El parque nacional Picos de Europa es un parque nacional español de 67 127 hectáreas situado en la cordillera Cantábrica en las provincias de Asturias (27 027 ha), León (24 719 ha) y Cantabria (15 381 ha). Es una de las mejores reservas mundiales de los ecosistemas ligados al bosque atlántico e incluye la mayor formación caliza de la Europa Atlántica.
El macizo occidental fue declarado parque nacional el 24 de julio de 1918 por Alfonso XIII bajo el nombre de "Parque nacional de la Montaña de Covadonga", siendo el primer espacio protegido del país. Inicialmente comprendía 16 925 ha, el 30 de mayo de 1995 se amplió su extensión hasta las 64 660 hectáreas y finalmente, el 3 de diciembre de 2014 se volvió a ampliar hasta las 67 127 actuales.
El 10 de julio de 2003 la Unesco aprobó la propuesta que lo convierte en reserva de la biosfera.
En la actualidad el parque nacional de los Picos de Europa constituye con 1 913 858 visitantes (2015), el tercer parque nacional más visitado de España, después del parque nacional del Teide (Tenerife) y el parque nacional de la Sierra de Guadarrama (Madrid-Castilla y León).
El parque nacional de Picos de Europa se localiza en la parte central de la Cordillera Cantábrica. Abarca una superficie de 67 127 ha, con una población de 4600 habitantes, lo que supone una densidad de tan solo 14,06 hab/km², distribuidas tanto en la parte sur de la Cordillera como en la norte.
La cota más alta del parque se sitúa en los 2650 msnm en el pico de Torrecerredo y la más pequeña a nivel del mar de 75 m en el río Deva lo que supone una diferencia de 2575 m.
La demarcación se distribuye entre los municipios asturianos de Amieva, Cabrales, Cangas de Onís, Onís, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja, los leoneses de Oseja de Sajambre y Posada de Valdeón y los cántabros de Camaleño, Cillorigo de Liébana y Tresviso.
El territorio está además declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Reserva de la Biosfera (Unesco), lo que denota su calidad natural y paisajística.
Vega de Liordes, enclave del sector leonés del parque nacional de Picos de Europa perteneciente al municipio de Posada de Valdeón registró -35,8 °C el 7 de enero de 2021.
El agua y el hielo han sido los grandes modeladores del paisaje de los Picos de Europa creando una orografía muy diversa. Así la vertiente norte, bañada por los nacimientos de los ríos Dobra, Cares y Sella, presenta un vertiginoso paisaje de caída hacia el mar, recorriendo, en apenas 10 kilómetros, más de 1000 metros de desnivel.
Los elementos geológicos del parque se deben a la combinación de la acción glaciar con los macizos calizos que conforman la Cordillera Cantábrica.
El levantamiento que hace 65 millones de años sufrieron estas tierras produjo un rejuvenecimiento de los paisajes dando la oportunidad a los ríos y glaciares de moldear estas montañas.
De esta manera, gracias a la erosión de los hielos cuaternarios y de los posteriores ríos formados se cuenta, entre otros, con el desfiladero de los Beyos y la garganta del Cares, dos de las hoces más espectaculares de España.
Otra de las formas erosivas más sobresalientes son las simas (léase hoyos profundos, abismos) formadas sobre la roca caliza localizándose algunas de las más profundas del mundo.
Valles glaciares con su característica forma de U, circos glaciares excavados en las peñas y lagos glaciares nos indican la presencia de una actividad glaciar que todavía hoy se manifiesta con nieves perpetuas en los altos y abrigos rocosos.
La riqueza de la flora y fauna de este recinto protegido puede verse en los distintos tipos de bosques que se encuentran.
La variedad de litologías y la coexistencia dentro del parque de un macrobioclima templado oceánico y de otro submediterráneo, crean una diversidad extraordinaria de la flora y la vegetación del territorio que, en líneas generales, está caracterizada por:
La riqueza faunística del parque nacional se puede describir como excepcional porque en él está representada toda la fauna cantábrica. La singularidad de esta fauna radica en que aquí se encuentra el límite sur de muchas especies propias del norte de Europa y el límite norte de muchas especies de distribución mediterránea. Otra de las razones de esta riqueza es su paisaje humanizado por un uso agroganadero histórico, que ha creado un mosaico de bosque, matorral y pastizal ideal para los animales. Además, la existencia de riscos y pedreras motiva la aparición de varios animales especialistas de la peña.
La diversidad del parque nacional llega a contener:[cita requerida]
Se hallan en el parque numerosas especies animales protegidas, tales como el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus), las visitas cada vez más numerosas del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) o el oso pardo (Ursus arctos arctos). Uno de los animales más representativos de Picos de Europa es el rebeco cantábrico (Rupicapra pyrenaica parva), del que existen varias esculturas en distintos puntos del parque. Asimismo, se ha reintroducido a la cabra montés (Capra pyrenaica victoriae), especie que desapareció en esta zona a finales del siglo XIX.
Entre las especies más emblemáticas cabe destacar: perdiz pardilla, acentor y gorrión alpino, pico mediano, lobo ibérico, o coleópteros como Rosalia alpina.
Dentro del parque nacional discurren un total de 30 sendas homologadas de Pequeño Recorrido (PR), cubriendo las áreas más representativas de este espacio natural: valles glaciares, hayedos, robledales, bosques mixtos, avellanares, encinares, prados de fondo de valle, pastizales alpinos, lagos glaciares, crestas, peñas, picos, etc. Hay innumerables rutas de alta montaña, por ejemplo a los pies del pico Torrecerredo (2650 m) y 200 otros picos y montañas que superan los 2000 metros de altitud. Todo ello complementado con varias áreas recreativas.
Las posibilidades de disfrutar del senderismo en este espacio son variadas y continuas a lo largo del año pues muchas de estos senderos están diseñados para realizarse con bicicletas de montaña, esquís de travesía, raquetas, o crampones y piolets en la ascensión a ciertas montañas.
El Sendero Histórico GR-1, que une las localidades de Ampurias (Gerona) y Finisterre (La Coruña), circula por dentro del parque nacional a lo largo de 62,5 km. Divididos en 5 etapas bien acondicionadas, con lugares donde alojarse y con un recorrido que nos hará descubrir las esencias del parque.
En Cantabria es conocido el sendero circular de Fuente Dé. Existe un funicular que sube desde el enclave de Fuente Dé, a una altura de 1070 m, hasta El Portal de Picos a 1823 m, donde se sitúa un mirador desde el que se puede divisar las cumbres del macizo central al norte o de los urrielles de Picos de Europa. Salva un desnivel de 753 m en menos de 4 minutos a una velocidad de 10 m/s. Desde la cumbre se pueden iniciar rutas senderistas de ida y vuelta hasta el refugio Verónica al oeste o circular al este, en bajada, de vuelta a Fuente Dé, pasando por el Chalet Real (1738 m), cuyo nombre hace referencia a Alfonso XIII, el primero en estrenarla, y el refugio Áliva (1660 m).
La presencia de calzadas romanas, Reales Cañadas de ovejas trashumantes, viejos caminos carreteros de mercantes o secretas veredas por los que maquis y guerrilleros camparon años atrás, aumentan las posibilidades para que el senderista disfrute de los secretos del parque nacional.
Para completar la oferta de actividades en el territorio, el parque nacional cuenta con artesanos locales con talleres visitables y un rico patrimonio cultural en el que iglesias románicas y barrocas, molinos, batanes, fraguas, toriles, casa blasonadas, torres medievales, romerías, gastronomía propia o juegos que derivan de una época pasada representan los abanderados de este patrimonio histórico, artístico y etnográfico.
Existen Centros de visitantes donde se informa del parque y las actividades.
A pesar de ser el primer espacio protegido declarado en España, el parque nacional de Picos de Europa carece de un Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG). El que se había aprobado ha sido suspendido por sentencia del Tribunal Supremo de España.[cita requerida]
El Plan Director de la Red de Parques Nacionales establece que la caza y la pesca son incompatibles con los objetivos de los parques nacionales. Sin embargo, caso único en Europa, estas actividades están permitidas en la parte del parque nacional de Picos de Europa gestionada por Castilla y León, incluyendo la caza de lobos lo que ha provocado una gran polémica. En la parte cántabra y asturiana del parque también se permiten batidas puntuales de algunas especies.[cita requerida]
En 2001 se inauguró el Funicular de Bulnes, que comunica los pueblos de Poncebos y Bulnes, en el Macizo Central, para dar servicio a los habitantes de Bulnes, que carece de acceso por carretera. Sin embargo, el uso turístico de este remonte es fuente de polémicas.
En diciembre de 2015, se aprueba un PRUG que limita drásticamente la posibilidad de realizar pruebas deportivas dentro del parque, con unos criterios que para la mayoría de expertos y personas de los sectores implicados no tienen mucho sentido, teniendo en cuenta que en cualquier día del año el número de visitantes del parque supera a los participantes de cualquier carrera de montaña.[cita requerida]
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