x
1

Primeros auxilios



Los primeros auxilios consisten en la atención inmediata que se le da a una persona enferma, lesionada o accidentada en el lugar de los acontecimientos, antes de ser trasladada a un centro asistencial u hospitalario.

Son medidas terapéuticas urgentes que se aplican a las víctimas de accidentes o enfermedades repentinas. El propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor, la ansiedad del herido o paciente y evitar el agravamiento de su estado.[1]

Por ejemplo, si se encuentra a una persona inconsciente o con sospecha de haber recibido una descarga eléctrica o electrocución, la persona que la atenderá debe estar segura que no le va a ocurrir lo mismo. Debe revisar que la zona sea segura. Si hay alguien más en el lugar del accidente, debe darle instrucciones para solicitar los servicios de emergencia, dando los siguientes datos:

A continuación se hace la valoración del paciente.

Según las nuevas pautas del European Resuscitation Council (ERC) que se publicaron en 2010, el pulso no es un criterio para decidir sobre si empezar la reanimación cardiopulmonar. En lugar de eso, la respiración es más importante porque es más fácil verificar si una persona respira.[2]​ Además dicen estas Guías que los reanimadores entrenados deberían también proporcionar ventilaciones con una relación compresiones-ventilaciones (CV) de 30:2. Para los reanimadores no entrenados, se fomenta la RCP con solo compresiones torácicas guiada por teléfono.

Se considera como herida a toda pérdida de continuidad de la piel, de las mucosas o tejidos del organismo, producida por un traumatismo o accidente o por un acto quirúrgico. Como consecuencia de la agresión de los tejidos existe riesgo de infección y posibilidad de lesiones en órganos o partes adyacentes a la zona lesionada como: músculos, nervios, vasos sanguíneos, etc. En estas situaciones es necesario poseer conocimientos de primeros auxilios para así aplicar las medidas de atención necesarias según la situación lo requiera.

La sangre se encuentra circulando por el interior de los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares), que la transporta por todo el cuerpo. Cuando alguno de estos vasos sanguíneos se rompe, la sangre sale de su interior, originando una hemorragia, que puede ser interna o externa. Es importante conocer la atención que se debe entregar frente a una hemorragia ya que las consecuencias de un mal manejo pueden causar un Shock hipovolémico.

Las heridas son lesiones que producen pérdida de la integridad de los tejidos blandos. Son producidas por agentes externos, como un cuchillo o agentes internos como un hueso fracturado; pueden ser abiertas o cerradas, leves o complicadas. Los principales riesgos de una herida son la infección y el Shock hemorrágico.

Signos y Síntomas: dolor, hemorragia, destrucción, daño de los tejidos blandos, eritema de la zona.


Hemorragia se define como la salida incontrolada de sangre de cualquier vaso sanguíneo.

La cantidad de sangre que se pierde dependerá del vaso sanguíneo sangrante: vena o arteria. Esta última es evidentemente más grave, ya que en pocos minutos se puede perder un gran volumen de sangre, produciendo shock y riesgo de muerte.

Según el vaso dañado que produce la salida de sangre, podemos distinguir las siguientes características en una hemorragia o sangramiento.

La hemorragia arterial es la más peligrosa, porque si no se controla a tiempo, puede producir, Shock por pérdida importante de sangre en poco tiempo, debilitamiento agudo, muerte

Es la pérdida de grandes volúmenes afecta de manera significativa el transporte de oxígeno y nutrientes a todo el organismo, lo que lleva a esta emergencia médica, que si no es corregida la pérdida de volumen puede producir un Paro Cardiorrespiratorio.

Signos y síntomas:

Son un tipo específico de lesión de los tejidos blandos producidas por agentes físicos, químicos, eléctricos o radiaciones.

Se producen por exposición al fuego, a metales calientes, a radiación, a sustancias químicas cáusticas, a la electricidad o, en general, a cualquier fuente de calor (por ejemplo el sol). Las quemaduras se clasifican según la profundidad del tejido dañado y según la extensión del área afectada. Una quemadura de primer grado, que solo afecta a la capa superficial de la piel, se caracteriza por el enrojecimiento. Una quemadura de segundo grado presenta formación de flictenas (ampollas), y una de tercer grado afecta al tejido subcutáneo, músculo y hueso produciendo una necrosis. La gravedad de una quemadura también depende de su extensión. Esta se mide en porcentajes de la superficie corporal. Las quemaduras graves producen shock y gran pérdida de líquidos. Un paciente con quemaduras de tercer grado que ocupen más del 10 % de la superficie corporal debe ser hospitalizado lo antes posible.

En aquellos casos de emergencia, conviene tener presentes ciertas reglas de mnemotecnias que permitan recordar fácilmente el orden de actuación. Un ejemplo de regla nemotecnia puede ser la siguiente - PAS:

Todo hogar, escuela, lugar público, centro de trabajo y automóvil debe contar con un botiquín que contenga lo necesario para salvar una vida y evitar complicaciones provocadas por un accidente.

Un botiquín debe contener material de curación y medicamentos que no tengan riesgo para las personas, sin embargo siempre debe preguntarse antes de administrarlos sobre una posible alergia o reacción negativa ante cualquier medicina o sustancia.

Es importante que el botiquín no esté al alcance de los niños, se conserve en un lugar fresco y seco y que se revise periódicamente la fecha de caducidad de los medicamentos para sustituirlos en caso necesario.

El botiquín debe incluir:



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Primeros auxilios (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!