La figura, cargo o carga heráldica es todo lo que se pone a guisa de ornato sobre un escudo raso. El término raso designa alguna cosa que no tiene rupturas o alteraciones. Un escudo raso no tiene más que un campo, sin cargos que lo alteren: el campo raso cubre todo el plano.
Pocos escudos son de colores «rasos», la mayor parte están adornados (cargados) por motivos (cargos) en la que el objetivo técnico principal es el de singularizar las armas.
A los motivos geométricos elementales de partida (que constituye el grupo de las "piezas honorables", en una posición sobre el campo y un tamaño convencional) se vienen a añadir una infinidad de figuras de toda clase: forma geométrica pura, ser viviente animal o vegetal, real o fantástico, objeto técnico o natural.
El diseño de los cargos o figuras es siempre muy estilizado, a veces al extremo, sin efecto de modelado, ni de aclarado (color plano, a veces cernido de un trazo).
Los cargos son de un solo color. Pero hay elementos de un cargo complejo que son de un color diferente (ejemplo: un león rojo con garras negras), se debe entonces precisarlo con un vocabulario apropiado (león de gules armado de sable).
A diferencia de las particiones (que delimitan las zonas del mismo nivel) los cargos se ponen sobre el campo o sobre otro cargo (ellos cargan) constituyendo una profundidad (en las representaciones cuidadas, esta profundidad aparece por una sombra portada sobre el campo que carga, la luz convencional viniendo de adelante en alto y a diestra -- convención de luz que se encuentra en el diseño de arquitectura o en ciertas cartas topográficas -- ver aquí la sombra de la cruz sobre el campo).
Los cargos pueden estar particionados si son de grandeza suficiente y pueden ser adornados por otros cargos. (Aquí al lado una cruz particionada: gironada de oro y de azur.)
Entre los cargos más extendidos, no siendo de las piezas honorables, se encuentra la cruz, el león, el águila y la flor de lis.
En heráldica, los cargos forman un grupo de elementos tan variado y numeroso que ha suscitado un gran número de intentos de clasificación. Al día de hoy, ninguna ha logrado ser unánime. Estas clasificaciones no intervienen en el blasonamiento, son sobre todo de interés teórico.
Estos intentos pueden repartirse en dos tendencias:
1ª tendencia: clasificación según las características expresadas y observables (definido en "comprehensión") como por ejemplo:
2ª tendencia: clasificación según una lista más o menos exhaustiva (definido en "extensión"), basada probablemente sobre un re-censo de los usos registrados en las armerías o transmitidos por tradiciones, como por ejemplo:
Crítica de esta segunda tendencia: el número cuasi-infinito de cargos posibles e ilusorios que hacen a la lista exhaustiva. Más aún, el ejemplo aquí arriba dibuja bien la dificultad por los "etcéteras", que deberían igualmente aparecer como otras listas manifiestamente incompletas, como aquellas de las piezas disminuidas que "olvidan" el triángulo, los gemelos, la red, el doble-trazado, el contra-filete... Y si la lista de las piezas del tercer orden comporta también un "etcétera", será difícil decidir si los cargos tales como los "veros" o el "círculo" se clasifican ahí, o en las figuras artificiales: no hay ninguna diferencia en la naturaleza de las dos listas.
Cuando el campo no es raso, el término "figura" designa todo lo que "figure" sobre las armas y vienen a completar el campo. Las figuras comprenden los muebles, y las piezas honorables (y sus modificaciones). Por ejemplo, las figuras designan igualmente las particiones geométricas.
Las piezas son partes del escudo, limitadas al trazo por dos líneas geométricas que separan las zonas de esmalte diferente. Contrariamente a los muebles, las piezas se extienden normalmente hasta el borde de la región que ocupan y no son figurativas.
Las piezas pueden ser de dos tipos: de un lado las piezas que parecen puestas sobre un campo (palo, faja...), del otro aquellas armas alternadas (gironadas...), que parecen yuxtapuestas sin que ninguno de los esmaltes juegue realmente un rol privilegiado. En sus representaciones esculpidas, y a veces en el diseño, las piezas puestas son representadas con un efecto de relieve en comparación al campo, dado que las yuxtaposiciones son limitadas por un trazo de unión sin efecto de relieve.
Las piezas simples pueden recibir muebles o servir de partición (ver las piezas honorables).
A excepción del jefe, las piezas son blasonadas antes de la descripción del todo, salvo cuando afectan manifiestamente el todo.
Las piezas honorables son piezas suficientemente largas para poder ser cargadas (honradas) de muebles. Las piezas honorables tienen una anchura igual al tercero del escudo (o de la mesa de espera), a la excepción del franco cuartel (que se extiende hasta la mitad). Ellas se extienden hasta el borde del escudo (a la excepción del escusón). Sin embargo, pueden ser ampliados cuando están cargados de muebles, para una mejor legibilidad del diseño (ver el ejemplo de Berna).
Las piezas honorables son las figuras más antiguas, y que se encuentran sobre los blasones de la más antigua nobleza. Se distinguen dos categorías, o clases:
Cuando varias piezas honorables de mismo fondo se tocan, se deben fusionar en una pieza única y el trazo que las delimita desaparece. Por lo tanto, esta fusión no interviene más que cuando el fondo de las piezas es el mismo. En particular, si una de las piezas sufre una partición, debe ser considerada como brochante y la línea de separación se mantiene.
Piezas "secundarias": en regla general, las piezas son enunciadas antes de los muebles, pero ciertas piezas (jefe, cantón, champaña) son por naturaleza subordenadas o reañadidas, y son sistemáticamente enunciadas después las otras figuras.
"Cosido": califica una pieza honorable aplicada metal sobre metal o color sobre color. Esta excepción a la regla de alternancia de los esmaltes viene de que la pieza honorable es utilizada para componer un arma, y no como una pieza asociada a un campo. En la práctica, el término no se aplica entonces más que al jefe, y más generalmente a las piezas honorables de segunda categoría, cuando no son utilizadas de esta manera ( lo que excluye a la bordura).
Los muebles son figuras (flor de lis, cruz...) que no se extienden sino hasta el borde de la región que ocupan (salvo cuando son nacientes o movientes), contrariamente a las piezas.
Contrariamente a las piezas honorables, las líneas que delimitan los muebles son siempre trazadas, aun cuando tocan las figuras del fondo.
Cuando el arma no está compuesta más que de un (o de varios) muebles sobre un campo uniforme, se puede describir primero el mueble: "Una flor de lis de gules sobre campo de oro".
Los muebles pueden estar dispuestos sobre el campo o sobre las piezas honorables, incluso sobre otras figuras. Los muebles puestos sobre una banda están normalmente alineados (ver el ejemplo de Lorena), y toman la orientación de esta, en un sentido o en el otro según la principal dimensión del mueble sea vertical u horizontal (ver el ejemplo del oso de Berna: de gules a una banda de oro cargada de un oso de sable armado, lenguado y vilenado de gules).
Las marcas de diferencia son piezas o muebles añadidos sobre un blasón existente, para distinguirlo del blasón de origen mientras se marca su filiación. Los muebles utilizados como marcas de diferencia son frecuentemente pequeños y simplificados, al igual que los muebles secundarios.
Ciertas inscripciones figuran sobre las armas: De azur a un león alado leopardado de oro teniendo un evangelio portando las palabras "pax tibi marce evangelista meus" en letras de sable, puesto sobre una terraza de sinople, a la punta de azur, que es de Venecia.
El rebatimiento es la repetición de las mismas piezas o de las mismas particiones. Las piezas rebatidas no son "honorables".
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