La ordenación de mujeres al sacerdocio es una práctica habitual entre algunos de los grupos religiosos principales en la actualidad, como lo fue en varias religiones de la antigüedad.
Sigue siendo un tema polémico en ciertas religiones o denominaciones donde la ordenación, el proceso por el cual una persona queda consagrada y dedicada a la administración de varios ritos religiosos, o el papel que una persona ordenada cumple, tradicionalmente se ha restringido a los varones. Esta restricción tradicional podría haber sido debido a la prohibición cultural o doctrina teológica, o ambos.
En algunos casos ocurre que se ordenen mujeres, pero no para ocupar cargos superiores, como el de obispo de la Iglesia de Inglaterra. Cuando las leyes prohíben la discriminación sexual en el empleo, se establecen a menudo excepciones para las organizaciones religiosas.
Ciertas denominaciones evangélicas autorizan oficialmente la ordenación de mujeres en las iglesias. La primera mujer bautista que fue pastora consagrada es la estadounidense Clarissa Danforth en la denominación Bautista del libre albedrío en 1815. En 1882, en la National Baptist Convention, USA. En las Asambleas de Dios de los Estados Unidos, desde 1927. En 1961, en la Progressive National Baptist Convention. En 1975, en la Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular.
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