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Hyach



Razas aparecidas en la serie de ciencia ficción Babylon 5 y sus spin-offs. El maquillaje de todas las razas aparecidas en la serie principal fue diseñado por los estudios Optic Nerve.

Los Primeros son un tipo muy antiguo de especies inteligentes, con civilizaciones de al menos un millón de años de antigüedad, o más. Las dos con mayor protagonismo dentro de la serie, fueron:

Las cuatro razas jóvenes principales que tienen sus propios artículos y que representan las principales potencias de la Galaxia entre las razas jóvenes son:

Estas razas junto a los Vorlon conformaban el poderoso Consejo Consultivo de Babilonia 5, que luego serían miembros fundadores de la Alianza Interestelar junto a la Liga de Mundos No Alineados.

Los abbai son originarios del planeta Ssumsha (o Abba IV).[1]

Los abbai son una especie anfibia de forma humanoide con aspecto similar al de un pez.[2]​ Pueden extraer oxígeno del aire a través de sus orificios nasales, o del agua a través de branquias situadas a ambos lados del torso. Tienen 5 dedos en cada mano, pero no en los pies, y una cresta sobre la cabeza, normalmente mayor en las mujeres que en los hombres, que se desarrolla según madura su sistema reproductivo.[3]

Su piel es más gruesa que la humana y puede ser marrón, rosada o roja. No tienen pelo.

Cuentan con una serie de tentáculos en la parte interior del muslo, más gruesos en los varones que en las hembras, que se enlazan durante la actividad sexual para fertilizar a la hembra. El periodo de gestación es de 4 cheens (unos 8 meses), transcurridos los cuales, la hembra se sumerge en el agua y da a luz a través de un canal de parto situado en la zona inguinal.[3]

Los abbai tienen una capacidad empática limitada, más acentuada en las hembras que en los varones.[3]

Los Abbai son un matriarcado[4]​ encabezado por una Natar, título que se traduciría como “Emperatriz-Madre”. El cargo de Natar es vitalicio y hereditario, pasando a una de las hijas de la familia de la Natar a la muerte de esta.
Aunque oficialmente no hay ninguna ley que especifique que la Natar deba haber sido madre, se considera la maternidad como la mejor preparación para el Matriarcado.[3]

La Natar es aconsejada por el Marti, un consejo de 200 miembros elegido por el pueblo cada 3 años.

La civilización Abbai tiene más de 6.000 años de antigüedad, y lleva más de 4.000 rigiéndose por el actual sistema de gobierno, con el que han conseguido desterrar la pobreza y las desigualdades. Por lo general prefieren vivir en pequeñas aldeas junto al agua, habiendo tan sólo 10 grandes ciudades en todo el planeta. Tampoco es infrecuente que haya comunidades completamente submarinas.[3]

Las hembras superan a los varones en una proporción de 5 a 1, y suelen ocupar todos los puestos de poder o influencia, pero no porque se considere a los varones inferiores o incapaces de ninguna manera. A excepción del Matriarcado, los varones pueden participar libremente en todas los aspectos de la sociedad, pero tradicionalmente prefieren dedicarse al arte, el estudio o la ciencia antes que a la política.

Entre sus formas de arte se puede encontrar literatura, escultura, pintura, teatro, música, una forma de arte informático con el que crean complejas imágenes abstractas y una forma de escultura en la que modelan plantas vivas.[3]

Los abbai consideran el sexo como algo independiente del matrimonio, no existiendo el concepto de infidelidad y siendo la poligamia, la bisexualidad y el sexo con otras especies algo totalmente natural para ellos.[3]

Los telépatas abbai son conocidos como helomai, y se les considera más cercanos a la Naturaleza que el resto de los Abbai. Desde muy jóvenes se convierten en aprendices de otros helomai en una campo de su interés, que suele ser en el terreno de las ciencias sociales, la zoología o la horticultura.[3]

Los Abbai no veneran a ningún dios omnipotente, sino que consideran sagrados determinados elementos naturales como la arena, las plantas o las montañas. La única excepción es el Kolai, que venera el conocimiento y la lógica. Hay 16 religiones en Abba IV, la más popular de las cuales es el Oulai, que venera el viento y el agua. No existe ningún tipo de rivalidad entre religiones.[3]

En algunas ceremonias religiosas se utiliza un alucinógeno llamado dinok que podría ser el origen de los poderes empáticos de los abbai.[3]

El alba de la civilización Abbai suele señalarse con la fundación de Nolei, una ciudad con una población de varios cientos que funcionaba como centro de comercio para las aldeas de la región. Fueron fundándose otras ciudades más pequeñas a lo largo y ancho del continente, muchas de las cuales mantuvieron el modelo matriarcal tradicional, en el que la matriarca tenía poder sobre toda la región. Nolei estaba dirigida por una sobre-matriarca, aconsejada por un consejo de matriarcas de las aldeas de la región.[3]

Unos 1800 años después de la Fundación, las matriarcas de las ciudades habían empezado a reunirse, lo que dio lugar a que se designara una Natomo (Madre-Portavoz) que dirigiera las reuniones. En apenas un siglo, ganó tal influencia que se estableció una Matriarca para todo el continente que recibió el nombre de Natar. Siguiendo el sistema de la antigua Nolei, la Natar era aconsejada por las matriarcas de las ciudades, organizadas en un consejo conocido como Marti.[3]

300 años después, el Matriarcado atravesó su momento de mayor crisis. La gestión de las colonias en el lejano segundo continente del planeta, dificultada por las malas comunicaciones, probó ser demasiado para que las matriarcas pudieran compatibilizarlas con sus deberes para con el Marti. La repentina muerte de la Matai y el nombramiento como su sucesora de Vessa Qwil’telai, quien no había sido madre, desestabilizaron la sociedad abbai. Sin embargo, la nueva Matai se reveló como una gobernante capaz, que entre otras importantes reformas revisó el matai convirtiéndolo en el sistema democrático que es en la actualidad. Estos rápidos cambios sociales, sin embargo, no sentaron bien en todas partes y desembocaron en algunos episodios de levantamientos violentos.[3]

5000 años después de la Fundación, los abbai habían desarrollado su tecnología hasta el punto de ser capaces del viaje espacial y establecieron su primera colonia en el año 1234 d.c. Dos siglos después construyeron su primera puerta de salto al hiperespacio con el quantum-40 encontrado en Abba II. Aunque ninguno de los sistemas limítrofes era habitable, sí que encontraron otras razas. Hicieron el primer contacto con los Ingyo en el año 1495 d.c. (unos 5300 años después de la fundación).[3]

Los Abbai se convirtieron en miembros muy activos de la Liga de Mundos No Alineados – incluso su embajadora, Kalika, fue portavoz de la Liga durante un tiempo – y firmaron tratados de defensa mutua con muchas razas. En 2232, durante la Invasión Dilgar, la colonia de Beshilay, que tenían en colaboración con los Hyach, fue capturada y sus habitantes sujetos a terribles experimentos. Cuando la Alianza Terrestre estuvo a punto de liberar la colonia, los dilgar probaron en ella un arma que se suponía que quebraría la corteza planetaria y dejaría el planeta inhabitable. Aunque el arma fracasó, la colonia estaba en el centro de la zona de pruebas y la zona será radiactiva durante varios miles de años.[3]

Los abbai dejaron la Liga en 2259, como resultado de las disensiones y guerras internas provocadas por las Sombras como antesala de la Guerra de las Sombras. Al año siguiente, Abba IV sufrió un ataque directo de las Sombras y sólo la intervención de los rangers evitó que la población fuera diezmada. Tras la guerra, Natar Yrisha pidió a todos los Abbai que volvieran a su planeta natal para colaborar en las reparaciones.[3]

Son una raza de seres extraterrestres ficticios que aparecen como antagonistas principales en la película para televisión Babylon 5: Tercer Espacio,[5]​ y en la novelización de la misma, en donde se les asocia a los Mitos de Cthulhu.

Según la telépata Lyta Alexander, mientras estaba poseída por un remanente psíquico Vorlon, hace miles de años, conforme los Vorlon, una de las razas más antiguas de la Galaxia, comenzaban a contactar a las razas jóvenes, se les consideraba como dioses. Ellos mismos se empezaron a sentir como tales, y en su arrogancia, decidieron explorar otras dimensiones y abrir una Puerta a otro plano.[5]​ Al abrir, parcialmente, la Puerta que crearon, descubrieron que en el Tercer Espacio –una dimensión alterna similar al Hiperespacio- existía una raza peligrosa de seres malévolos, mucho más antiguos que ellos, una raza xenófoba que considera que son los únicos seres vivos que merecen vivir en el Universo.[5]​ Según los Vorlon, estos seres habían exterminado miles de otras especies en su universo, y pretendían hacer lo mismo en el nuestro. Para poder entrar a nuestro Cosmos debía estar la puerta abierta de ambos lados.[5]

Peor aún, estos seres tenían poderosas habilidades telepáticas, y cuando los Vorlon quisieron cerrar la Puerta, los seres controlaron las mentes de cientos de individuos Vorlon para que mataran y murieran por ellos. Finalmente, se logró impedir su ingreso a su dimensión y la Puerta fue ocultada, con tan mala suerte, que es redescubierta por científicos humanos en el siglo XXIII, quienes deciden ponerla en funcionamiento de nuevo, cerca de la estación espacial Babilonia 5.[5]

Es entonces que se descubre la verdad sobre la siniestra amenaza que se cierne sobre el Universo, cuando miles de personas dentro de Babilonia 5 comienzan a tener un comportamiento violento, controladas por los alienígenas. Las tropas de defensa de Babilonia 5 son enfrentadas con naves provenientes de esta dimensión.[5]

Finalmente, la única forma de derrotarlos es agrediéndolos desde dentro, por lo que John Sheridan se introduce a su dimensión y es capaz de observar sus “ciudades oscuras”, para colocar explosivos capaces de distraerlos y así salvar al Universo.[5]

Se desconocen los detalles de su sociedad, gobierno o estructura social, salvo vagas referencias al Uno, que no queda claro si es un líder, una deidad o el colectivo de seres del Tercer Espacio. Así como su profunda xenofobia y su odio por todas las demás formas de vida del Universo.

Los seres del Tercer Espacio son criaturas con aspecto de pulpo, repletas de tentáculos y con enormes cabezas de calamar.[5]

En la novela basada en la película, se asocia a los alienígenas del Tercer Espacio con los Mitos de Cthulhu de H.P. Lovecraft, incluso las personas poseídas telepáticamente por ellos recitan las letanías de Cthulhu presenten en Las Montañas de la Locura.

Son originarios del planeta Brakos y su territorio parece ser bastante extenso.[3]​ Los brakiri, al igual que los drazi y los narn fueron conquistados por los centauri,[3]​ aunque el dominio no fue tan brutal como con los narn, le guardan cierto rencor y desconfianza a éstos.[3]​ Fueron partícipes de la Guerra Dilgar y miembros de la Liga de Mundos No Alineados.[2]

Los brakiri viven en una plutocracia corporativa. Su sociedad se fundamenta en la acumulación de dinero y riqueza material y la posición política es proporcional al poderío económico (de forma similar a los ferengi de Star Trek). El cuerpo de gobierno brakiri es un concejo de los más ricos empresarios del planeta llamado la Sindicracia. El embajador Drazi Vezak acusó a los brakiri de “no haber inventado nada, y que todo lo han robado a otras especies”.[3]

Como se descubre en la serie Crusader no todos los planetas del espacio brakiri son colonias brakiri, algunos son mundos soberanos que, a cambio del 10% de su producto interno bruto, reciben protección militar del gobierno brakiri, pero para todo lo demás son autónomos, como fue el caso de los ultra-religiosos lorkanos.[3]

Son miembros fundadores de la Alianza Interestelar.

Se desconocen los detalles de la religión brakiri, aunque parecen tener sacerdotes. El cometa es una figura de gran significado en la religión brakiri y es un auspicio de muerte. Mencionar un cometa en presencia de un brakiri es equivalente a amenazarlo de muerte a él y toda su familia. Durante la quinta temporada la serie se descubre que cada 200 años un Cometa particular pasa por la órbita de Brakos y durante esa fecha los vivos son capaces de hablar con los muertos, efecto que se produce en la propia Babilonia 5.[3]

Los brakiri son antropoides, parecen ser primates mamíferos similares a los humanos y centauri, aunque sus rasgos faciales son muy diferentes. Sus rostros están repletos de arrugas y protuberancias.

Alfabeto Brakiri

Los Caminantes de Sigma 957 son una poderosa raza de Primeros, es decir, tan o más antiguos que los Vorlon y las Sombras.[3]​ A diferencia de la mayoría de Primeros se mantuvieron en la Galaxia pero son tan diferentes que sólo las naves al pasar por Sigma 957 solo reportan encuentros extraños con objetos no identificados y luces. Susan Ivanova logra enrolarlos exitosamente en la lucha contra los Vorlon y las Sombras. A diferencia de éstos, que se quedaron en la Galaxia para guiar a las razas jóvenes, los Caminantes evitan el contacto. Según el universo expandido los Caminantes están fascinados con clasificarlo todo en el universo y se abocan a estudiar cuanto existe, incluso viajando a otras dimensiones.[3]

Son alienígenas humanoides que aparecen en la película para televisión Babylon 5: El Río de las Almas.[2]​ Tienen vidas increíblemente longevas de muchos milenios por lo que se sienten fascinados por evitar la muerte. Viajan por la Galaxia hacia donde algún filósofo, líder, héroe o en general, figura importante está a punto de morir para literalmente capturar su alma y preservarla por siempre para poder hablar con ella. Los Minbari los odian pues consideran que tal acción detiene la evolución del alma (los minbari creen en la reencarnación). Por error atraparon una civilización entera que no estaba muriendo sino evolucionando en energía pura (como los Primeros).[2]

Los dilgar son originarios del planeta Omelos, en el sector Calibán.

Los dilgar eran una raza humanoide con ciertos rasgos felinos.[2]

Los dilgar fueron una cruel fuerza militar invasora que en 2230 comenzó una violenta guerra genocida contra los diferentes mundos de la Liga de Mundos No Alineados. Los dilgar habían descubierto que la estrella de su sistema iba a convertirse en nova, destruyendo su planeta y buscaban nuevos mundos donde asentarse. En el proceso, destruyeron planetas enteros, invadieron mundos y esclavizaron a su población e incluso realizaron experimentos científicos en prisioneros.

La Liga iba perdiendo cuando en 2231 la Alianza Terrestre entró en el conflicto. Con su ayuda, se volvieron las tornas y, tras la Batalla de Balos, los dilgar fueron rechazados y los territorios reconquistados hasta confinarles de nuevo en su planeta. Casi todos los señores de la guerra dilgar fueron entonces apresados y juzgados por sus crímenes. La excepción más notable fue Jha'dur, cuyos crueles experimentos la hicieron merecedora del apodo "La Muerte Errante".

Cuando su sol se transformó en nova, el planeta de origen de los dilgar fue destruido y se considera por ello desde entonces a su raza extinta.

Los Drakh eran servidores de las Sombras,[6]​ una raza de Primeros dedicada a la violencia y la guerra, y tras la desaparición de las Sombras, se transformaron en los principales adversarios de la Alianza Interestelar.[7]

Si bien se desconoce el planeta de origen de los Drakh, la serie hace suponer que habitaban el planeta de donde las Sombras eran nativas, Zahadum. Tras la destrucción de Zahadum parece que la mayoría de los Drakh emigraron a Centauri Prime desde donde formaron su nueva base galáctica. [7]

Si bien se desconocen los detalles históricos de los Drakh, se sabe que participaron de la Primera Guerra de la Sombras hace miles de años. Fueron los principales servidores de las Sombras durante ambas Guerras, la Primera y la Segunda, por lo que heredaron su tecnología. Los Drakh, además de ser esclavos de las Sombras, los adoraban como a dioses y tras su desaparición al finalizar la Segunda Guerra de las Sombras, los Drakh heredaron toda su tecnología. [7]

Después de que Sheridan y Delenn accionan los dispositivos de autodestrucción del planeta Zahadum, del que provenían las Sombras que había partido a otra dimensión al lado de sus rivales los Vorlon al término de la Segunda Guerra de las Sombras, los Drakh emigraron en gran número a otros rincones del Cosmos, particularmente a Centauri Prima.[3]

Los Drakh controlaban al gobierno centauri mediante un Guardián, una especie de simbiótico racional que se conecta al sistema nervioso de un anfitrión manipulándolo. Mediante este oscuro control del gobierno centauri comenzaron una guerra entre la República Centauri y la Alianza Interestelar que terminó en el bombardeo de Centauri Prima. Tras la muerte del Regente, los Drakh tomaron control de Londo Mollari, el futuro emperador.[7]

16 años después, cuando el hijo de John Sheridan y Delenn, David, a la edad de 16 años es atacado por un Guardián que le toma posesión y lo hace viajar a Centauri Prima, sus padres lo siguen. El embajador Vir Cotto logra desentrañar la conspiración destruyendo la Torre de las Sombras, sede del poder Drakh en Centauri Prima, y liberando a la familia Sheridan gracias al control de Londo sobre su Guardián en estado etílico. Para cerciorarse la libertad del pueblo centauri, Londo le pide a G'Kar que lo estrangule. Por desgracia, mientras esto sucedía el Guardián de Londo despertó y se defendió, provocando que ambos se estrangularan mutuamente como fue visto en un sueño profético por Londo.

Tras su expulsión de Centauri Prima, no se sabe el destino de los Drakh.

Pareciera que los Drakh se dividen en varias subespecies.[3]​ Los líderes son altos, con un cráneo picudo y exoesquelético, piel escamosa y áspera. Los soldados rasos tienen cabeza redondas y largos ojos negros, y los hay con aspecto repilesco. Los líderes engendran los Guardianes, una especie de alimaña simbiótica usada para controlar otros individuos.[3]

Los Drakh, al menos los líderes, son telépatas y se comunican telepáticamente entre sí así como con los Guardianes que engendran.[3]

Los Drazi provienen del Planeta Zabar que se extendió por un vasto espacio territorial con muchas colonias. El territorio Drazi es limítrofe con la República Centauri, y durante algún tiempo los centauri subyugaron a los Drazi.[3]

Se sabe que los Drazi fueron una colonia del Imperio Centauri, si bien aparentemente los centauri no fueron tan crueles con ellos como con los narn, ya que los Drazi no sienten tanto odio por los centauri. En todo caso, los Drazi se independizaron de los centauri probablemente por medios políticos más que militares, y se convirtieron en una potencia mediana del sector en constante competencia contra los centauri que le tienen cercado casi todo el territorio.[8]

Los Drazi fueron miembros de la Liga de Mundos No Alineados y lucharon en la Guerra Dilgar, luego fueron miembros de la Alianza Interestelar y participaron de la Guerra de las Sombras. Durante las negociaciones para la firma del tratado de la Alianza el embajador Drazi Vezak recordó al Concejo que “Los Drazis nunca habían invadido a otros pueblos” en una amarga alusión a los centauri. Sin embargo, en ese mismo capítulo se descubre que piratas Drazi con apoyo del gobierno saqueaban a humildes campesinos de un planeta indefenso.

Tras la Guerra de las Sombras, cuando los centauri bajo influencia drakh comenzaron a atacar a sus vecinos, los Drazi fueron de los más atacados. Fueron entusiastas participantes de la Guerra Centauri y según Vir Cotto “fueron muy duros”. Precisamente fueron, junto a otras ex colonias centauri como los narn, del grueso de la flota que bombardeó Centauri Prime en el 2261.

El cuerpo de gobierno Drazi es el Shadak, un concejo de cinco miembros. La forma de elegir el gobierno Drazi se da cuando toda la sociedad se reúne y extrae un listón al azar de una caja.[2][4]​ Los que tienen listones verdes o púrpuras se unen entre sí y comienza una violenta lucha.[9]​ El bando que gane elegirá a los cinco miembros del Shadak y gobernará durante cinco años. Cuando Susan Ivanova se enteró de esto –por los disturbios que hacían los Drazi en la estación- se asombró por la idea de que hubiera una guerra motivada solo por dos pedazos de tela, a lo que el embajador Drazi respondió: “Ustedes pelean guerras por banderas”.

Los Drazi son poderosos guerreros y probablemente sean la cuarta raza joven más fuerte después de minbaris, centauris, humanos y narns,[4]​ aunque el hecho de ser miembros de la Liga de Mundos No Alineados implica un cierto grado de subdesarrollo.[10]

Entre los Drazi hay tres religiones principales; la belicosa y guerrera Thrazda "el camino del luchador" la cual es la mayoritaria de la especie, conlleva un código de honor para guerreros y el culto al sol y las estrellas.[3]​ Kri Maru "el Niño Sol" es una religión más gentil y pacífica que la Thrazda y que crece en popularidad, gira en torno a la figura sagrada del Droshalla, un ser luminoso alado probablemente de inspiración Vorlon, los seguidores de Kri Maru creen que aquellos que han visto un Droshalla están benditos y que las bendiciones pueden pasarse por tocar un objeto o persona cercano a la aparición de un Droshalla.[3]​ Chayar "el Camino Azure" es una religión mística basada en prácticas ascéticas y es minoritaria comparada con las otras dos.[3]​ Entre los Drazi existen también diferentes deidades y santos patronos de distintas ocupasiones y lugares, así como un limitado culto al Gran Creador, deidad máxima de los Centauri probablemente importado debido a la conquista centauri. Dada la naturaleza belicosa de los Drazi los enfrentamientos violentos entre religiones son comunes.[3]

Por su aspecto, los Drazi parecen ser reptiloides. Tienen una piel escamosa y áspera, con una cierta cresta sobre la cabeza. Los Drazi son muy fuertes y temperamentales, con tendencias violentas. En Crusade, se les menciona como hermafroditas.

Los Drazi tienen un alfabeto[11]​ de solo 24 letras, con equivalentes en el alfabeto latino excepto los caracteres "Q" y "Z" de los que carecen. Su alfabeto no tiene mayúsculas.

La raza, a la que pertenece el personaje de Dureena Nafeel en Crusade, es humanoide salvo por la forma diferente de los ojos y la frente y visten de forma similar a los nativos norteamericanos. Su nombre concreto se desconoce, pero se sabe que a menudo sufren penurias económicas que los lleva a vender a sus propios hijos como esclavos. Dureena pensó ser la última de su especie hasta que se descubrió que existía una pequeña colonia en otro planeta también colonizado por unos pocos humanos y afectados ambos por la Plaga Drakh. Su destino se desconoce por la cancelación de la serie.

Raza humanoide de campesinos que vivían asolados por piratas Drazi hasta que pudieron pedir ayuda mediante una transmisión secreta que, al descubrirse, causó gran humillación al gobierno Drazi. En el universo expandido se menciona su ingreso a la Alianza Interestelar.

Los gaim provienen del planeta N'chak'fah ("el Nido" en su idioma), en la frontera del espacio Narn. La densa atmósfera impide ver el espacio exterior, lo que les hizo creer que no existía nada fuera de su planeta. Su nombre es un homenaje al guionista y amigo de Straczynski Neil Gaiman, debido al parecido del casco del traje de encuentro gaim con el yelmo del personaje de Sandman creado por Gaiman.[12]

Los gaim están organizados en monarquías. Existen en el planeta seis casas reales, una por cada colmena, bajo el dominio absoluto e indiscutible de la Reina.[3]​ Estas colmenas están desde que se recuerda en un estado constante de guerra fría, en eterna competición por los recursos de su mundo. Las guerras abiertas entre colmenas están consideradas con diferencia las más brutales de toda la Liga de Mundos No Alineados.[3]

Los gaim son una raza insectoide.[3]​ Poco se sabe de las Reinas dado que nunca han sido vistas por ningún alienígena, pero se cree que pueden poner decenas de miles de huevos al día. Las reinas son, además, capaces de manipular el material genético de dichos huevos durante la puesta, dotando a la colmena de aquellos recursos que más necesite en cada momento, ya sean guerreros, constructores o científicos. Por ello, los gaim se encuentran con fisiologías y capacidades intelectuales muy distintas atendiendo a su papel en la sociedad de la colmena.[3]​ Los embajadores y los represetantes comerciales, los que más habitualmente se ven fuera de N’chak’fah, son los únicos gaim de forma humanoide. Son el único caso conocido de una raza que dominó directamente la tecnología orgánica sin pasar por la utilización de herramientas.[3]

Para comunicarse entre sí utilizan una combinación de emisiones químicas y telepatía intra-especie.[3]

Los gaim fueron conscientes por primera vez de la existencia de algo más allá de su cielo cuando, a principios de la década de 2210 (año terrestre), una nave narn aterrizó en N'chak'fah en su búsqueda de mundos fácilmente conquistables cuyos recursos poder explotar en su guerra contra la República Centauri. Considerados como simples bichos carentes de inteligencia, fueron inicialmente tratados como tales. Y reaccionaron del mismo modo que ante cualquier amenaza a la colmena: enviaron miles de guerreros que devoraron a los exploradores.[3]

Cuando el Régimen Narn envió equipos de desinfección y esterilización a lidiar con la “plaga”, las seis reinas se unieron por primera vez en la historia para combatir a los invasores. Aunque sufrieron grandes pérdidas, consiguieron derrotarlos por pura superioridad numérica. Fue cuando los narn enviaron refuerzos cuando se dieron cuenta de que los gaim eran una raza inteligente. En pocas semanas, y basándose únicamente en su contacto con la tecnología narn, habían pasado de usar fuego, rocas y superioridad numérica como únicas armas a utilizar misiles guiados y armas de partículas, mientras sus cazas eran derribados por zánganos guerreros voladores inexistentes hasta entonces. Comprendiendo que habían mordido más de lo que podían tragar, al menos por el momento, los narn se retiraron de N’chak’fah, dejando tras de si a unos gaim ahora conscientes de que no estaban solos en el universo.[3]

Los siguientes en llegar a N’chak’fah fueron los dilgar, durante la campaña que asoló la galaxia en la década de los treinta. Más avanzados que los narn, los dilgar no tuvieron necesidad de bajar al planeta, que bombardearon desde el espacio. Pero las reinas ya se habían preparado para la posibilidad de otro ataque alienígena, y fueron capaces de llevar la guerra al espacio mediante el abordaje de lanzaderas enemigas y la cría de guerreros capaces de sobrevivir en el vacío, que atacaban a sus bombarderos. Para cuando llegaron las fuerzas de liberación de la Liga y la Alianza Terrestre, los gaim ya estaban estableciendo su presencia en órbita y habían creado una nueva casta obrera: la diplomática, con forma y tamaño humanoides para facilitar la interacción con otras especies, y por primera vez criada a partir del material genético de las seis colmenas, para poder representar a la totalidad de los gaim.[3]

Los gaim se unieron enseguida a la Liga de Mundos no Alineados, conscientes del peligro de potencial de las ansias expansionistas del Régimen Narn. Adquirieron la tecnología necesaria para el viaje interestelar de los demás mundos de la Liga y empezaron a reunir una flota, compuesta de viejos modelos comprados o robados a otras razas, como los markab o los brakiri. Por ahora no han tenido gran éxito en sus intentos de mejorarlas.[3]

Han establecido algunas colonias, la más importante de las cuales es N'chak'fah II. En su mismo sistema solar se encuentra también N’chak’fah VII, su colonia minera más importante.[3]

Para financiar la adquisición de tecnología alienígena, los gaim se han convertido en proveedores de mercancía biológica: drogas avanzadas y sustancias químicas producidas por las Reinas, armamento biológico,... También suelen emplear a sus temibles tropas de tierra como mercenarios en guerras alienígenas.[3]

Aparte de un enfrentamiento puntual con la Alianza Terrestre en Ceti Gamma en 2240 (que al parecer fue o una prueba de armamento o una especie de extraño experimento diplomático), no estuvieron envueltos en más conflictos hasta el 2260, cuando fueron a la guerra contra los descari durante la Guerra de las Sombras. Durante esta guerra prestaron también ayuda a los brakiri y se unieron a la flota de John Sheridan tras la firma del Tratado de Babylon.[3]

Dejaron la Liga de los Mundos no Alineados al disolverse ésta a finales de 2261 y pasaron a formar parte de la Alianza Interestelar.

La sociedad está estructurada en torno al servicio a la Reina y las necesidades de la colmena. Cada individuo es creado para ejecutar un papel determinado en el enjambre.[3]

Se ha oído hablar de “erráticos”, individuos renegados o mutantes que no forman parte de las colmenas, aunque se desconoce si dichos gaim existen realmente o son sólo una excusa a la que achacar cualquier problema cuando sea necesario, ya que todos los problemas entre los gaim parecen achacarse a estos “erráticos”.[3]

Hay quien sostiene que dichos individuos podrían ser la consecuencia de la hasta ahora nunca vista mezcla de material genético de las distintas colmenas.[3]

Originarios del planeta Shir-shraba.[3]

El planeta Shir-shraba es un mundo donde hace cerca de un millón de años surgieron dos especies inteligentes; los Hyach y los Hyach-do, de forma similar al humano y al neandertal en la Tierra o al centauri y al xon en Centauri Prime. Pero, mientras que los humanos exterminaron a los neandertales y los centauri a los xon, los Hyach y los Hyach-do vivían en paz y armonía e incluso hubo matrimonios mixtos.

Esto cambió cuando el gobierno Hyach decidió exterminar a los Hyach-do, y comenzaron un holocausto. Todo Hyach-do, y cualquiera que tuviera sangre Hyach-do, fueron ejecutados. Las piras funerarias ardían día y noche. Los Hyach-do intentaron huir del planeta pero si un Hyado era encontrado en una nave el castigo era la ejecución del capitán y su familia.

Los Hyachdo fueron finalmente exterminados, pero los propios Hyach se sentenciaron a sí mismos con el genocidio, pues había alguna especie de conexión simbiótica entre los dos y por ello la natalidad Hyach ha disminuido exponencialmente. El fenómeno fue descubierto por el Dr. Stephen Franklin ya que los modernos Hyach ocultaron por vergüenza lo que hicieron sus ancestros.

Los Hyach descubrieron el viaje interestelar hace 7000 años[13]​ y fueron aliados de los Minbari en la Primera Guerra de las Sombras. Debido a su naturaleza hogareña no viajan mucho y esto evitó que se convirtieran en una gran potencia de la Galaxia, siempre prefiriendo mantenerse dentro de su planeta antes que dedicarse a la conquista o la expansión como otras razas. Establecieron una notable amistad y alianza con los Drazi quienes son sus principales socios comerciales y aliados político-militares.

Los Hyach fueron miembros de la Liga de Mundos No Alineados y luego de la Alianza Interestelar. Lucharon en la Guerra Dilgar, en la Guerra de las Sombras y en la Guerra Centauri.

Los Hyach tienen un gobierno gerontocrático, es decir, un gobierno de ancianos. Los más viejos entre ellos ejercen el poder político en su mundo con representantes ancianos de diferentes ciudades, pueblos, zonas rurales y colonias. El más viejo de todos es el gobernante ejecutivo y quien preside en Gran Concejo de Ancianos y se le llama Ssh-Ba que significa "el más Viejo entre los Viejos".[13]

Los Hyach son antropoides pero de aspecto muy diferente. Sus manos tienen cuatro dedos muy gruesos y diferentes a los humanos y su cabeza se divide en dos grandes lóbulos frontales.[3]

Los Hyach adoran a una deidad andrógina de aspecto serpentino llamada Oshi-Ta cuyo nombre significa "La Semilla y el Huevo". Se cree que Oshi-Ta representa el balance entre lo masculino y femenino y bendice a los Hyach para tener vidas largas y sabiduría.[3]

Los Hyach basan su cultura en la tradición. Mantienen una serie de ceremonias y complejos rituales para casi cualquier situación.[3]​ Rara vez salen de su mundo y por lo general los Hyach que son vistos fuera de su planeta se encuentran en misiones específicas de comercio o diplomacia.[3]​ Los Drazi son sus principales socios y prefieren delegarle a ellos el comercio de sus piedras preciosas que abundan en su planeta. Además los Hyach no permiten que extranjeros se establezcan en su mundo fuera de las cedes diplomáticas y algunos Drazi.[3]

Los Hyach no usan moneda ya que su sociedad basa su economía en el canje y por lo general al viajar a otros mundos usarán el canje antes que el pago con la moneda de curso.[3]

Los llort provienen de un planeta inhóspito en el exterior por lo que casi toda la vida es subterránea. Su civilización se desarrolló en el subsuelo del planeta.[3]​ Los llort tienen una tendencia a coleccionar cosas e incluso a robar. Cuando algún tipo de objeto se convierte en una curiosidad se desesperan por robarlo y obtenerlo, como sucedió con la ropa interior de la comandante Elizabeth Lochley cuando, por alguna razón, se convirtió en un objeto preciado para los llort.

En cuanto a su aspecto, los llort tienen una cabeza cubierta por una coraza dura y moteada similar a una tortuga –probablemente para protegerse de las piedras que pueden caer en el subsuelo- y los ojos colocados en los dos extremos de la cabeza como los bovinos lo que hace suponer que no son depredadores y que tienen mala visión.

Su sistema de gobierno consiste en un rígido feudalismo en donde las clases dominantes divididas en señoríos feudales están frecuentemente en conflicto y guerras entre sí.[3]​ La gran mayoría de llort pertenecen a la clase media y una de las profesiones mejor cotizadas es la de soldado, ya que los señores feudales con frecuencia requieren servicios militares para sus campañas interstinas. Por debajo de la clase media se encuentra una clase de sirvientes semiesclavos. Fueron miembros de la Liga de Mundos No Alineados y de la Alianza Interestelar.

La Mano es una raza maligna que aparecen en la película para televisión Babylon 5: La Leyenda De Los Rangers (que estuvo planeada como un episodio piloto de una nueva serie spin-off.[14]

La Mano fue una raza muy antigua que hace millones de años alcanzó el máximo y más elevado nivel de evolución conocido; el nivel de Primeros, seres de energía pura. Pero al hacerlo, enloqueció y comenzó a matar razas de la Galaxia una tras otra sin razón aparente. A raíz de esto los demás Primeros la derrotan y la transportan a una dimensión paralela de oscuridad absoluta. Según G'Kar estos seres son el origen de las diversas leyendas de distintas culturas sobre entidades malévolas expulsadas a otros planos de existencia oscuros (como la caída de Lucifer en el infierno o los mitos de Cthulhu).

Los restos de una ciudad millones de años antigua son encontrados en Beta Durani VII, muy profundamente enterrados en el subsuelo, en donde hay una pirámide que sirve de portal a otra dimensión. Al enviar una sonda a través de ella esta regresó destruida y deforme; irreconocible.

La Mano cuenta con un grupo de servidores devotos y fanáticos, que visten oscuras capuchas y hablan con un tono monótono, cuya intención es liberar a La Mano hacia nuestro universo y cuyas naves son muy poderosas. Según uno de estos servidores; las Sombras son como insectos comparados con La Mano.

Se desconoce si La Mano tiene alguna relación con los alienígenas del Tercer Espacio con quienes tienen varios paralelismo argumentales, como son el habitar en otra dimensión y el ser una raza genocida.

Los markab eran sumamente religiosos y devotos. En su pasado hubo una plaga que se dispersó en la Isla Drafa hasta aniquilar a toda la población.[4]​ Los clérigos del planeta culparon a la población de la isla asegurando que su inmoralidad fue la que causó el castigo divino de la plaga. Esto sentenciaría a su civilización. La plaga reapareció siglos después en el 2260 y los markab infectados la ocultaron por vergüenza a que se les acusara de inmorales, por lo que la plaga se extendió por todo el mundo y entre las colonias markab, así como en Babylon 5. Para cuando la plaga comenzó a diezmar a la población no había nada que hacer y los markab se extinguieron.[4]​ El Dr. Stephen Franklin compara esto con la Peste Negra de la Edad Media en la Tierra, cuando la población acusaba a los gatos –por ser supuestos animales del Diablo- de provocarla. Pero al matar a los gatos –depredadores naturales de las ratas que transmitían la peste- hicieron que la propia peste negra floreciera.

El planeta Markab se encuentra desierto y grupos de saqueadores y ladrones de tumbas lo profanaron hasta que la puerta hiperespacial fue destruida por John Sheridan.

Los markab fueron miembros de la Liga de Mundos No Alineados pero se extinguieron antes de fundarse la Alianza Interestelar.

Alfabeto de los Markab

Originarios del planeta Pak'ma su aspecto asemeja al de un molusco marino con cabezas grandes y alargadas, gruesa piel y boca verticales con un pico similar al de un pulpo y varios tentáculos.[2]​ Fueron miembros de la Liga de Mundos No Alineados y de la Alianza Interestelar.

Los pak'ma'ra son una de las razas más grandes en tamaño de la Alianza Interestelar pues son más altos que la mayoría de razas miembro. Suelen cubrir casi todo su cuerpo salvo la cabeza y las manos con la indumentaria que usan similar a gruesas túnicas. Tienen, además una gran joroba en la espalda. Sus manos poseen cuatro dedos siendo el índice más largo que los otros.[15]



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