3 distritos
Jauja (en quechua: Shawsha pronunciado [ʂɐwʂɐ]) es una ciudad peruana, capital de la provincia de Jauja, ubicada en el departamento de Junín. Se sitúa a una altitud de 3390 metros en el valle del Mantaro (antes valle de Jauja). Fue una de las primeras ciudades fundadas por los conquistadores ya que llegaron al territorio del actual Perú en el siglo xvi y fue capital de la región conquistada hasta 1535, cuando luego se fundó Lima.
La ciudad de Jauja está conformada por la conurbación de tres distritos: Sausa, Yauyos y Jauja, y en 2012 contaba con una población estimada de 29 700 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú.
En cuanto al origen del nombre, a pesar de que las raíces etimológicas de la palabra «Jauja» se suelen buscar en vocablos quechuas o aymaras, es más que probable que simplemente se adoptara ese nombre en recuerdo y homenaje a la ciudad española de Jauja, como sucedió con tantos otros topónimos en el proceso de colonización. No debe olvidarse que en castellano antiguo Jauja se escribía Xauxa porque la letra X se pronunciaba como una "J" débil, como aún sucede en México. La cordobesa población española de ese mismo nombre se halla entre Córdoba y Sevilla, a orillas del río Genil, dentro del término municipal de Lucena a quien pertenece. La Jauja española fue fundada por los árabes en el siglo XII sobre poblados mucho más antiguos. En lengua árabe la palabra jauja se puede traducir como pasillo, pasadizo o portillo.
Ubicada en la cabecera norte del valle del Mantaro, la actual localización de Jauja acogió en su momento varias expresiones culturales prehispánicas y preincaicas. Incluso durante el Imperio inca existían agrupamientos de indígenas huancas. Durante el Incanato se estableció el poblado de Hatun. Uno de los episodios más notables que la tradición oral ha rescatado, fue la masacre que el Inca Pachacútec infligió a los huancas de la zona que se levantaron contra el imperio. La tradición señala que el inca ordenó la mutilación de las dos manos a todos los varones y la mutilación de la mano derecha a todas las mujeres. Ese episodio tuvo lugar en la pampa de Maquinhuayo (actual Muquiyauyo), a escasos cinco kilómetros al sur de la actual ciudad de Jauja.
Durante el viaje de los conquistadores ibéricos hacia la ciudad del Cusco, Francisco Pizarro decidió la conveniencia de fundar una ciudad que sirviera como cabecera o capital de los territorios que estaba descubriendo. De esa manera, el 25 de abril de 1534, Pizarro fundó la ciudad aprovechando el amplio valle en el que se ubicaba (el más ancho de toda la cordillera andina). La fundación se realizó bajo el nombre de «Santa Fe de Hatun Xauxa» utilizando la denominación quechua que los incas otorgaron a la localidad.
Durante el año 1534 Pizarro y su tropa hicieron una prolongada etapa en el valle de Jauja antes de marchar hacia el Cusco. Por esa época Jauja con su ameno clima era sede de enormes tampu o tambos (depósitos) en donde los incas habían acumulado enormes cantidades de alimentos, vestimentas y riquezas varias que permitieron a los españoles vivir holgadamente durante meses. Precisamente esta abundancia fue probablemente lo que les hizo recordar a la española Jauja, en la cual, según relata hiperbólicamente Lope de Rueda, las calles estaban empedradas con piñones y por ellas corrían arroyos de leche y de miel. Así se asentó la legendaria magnificencia del valle del Mantaro, y más en concreto del País de Jauja.
Los españoles establecieron la ciudad como la primera capital de la Gobernación de Nueva Castilla aunque luego, con la fundación de Lima, se mudó la capital a dicha localidad debido a la importancia que tenía para los conquistadores la comunicación marítima con la metrópoli, para aprovechar la cercanía al puerto (actual puerto de El Callao). Por ello mismo, la capital del Virreinato del Perú, creado poco después, sería la ciudad de Lima.
Durante el Virreinato, Jauja pasó a formar un corregimiento dependiente de la intendencia de Tarma, que era la principal ciudad de la zona. Posteriormente fue el pueblo de Huancayo que fue tomando importancia. Durante esta época, Jauja fue reconocida por su clima seco, especialmente beneficioso, según la medicina de la época, para los enfermos de las vías respiratorias y tuberculosis. El hospital de Jauja acogió a muchos residentes españoles que venían desde la capital e incluso la misma metrópolis para atenderse en la ciudad.
La riqueza que trajeron estos vecinos hizo que Jauja tomara nuevamente renombre y se reforzara la leyenda del «país de Jauja», donde se afirmaba que de los ríos manaban leche y de los árboles, buñuelos. De hecho, se hizo popular la expresión «Esto es Jauja», que persiste en nuestros días en países hispanoparlantes y se aplica cuando en un lugar la riqueza está al alcance de la mano y la vida es fácil y sin restricciones.
Actualmente la provincia de Jauja va siendo investigada, ya que el tramo Hatun Xauxa - Pachacamac del Qhapac Ñan pasa por esta ciudad, aparte de ello , se tiene un gran punto central, el conocido Ushno de Hatun Xauxa, un centro ceremonial de ofrendas líquidas,una construcción de piedras, en las cuales el Inca reunía a las personas para su adoración, una iglesia de época virreinal, donde fue bautizada Francisca Pizarra que se encuentra situada en el actual distrito de Sausa, todo estas investigaciones están siendo dadas para la re valoración y desarrollo de la provincia.
Durante la guerra del Pacífico Jauja intervino en los momentos finales, ya consumada la derrota peruana y efectuada la invasión chilena. Los grandes fundos que se habían establecido en la zona fueron saqueados tanto por el invasor como por el ejército de resistencia comandado por Andrés Avelino Cáceres. El territorio de Jauja fue escenario de la «Campaña de la Sierra», en la cual las huestes peruanas intentaban causar un repliegue en el avance chileno.
Luego de la guerra, la ciudad de Jauja empezó a tomar renombre como un lugar de clima saludable, especialmente para los enfermos de tuberculosis y otras afecciones respiratorias. El establecimiento del Sanatorio Domingo Olavegoya hizo que a Jauja acudieran enfermos de muchas partes del mundo, que hicieron de Jauja una ciudad pequeña pero muy cosmopolita, descrita magistralmente en la novela País de Jauja de Edgardo Rivera Martínez. En el cementerio de Jauja se pueden ver lápidas con nombres provenientes de muchas partes del mundo. Luego del desarrollo de los antibióticos, la ciudad dejó de tener importancia en ese aspecto.
Esta capital de provincia posee una extensión de 749,19 km², de los cuales la mayor parte es sierra.
programar el crecimiento urbano de la ciudad para absorber el incremento poblacional de los próximos 15 años de 5.146 habitantes.
En el siguiente cuadro se presenta una lista con 3 distritos del continuo urbano de Jauja.
Algunos de los principales monumentos históricos de Jauja son:
La principal actividad es el comercio al por menor de productos agrícolas que se producen en el valle del Mantaro. Sus calles son estrechas y sus casas son de un estilo republicano andino, predominando las construcciones a base de adobes estucadas con yeso y las grandes puertas o zaguanes de madera.
El calendario festivo de la ciudad es muy amplio, celebrándose gran cantidad de acontecimientos sociales, religiosos o municipales con gran algarabía y festejo. Las fiestas más concurridas son los carnavales y la tunantada que se lleva a cabo durante una semana a partir del 20 de enero.
El clima de la ciudad es templado con marcadas temporadas de lluvias de noviembre a abril y seca de mayo a octubre.
Vía terrestre, de Lima a Jauja se arriba por la Carretera Central (Lima - La Oroya - Jauja). Asimismo, Jauja se comunica con la Selva Central a través de la Carretera Jauja - Tarma.
Vía aérea, el aeropuerto de Jauja fue reconocido oficialmente en 1995; es administrado por CORPAC y actualmente recibe vuelos comerciales diarios de las empresas LATAM Perú y Peruvian Airlines. Anteriormente, también llegaron Andes Air, Star Perú y LC Perú.
Dentro de toda la provincia (34 distritos) existe una gran variedad de festividades donde los habitantes de esta zona cultivan danzas primigenias y rinden culto a los santos con misas a los santos patrones con castillones y fiestas costumbristas, donde se expende una rica variedad de platos y bebidas típicas en cada distrito. Las fiestas populares enriquecen el folklore de este valle. Durante los 12 meses del año se celebran fiestas costumbristas, patronales, religiosas y cívicas. Las más conocidas son: Festividad de San Sebastián y San Fabián (20 de enero), Los Cortamontes de Jauja y Marco, compadres y comadres de Paca, la tunantada de Huaripampa, Mamanchic Rosario (Fiesta patronal de Jauja). Las Danzas son conocidas por el magistral despliegue de compás y plasticidad como: El carnaval Marqueño, el Corcovado, el Chacra negro, la Chonguinada, la Guerra de las Flores, la Jija, la Pachahuara, la Pandillada Jaujina, la Tunantada.
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