Senior masculino: Preferente de Tenerife (grupo 2)
El Real Unión de Tenerife, también conocido popularmente como «Real Unión», «el Unión» o por sus siglas «RUT», es un club deportivo y social español de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Fue fundado el 1 de abril de 1915 con el nombre de Primero de Abril-Fomento del Cabo y bajo el lema «Instrucción, Deporte y Recreo». Actualmente su primer equipo masculino de fútbol milita en la Preferente de Tenerife mientras que el femenino lo hace en la Segunda División Femenina de España. Cuenta además con un equipo femenino de baloncesto en la Primera División Autonómica. El rojo y el azul son los colores que identifican al club.
Su equipo de fútbol masculino, creado en 1923, destacó a nivel provincial y regional, especialmente entre 1930 y finales de los años 1960. Durante esta época resultaba complicado que un equipo del archipiélago canario alcanzase categoría nacional pero la calidad del cuadro unionista en aquellos tiempos era notable. Prueba de ello era la continua salida de futbolistas desde sus filas, tanto al Club Deportivo Tenerife como a clubes de la Primera División de España. A comienzos de la década de 1980, y tras la reestructuración de la categoría, compitió en la Tercera División durante tres temporadas consecutivas. Desde el año 1964 juega como local en el Campo de Fútbol de La Salud, recinto con capacidad para 2000 espectadores y propiedad de la Federación Tinerfeña de Fútbol, que también se convertiría en la casa del equipo femenino desde su creación.
Muy ligado al antiguo barrio de El Cabo sobrevivió a la casi completa destrucción de este núcleo por motivos urbanísticos, quedando como seña de su identidad. Actualmente tiene su sede en el barrio de La Salud, siendo una entidad representativa de la ciudad en su conjunto. Desde mediados de los años 90 buena parte de sus esfuerzos los ha dedicado al fútbol base. En 2020 se anunció un gran proyecto para profesionalizar el club y se crearon las secciones femeninas de fútbol y baloncesto así como su área social.
A lo largo de su historia ha integrado en su estructura al Regla Club de Fútbol, de Los Llanos, así como al San Gerardo Club de Fútbol y Racing de Santa Fe, de La Salud, Club Deportivo Ilusión de Tenerife y más recientemente al Sporting Club Tenerife y Unión Deportiva Tacuense.
El 1 de abril de 1915 un grupo de vecinos del barrio El Cabo acordó el nacimiento de la sociedad Primero de Abril-Fomento del Cabo, bajo el lema «Instrucción, Deporte y Recreo», y sus impulsores fijaron su sede en un inmueble de la plaza de San Telmo.
Finalmente, la sociedad quedó constituida de manera oficial en la segunda mitad de 1916, con domicilio en la calle San Carlos. El objetivo de la entidad era promover el desarrollo de este barrio capitalino, por aquel entonces el más populoso de la capital.
Buscaba mejorar la vida de sus habitantes solicitando arreglos en las calles, plazas y jardines así como la construcción de otras infraestructuras necesarias, además colaborar en la difusión de la cultura y en el mantenimiento de las fiestas y tradiciones del núcleo. Indalencio Barbuzano Herrera fue el primer presidente de una institución que pronto ganó popularidad gracias a la organización y celebración de fiestas recreativas. El Cabo era el hogar del Isleño Club de Fútbol, equipo fundado en 1908 que sobresalió entre otras formaciones de la capital.Las Palmas de Gran Canaria contratado por el Real Club Victoria para disputar un partido. El Fomento debutó con un triunfo merced a un tanto de Domingo Montero, que tras rematar de cabeza un saque de esquina se convirtió en el primer goleador del conjunto de El Cabo. La inesperada victoria y el buen juego que ofrecieron motivaron que el Marino Fútbol Club, otro equipo de la capital grancanaria, invitará a los tinerfeños a medirse con ellos al día siguiente. Ante los marinistas sufrieron su primera derrota, pues los locales se impusieron por tres a uno. Tras la vuelta a su isla, aceptó un enfrentamiento contra el Club Deportivo Tenerife, equipo con el que perdió por cinco goles a uno.
A pesar de que después de la desaparición de este surge el Nuevo Isleño C. F., un grupo de socios del Primero de Abril aficionados al balompié, decidieron crear un nuevo conjunto que representara a su núcleo poblacional en las competiciones locales. Así tras el visto bueno de sus dirigentes el 3 de febrero de 1923, quedó constituido el Fomento Fútbol Club, surtiéndose de integrantes del Nuevo Isleño y otros jugadores experimentados. De esta forma, la sociedad creada siete años antes entró en el terreno deportivo. Pocos días después, el recién creado equipo viajó aSus primeros años estuvieron sujetos a la voluntad de los propietarios del único terreno reglamentario existente en la ciudad.Los Llanos sobre un solar cedido en alquiler por sus propietarios en donde hoy se ubica la sede del Palacio de Justicia de la ciudad. Este recinto con capacidad para unos tres mil espectadores acogió los encuentros de los de El Cabo durante algo más de diez años hasta su cierre en la segunda mitad de la década de 1930. Sus principales rivales en aquellos primeros tiempos fueron fundamentalmente el Club Deportivo Tenerife, el Olimpia y el Victoria.
Los agravios a los que fue sometido el equipo por parte de la empresa responsable del mismo llegaron a su máximo con la imposición de un castigo que le impidió jugar durante seis meses. Este hecho fue decisivo para que el club iniciase las gestiones que culminaron en la construcción de un nuevo campo. El día 19 de julio de 1925 se inauguró el conocido como Campo de la Avenida, levantado en el barrio deEl centrocampista Miguel Espinosa se convirtió en 1926 en el primer jugador unionista fichado por un club peninsular, el Real Club Celta de Vigo. Ese mismo año el delantero centro José Tejera Castellano hizo su debut frente al Tenerife. Cuatro campañas le bastaron a este jugador, también conocido futbolísticamente como «Quico Tejera» o como «Aramendi», para convertirse en unos de los mejores arietes de toda la historia unionista. En septiembre de 1930, tras ser recomendado por Espinosa llegó a Vigo para incorporarse en la disciplina del equipo celeste. El Fútbol Club Barcelona lo contracto en 1933, pero tan solo tres meses más tarde abandonó la Ciudad Condal, alegando problemas de salud.
En 1927 la Real Federación Española de Fútbol organizó los primeros torneos oficiales en las islas y en esa temporada inicial el Fomento logró el subcampeonato insular, superado en la clasificación por el Iberia Fútbol Club, conjunto de El Toscal con el que mantuvo una profunda rivalidad. Como subcampeón del campeonato tinerfeño, se medió en una eliminatoria al Athletic de Las Palmas, antiguo Club Deportivo Santa Catalina y campeón del sector grancanario, para disputarse el puesto de subcampeón de Canarias. En el campo España de Las Palmas los de El Cabo se impusieron por 1-2, mientras que en el Stadium de la capital tinerfeña los de la isla vecina vencieron por 0-1. Esto hacía necesario un tercer encuentro para deshacer el empate, pero este no se celebró por la incomparecencia de los palmenses, por lo que el Fomento se proclamó subcampeón regional.
El 21 de noviembre de 1929 desde el Palacio Real de Madrid se emitió un telegrama comunicando que el monarca Alfonso XIII aceptaba el cargo de presidente de honor de la entidad:
Como consecuencia de esta comunicación la sociedad pasó desde entonces a denominarse Real Sociedad Unión y Fomento del Cabo, tomando su equipo de fútbol el nombre de Real Unión de Tenerife.Stadium ante el Club Deportivo Tenerife. La contienda, entre dos adversarios que se pugnaron durante años por la hegemonía del fútbol local, terminó con un marcador de tres a uno a favor del once que se encontraba de estreno. En 1931 se proclamó la Segunda República y los clubes que lo poseen pierden el apelativo dinástico durante este período histórico. Su condición de «Real» fue ratificada por el rey Juan Carlos I el 13 de marzo de 2001, que declinó, no obstante, el puesto honorífico que ostentó su abuelo al no ser ya costumbre que el titular de la Corona ocupe presidencias de carácter permanente. Tras la desaparición del Real Hespérides, del Real Club Victoria y del Real Artesano, quedó como el único club en el archipiélago con esta denominación hasta que el Real Club Deportivo Gara la obtuviera en 2012.
Dámaso García López era el presidente en estas fechas de un club que, autorizado por el Consejo provincial federativo, lució por vez primera su nueva denominación el 22 de diciembre en elEl 26 de enero de 1930, conquistó por segunda vez el campeonato insular tras empatar a cero frente al Club Deportivo Tenerife en un campo de La Avenida repleto para ver un encuentro, correspondiente a la última jornada, que decidió el campeón.Real Zaragoza, muestra de la ya constante pérdida de efectivos, el segundo título no tardó en llegar. El 1 de febrero de 1931 un triunfo ante el Iberia otorgó a los unionistas el trofeo, victoria que se celebró durante horas en la sede del club ubicada en la desaparecida plaza de San Telmo, junto a la ermita que le daba nombre.
A pesar de la salida de sus delanteros Piloto y Arteaga alEn mayo de 1934 el Real Unión emprendió una gira por tierras peninsulares en la que se enfrentó al Athletic Club de Madrid y al Fútbol Club Barcelona. El choque frente a los rojiblancos se celebró el 21 de mayo en el Campo de Vallecas, donde los madrileños consiguieron una victoria por 5-2. El amistoso frente al equipo azulgrana se disputó en el Camp de Les Corts el 27 de mayo, y finalizó con un resultado de seis goles a uno a favor de los culés. En 1935 el comercio Trust Joyero donó una copa que se disputaron el Tenerife y el Unión en una serie de enfrentamientos. Tras cuatro encuentros, el premio se lo adjudicaron los de El Cabo que volvieron a vencer a los blanquiazules el 14 de septiembre por un resultado de 4-1 con otro trofeo en juego. El abultado marcador de este último choque, organizado con motivo de las Fiestas del Cristo de La Laguna, y el éxito anterior motivaron que la prensa ensalzará la entrega e implicación de los jugadores que vestían la camiseta roja.
En 1936 ganó de nuevo el campeonato insular lo que le permitió en marzo representar a Canarias en la Copa del Presidente de la República. Para acceder a los octavos de final de la competición copera debía superar una eliminatoria a doble partido ante el Club Atlético Tetuán. Sin embargo, la escuadra insular salió derrotada en los dos encuentros, primero con una derrota el 15 de marzo por 2-1 en Tetuán, y luego una semana más tarde por 0 a 1 en Ceuta, donde se vio obligada a ostentar la condición de local para evitar el desplazamiento al archipiélago. De vuelta a la isla, Gabriel Jorge Sosa, figura unionista, dejó el equipo para fichar por el Club Deportivo Tenerife. Tiempo después, el delantero chicharrero destacó en las filas del Real Club Deportivo Español, donde incluso llegó a debutar con la selección de fútbol de España.
En el año 1942, con Andrés Llombet como entrenador, el cuadro unionista conquistó el campeonato insular. Como consecuencia se medió con el Real Victoria, vencedor de la isla de Gran Canaria, en una final a doble partido para dilucidar el campeón de Canarias y por consiguiente el representante de las islas para la próxima Copa del Generalísimo. Sin embargo, el 8 de febrero en el primer partido cayó en su visita al Estadio Pepe Gonçalvez por un abultado resultado de 4-1. La esperanza de los tinerfeños no se desvaneció y saltó al campo el 15 de febrero buscando la hazaña. La segunda parte transcurrió y un 3-1 en el marcador hizo soñar a los espectadores locales con la gesta, hasta que los blanquinegros anotaron de nuevo. La victoria por 3-2 resultó insuficiente y el título viajó a la isla vecina. Sin embargo, la salida de sus mejores efectivos, como la marcha de Manuel Jorge Sosa al Atlético Aviación y la de Francisco Mendoza Marrero al Real Club Deportivo Español, provocaron que tres años después de esta buena campaña descendiera.
Tras finalizar en quinta y última posición la temporada 1944-45, el Real Unión se jugó su permanencia en la categoría de honor en una promoción.La Palma. Finalmente, las citas decisivas fueron en julio, después de meses sin partidos oficiales para el Real Unión. El campeón de la segunda división tinerfeña se impuso al colista de la primera en el encuentro de ida por 2-1. El Real Unión venció en la vuelta por 3-2, lo que hizo necesario un partido de desempate. En este tercer enfrentamiento, celebrado en La Laguna, los norteños superaron por un claro 3-0 a un Real Unión que abandonó por vez primera la máxima categoría insular.
El equipo tuvo que esperar para conocer a su rival en la misma, pues el Unión Portuense, campeón de Segunda Categoría debió superar además una eliminatoria contra el vencedor del campeonato deEncuadrado en este escalón inferior, solventó la temporada regular de la 1945-46 sin demasiados problemas, ya que consiguió el primer puesto del grupo capital, a pesar de no mostrar la superioridad esperada en su juego.Unión Deportiva Orotava, campeón invicto del grupo Norte-Laguna de la segunda división tinerfeña, para decidir el campeón absoluto de esta categoría y, por ende, el equipo que se iba a medir en la ansiada promoción al Unión Portuense, último clasificado de la Primera Categoría. El conjunto de «los copos» cosechó un valioso empate a un gol en el encuentro de ida disputado en el estadio capitalino, pero cayó ante el Real Unión en la vuelta disputada en el portuense estadio de El Peñón, por 2-3. El Real Unión accedió de esta forma a la promoción, teniendo la oportunidad de vengarse del Unión Portuense tan solo un año después. Sin embargo, el equipo del valle consiguió mantener la categoría al imponerse primero a Los de El Cabo en el Puerto de la Cruz por 4-2, y empatar luego a uno en Santa Cruz. El Real Unión retornó a la máxima categoría del fútbol provincial en 1947, después de proclamarse campeón de Segunda Categoría y a pesar de no rebasar la correspondiente promoción. El Club Deportivo Arenas y el Unión, vencedores de sus respectivos grupos, se enfrentaron el 23 de marzo con el fin de proclamar al campeón absoluto de la categoría. El equipo de El Cabo no le dio opción a su oponente y venció por un apabullante marcador de 11-3, por lo que ganó así el acceso a la decisiva promoción. En ella midió sus fuerzas con el Iberia, que luchaba por no perder su plaza en la división de honor tinerfeña. Los blanquinegros de El Toscal, que llegaron a la cita en un buen momento tras su clasificación para la final de la Copa de Canarias, pudieron con la ilusión de un competitivo Real Unión, con una victoria por un marcador 2-1 en la ida y 2-0 en la vuelta. Sin embargo, el Real Unión volvió finalmente a la Primera Categoría, beneficiándose de la ampliación del cupo de participantes decidido por la Federación Tinerfeña de Fútbol de cara a la nueva temporada.
Se enfrentó a laAl año siguiente, se alzó con su primer éxito regional, la Copa de Canarias, tras superar al Real Club Victoria en semifinales y posteriormente al Real Hespérides Club de Fútbol de San Cristóbal de La Laguna. El 5 de mayo de 1948 ganó a los grancanarios por cero goles a cinco, por lo que la derrota del día 30 por dos a tres en el enfrentamiento de vuelta no impidió el pase a la final. El conjunto de El Cabo afrontó el 13 de junio el partido de ida. Su afición, que abarrotó el estadio capitalino, acabó disfrutando de una sufrida victoria por 2-0 ante los laguneros. Siete días más tarde, el Real Unión supo aguantar el empate inicial en un campo de La Manzanilla repleto, haciéndose de esta manera con el trofeo organizado ese año en sustitución de la Liga Interregional.
En junio de 1949 la Federación Española de Fútbol aprobó permitir, por primera vez, la incorporación de equipos canarios a las categorías nacionales. Al término de la siguiente temporada, los campeones regionales de Tenerife y Las Palmas se enfrentaron disputándose la entrada a la liguilla de ascenso a Segunda División. En Tenerife, el campeonato se lo adjudicó el Club Deportivo Tenerife, que aventajó en un punto al Club Deportivo Norte y en dos al Real Hespérides. Los blanquiazules se midieron con la Unión Deportiva Las Palmas, que se había hecho con la victoria en el campeonato de la isla vecina. La recientemente creada entidad amarilla, fruto de la fusión entre otros de los poderosos Marino y Real Club Victoria, superó a los tinerfeños, consiguiendo a la postre alcanzar el segundo nivel del fútbol español. Por su parte, el Real Unión en una nefasta actuación acabó en la sexta posición, como farolillo rojo, teniendo que esperar a la última jornada del campeonato para estrenar su casillero de puntos con un empate. Los hombres de El Cabo salvaron la campaña con la obtención de dos títulos en el ocaso de la misma. A comienzos de julio llegó a su fin la Copa Insular, pequeña liga entre cuatro equipos: el Real Unión de El Cabo, el Iberia de El Toscal, el Price del barrio de Salamanca y el Norte del municipio de Puerto de la Cruz. El Unión se mostró muy superior a sus rivales y terminó en primer lugar con cuatro victorias y dos igualadas.
Ese mismo mes celebraron la obtención de la primera edición de la Copa Heliodoro Rodríguez López. Este torneo fue creado a propuesta de Pedro González Sabina, entonces presidente unionista, para servir de homenaje anual al que fuera máximo mandatario del Club Deportivo Tenerife y que tanto esfuerzo dedicó en pos del devenir de este deporte en la isla hasta su fallecimiento acaecido ese mismo año, Heliodoro Rodríguez López. El 25 de julio de 1950 se disputó la edición inicial de esta competición, coincidiendo con la fecha en la que, un cuarto de siglo antes, se inauguró el estadio que tomaría con su muerte la denominación actual. Ese día se congregaron en este recinto cuatro equipos capitalinos. El Club Deportivo Price venció al Iberia Fútbol Club por un tanto a cero y lo propio hizo el Real Unión frente al Club Deportivo Tenerife, gracias a un gol de Torres. En la final empataron a cero goles Real Unión y Price, dándose como ganador a los de El Cabo por el menor número de faltas cometidas.
El máximo organismo federativo anunció que al término del siguiente ejercicio el campeón regional tinerfeño volvería a disponer de una oportunidad, pues si superaba una eliminatoria frente al décimo tercer clasificado de Segunda División ingresaría en dicho nivel. En octubre de 1950, el Iberia y el Price acuerdan una fusión para crear la Unión Deportiva Tenerife, buscando repetir la fórmula que había funcionado en Gran Canaria. La idea de que si Tenerife deseaba tener un representante de garantías en categoría nacional era necesario unificar esfuerzos fue ganando adeptos y con esa consigna se sucedieron las reuniones. Así hasta que el 18 de noviembre se constituyó oficialmente la Unión Deportiva Tenerife, quedando integrados en tal proyecto todos los clubes de la Primera Categoría. El Club Deportivo Tenerife, el Club Deportivo Norte, el Real Hespérides y el Real Unión se comprometieron a luchar por un objetivo común, apoyando incondicionalmente y ayudando en lo posible al nuevo equipo, el cual se nutrió de sus mejores jugadores. El Real Unión supeditó su implicación a que fuera la nueva entidad la encargada de liquidar su creciente deuda con los beneficios que se obtuvieran de tal proyecto. El 26 de noviembre se disputó en el estadio Heliodoro un torneo organizado por la Federación Tinerfeña a petición de la U. D. Tenerife, con el fin de iniciar la búsqueda de los mejores jugadores para su plantilla. Este concurso futbolístico, denominado Torneo Relámpago por celebrarse en una misma jornada, se lo llevó el conjunto de azul y grana, recibiendo como premio una copa donada por el presidente de la federación insular, Juan de la Rosa. En un primer momento se barajó la posibilidad de no disputar esa campaña el campeonato tinerfeño de Primera Categoría, aunque finalmente este si tuvo lugar. En esta ocasión cuatro equipos en clara desventaja se midieron con la Unión Deportiva Tenerife. Como era de esperar, resultó un paseo para el nuevo proyecto que contaba con muchos de los mejores futbolistas de sus rivales en sus propias filas. Esta insólita tesitura prácticamente imposibilitó al Real Unión mostrar mejoría y repitió como farolillo rojo por segundo año consecutivo. La afición de la isla se volcó con el llamado «equipo de todos» y se mostró optimista de cara a la consecución de tan ansiado objetivo. El rival en la promoción fue el Levante Unión Deportiva, y aunque los tinerfeños vencieron por 1-0 en la ida, cayeron por 3-1 en el Estadio de Vallejo.
El pesimismo se apoderó del fútbol insular y comenzaron las fisuras en el ambicioso proyecto.
El Club Deportivo Tenerife se desvinculó del mismo mostrando el deseo de luchar por su cuenta para cumplir el sueño del ascenso. El resto de equipos si renovaron su compromiso con una Unión Deportiva que ahora con nuevos dirigentes estaba decidida a volverlo intentar. Sin embargo, el vencedor de la siguiente edición del campeonato local no tendría derecho a disputar promoción alguna y poco a poco las discrepancias aumentaron. El torneo carente del interés de los anteriores fue para el Club Deportivo Tenerife, seguido en la clasificación por Club Deportivo Norte y Real Unión, tercero. La Unión Deportiva sin los privilegios de la temporada pasada ocupó el quinto y último puesto. Al término de la campaña, y pese a la anunciada concesión de una nueva oportunidad de cara a la siguiente, los acuerdos de colaboración parecían rotos y repetir el proyecto en común era una utopía. El campeón tinerfeño en la campaña 1952-53 se enfrentaría en una eliminatoria a doble partido al décimo segundo clasificado de Grupo II de Segunda División.Campo de La Manzanilla a la Unión Deportiva. En sustitución del tradicional campeonato, la federación insular organizó un torneo para decidir el equipo que tendría el esperado ascenso a tiro de una única eliminatoria. El conocido como Torneo de Promoción fue cosa de tres, pues Hespérides y Real Unión fueron excluidos del mismo. Al representativo de El Cabo se le negó así la que a la postre sería la última posibilidad para un equipo canario de alcanzar una categoría nacional en muchos años. La última pues el Club Deportivo Tenerife superó a los otros dos aspirantes y posteriormente en la eliminatoria de promoción al Orihuela Deportiva C. F., saliendo de esta forma por primera vez en la historia un club tinerfeño de las divisiones regionales.
Una nueva oportunidad, dos años después que se tenía intención de repetir hasta que la provincia lograse colocar un representante en categoría nacional. La lucha se presumía interesante con los distintos equipos buscando ahora por separado disputar la promoción. Sin embargo, los acuerdos tomados en los plenos celebrados en la sede del Real Federación Española los días 10 y 11 de julio de 1952 lo cambiaron todo. Sobre la base de los mismos, los equipos de primera categoría regional que no contaran con campo propio, podrían participar en las competiciones oficiales organizadas por la correspondiente federación, pero sin derecho a promocionar a categoría nacional. Cumplían tal exigencia el Club Deportivo Tenerife, el Club Deportivo Norte y el Real Hespérides, careciendo de campo de juego en propiedad la Unión Deportiva Tenerife y el Real Unión. El conjunto lagunero, consiente de su incapacidad para asumir los costes derivados de competir en categoría nacional, cedió la titularidad delCon su máximo rival en un nivel superior, alejado ya de las competiciones locales, e históricos contrincantes, como el Iberia, desaparecidos, comenzó una nueva etapa para el Real Unión.Torneo de San Ginés de 1955 figuran entre los triunfos del equipo menor. Fueron los comienzos del juego federado a estos niveles y sus competiciones gozaban de cierto seguimiento.
Entre 1954 y 1963 el equipo de El Cabo sumó a su palmarés siete campeonatos tinerfeños y tres títulos de la Liga Interregional, torneo disputado entre los equipos que habían ocupado los primeros puestos en los campeonatos insulares y en el que se convirtió en el equipo con más participaciones. En este período conquistó, además, en cinco ocasiones la Copa Heliodoro Rodríguez López, así como otros trofeos de menor importancia. A los éxitos del primer equipo hay que sumarles los numerosos logros cosechados por el juvenil del Real Unión. Campeonatos locales, insulares, regionales o, por ejemplo, elLos cambios acaecidos forzaron una reestructuración de la primera categoría regional, concediéndose el ascenso a la misma a diversos equipos de la división inferior.Marino Fútbol Club y Real Club Victoria, incrementó las posibilidades en la competición interprovincial. Sin embargo, esta fue una época de luces y muchas sombras. El campeonato tinerfeño perdió atractivo, los choques y rivalidades de antaño eran solamente un recuerdo. El profesionalismo ganó la partida y la atención de gran parte de la afición al deporte rey en la capital recaía ya en el Club Deportivo Tenerife y en sus andanzas por los primeros niveles del fútbol español. Los éxitos deportivos no impidieron que el Real Unión sufriese ese creciente desinterés por las competiciones regionales, por lo que durante este período glorioso en lo deportivo también perdió una gran masa de aficionados. No hubo más luchas por la supremacía del fútbol isleño, y en las gradas, antes repletas de millares de animosos seguidores unionistas, se fueron oyendo cada vez menos gritos de aliento.
Tal coyuntura propició el inicio de la época dorada del Real Unión al menos en cuanto a títulos se refiere. Los de El Cabo, sin sus principales adversarios se pugnaron en los siguientes años por la hegemonía del fútbol regional insular y canario en general, pues la desaparición también de los tradicionales dominadores del fútbol grancanario,En la temporada 1953-54 el Real Unión regresó, tras su exclusión en la atípica edición anterior, a una renovada pero descafeinada primera categoría.Atlético El Paso en La Palma, restaba conocer cuál de ellos se haría con el campeonato absoluto de la categoría. El primer asalto tuvo lugar en el Municipal de Aceró de la bien llamada isla bonita, donde los locales vencieron por un gol a cero. En el estadio de la calle San Sebastián el conjunto de El Paso no pudo hacer valer esa ventaja y el Real Unión se proclamó campeón merced a una victoria por 2-0.
Los hombres entrenados por Alfonso Díaz realizaron una brillante actuación, consiguiendo para el Unión un nuevo campeonato tinerfeño, gesta que aunque carente de la solera e importancia de antaño fue festejada como se merecía. Destacó en las filas unionistas Cartaya, delantero centro autor de veinte de los cincuenta tantos de su equipo y nombrado máximo goleador del campeonato. Otra novedad de esta campaña fue que los mejores equipos palmeros, después de múltiples intentos, pudieron ser inscritos en la primera regional, desdoblándose esta en dos grupos. Por ello una vez conocido el triunfo del Real Unión en Tenerife y delLa Primera Categoría en Tenerife se dividió el año siguiente en dos grupos, uno para la zona capital y otro para la zona norte, compuestos por cinco equipos cada uno.Unión Deportiva Güímar. Decepción entre los unionistas por quedar fuera de una competición que daba la oportunidad de reeditar los grandes duelos de antaño frente a los mejores clubes de la isla vecina. A pesar de este fracaso, dos títulos salvaron la temporada. En abril conquistó su segunda Copa Heliodoro Rodríguez López, al superar a la Unión Deportiva Orotava en una final a ida y vuelta. El Real Unión venció en ambos encuentros, primero por 0-2 en Los Cuartos y posteriormente por 3-2 en el estadio Heliodoro. En junio de 1955 los de azul y grana obtuvieron la Copa Federación de Primera Categoría, eliminando a la Unión Portuense, Club Deportivo Arenas y, por último, al Club Deportivo San Andrés. Para superar al San Andrés en la final el Real Unión necesitaba tres encuentros, venciendo en el segundo partido de desempate por tres goles a dos.
Los dos campeones de los respectivos grupos constituyeron la representación tinerfeña en el estreno de la nueva Liga Interregional. No repitió el Real Unión la buena actuación del año anterior, ya que finalizó segundo por detrás de laEl campeonato de primera categoría correspondiente al ejercicio 1955-56 lo finalizó en tercer lugar, por detrás del Unión Deportiva Güímar y del Club Deportivo San Andrés. Esta clasificación le permitió acceder por vez primera a la Liga Interregional, que para su segunda edición amplió sus participantes a seis, tres por cada una de las islas capitalinas. Los tres primeros de ambos campeonatos midieron sus fuerzas, terminando el Real Unión como tercero, empatado a puntos con el subcampeón Club Deportivo Porteño. El también grancanario Unión Atlético Club de Fútbol, filial de la Unión Deportiva Las Palmas, se hizo con el título. Cerraron la tabla los otros dos representantes tinerfeños y el isletero Hespérides como colista. Ya en julio el lagunero Club Deportivo Arenas dio la sorpresa en la Copa Heliodoro. La victoria de los de El Charcón por un gol a cero en el desenlace de la competición impidió al Unión la consecución del trofeo.
Luis Guiance dirigía desde el banquillo a un Real Unión que finalizó invicto, con dieciséis victorias y dos igualadas, el campeonato regional de primera categoría 1956-57.Club Deportivo San Andrés por 2-1. Para cerrar la campaña se midió al campeón de La Palma, buscando el título provincial. Un tenaz y entusiasta Tenisca desató los aplausos del público del estadio Heliodoro donde perdió ante un mal Real Unión por 2-1. En el encuentro de vuelta fue el equipo tinerfeño el que causó buena impresión a los aficionados que acudieron en gran número al estadio de Bajamar, haciendo valer su superioridad técnica para imponerse por 0-2. Comandó la expedición desplazada a tierras palmera para esta cita Luis Guiance, exjugador y hasta entonces míster unionista, asumiendo las funciones de su nuevo cargo como presidente de una recién estrenada junta directiva.
Su clasificación final en esta competición le permitió participar por segunda vez en su historia en la Liga Interregional. En el buen hacer y en la solidez demostrada por los de El Cabo durante el torneo doméstico se fundamentaron las esperanzas de los aficionados que esperaban que en esa ocasión el título cayera para la isla. Sin embargo una inesperada plaga de lesiones y la cesión de dos de sus mejores efectivos al Tenerife dificultaron el desempeño unionista en esta competición, en la acabó tercero, siendo aun así el mejor clasificado de los representantes tinerfeños. Tras esta decepción los unionistas conquistaron la Copa Heliodoro, después de imponerse en la final alEscribe un comentario o lo que quieras sobre Real Unión de Tenerife Club de Fútbol (directo, no tienes que registrarte)
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