener el peso, y de 100 a 200 para una ganancia ponderal. El inicio de la lactancia materna ha de ser lo más precoz posible, preferiblemente en las primeras 12 horas de vida. No obstante, además de las precauciones debidas si existen antecedentes de asfixia, conviene esperar un tiempo siempre que se cumplan los siguientes criterios:
Además, se recomienda la leche materna como primera opción, en el inicio de la alimentación del neonato.
El recién nacido es un individuo extremadamente dependiente, que debe ser manipulado con atención y cuidado. Los profesionales de salud calificados, como los especialistas de enfermería, pueden ayudar a instruir con detalle a los padres y familiares, en especial aquellos que son padres adoptivos, primeros padres, etc.
La identificación del recién nacido, que se realiza en el establecimiento asistencial donde se hace el parto, tiene como objetivos asegurar su derecho a la identidad, reducir la posibilidad de sustracción o robo de bebés, evitar la entrega de bebés a familias equivocadas y garantizar que el bebé es de esa mamá y se efectúa una vez producido el nacimiento y antes de cortar el cordón umbilical. También se debe identificar a la madre, durante el trabajo de parto, para asegurar que ese bebe corresponde a esa mamá.
El trámite de identificación se hace con una ficha única, numerada por el Registro Nacional de las Personas, que contiene entre otros, los siguientes datos:
Luego, el establecimiento asistencial entrega 2 ejemplares de la ficha identificatoria del recién nacido a la madre o a quien lo retire, una de esas copias la guarda la familia y la otra la tienen que entregar al Registro Nacional de las Personas para hacer el DNI del recién nacido.
El bautismo de recién nacidos es necesario en la religión católica. En relación con esto, el Catecismo de la Iglesia Católica afirma: Puesto que nacen con una naturaleza humana caída y manchada por el pecado original, los niños necesitan también el nuevo nacimiento en el Bautismo (cf DS 1514) para ser librados del poder de las tinieblas y ser trasladados al dominio de la libertad de los hijos de Dios (cf Col 1,12-14), a la que todos los hombres están llamados. La pura gratuidad de la gracia de la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños. Por tanto, la Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento (cf CIC can. 867; CCEO, can. 681; 686,1).
En la longitud influyen factores genéticos y las condiciones de gestación. A diferencia del peso, no suele haber pérdida fisiológica de talla. El perímetro cefálico o craneal muestra indirectamente en qué condiciones está el cerebro (macro o microcefalia). Por lo general, el tórax tiene 1 cm menos que el perímetro craneal.
Para varones:
Para niñas:
El perímetro torácico oscila entre 31 y 35 cm.
Todos los bebés pierden peso luego del nacimiento en los primeros días, esto es normal y se debe a factores fisiológicos como son la expulsión del meconio (hasta 90 g), la caída del cordón umbilical y la eliminación del vérnix caseoso. La pérdida puede llegar hasta un 10 % del peso del neonato.
La primordial forma de comunicación que posee un bebé es el llanto. Los motivos del llanto se dan según su grado de frecuencia. Mediante el llanto el bebé expresa su deseo de alimentarse, de no estar solo, de incomodidad térmica (frío o calor) y de incomodidad por motivo de la orina o las heces además por algún malestar debido a una enfermedad.
Las extremidades de un neonato están descoordinadas, su movimiento es torpe y de ambos lados del cuerpo a la vez, los movimientos son toscos, espontáneos, reflejos (ej. reflejo de Moro, reflejo de Babinski, etc), el neonato responde a estímulos externos mediante temblores y contracciones musculares además de movimientos involuntarios. Sus extremidades se encuentran flexionadas hacia arriba, los puños cerrados a la altura de la cabeza. El pulgar por lo común permanece doblado bajo los demás dedos. Si se le toca una palma de una mano cierra ambas manos, siendo este reflejo básico para medir el desarrollo psicomotriz del bebé.
También es útil saber que el bebé debe manifestar los siguientes reflejos:
La piel del recién nacido es un común factor de predicción de la probable edad gestacional
y se caracteriza por:No oyen bien porque tienen un gel que lo impide, pero la audición va en aumento, sobre todo para los sonidos bruscos y agudos.
La identificación temprana y la atención de los problemas auditivos en los neonatos, es de suma relevancia, actualmente se realiza un estudio llamado Tamiz Auditivo Neonatal e Intervenciones Tempranas (TANIT), es de enorme trascendencia humana, familiar, social, educativa, económica y cultural. Debemos estar conscientes de que existe la posibilidad de conocer si las condiciones auditivas de los Recién Nacidos son deficitarias, desde las primeras horas después del parto, razón por la cual es imprescindible actuar en las etapas en las que las estructuras corticales van madurando y pueden modelarse, por ser la base para definir el futuro de los más de 4000 o 6000 bebés que nacen sordos o con problemas profundos de audición cada año en México.
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