Las lenguas joisanas o khoisánidas (también khoisán, kxoisán o khoesaan) son un grupo de lenguas africanas caracterizadas por el uso de chasquidos o "clics". Tradicionalmente se las ha considerado una familia de lenguas; sin embargo, lo más probable es que sean, en verdad, varias familias. Muchos lingüistas siguen conjeturando que podrían estar genéticamente emparentadas, aunque con una profundidad temporal muy grande, por lo que las considera una macrofamilia, si bien la evidencia en favor de esa hipótesis es escasa. El término proviene del nombre de los khoi (khoisán central) y los san (khoisán septentrional).
Históricamente, las lenguas han sido habladas principalmente por tres grupos étnicos: los khoikhoi, antiguamente conocidos por el término peyorativo hotentotes, los san, a los que se les solía conocer como bosquimanos, término también peyorativo, y los damaras. Khoikhoi y san suelen ser denominados conjuntamente como pueblos khoisán en razón a similitudes antropológicas. Joseph Greenber agregó a este grupo lingüístico otras dos lenguas de África central, el hadza y el sandawe, ya que no parecen relacionadas con lenguas vecinas pero poseen clicks como los existentes en las lenguas khoisán.
En la actualidad, estas lenguas solamente se hablan en el desierto del Kalahari y en una pequeña área de Tanzania. Las lenguas del grupo son cada vez más escasas; varias se han extinguido. Muchas no tienen registro escrito. Las lenguas hadza y sandavés (o sandawe) de Tanzania se clasifican generalmente dentro de las lenguas joisanas, pero están muy separadas (tanto geográfica como lingüísticamente) de las demás. Muchos lingüistas ponen en duda el origen común de la familia joisana. Las lenguas más habladas del grupo son el coroca y el sandavés.
Históricamente es conocido que los pueblos joisán ocupaban un área más extensa en África Meridional y que fueron desplazados o substituidos por lenguas bantúes. Algunas lenguas bantúes como el Xhosa muestran clicks en su inventario fonológico, lo cual sugiere que debió haber hablantes bilingües en ambas lenguas. Igualmente la lingüística histórica ha demostrado que la expansión bantú debió desplazar a pueblos que hablaban lenguas joisán. De hecho la presencia de clicks en hadza y sandavés y el hecho de que no estén emparentados de manera visible con ninguna otra lengua africana, sugiere que pudieron tener alguna conexión histórica con las lenguas joisán propiamente dichas. Sin embargo, no existen evidencias de parentesco firme entre éstas y las otras lenguas joisanas y la presencia de clicks podría indicar un rasgo de área lingüística previamente existente a la expansión de las lenguas bantúes.
Aun existiendo un elevado número de lingüistas partidarios de postular una macrofamilia khoisán, ninguno de los muchos intentos de probar el parentesco genético de todas las lenguas khoisanas ha sido convincente y la evidencia en favor del parentesco filogenético real es extremadamente escasa. Parte de las dificultades en el trabajo comparativo reside en que existe un cierto número de lenguas joisánidas actualmente desaparecidas para las que no existen virtualmente datos lingüísticos y son eslabones perdidos que habrían permitido hacer una comparación más efectiva. Excluyendo el hadza y el sandawe, la evidencia disponible para el resto de lenguas khoisán ha permitido identificar tres grupos bien definidos y dos lenguas de posición dudosa provisionalmente consideradas aisladas. Los tres grupos son:
Las dos lenguas cuya posición es dudosa porque no parecen encajar del todo bien en los grupos anteriores son:
El hadza y el sandawe tampoco parecen emparentados con las lenguas anteriores y parecen ser lenguas sobrevivientes de la expansión bantú hacia el sur de África que debió ocasinar la extinción de muchas lenguas posiblemente relacionadas con algunas lenguas khoisán.
Una de las características más peculiares de estas lenguas consiste en el uso de chasquidos consonánticos como fonemas, incluyendo lenguas como el cungo (o kung-ekoka), que posee 50 chasquidos consonánticos diferentes y más de 140 fonemas individuales, así como el !xóõ, con un enorme inventario fonológico dotado de sonidos estridentes y guturales.
Gracias a la película de 1980 Los dioses deben estar locos en la que se puede oír la lengua de los san, el gran público conoce el sonido característico de los clicks.
Las únicas otras lenguas que usan chasquidos como fonemas son las lenguas bantúes nguni, como el josa (o xhosa) y el zulú de Sudáfrica, el sesotho también hablado en Sudáfrica y Lesoto, la lengua cushítica dahalo y una lengua ceremonial artificial llamada "damin", hablada por algunos aborígenes australianos. Se cree que todas estas lenguas, a excepción del damin, han tomado los chasquidos de las lenguas joisanas.
Estos lenguajes se conocen genéricamente como Khoisan. Sus hablantes incluyen poblaciones tan separadas y aisladas entre sí como los Hadzabe de Tanzania (este de África) y los San de la región suroccidental del continente. La razón más probable es que el Khoisan fuera la lengua hablada por un antiguo pueblo que se extendió por toda África, y que otras expansiones de población muy posteriores colonizaron todo menos las regiones aisladas y dispersas en las que se sigue hablando hoy la lengua ancestral.
Según los datos de Knight, los Hadzabe y los San "están tan alejados como lo pueda estar una población humana de otra". La interpretación más simple de esos datos es que el Khoisan es heredero del lenguaje más antiguo de la historia de la humanidad. De ser así, se debió hablar junto a las riberas del Sáhara en el despertar de los tiempos.
Las lenguas joisanas difieren dramáticamente en su estructura gramatical y tipología, lo cual refuerza la hipótesis de que no tienen un origen común. En cuanto a la morfología y sintaxis existen dos tipos bien diferenciados:
En la sintaxis las diferentes lenguas khoisán pertenecen a tipos prácticamente opuestos:
Al igual que en otras áreas, las lenguas joisanas muestran gran diversidad y o bien no constituyen una familia lingüística en absoluto o bien empezaron diversificarse hace demasiados milenios como para que pueda establecerse su parentesco. La siguiente table compara los numerales reconstruidos en las tres ramas identificadas como familias:
Para el número 3 en las tres ramas aparecen términos relacionados aunque se trataría de préstamos léxicos desde el joisán central a las otras dos ramas.
Las lenguas joisán comparten rasgos fonológicos peculiares que en general parecen estar ausentes de lenguas africanas, excepto por préstamos evidentes de las lenguas joisán a otras lenguas. El avance de las comparación entre las lenguas joisán ha permitido reconstruir claramente tres unidades filogenéticas probadas (Joisán septentrional, Joisán central y Joisán meridional), con posibles relaciones entre ellas. La adscripción del sandavés (sandawe) y el hadza a estas lenguas es por otra parte tentativa y puesta en duda por ciertos autores. Un árbol maximal basado parcialmente en la evidencia del proyecto comparativo ASJP es el siguiente:
Hadza
Sandawe
Joisán septentrional (!Kung-Juu-ǂHoa)
Joisán meridional (Nu-!Xóõ)
Joisán central (Kxoe-Nama)
Otros trabajos han investigado la relación genética entre los pueblos putativamente macro-joisanos han encontrado el siguiente árbol clasdístico para los genes de los pueblos joisán:
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