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Hotel Regis



El Hotel Regis fue un conocido hotel ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México desaparecido a causa del terremoto de México de 1985.

Este antiguo hotel de muy baja altura comenzó su trayectoria desde principios del siglo XX, fue diseñado con la corriente neoclásica (estilo artístico inspirado en formas grecorromanas) y se popularizó desde entonces entre los habitantes.

El Hotel Regis además de ser popular, competía con el también famoso Hotel del Prado, el cual se localizaba a escasos pasos del Regis, quizás la distinción entre ambos hoteles fue el enorme letrero en la parte alta del Regis, el cual enunciaba su nombre. Dicho letrero se acompañaba de dos letras mayúsculas “R”, las cuales estaban coronadas y pintadas de un color dorado – amarillento (ЯHR) . El letrero estuvo antes en la azotea de la parte antigua del hotel hasta que se trasladó en 1955 a la azotea del ala moderna del hotel junto con el "Centro Nocturno Capri". Dicho letrero se mantuvo así hasta el 19 de septiembre de 1985, cuando fue removido por una maquinaria.

La construcción comenzó en 1908 y finalizó en el año de 1910. En un inicio estuvo planeado para albergar las instalaciones del diario El Imparcial. En ese entonces era un edificio de 5 plantas al que llamaron Berry. En 1911, tras el terremoto de México de 1911, el edificio fue afectado. Se remodeló y se convirtió en edificio de departamentos, pero nunca se ocupó hasta transformarse en Hotel Berry, y tuvo que venderse a su antiguo propietario Rafael Reyes Spíndola, después de la Decena Trágica en 1913. Transformado en hotel, se le puso el nombre de Hotel Ritz. Pero solamente mantuvo dicho nombre durante un año; ya que, tras la caída de Victoriano Huerta, tuvo que ser vendido a Rodolfo Montes y cambiar de nombre. Así surgió el Hotel Regis, que se inauguró el 15 de agosto de 1918. El edificio neoclásico albergó en su primera etapa a los más destacados prohombres nacionales. Sinaloenses y sonorenses, lo tenían como centro de actividades y conspiraciones. Desde 1917, se aumentaron pisos y se añadió un reloj en la azotea. En 1919 se amplió el Regis, construyéndose el Teatro "La Bombonera Regis" (años después, "Cine Regis"), el "Restaurante Don Quijote" y el "Bar Regis". En 1946 se construye un edificio aledaño que albergaría varios negocios, la conocida tienda departamental Salinas y Rocha. En 1952, se construye el ala moderna del edificio, un año después el "Centro Nocturno Capri" se trasladaría a los primeros pisos del nuevo edificio. En 1955 el llamativo letrero con la leyenda "Hotel ЯHR Regis" se traslada a la esquina de Avenida Juárez y Balderas, se mantiene ahí hasta el trágico terremoto de México de 1985. Las ansias de Montes por hacer del Regis la mejor hospedería de México, lo llevó a planear la remodelación de la fachada. Empeño que lo colocó al borde de la quiebra, por lo que tuvo que cederle la propiedad a una familia de apellido Hernández, quedando bajo la administración de Mario Castelán Meza, esposo de la hija mayor de la familia Hernández. Debido a múltiples problemas al interior de la familia Hernández, estos decidieron vender el Regis en 1944.

Anacarsis Peralta "Carcho" adquirió el Regis. Cambió la imagen del hotel, haciendo múltiples remodelaciones en mármol y transformando el lobby en uno de gran majestuosidad. Gracias a "Carcho", el Hotel Regis se transformó en un hotel de lujo en la Ciudad de México y uno de los favoritos para hospedarse en la década de los 40's y 50's. Por esta época nació el famoso "Cabaret Capri", igual que el "Restaurante Paolo" y la "Taberna del Greco". Al ampliar la avenida Balderas, se tuvo que demoler una parte del edificio, donde se albergaba la "Farmacia Regis". Al reconstruirse esa sección, parte del Regis aumentó el número de sus habitaciones.

Anacarsis Peralta falleció el 28 de noviembre de 1957 en un accidente aéreo causado por mal tiempo. Diez años después, la familia Peralta llegó a tomar el Regis. La viuda eligió a su hijo, Sergio Peralta Sandoval como administrador, el cual se convirtió en el primer administrador más joven del hotel con 23 años. En 1970 se retira debido a planes personales y le cedió a su hermana, Yolanda Peralta, la administración; ella estuvo a cargo desde 1970 hasta 1985.

A finales de agosto de 1985 la directora general del hotel, Yolanda Peralta, recibe la noticia del ascenso de la cuarta estrella por parte de la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México, por lo que decide planear los festejos junto con el segundo evento del "día del huésped", en septiembre.

El 12 de septiembre de 1985 se celebraba en el Hotel Regis el "día del huésped" con una asistencia de alrededor de 150 personas, así como sus empleados. Se ofreció un buffet para celebrar dicho evento.

El Hotel Regis se desplomó el 19 de septiembre a las 7:22:13 a.m.

Durante el terremoto de 1985, el edificio Aztlán, ubicado en la esquina de la Avenida Juárez y Azueta, que estaba abandonado por presentar daños estructurales tras el terremoto de 1979, colapsó durante el movimiento, las toneladas de concreto de dicha estructura azotaron el suelo, lo que aumentó la intensidad del movimiento telúrico. Dicha perturbación alcanzó el terreno del Regis, provocando el hundimiento del ala nueva y con ello aplastando cada piso que se encontraba por arriba de la farmacia y del Capri, quedando el emblemático letrero con la leyenda "Hotel ЯHR Regis" a ras del suelo de la avenida Juárez, que horas más tarde fue removido para facilitar la búsqueda de sobrevivientes. Dicho letrero fue llevado por una maquinaria, actualmente se desconoce el paradero de dicho letrero aunque, hay versiones, que afirman que se vendió como fierro viejo en algún sitio de la colonia Tepito, otra versión asegura que las letras del letrero están enterradas como relleno en la zona de Santa Fe. Pero actualmente no se ha podido verificar dichos datos.

A las 7:50:32 a.m. el gas almacenado debajo de la farmacia explotó dañando muros y provocando que el ala afectada colapsara aún más.

A las 10:15:47 a.m. el reconocido periodista Jacobo Zabludovsky llega a la esquina de Balderas y Juárez con el coche y teléfono con el que hizo su narración a la XEW, menciona la caída del ala moderna del Regis y el inminente derrumbe del edificio Salinas y Rocha, además del edificio vecino al Regis llamado Haste Stelee dónde tenía un reloj en la fachada del edificio con las manecillas detenidas a las 7:22; en la narración se puede notar que Jacobo Zabludovsky confunde la Secretaría de Marina de México, ubicado en el edificio de Peralta Regis en la esquina de Dr. Mora y Colón, con el edificio Aztlán que se encontraba en la esquina de Juárez y Azueta.

Después se retiró del lugar para llegar a Televicentro, ubicado en la Avenida Chapultepec 18 y Niños Héroes, hoy Televisa.

Al mediodía de ese 19 de septiembre se registró otro incendio, esta vez en el edificio de Salinas y Rocha, que se prolongó durante tres días, en varias fotografías se nota el impresionante ardor del edificio. La cadena televisiva del gobierno llamado Imevisión realizó una cobertura en las instalaciones de Salinas y Rocha, aunque dicho material aún no se ha recuperado hoy en día.

Los daños por el fuego, las explosiones, el agua y la réplica del sismo del día 20, terminaron por derrumbar la fachada de 4 columnas de la parte antigua del edificio en la madrugada del 21 de septiembre.

Se recuperaron 136 cadáveres y decenas de personas desaparecieron en los escombros y el incendio.

El 24 de noviembre de ese mismo año el edificio conocido como Salinas y Rocha fue demolido con dinamita, en tan solo 6.5 segundos desapareció totalmente el inmueble.

Para el 1 de diciembre, el edificio conocido como Peralta Regis, es demolido también con dinamita, finalmente se recogen los escombros restantes y se limpia el terreno quedando totalmente plano y vacío, a la espera del proyecto que se convertiría en la Plaza de la Solidaridad, terminando así 71 años de historia del mítico y legendario Hotel Regis.

Hoy en día no quedan rastros del hotel, en la memoria sobreviven postales, algunas cintas, varias fotografías y recuerdos invaluables de las personas que se alojaron en él. Cada vez que se habla del terremoto de 1985, a la memoria viene el edificio derruido, pero también se recuerda su silueta adornando la avenida Juárez. En el sitio donde se encontraba el hotel, ahora se ubica la Plaza de la Solidaridad, un espacio lleno de vida vegetal, el cual, hace un homenaje a todas las personas que fallecieron en ese jueves negro.






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