Focea (griego antiguo Φώκαια, Phôkaia) era una ciudad griega de Asia Menor, actualmente en Turquía. Antigua Phocaea o Phokaia, donde hoy día se encuentra la ciudad de Foça o Eskifoça en el golfo de Esmirna. Su nombre proviene de la palabra «foca» (animal), que fue el símbolo de la ciudad. Fundada por colonos griegos de Eritras y Teos en el siglo VIII a. C., fue un importante puerto comercial y mantuvo tratos con todo el Mediterráneo occidental (Masalia, Niza, Tartessos, Ampurias fundada por foceos el 575.aC, Alalia, Córcega y Velia). Los habitantes de Focea reciben el nombre de foceos o focenses.
Focea fue la más septentrional de las ciudades jonias. Estrabón dice que marcaba el inicio de Jonia y el límite de Eólida. Estaba situada cerca de la boca del río Hermo (el actual Gediz), en la costa de la península que separa el Golfo de Cime al norte, llamado así por la mayor de las ciudades de la región de Eólida, y el golfo de Esmirna al sur. Tenía dos excelentes puertos. Estos puertos propiciaron que la ciudad desarrollara una floreciente economía marítima.
El antiguo geógrafo Pausanias dice que Focea fue fundada por los focidios bajo liderazgo ateniense:
Los restos de cerámica indican la presencia eolia y jonia en el siglo IX a. C. La fecha aproximada del establecimiento de Focea puede deducirse.
Según Heródoto, los foceos fueron los primeros griegos que realizaron largos viajes por mar y quienes descubrieron el Adriático, el Tirreno, Iberia y Tartessos. Heródoto relata que los foceos se hicieron muy amigos del rey Argantonio y este les animó a abandonar Jonia y a establecerse en la zona de sus dominios que prefiriesen y, al no lograr persuadirlos y enterarse de los progresos de los persas, les dio dinero para circundar su ciudad con un muro. Lo relativo a Argantonio es históricamente incoherente, pues Focea no se sintió inquieta por los progresos persas hasta la caída de Sardes, y fue tomada hacia el 540 a. C.
Probablemente comerciaron con los griegos de la colonia de Naucratis en Egipto, que era colonia de la ciudad jonia de Mileto. Al norte, probablemente ayudaron a colonizar Amisos (Samsun) en el mar Negro, y Lámpsaco en el extremo septentrional del Helesponto (actual Dardanelos). Sin embargo, las principales colonias foceas estuvieron en el Mediterráneo occidental. Los focenses fundaron sucesivamente las colonias de Massalia (actual Marsella) en 600 a. C., en la desembocadura del río Ródano, después Agde (Agathe Tychée), Aegitna (Cannes), Antípolis (Antibes) o Nicea (Niza). Después Alalia (actual Aleria), en la costa oriental de Córcega, enfrente de Etruria, h. 545 a. C., así como Emporion (Ampurias) h.575 a. C. en la costa del municipio de La Escala, provincia de Gerona, España.
Focea permaneció independiente hasta el reinado del rey lidio Creso (c. 560-545 a. C.), cuando ellos, con el resto de la tierra firme de Jonia, primero, cayeron bajo control lidio, y después, con Lidia fueron conquistados por el medo Harpago, general del rey aqueménida Ciro II el Grande de Persia en 546 a. C., en una de las contiendas iniciales que desembocaron en el gran conflicto greco-persa.
Cuando estaban sometidos a los persas, los foceos abandonaron su ciudad. Algunos huyeron hacia Quíos, otros hacia sus colonias de Córcega y a otros sitios del mar Mediterráneo. Algunos finalmente regresaron a Focea.
En la costa oriental de Córcega, 20 años antes de estos hechos habían fundado la ciudad de Alalia. Pero, cuando se disponían a partir rumbo a Córcega, desembarcaron en Focea y mataron a la guarnición persa que, por orden de Harpago, defendía la ciudad.
En 535 a. C., los foceos libraron una batalla naval en Alalia contra los etruscos y los cartagineses, en la que 40 de sus naves fueron destruidas y las 20 restantes quedaron inservibles. Tras la derrota, que marca el comienzo del retroceso de los griegos en el Mediterráneo Occidental y el inicio de la expansión cartaginesa, pusieron rumbo a Regio. Partiendo de allí fundaron en Lucania la ciudad de Elea (la latina Velia), al sur de Pesto, hacia el 540 a. C.
En 500 a. C., Focea se unió a la revuelta jónica contra Persia. Indicativo de sus proezas navales fue que Dionisio, un foceo, fuera nombrado jefe de la flota en la decisiva batalla naval de Lade (a principios del verano de 494 a. C.) por los próbouloi jonios reunidos en el Panjonio. Dado que el número de las naves foceas era exiguo (sólo tres de un total de 353 trirremes), su nombramiento quizá tuviera como objeto evitar envidias y recelos entre las potencias que más naves aportaban. La flota jonia fue derrotada y finalizó la revuelta.
Por su parte, el foceo Dionisio, al percatarse de que la causa de los jonios estaba perdida, huyó después de haber capturado tres naves enemigas. Contaba pues con seis navíos de combate, pero no con rumbo a Focea -pues sabía perfectamente que dicha ciudad, al igual que el resto de Jonia, iba a ser esclavizada- , sino que puso proa a Fenicia, en una zona muy próspera, por el intenso tráfico comercial de las ciudades del litoral fenicio, y donde el enemigo no esperaba que pudiese actuar. En aquellas aguas hundió varios gaulos, haciéndose con un cuantioso botín, y posteriormente se dirigió a Sicilia donde estableció su base y estuvo dedicado a la piratería en detrimento de cartagineses y tirrenos. En esta época, dedicarse a la piratería no significaba el menor desdoro. Es más, Dionisio aparecía como un patriota al no atacar a los navíos de sus connacionales y sí a los de Cartago y Etruria, que mantenían un intenso tráfico comercial en aguas sicilianas.
Tras la derrota de Jerjes I por los griegos en 480 a. C. y el consiguiente aumento del poder ateniense, Focea se adhirió a la Liga de Delos, pagando un phoros (tributo) a Atenas de dos talentos. En 412 a. C., durante la guerra del Peloponeso, Focea se rebeló con el resto de Jonia con la ayuda de Esparta.
Durante el periodo helenístico cayó bajo los seléucidas, luego bajo el gobierno de los atálidas.
Tito Livio la describe como una ciudad de forma oblonga y cuyos muros tenían una longitud de unos 3700 metros (2,5 millas romanas). Destaca la excelencia y la seguridad de sus dos puertos, llamados Naustatmos y Lamptera.
Con posterioridad estuvo brevemente bajo el control de Benedetto Zaccaria, el embajador genovés de Bizancio; Zaccaria amasó una considerable fortuna con sus propiedades de Focea.
Seguidores de los lidios, los foceos fueron de los primeros del mundo en acuñar y utilizar monedas como dinero. Sus monedas estaban hechas de electro (aleación con plata y oro). El Museo Británico tiene una moneda focea con la imagen de una foca datada en el 600–550 a. C.. En la Colonia de Ampurias (actual costa del Municipio de La Escala, Provincia de Gerona,Cataluña) también acuñaron diferentes tipos de monedas en su diseño, primero sin el nombre, luego con EM,y luego con Emporion y otras.
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