La Operación "Iskra" Chispa (en ruso, операция Искра, literalmente operación Chispa), fue una operación militar soviética en enero de 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, cuyo objetivo era romper el sitio de Leningrado. La planificación de la operación comenzó poco después del fracaso de la ofensiva de Siniávino. La derrota alemana en la batalla de Stalingrado a finales de 1942 había debilitado seriamente el frente alemán. Aprovechando dicha debilidad, en enero de 1943, el Alto Mando soviético comenzó a planificar y a realizar diversas operaciones ofensivas en todo el frente germano-soviético, especialmente en Ucrania; «Iskra» formó la parte norte de la más amplia contraofensiva de invierno soviética de 1942-1943.
La realización de la operación se encomendó al Frente de Leningrado y al Frente del Vóljov del Ejército Rojo con el apoyo de la Flota del Báltico y de la Flotilla del Ládoga, del 12 al 30 de enero de 1943, con el objetivo de crear una conexión terrestre con Leningrado. Las fuerzas soviéticas se unieron el 18 de enero y el 22 de enero la línea del frente se había estabilizado. La operación abrió con éxito un corredor terrestre de entre ocho a diez kilómetros de ancho hasta la ciudad, inmediatamente después de la operación, se construyó un ferrocarril a través del corredor que permitió que llegaran muchos más suministros a la ciudad que el Camino de la Vida a través de la superficie congelada del lago Ládoga, reduciendo significativamente la posibilidad de captura de la ciudad y cualquier vínculo entre las tropas de Alemania y de Finlandia.
El éxito llevó al Cuartel General del Mando Supremo (Stavka) a lanzar la operación Estrella Polar menos de dos semanas después, cuyo objetivo era derrotar de manera decisiva al Grupo de Ejércitos Norte, levantando el asedio por completo, pero solo logró ganancias muy modestas a costa de un gran número de bajas. El Ejército Rojo realizó otros intentos en 1943 para renovar su ofensiva y levantar el sitio por completo, pero solo lograron avances limitados en cada uno de ellos. El estrecho corredor a través del cual, discurría el Camino de la Victoria, permaneció dentro del alcance de la artillería alemana. Al mismo tiempo la artllería alemana de largo alcance continuó bombardeando la ciudad de forma intermitente. El Ejército Rojo no levantó completamente el asedio hasta un año después, el 27 de enero de 1944.
El asedio de Leningrado comenzó el 8 de septiembre de 1941, cuando las fuerzas alemanas y finlandesas rodearon la ciudad, cortando todas las rutas de suministro a Leningrado y sus suburbios. Sin embargo, el impulso original en la ciudad falló y la ciudad fue sometida a un durísimo asedio. Durante 1942 se hicieron varios intentos para romper el bloqueo, pero todos fracasaron. El último de esos intentos fue la ofensiva de Siniávino. Después del fracaso de dicha ofensiva, la línea del frente volvió a ser lo que era antes de la ofensiva y nuevamente dieciséis kilómetros separaban el Frente de Leningrado de Leonid Góvorov en la ciudad de Leningrado, del Frente del Vóljov de Kirill Meretskov.
A pesar de los fracasos de operaciones anteriores, el levantamiento del sitio de Leningrado era una prioridad muy alta para el Alto Mando soviético (Stavka), por lo que se iniciaron nuevos preparativos para una nueva ofensiva en noviembre de 1942. En diciembre, la operación fue aprobada por la Stavka y recibió el nombre en clave de «Iskra» (Chispa), se fijó el inicio de la operación para enero de 1943.
En enero de 1943, las condiciones habían mejorando sustancialmente para la Unión Soviética. La derrota alemana en la batalla de Stalingrado había debilitado el frente alemán. El Cuartel General del Mando Supremo estaban planeando o llevando a cabo operaciones ofensivas en todo el frente, especialmente en el suroeste de Rusia. En medio de estas condiciones, la Operación Chispa se convertiría en la primera de varias operaciones ofensivas destinadas a infligir una derrota decisiva al Grupo de Ejércitos Norte alemán.
El área al sur del lago Ládoga es un área densamente boscosa con muchos humedales (especialmente depósitos de turba) cerca del lago. El bosque protegía a ambos lados de la observación aérea. Ambos factores obstaculizaban enormemente la movilidad de la artillería y los vehículos en la zona, proporcionando una ventaja considerable a los defensores alemanas. Las alturas de Siniávino eran una ubicación clave, con un terreno 150 metros más alto que el terreno plano circundante lo que lo convertía en un excelente punto de observación. Debido a que la línea del frente había cambiado muy poco desde que se estableció el bloqueo, la Wehrmacht había construido una extensa red de trincheras y obstáculos interconectados, entrelazados de artillería y fuego de mortero. Tanto el río Nevá como los pantanos circundantes estaban parcialmente congelados, lo que permitía el paso de la infantería, pero no de vehículos pesados.
Los alemanes sabían muy bien que romper el bloqueo era muy importante para los soviéticos. Sin embargo, debido al revés en Stalingrado y la ofensiva soviética en Velikiye Luki al sur de Leningrado, se ordenó al Grupo de Ejércitos Norte (comandante Georg von Küchler) que se pusiera a la defensiva y se le despojó de muchas tropas. El 11.º Ejército, que iba a liderar el asalto a Leningrado en septiembre de 1942 (véase operación Nordlicht) y que había frustrado la última ofensiva soviética (véase ofensiva de Siniávino), fue trasladado al Grupo de Ejércitos Centro en octubre. También se reasignaron otras nueve divisiones a otros sectores.
Al comienzo de la ofensiva soviética, el 18.° Ejército alemán, al mando del generaloberst Georg Lindemann, estaba formado por 26 divisiones repartidas en un frente de 450 kilómetros de ancho. El ejército estaba muy escaso de efectivos y, como resultado, no tenía reservas a nivel de división. En cambio, cada división tenía una reserva táctica de uno o dos batallones, y las reservas del ejército consistían en porciones de la 96.ª División de Infantería y la 5.ª División de Montaña, la 1.ª Flota Aérea sería la encargada de proporcionar apoyo aéreo al ejército.
El XXVI Cuerpo de ejército alemán al mando del general Albert Wodrig, formado por cinco divisiones y parte de otra, custodiaba el estrecho corredor que separaba los frentes soviéticos de Leningrado y Vóljov. El corredor tenía solo dieciséis kilómetros de ancho, razón por la cual el Oberkommando des Heeres o OKH (Alto Mando del Ejército) denominaba a este sector el «cuello de botella», en razón del pronunciado saliente que formaba el frente entre Mga y la orilla meridional del lago Ládoga. Evacuarlo hubiera significado renunciar al sitio de Leningrado, por lo que Hitler, siempre se opuso a toda sugerencia en este sentido. Las divisiones alemanas estaban bien fortificadas en esta área, donde la línea del frente se había mantenido prácticamente estable desde septiembre de 1941, con lo cual el Mando del Grupo de Ejércitos Norte tenía esperanzas de repeler cualquier ofensiva soviética en la zona.
El plan de la Operación Chispa se aprobó en diciembre e implicaban un esfuerzo combinado de los Frentes Voljóv y Leningrado, que debían derrotar al enemigo en el área de Lipka, Gaitolovo, Dubrovka, Shlisselburg, y así romper el bloqueo de Leningrado. El final de la operación estaba previsto para finales de enero de 1943. Esto significaba recuperar el «cuello de botella» y abrir un corredor de diez kilómetros a Leningrado. Una vez que se hubieran alcanzado estos objetivos, los dos frentes debían descansar durante diez días y reanudar la ofensiva hacia el sur con el fin de ampliar el corredor y, si era posible, recuperar el estratégico nudo de comunicaciones de Mga, a unos cincuenta kilómetros al sureste de Leningrado, de esta manera se conseguiría un enlace ferroviario directo con Moscú.
La principal diferencia con la anterior ofensiva de Siniávino fue la ubicación del ataque principal. En septiembre de 1942, las fuerzas soviéticas atacaron al sur de la ciudad de Siniávino, lo que les daba la posibilidad de rodear varias divisiones alemanas, pero también dejó al ejército expuesto a ataques de flanqueo desde el norte, y fue esto lo que finalmente provocó el fracaso de la ofensiva. En enero de 1943, la ofensiva se llevó a cabo al norte de Siniávino, más cerca de la orilla del lago Ládoga, lo que eliminó la amenaza de ataques de flanqueo y aumentó la probabilidad de éxito, pero obligó a los soviéticos a abandonar la idea de rodear a la mayoría de las tropas alemanas desplegadas en el llamado «cuello de botella»
La ofensiva iba a ser ejecutada por el 67.° Ejército del Frente de Leningrado y el 2.° Ejército de Choque del Frente del Vóljov al mando del mayor general Mijaíl Dujanov, y el teniente general Vladimir Romannoski respectivamente. El 8.° Ejército, comandado por el teniente general Filipp Starikov, debía llevar a cabo una ofensiva limitada en el flanco sur del 2.º Ejército de Choque y defender en otros lugares. Los Ejércitos Aéreos 13.º y 14.º proporcionarían el apoyo aéreo. La Stavka envió al mariscal Kliment Voroshilov y al general de ejército Gueorgui Zhúkov, como sus representantes para coordinar las acciones de ambos frentes.
Los dos frentes pasaron diciembre entrenando y preparándose para la ofensiva y recibieron importantes refuerzos. Estos incluían no solo el reabastecimiento y nuevas divisiones y brigadas de fusileros, sino también importantes unidades adicionales de artillería e ingenieros, que eran vitales para romper las pesadas defensas alemanas. Así mismo, se les dotó de unidades de invierno especializadas, las cuales incluían tres brigadas de esquíadores y cuatro batallones de paracaidistas.
Para asegurar que las fuerzas soviéticas tuvieran superioridad aérea, de la que habían carecido en la ofensiva anterior, la fuerza aérea en el área se incrementó a un total de más de 800 aviones, principalmente cazas. Las fuerzas de tanques no podían operar bien en el terreno pantanoso y boscoso típico de la zona, por lo que los tanques se utilizaron principalmente como batallones de refuerzo de divisiones o brigadas un poco más grandes, que debían operar de manera independiente. Se concentraron más de 4500 piezas de artillería a ambos lados del «cuello de botella». En las semanas previas a la ofensiva se realizaron meticulosos preparativos. Se construyó un campo de entrenamiento en uno de los suburbios de Leningrado en el que se instalaron réplicas de fortificaciones enemigas, refugios subterráneos y trincheras. Los soldados soviéticos practicaron cómo escalar rápidamente terraplenes construidos de tierra, madera, nieve y hielo similares a los que utilizaban los alemanes en la escarpada orilla oriental del río Nevá. Se dispusieron polígonos de tiro para que la artillería soviética realizara prácticas de tiro y así mejorar su puntería.
El teniente general Leonid Góvorov, comandante del Frente de Leningrado, realizó grandes esfuerzos para localizar las poderosas piezas de artillería que los alemanes tenían en posiciones bien camufladas en los alrededores de la ciudad, dichas posiciones resultaban difíciles de localizar mediante el reconocimiento aéreo. Góvorov sabía que los anteriores intentos de levantar el asedio de Leningrado habían fracasado debido, principalmente, a la superioridad artillera alemana. A este respecto Góvorov escribió: «La clave para penetrar en las líneas de sitio enemigas radica en dirigir un fuego muy preciso contra las baterías de cañones enemigos». Su idea era sencilla: «Tenemos que golpear antes de que lo hagan ellos».
Para determinar las posiciones de la artillería enemiga, la artillería soviética realizaba ataques contra destacados objetivos alemanes para así provocar una reacción de la artillería alemana que de esa forma descubría sus posiciones, se trataba de un trabajo increíblemente peligroso pero esta táctica de señuelos no solo proporcionó una información muy precisa sobre el despliegue de las fuerzas enemigas, sino que también levantó la moral de los defensores.
Originalmente, la operación debía comenzar el 1 de enero, pero las malas condiciones del hielo en el río Nevá hicieron que la ofensiva se retrasara hasta el 12 de enero. Se tomaron varias medidas para evitar que los alemanes conocieran los detalles de la operación. Solo un número limitado de oficiales superiores participó en la planificación de la operación, todos los traslados de tropas y material se llevaron a cabo con mal tiempo o de noche y se hicieron preparativos de ataque simulados en otros lugares para confundir a la inteligencia alemana.
Las divisiones de fusileros ocuparon sus posiciones de ataque el 11 de enero, y los tanques del primer escalón se trasladaron a sus posiciones avanzadas a principios del 12 de enero.
La noche antes del inicio de las operaciones, los bombarderos nocturnos soviéticos atacaron el cuartel general de la división alemana y las posiciones de artillería para interrumpir el mando y control alemán. Los bombarderos también atacaron aeródromos y nudos de comunicación alemanes para interrumpir el flujo de refuerzos.Katyusha, para aprovechar al máximo sus efectos.
La operación Chispa comenzó a las 9:30 horas del 12 de enero, cuando los dos frentes soviéticos iniciaron su preparación de artillería, que duró casi dos horas y media en el lado occidental y casi dos horas en el lado oriental del «cuello de botella». El ataque soviético comenzó cinco minutos antes de que la preparación de artillería terminara con un masivo bombardeo de lanzacohetesA pesar de que el Alto Mando alemán tenía indicios de que se estaba preparando una ofensiva soviética, la intensidad del ataque sorprendió sobremanera a las tropas alemanas desplegadas en el «cuello de botella». «Fue una pesadilla», escribió posteriormente un sargento de la 227.ª División de Infantería. «Aquella mañana los rusos nos aporrearon con cañones de todos los calibres imaginables. Los obuses estallaron exactamente donde estaban nuestros búnkeres. El jefe de nuestra compañía murió y algunos de nuestros soldados fueron presa del pánico. En lugar de resistir el bombardeo, salieron de las trincheras levantando las manos»
Las fuerzas del Frente de Leningrado lograron su mayor éxito entre Shlisselburg y Gorodok 2. Aquí, las 136.º y 268.º Divisiones de Fusileros soviéticas con tanques de apoyo y artillería capturaron una cabeza de puente de aproximadamente cinco kilómetros de ancho y tres kilómetros de profundidad. A las 18:00 horas, los zapadores construyeron puentes cerca de Márino para permitir el avance de las tropas del segundo escalón. El ataque más al norte en Shlisselburg fracasó, y los ataques más al sur cerca de Gorodok solo fueron capaces de capturar la primera línea de trincheras alemanas. Por la noche, el comando del frente decidió explotar el éxito en la cabeza de puente recién ocupada y reasignó las tropas que en ese momento estaban atacando Shlisselburg a través del Nevá para que atacaran Shlisselburg desde el sur.
El ataque del Frente del Vóljov tuvo menos éxito ya que las fuerzas del 2.° Ejército de Choque, aunque fueron capaces de envolver los puntos fuertes alemanes en Lipka y en el Asentamiento Obrero n.º 8, no pudieron destruirlos. Este último era una posición defensiva impresionante con una guarnición de 700 hombres y 16 búnkeres. El intenso fuego flanqueante de estos puntos fuertes impidió cualquier avance soviético adicional, pero el 2.º Ejército de Choque penetró las defensas alemanas dos kilómetros entre estos puntos. Más al sur, entre el Asentamiento Obrero n.º 8 y la arboleda de Kruglaya (Kruglaya Grove), el avance fue de uno a dos kilómetros de profundidad, mientras que aún más al sur, los ataques de flanqueo del 8.º Ejército solo lograron capturar la primera línea de trincheras alemanas.
Los alemanes reaccionaron desplegando sus reservas en la región durante toda la noche. Un grupo de batalla («kampfgruppe» en terminología alemana) improvisado que constaba de cinco batallones de la 96.º División de Infantería, apoyados por artillería y cuatro tanques Panzer VI Tigre, se trasladó a Gorodok 2 para reforzar la 170.º División de Infantería al oeste. Otro grupo de batalla similar que usaba batallones de la 96.ª División de Infantería fue enviado al Asentamiento Obrero n.º 1 para apoyar a la 227.ª División de Infantería.
Los siguientes cinco días vieron combates muy intensos mientras los soviéticos avanzaban lenta y metódicamente a través de las densas defensas alemanas y repelían los contraataques alemanes. El 13 de enero, el mal tiempo impidió al Ejército Rojo emplear su fuerza aérea. Ese día casi no ganaron terreno y sufrieron graves pérdidas.1.ª División de Infantería, la 61.ª División de Infantería, la 5.ª División de Montaña y la 4.ª División SS Polizei.
En el lado alemán, después de que sus contraataques no lograron hacer retroceder a las tropas soviéticas, comenzó a reforzar aún más el área reuniendo grupos de batalla utilizando porciones de divisiones de las zonas más tranquilas del frente. Estos incluían grupos de batalla de laEl 14 de enero el clima mejoró lo suficiente como para permitir nuevamente el apoyo aéreo y el avance soviético se reanudó, aunque a un ritmo más lento. Para acelerar el cerco del punto fuerte en Lipka, el 15 de enero el mando soviético utilizó la 12.ª Brigada de Esquíadores que cruzó la superficie helada del lago Ládoga y atacó la retaguardia alemana en Shlisselburg desde el este, lo que provocó combates muy intensos en el interior de aquella localidad. El comandante del Grupo de Ejércitos Norte, el mariscal de campo Küchler, ordenó a la guarnición de la ciudad que mantuviera sus posiciones a cualquier precio. Al final del día, las fuerzas alemanas en las áreas de Lipka y Shlisselburg estaban casi completamente aisladas del resto de tropas alemanas.
Del 15 al 17 de enero, los frentes soviéticos avanzaron uno hacia el otro, fueron conquistando los puntos fuertes alemanes en los asentamientos obreros número 3, 4, 7, 8 y la mayor parte de Shlisselburg. Al anochecer del 17 de enero, ambos frentes soviéticos estaban a tan solo entre uno y dos kilómetros de distancia uno del otro, entre los asentamientos obreros n.º 1 y n.º 5. Llegado a este punto Góborov pidió a sus soldados un último esfuerzo. La clave de la línea defensiva alemana en esta zona, era el Asentamiento Obrero n.º 5 que los alemanes habían convertido en una fortaleza. El enemigo lo creía inexpugnable, pero la noche del 17 de enero grupos de asalto soviéticos comenzaron a atacarlo. Se desencadenó una salvaje batalla entre los fortines. La infantería y los blindados se enfrentaron en la oscuridad durante dos horas, hasta que, finalmente, los alemanes comenzaron a retirarse hacia las colinas de Siniávino.
El 18 de enero, a las 9:30 horas, los elementos principales de la 123.º División de Fusileros del 67.° Ejército y la 372.º División de Fusileros del 2.° Ejército de Choque se unieron cerca del Asentamiento Obrero n.º 1, rompiendo así técnicamente el bloqueo y marcando una fecha importante en el sitio de Leningrado.
A las once de la noche del 18 de enero se leyó por radio un comunicado a la ciudad sitiada que anunciaba: «Se ha levantado el sitio a Leningrado». Todo el mundo salió a la calle; se tocó música, se compusieron poesías y se pronunciaron discursos. «No creo que durmiera nadie», escribió, alegre, la escolar Evgenia Shavrova. Vsevolod Vishnevsky, compositor del popular musical de Leningrado El ancho, ancho mar, garabateó unas palabras en su diario: «Diecisiete meses de bloqueo, de tormento, de expectación. ¡Pero resistimos!». «Esta felicidad, la de Leningrado liberada, es algo que nunca olvidaremos», dijo la poetisa Olga Bergholz. «El círculo vicioso se ha roto»
Las fuerzas alemanas al norte del asentamiento estaban aisladas. Se suponía que el kampfgruppe Hühner, formado por dos grupos de batalla de la 61.º División de Infantería, bajo el mando del teniente general Hühner, debía mantener un corredor de comunicación entre los asentamientos obreros n.º 1 y 5, pero eso ya no era posible. Los elementos principales de la 136.ª División de Fusileros del 67.º Ejército y la 18.ª División de Fusileros del 2.º Ejército de Choque se unieron al norte del Asentamiento Obrero n.º 5 a las 11:45 horas. El kampfgruppe Hühner también quedó aislado y se le ordenó infiltrarse entre las posiciones soviéticas y escapar hacia el área boscosa cerca de Siniávino, antes de que llegaran las principales fuerzas soviéticas, consolidaran sus posiciones e hicieran imposible la fuga. Los soldados de Hühner se vieron obligados a abandonar su artillería y equipo pesado y huir del avance de los soviéticos, llegaron a Siniávino la noche del 19 al 20 de enero. A primera hora de la tarde, las tropas soviéticas limpiaron Shlisselburg y Lipka de unidades alemanas y comenzaron a eliminar a los supervivientes que se escondían en los bosques al sur del lago Ládoga.
Del 19 al 21 de enero,el Ejército Rojo se dedicó a eliminar las fuerzas alemanas que habían quedado rodeadas e intentaron expandir su ofensiva hacia el sur hacia Siniávino. Sin embargo, el 18.º Ejército reforzó significativamente sus posiciones allí con la 4.ª División SS Polizei, la 21.ª División de Infantería y poco después con la 11.ª División de Infantería y la 28.ª División Jäger. Tropas soviéticas capturaron el Asentamiento Obrero n.º 6 pero no pudieron avanzar más. La imposibilidad soviética de ocupar el importante enlace ferroviario de Mga limitaba a entre diez y doce kilómetros la anchura del pasillo liberador de Leningrado.
No hubo cambios en la línea del frente después del 21 de enero. Los soviéticos no pudieron avanzar más y, en cambio, comenzaron a fortificar el área recientemente conquistada para frustrar cualquier intento alemán de restablecer el bloqueo. El 20 de enero comenzaron las obras de la línea ferroviaria temporal que uniría Leningrado con el resto del país a través del corredor capturado (conocida como el Camino de la Victoria; en ruso, Дорога победы). El plan del Comité de Defensa del Estado, redactado el 18 de enero, ordenaba terminar la construcción de la línea férrea en veinte días. El trabajo se completó el 6 de febrero, antes de lo previsto y los trenes comenzaron a entregar suministros inmediatamente. El 7 de febrero, el primer tren del «continente» llegó a la estación de Finlyandsky. Y a mediados de febrero se normalizó el suministro de alimentos al mismo nivel que el establecido para otros centros industriales del país. La operación chispa finalizó oficialmente el 30 de enero.
La Operación Chispa fue una victoria estratégica para el Ejército Rojo. Desde una perspectiva militar, la operación eliminó la posibilidad de la captura de la ciudad y un vínculo entre las topas germano-finlandés, ya que el Frente de Leningrado estaba ahora mucho mejor provisto, reforzado y capaz de cooperar más estrechamente con el Frente del Vóljov. Para la población civil, el operativo significó que más alimentos pudieron llegar a la ciudad, así como mejorar las condiciones y la posibilidad de evacuar a más civiles de la ciudad. Romper el bloqueo también tuvo un efecto estratégico significativo, aunque fue eclipsado por la rendición del 6.º Ejército alemán en Stalingrado solo unos días después.
Además, la victoria dio lugar a ascensos para Leonid Góvorov, que fue ascendido a coronel general el 15 de enero, y Zhúkov, que fue ascendido a mariscal de la Unión Soviética el 18 de enero. Así mismo, Góvorov y Meretskov recibieron la Orden de Suvórov de 1er grado el 28 de enero. La 136.ª y 327.ª Divisiones de Fusileros recibieron la designación honorífica de 63.ª y 64.ª Divisiones de Fusileros de Guardias, mientras que la 61.ª Brigada de Tanques fue designada como 30.º Brigada de Tanques de Guardias. Stalin se mostró satisfecho con el resultado y concedió 19.000 condecoraciones a sus soldados.
Para el lado alemán, la batalla destruyó por completo las 41.º y 227.º Divisiones de Infantería y dejó al 18.º Ejército muy estirado y exhausto. Al carecer de suficientes refuerzos, el Oberkommando des Heeres o OKH tomó la decisión de acortar la línea del frente evacuando el saliente de Demiansk, unido al 16.º Ejército por un estrecho corredor contantemente amenazado, saliente que se había formado a lo largo de 1942 (véase bolsa de Demiansk), la retirada se efectuó con orden y permitió recuperar siete divisiones. Posteriormente, a partir del 2 de marzo, se evacuaron los salientes de Rzhev, Gzhatsk y luego Viazma, sin que el Ejército Rojo fuera capaz de interferir en dichas evacuaciones. Esta ámplia operación de evacuación terminó el 25 de marzo y permitió acortar el frente más de 368 kilómetros y poner catorce divisiones a disposición del OKH.
Sin embargo, la Stavka sabía que la operación Chispa estaba incompleta, ya que el corredor que había abierto era estrecho y estaba al alcance de la artillería alemana, y las importantes alturas y puntos fuertes de Siniávino permanecían bajo control alemán. Esto llevó a Zhukov a planificar la Operación Estrella Polar. Esta operación ofensiva mucho más ambiciosa tenía como objetivo primordial derrotar decisivamente al Grupo de Ejércitos Norte, pero fracasó desde el principio. El Ejército Rojo llevó a cabo otras ofensivas en el área en 1943, expandiendo lentamente el corredor, logrando algunos pequeños avances antes de finalmente capturar Siniávino en septiembre. Sin embargo, la ciudad de Leningrado todavía estaba sujeta al menos a un asedio parcial, así como a bombardeos aéreos y de artillería hasta enero de 1944, cuando la Ofensiva de Leningrado-Novgorod rompió las líneas alemanas, levantando el asedio por completo.
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