Pedro Briceño Méndez (Barinas, Venezuela, c. 1792 - Willemstad, Curazao, Venezuela, 5 de diciembre de 1835) fue un abogado, militar y político venezolano, y prócer de la independencia. Era hijo del coronel Pedro Briceño Pumar y Manuela Méndez de la Barta y hermano del coronel José María Briceño Méndez. El 15 de octubre de 1825, contrajo matrimonio en Caracas con Benigna Palacios Bolívar, sobrina del Libertador Simón Bolívar. Fueron los padrinos de la boda, el General en jefe José Antonio Páez y Juana Bolívar Palacios (hermana de Simón Bolívar).
Hijo del coronel Pedro Briceño Pumar (Barinas, 1750-Angostura, 1819), de significativa actuación en la guerra emancipadora, y Manuela Méndez, hermana del presbítero Ramón Ignacio Méndez de la Barta (Barinas, 1773-Villeta, 1839), entre 1828 y 1830 arzobispo de Caracas. Estudió cánones y Leyes en la Universidad de Mérida donde obtuvo el título de Bachiller en Artes, también hizo estudios en la Universidad de Caracas hasta graduarse el 28 de octubre de 1811 en Derecho Civil. En 1812 regresó a su ciudad natal y allí ejerció funciones de oficial mayor de secretaría de la legislatura provincial y disuelta esta, trabajó como secretario del comandante de armas de la provincia, su propio padre. Luego de la cáida de la Primera República en 1812, emigró a la Nueva Granada con su padre y hermanos. Cuando tuvo conocimientos de la victoria del coronel Simón Bolívar en Cúcuta, el 28 de febrero de 1813, contra las fuerzas realistas del coronel Ramón Correa, se alistó en las filas patriotas y Bolívar lo nombra su secretario y con esa envestidura hizo la exitosa Campaña Admirable que concluye con la toma de Caracas, en agosto de ese año, acompañó a Bolívar en las operaciones subsiguientes. A comienzos de 1814, obtuvo licencia para trasladarse a Barinas; pero no llega a su destino porque al pasar por la ciudad de San Carlos tuvo que detenerse debido al asedio que en aquellos momentos mantenía la División que mandaba el brigadier José Ceballos contra la defensa que regía el general Rafael Urdaneta, (21-17 de marzo) participó también bajo las órdenes de Urdaneta, en la defensa de Valencia, contra el sitio impuesto por Ceballos (28 de marzo-2 de abril). De Valencia siguió con Bolívar y estuvo en la emigración a Oriente. Desde entonces, participó en las sucesivas campañas. En 1817, ya coronel, fue nombrado secretario de Estado y Relaciones Exteriores. Briceño Méndez fue también secretario de Guerra y Marina (1820-1825), y como tal participó en la batalla de Carabobo (24 de junio de 1821). En 1823 ascendió a general de brigada, y asistió en 1826 a las sesiones del Congreso de Panamá. Con motivo de la Revolución de las Reformas (1835), estuvo exiliado en Curazao, donde falleció el 5 de diciembre de 1835.
Su padre, el coronel Pedro Briceño Pumar, murió en 1819 en la Guayana; su hermano, el coronel José María Briceño Méndez, un veterano oficial fue herido en combate y contrajo nupcias con Josefina "Josefita" Santander, hija del general Francisco de Paula Santander. Un hermano suyo murió en combate como coronel, otro murió en cautiverio como teniente coronel, otro sobrevivió la guerra como coronel y otro murió desterrado como capellán.
Con mucho gusto he recibido la carta que usted de principios de abril, sobre todo me ha llenado de un placer indecible la idea de Ud. de irse a casar en Caracas. Sea Ud. mi sobrino para que adquiera nuevos títulos a mi amor. Ningún potentado de la tierra sería capaz de rivalizar a Ud. en mi corazón por este parentesco. Yo me glorío de llamarme tío del más digno de mis sobrinos. Vea Ud. lo que necesita y lo que pueda gastar en su enlace, que yo lo mandaré pagar con mis apoderados. Tendré que pasar por el dolor de girar contra el tesoro público, porque actualmente no tengo un peso de que disponer. ¿Creerá Ud. que yo doy más de vente mil pesos al año?.
En este mismo correo giro diez mil a favor de dos personas a quienes debo servir. En fin, esto lo digo en escusa porque no libro a Ud. una suma cualquiera para su boda. Podía Ud. decirle a Santander (como cosa propia) que le mandara entregar a Ud. una suma moderada, que se conceptuase pudiera deberme a mi el estado, para que la conservase Ud. en depósito y a mi disposición, con la mira de impedirme el recurso de denegarme a recibirla. Esta medida es delicada y puede ser a Ud. muy útil. Yo le ruego a Ud. que la acepte y entonces tendrá con que hacer sus gastos. Este es el único recurso que me queda por ahora.
Hablando de otra cosa: deseo a Ud. buen éxito con los agentes británicos. El negocio debe ser espinoso y difícil; los contrarios, hábiles negociadores; nosotros, débiles y bisoños. Prepárese Ud., pues, a oír grandes críticas; pero si Uds., han obrado bien, nada importa. El año que viene me iré para allá llevando un magnífico ejército. Entonces nos veremos, trataremos de nuestros asuntos privados y del bien de nuestra patria. Doy a Ud., la en hora buena por su reposo y por la libertad en que ha quedado de vivir en sosiego y placer. Deseo el restablecimiento de la salud y mande a su afectísimo, amigo que lo ama.
Bolívar
P.D.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Pedro Briceño Méndez (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)