El Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial y El Escorial, también conocido como Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial o Real Sitio de El Escorial, era un híbrido de señorío de realengo y señorío de abadengo constituido en el último tercio del siglo XVI, a instancias del rey Felipe II. Se extendía alrededor del monasterio homónimo, por los actuales términos municipales de San Lorenzo de El Escorial, El Escorial, Zarzalejo y Santa María de la Alameda, en la vertiente meridional de la sierra de Guadarrama, en la Comunidad de Madrid (España).
Sobre este territorio se ha articulado una potente industria turística, radicada preferententemente en los municipios de San Lorenzo de El Escorial y de El Escorial. En él se integra el Monasterio de El Escorial, situado en la primera localidad, además de diferentes edificios artísticos, fincas históricas y parajes naturales, vinculados, desde el siglo XVI, con las Casas Reales de los Austrias y de los Borbones. Algunos de sus enclaves también fueron utilizados por la dinastía de los Trastámara, entre los siglos XIV y XV.
Patrimonio Nacional, organismo del que dependen las posesiones que estuvieron en manos de la Corona Española, gestiona la parte principal de esta oferta turística, que se promociona unitariamente, junto con el Valle de los Caídos. Este monumento funerario, ubicado en las proximidades del Real Sitio, fue erigido en el siglo XX, a iniciativa del dictador Francisco Franco.
El Monasterio y Real Sitio recibieron en 1984 la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.
Las lindes históricas del Real Sitio quedan definidas por la Cerca de Felipe II. Esta antigua valla, mandada construir por el monarca y concluida por Carlos IV e Isabel II, rodeaba el perímetro de este enclave. Recorría los actuales términos de San Lorenzo de El Escorial, El Escorial, Zarzalejo y Santa María de la Alameda, además de otras zonas limítrofes correspondientes a Guadarrama, Alpedrete, Collado Mediano, Collado Villalba, Galapagar, Colmenarejo, Robledo de Chavela y Valdemorillo.
También fueron cercadas las antiguas aldeas de La Fresneda, que desapareció con la creación del Real Sitio, y de Navalquejigo, pueblo abandonado en el siglo XIX y hoy convertido en una pedanía escurialense.
Desde el punto de vista físico, se extendía por los bosques situados en las laderas y piedemonte del llamado Circo de El Escorial, que se encuentra flanqueado por el Monte Abantos y Las Machotas, además de por la Cuerda de Cuelgamuros, conformada por Abantos y Cabeza Líjar. El valle alto del río Aulencia, el principal afluente del Guadarrama, también quedaba integrado, así como el nacimiento del río Perales.
Este espacio se encuentra protegido, en su mayor parte, por la Comunidad de Madrid. La Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid (Dirección General de Patrimonio Histórico) lo declaró Bien de Interés Cultural, en la categoría de Territorio Histórico, mediante decreto 52/2006, con la denominación de "El Escorial: Monasterio, Sitio y Entorno Natural y Cultural". En él quedan integrados los términos de San Lorenzo de El Escorial, El Escorial, Zarzalejo y Santa María de la Alameda, donde se engloban los siguientes conjuntos monumentales y naturales:
Sin embargo, la Unesco define un ámbito territorial sensiblemente menor en su declaración del Monasterio y del Real Sitio como Patrimonio de la Humanidad, circunscrita únicamente a los términos de San Lorenzo de El Escorial y El Escorial. Su delimitación coincide, a grandes rasgos, con los conjuntos dependientes de Patrimonio Nacional, principalmente el Monasterio y la Casita del Infante (o de Arriba), en San Lorenzo de El Escorial, así como la Casita del Príncipe (o de Abajo), en El Escorial.
Quedan fuera de su lista otros conjuntos monumentales que formaron parte de la Cerca de Felipe II. Es el caso de La Granjilla de La Fresneda (Expediente BIC 3/2003), del Monasterio de Prestado, de El Campillo (Expediente BIC 2/2003), de Monesterio (Expediente BIC 1/2003), de El Castañar y de Navalquejigo, que se encuentran en manos privadas, alguno en situación de abandono.
En 2007 las autoridades españolas tramitaron ante la Unesco la ampliación de la declaración de Patrimonio de la Humanidad a todo el entorno del Real Sitio, en coincidencia con sus límites históricos. El Ministerio de Cultura propuso, a través del Comité de Patrimonio Español, que La Granjilla de La Fresneda fuese declarada Patrimonio de la Humanidad, pero esta iniciativa no llegó a prosperar.
De la Carta de Fundación del Monasterio de El Escorial se puede inferir que Felipe II protegió jurídicamente este edificio y su entorno mediante una figura legal híbrida de lo que en su tiempo se entendía por priorato, realengo y abadengo. Hoy, en concordancia con los artículos 1, 10, 17, 43, 44, 45, 46, 128 y 132 de la Constitución Española, esta figura se correspondería con un Real Sitio.
Los orígenes de este Real Sitio se remontan a 1562, un año antes de colocarse la primera piedra del Monasterio de El Escorial, cuyo solar se encontraba en las inmediaciones de El Escorial, por entonces una pequeña aldea perteneciente a la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia.
El rey Felipe II comenzó a adquirir terrenos próximos al edificio para anexionarlos y crear un espacio de uso recreativo, cinegético y agropecuario, aspecto, este último, que resultaba clave para el mantenimiento de la comunidad monacal y cortesana que iba a residir en el Monasterio. Entre las fincas apropiadas, figuraba la de El Campillo, adscrita a la realeza desde tiempos de Enrique IV de Castilla. Todas las tierras fueron valladas mediante la llamada Cerca de Felipe II. El proceso de anexiones duró hasta 1595.
El Real Sitio se regía jurisdiccionalmente mediante tres figuras principales. La administración de los cotos de caza correspondía a la Casa Real, mientras que el Prior del Monasterio gestionaba las tierras dedicadas a la explotación agrícola y ganadera. Por su parte, el Alcalde Mayor de El Escorial ejercía sus poderes en el núcleo urbano de El Escorial. Este pueblo fue desvinculado de la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia y logró alcanzar una personalidad jurídica propia, como villa, en un margo legal híbrido entre Sitio Real y Sitio de Abadengo.
Se trataba de una estructura administrativa de gran complejidad, que dio lugar a numerosos conflictos. El litigio más importante tuvo lugar en el siglo XVIII, en tiempos de Carlos III, cuando los monjes y las autoridades municipales escurialenses se enfrentaron por el control del suelo destinado a uso residencial.
La demanda de viviendas, por parte de funcionarios y personal de servicio, era un asunto especialmente sensible en aquellos momentos, ante las frecuentes visitas de la Familia Real al lugar. Fruto del interés mostrado por la Casa de Borbón hacia el Real Sitio fue la construcción de las Casitas del Príncipe y del Infante, obras de Juan de Villanueva. A este arquitecto también se debió el cierre de la lonja que rodea el Monasterio con la tercera Casa de Oficios y las Casas de Infantes.
Carlos III intervino en la citada disputa y resolvió crear en 1782 una única figura administrativa, la de Gobernador del Real Sitio, con la que tomaba su control indirecto, en claro perjuicio del Prior y del Alcalde, que vieron mermados sus poderes. Al mismo tiempo, impulsó la segregación de parte del término de El Escorial, de la que surgió el actual municipio de San Lorenzo de El Escorial, donde se encontraban los principales edificios, incluido el Monasterio.
Asimismo, articuló un nuevo marco territorial, que favoreció el desarrollo de un caserío en los aledaños del Real Monasterio, más allá del núcleo urbano de El Escorial. Las viviendas construidas en el entorno más próximo al edificio dieron origen al actual pueblo de San Lorenzo de El Escorial, constituido oficialmente en municipio el 26 de septiembre de 1836, como una escisión de El Escorial.
El Real Sitio volvió a fraccionarse a finales del siglo XVIII, durante el reinado de Carlos IV. La Desamortización de Juan Álvarez Mendizábal y Pascual Madoz dejó en manos privadas algunas de las fincas anexionadas en el siglo XVI. Entre ellas, destaca la de La Granjilla de La Fresneda, donde Felipe II ordenó construir un palacio y unos jardines renacentistas, erigidos en la desaparecida aldea de La Fresneda, cuyo caserío fue demolido para tal fin.
Por esta razón, La Granjilla de La Fresneda ha quedado fuera del circuito turístico principal, junto con otros conjuntos de similar importancia histórico-artística. Éste se articula preferentemente sobre los espacios gestionados por Patrimonio Nacional.
A continuación se describen los valores artísticos, históricos y naturales de los principales enclaves que quedaron dentro de la Cerca de Felipe II.Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid, integra un área más extensa que la definida por la Unesco en su declaración de Patrimonio de la Humanidad.
Este espacio, declaradoAlrededor del Real Sitio, se han articulado cinco rutas turísticas, que combinan tanto valores histórico-artísticos y culturales como medioambientales:
El Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial y El Escorial se encuentra muy bien comunicado a través de las carreteras M-505 y M-600, que son accesibles desde la autopista A-6 (Madrid-La Coruña). Además, la estación de El Escorial dispone de una amplia frecuencia de trenes de Cercanías, a través del ferrocarril Madrid-Ávila.
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