x
1

Inmigración china en México



Progresión temporal (estimaciones):

Los primeros inmigrantes chinos a México llegaron a finales del siglo XIX a la península de Baja California, la mayoría, con la intención de cruzar hacia los Estados Unidos. Al no lograrlo, un número importante se estableció en Mexicali, en particular en una porción del centro de la ciudad conocido como la Chinesca. Otros chinos y rusos se trasladaron al Valle de Guadalupe, en el municipio de Ensenada. Hoy en día muchos bajacalifornianos y sudcalifornianos son nietos e hijos de estos inmigrantes, sin olvidar otras comunidades que radican en Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Tamaulipas, Guerrero y Puebla.

En la capital, la comunidad china de la Ciudad de México se estima en 30.000 personas,[1]​ y va en aumento. Al igual que en otras ciudades del mundo, tiene su propio barrio chino, muy cerca de la Alameda Central (calle Dolores). En él se encuentran manifestaciones culturales y gastronómicas en fechas específicas, como el Año Nuevo, tanto para el calendario chino como para el calendario mexicano y, sobre todo, para el calendario católico. Hubo, por ejemplo,[cita requerida] una peregrinación de chinos católicos hacia la Basílica de Guadalupe, acompañada de danzas y música tradicional china y mexicana, así como una serie de bautizos múltiples de bebés chinos nacidos en México.

Existen diversas estimaciones y sondeos en cuanto al peso estimado de su contribución demográfica en el México actual, que varían desde los 10.700 chinos residiendo en México en 2008,[4]​ versus los 70.000 con ciudadanía china aquel mismo año,[2]​ y hasta los 400.000 mexicanos con ascendencia china, y 80.000 chinos de ultramar en 2016, haciendo un total de 480.000 chinos viviendo en México, según Nanfang Daily y el sitio web de la Oficina de Relaciones Exteriores de China.[1]

Para comprender los motivos que los migrantes tuvieron, es importante conocer las características que se vivían en su país en aquellos momentos. La desigualdad en la distribución de la tierra en China en esa época, es un elemento importante que se toma en cuenta para el análisis del porque se vivían momentos difíciles, porque es precisamente de la zona rural de China que salieron la mayoría de los emigrantes que arribaron a México, especialmente a Baja California.[5]​ La inestable situación socioeconómica en China y sus necesidades de encontrar trabajo fueron elementos determinantes que obligó a muchos a salir en busca de mejor calidad de vida, sin embargo, muchos quedaron en situaciones desventajosas para competir con trabajadores de otras partes del mundo, con trabajos muy pesados y salarios muy bajos. Baja California representa uno de los mejores testimonios de cómo los chinos se abrieron paso en un medio hostil.

Los barcos que desembarcaban en Mazatlán, Ensenada y Guaymas que venían de Cantón y Hong Kong con cientos de chinos que en su mayoría eran varones en los primeros años del siglo XX. Para impulsar la extensión de ferrocarriles de México y el Suroeste de los Estados Unidos se contrataron a miles de inmigrantes chinos para trabajar marchas forzadas de la colocación de rieles y la construcción de estaciones ferroviarias.

A finales del siglo XIX se propició una fuerte inmigración de chinos hacia los Estados Unidos con el fin de trabajar en la construcción de vías férreas, al concluirse éstas, el país del norte empezó a rechazarlos hasta que en 1904, se emitió una ley que prohibía su entrada, ya que para el 6 de mayo de 1882 se aprobó en EE. UU. La Ley de exclusión china[6]​ con la argumentación de los trabajadores chinos ponía en peligro el orden en algunas localidades del territorio estadounidense, con esta política quedó suspendida la inmigración de trabajadores chinos y fue ilegal su entrada a los Estados Unidos.

Esto casi coincidió con el desarrollo agrícola de Mexicali que requería de mano de obra y los mexicanos existentes no eran suficientes en ese tiempo para proporcionarla, por este motivo, de 1910 a 1920 se facilitó la entrada de asiáticos a trabajar en esta región. Siendo así los chinos sus pioneros, con la construcción del ferrocarril. Mexicali se fundó el 14 de marzo de 1903 y La Colorado River land company necesitaba de mano de obra en estas tierras desiertas, por lo cual importó un número considerable de trabajadores chinos conocidos como culis.[7]​ Debido a esto, es que Mexicali se considera como la ciudad que tiene la mejor comida china en México (e incluso se dice "del mundo", comercialmente hablando), volviéndose la comida típica de la ciudad, con más de 200 restaurantes donde se puede disfrutar Chop Suey, Arroz Frito, Chow Mein, Carnitas Coloradas, Chun Cun, entre otras recetas.[8]

Uno de los peores episodios del racismo en México lo padeció la comunidad china que buscaba en el país durante y después del movimiento revolucionario oportunidades de desarrollo económico. En 1917, en la penitenciaría de Hermosillo, Sonora se apresaron más de 300 chinos sin justificación los cuales fueron torturados y en el peor de los casos asesinados por las políticas nacionalistas y racistas de los gobiernos mexicanos pos-revolucionarios.

Los chinos llevaron el opio a México entrando por el puerto de Mazatlán, rápidamente se dieron cuenta de que las condiciones climáticas de Sinaloa permitía el buen cultivo de esta planta; así fue como inició las primeras rutas de narco tráfico hacia los Estados Unidos por el territorio mexicano donde descubrieron dichos caminos de tráfico de drogas de los chinos.[9]​ Se les inventó un sinfín de defectos: haraganes, opiómanos, jugadores y vengativos que no temían cometer asesinatos. Se denunció con frecuencia su desaseo, se decía que eran fáciles transmisores de enfermedades, débiles y feos. Por ello, el que muchas mexicanas contrajeran matrimonio con chinos era algo despreciable. Hubo quienes en 1907 dijeron que las mexicanas que se casaran con hombres tan feos merecían una “paliza soberana”[10]

Al transcurrir el siglo XX la xenofobia fue desapareciendo poco a poco. Uno de los esfuerzos más intensos para eliminar los prejuicios lo encabeza Eduardo Auyón, un intelectual originario de Guangdong, China, pero que vive actualmente en Mexicali, Baja California, desde hace 52 años, ha fundado la Alianza Pro Unificación Pacífica de China en México e impulsado vehementemente la Asociación China local.

La artesanía piñatera mexicana ha llegado procedente de España y a su vez de Italia con una relación histórica que surgió en el viejo mundo, la tradición de romper piñatas en México nace con las posadas navideñas y se extiende la costumbre en los cumpleaños infantiles. Las piñatas son una amalgama de tradiciones sincretizadas venidas de diversas regiones del mundo, surge en China la tradición,[11]​ llega a Italia a través de Marco Polo, luego se extiende la costumbre por los frailes quienes la trajeron a la Nueva España por donde la costumbre se arraigó y adquirió una particularidad cristiana con raíces aztecas que hoy en día forma parte de las costumbres más comunes de México.

Otra comunidad importante establecida en México en los últimos años es la tibetana, a la búsqueda la manifestación libre de sus costumbres.

Entrando al Barrio Chino de la ciudad de México.

La Calle Dolores

Un supermercado asiático en la calle de Dolores.

Arco en honor a la comunidad Chino-mexicana

Calle Dolores en el Barrio Chino del DF

Comida de un restaurante chino-mexicano en Nuevo León.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Inmigración china en México (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!