Norma Andrade (1961) es una activista mexicana, una de las miembros fundadoras de Nuestras Hijas de Regreso a Casa, una asociación sin fines de lucro mexicana de madres cuyas hijas han sido víctimas de feminicidios en Ciudad Juárez. La asociación civil “Nuestras hijas de regreso a casa” surge en 2001, tiene como objetivo la exigencia por el derecho a la justicia por los casos de desaparición, asesinato, violación y la reparación de daños frente a estos casos dónde las víctimas fueron mujeres. Norma es originaria de Ciudad Juárez dónde estudió, inició la profesión de maestra y su propia familia.
El trabajo desarrollado desde la experiencia de haber perdido a su hija, es un ejemplo de tenacidad y valentía para exigir justicia y la reparación del daño. Lilia Alejandra García Andrade cuando fue secuestrada y asesinada, tenía dos hijas.
Su hija, Lilia Alejandra García Andrade, desapareció el 14 de febrero de 2001. Y el 21 de febrero, su cuerpo fue hallado envuelto en una manta, con signos de daños físicos y sexuales. Andrade es también la madre del director del grupo Nuestras Hijas de Regreso a Casa, Malu García, que se vio obligado a huir a la ciudad de México debido a amenazas (sospechosas de ser del narcotráfico).Según informes, el 30 de septiembre de 2011, Malu García recibió llamadas telefónicas amenazantes de una fuente no identificada que afirmaba conocer la ubicación de ella y su familia, incluida su madre. Poco después, un amigo cercano de Malu 'García fue asaltado y amenazado. Después de que ella fue agredida físicamente, fue instruida a decirle a Malu 'que tenía 12 horas para salir de la ciudad o que mataría a los miembros de su familia. En respuesta a esas acciones, se incrementó la protección a Malu’ y su madre, Norma Andrade, por las amenazas que enfrentaban.
El viernes 2 de diciembre de 2011, Norma fue herida de bala en la ciudad mexicana de Ciudad Juárez, varias veces (algunos reportes dicen que fue disparada cinco veces) por un grupo de hombres armados mientras ella estaba dejando el trabajo.El tiroteo fue inicialmente culpado por los funcionarios en un intento de arrebato desde una moto. El foco de la investigación cambió más tarde, cuando se supo que ella recibió la amenaza de muerte el día del tiroteo. Se informó que individuos desconocidos contactaron a la escuela donde se emplea la mañana del ataque. Esas personas hicieron varias preguntas como cuando llegó, cuando se iba, y si planeaba venir a trabajar por la tarde. Las llamadas desconocidas amenazaron con estar esperando fuera de la escuela; estando claro que el personal no estaba revelando ninguna información. Muchos miembros de Nuestras Hijas de Regreso a Casa han reportado amenazas que han recibido en su lucha contra el homicidio femenino a las autoridades. Sin embargo, los informes confirman que las autoridades no están investigando efectivamente estas denuncias y tratando de llevar ante la justicia la fuente de estas amenazas.
El 3 de febrero de 2012, Norma fue atacada por segunda vez por un desconocido, fuera de su residencia. A las 9.00 de ese 3 de febrero, salió de su casa en el barrio de Coyoacán en el sur de la Ciudad de México para acompañar a su nieta a la escuela. Fue atacada por un hombre cuya identidad permanece desconocida. Se cortó la cara con un cuchillo antes de huir de la escena. Andrade fue llevada al hospital donde fue tratada por una lesión de 6 cm en su mejilla. La casa en la que tuvo lugar el segundo ataque es la casa que eligió para permanecer con protección después de los primeros ataques a su vida. Andrade debía estar bajo protección policial cuando ocurrió el segundo ataque.
Después del segundo ataque a la vida de Andrade, se inició una petición en Twitter solicitando que el presidente mexicano Felipe Calderón le diera a Andrade la protección que necesita y merece. La petición argumentaba que si el Estado mexicano no puede encontrar a los responsables de la agresión, violación y asesinato de su hija, podría por lo menos proporcionar una protección adecuada. Además de la petición que circula en Twitter, cerca de un centenar de grupos internacionales de derechos humanos, más de doscientos grupos de defensa de los derechos de las mujeres y activistas de Centroamérica solicitaron una protección inmediata y eficiente para Andrade y su familia. Desde 2008, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha estado presionando al gobierno mexicano para que proporcione protección a cuatro de los miembros de la organización Andrade, incluyendo a Norma. El gobierno no lo ha hecho. Estos grupos también están llamando la atención y la crítica al gobierno mexicano por no proporcionar la seguridad apropiada a la que se comprometieron.
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