Federico Gamboa cumple los años el 22 de diciembre.
Federico Gamboa nació el día 22 de diciembre de 1864.
La edad actual es 160 años. Federico Gamboa cumplió 160 años el 22 de diciembre de este año.
Federico Gamboa es del signo de Capricornio.
Federico Gamboa Iglesias (Ciudad de México; 22 de diciembre de 1864-íb.; 15 de agosto de 1939) fue un escritor y diplomático mexicano. Se le ha considerado como uno de los máximos exponentes del naturalismo en México. Escribió novelas, obras de teatro, artículos para periódicos y revistas, así como una autobiografía cuando tenía 28 años de edad. Durante muchos años llevó el registro de su andar y pensar, anotaciones que aparecieron en forma de cinco diarios. De forma póstuma se publicaron dos tomos más de estos diarios.
Federico Gamboa estudió para Notario en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, sin embargo, frente a la orfandad completa y la necesidad de ganarse el sustento, abandonó la escuela en 1884 y entró a trabajar como escribiente en un Juzgado de lo Civil. Durante esa temporada (1884-1888), compaginó su trabajo de oficina con la de periodista. En el periódico El Diario del Hogar tuvo una columna que tituló Desde mi mesa, la cual firmaba con el seudónimo de «La Corcadiere». No conforme con ello, Gamboa decidió probar suerte en el servicio público.
Después de presentar los exámenes correspondientes, ingresó al Servicio Exterior Mexicano SEM como segundo secretario el 9 de octubre de 1888. Gamboa tenía 24 años cuando fue enviado a Guatemala; después le tocó trabajar en la legación de Argentina. Durante un tiempo (1894-1895) quedó cesante. Regresó al SEM como Jefe de la sección de Cancillería en la Secretaría de Relaciones Exteriores en 1896. Fue Encargado de negocios interino de 1899 a 1902 en Guatemala; y luego primer secretario de la legación mexicana en Washington (1903) Estados Unidos.
Hacia el final del gobierno de Porfirio Díaz, fue ministro plenipotenciario en Guatemala (1910), subsecretario y encargado de despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores (México) en ese mismo año. Fue uno de los organizadores de los festejos del centenario de la Independencia de México, al término de los cuales fue nombrado Ministro plenipotenciario de México en Bélgica y los Países Bajos, y al mismo tiempo fue enviado como comisionado especial ante el gobierno de España para agradecer la misión enviada por este con motivo de las fiestas del Centenario.
Del 12 de agosto al 24 de septiembre de 1913 ocupó el puesto de secretario de Relaciones Exteriores. Su carrera en la diplomacia terminó cuando renunció, tras cuarenta y cuatro días en el cargo, para lanzarse como candidato a la presidencia, junto con el general Eugenio Rascón como vicepresidente, por el Partido Católico Nacional el 26 de octubre de 1913. Los vencedores en esos comicios fueron Victoriano Huerta y Aureliano Blanquet.
Sus primeros libros, como la colección de novelas cortas Del natural escrito en 1889 o la novela larga Apariencias, de 1892, muestran a un autor todavía inexperto. No fue sino hasta la aparición de Suprema Ley, en 1896, que alcanzó la madurez y un cierto éxito entre el público mexicano. Publicó su autobiografía (Impresiones y recuerdos) en 1893, a la edad de 28 años. Este texto le generó tanto aplausos como señalamientos severos. La obra que le dio fama nacional e internacional es, curiosamente, la única que tiene por protagonista a una mujer: Santa, escrita durante su misión diplomática en Guatemala y publicada originalmente en 1903. Esta obra fue, en palabras de José Emilio Pacheco, «el primer best seller mexicano […] (y) al mismo tiempo su contrario: el long seller, el libro que continúa leyéndose a lo largo de muchos años».
El 14 de noviembre de 1889 fue aceptado como miembro extranjero de la Academia correspondiente de la Real Academia Española. El 22 de marzo de 1909, fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, ocupó la silla XVII, y fue director de 1923 a 1939. El 20 de marzo de 1935 fue nombrado Individuo Honorario de la Academia Colombiana de la Lengua.
Federico Gamboa ha pasado a la historia como uno de los novelistas mexicanos más representativos del régimen de Porfirio Díaz; José Emilio Pacheco afirma que Gamboa era «un desarraigado geográfico que en la sociedad porfiriana encuentra un sitio». Gamboa fue, ante todo, un hombre que buscó hacer de esa época de bonanza el fin. Para el escritor y diplomático, ser parte del Porfiriato era algo más que una casualidad: era inevitablemente su sino; sin embargo, la realidad de la Revolución mexicana trajo el fin de su carrera política. Porfirio Díaz abandonó la escena pública en mayo de 1911 y Gamboa lo recibió a su llegada a Europa, logrando incluso conservar su puesto como Embajador en los Países Bajos. Durante el gobierno de Victoriano Huerta fue invitado a ocupar la cabeza de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que aceptó en 1913, pero que abandonó cuarenta y cuatro días después para participar en las elecciones presidencial en que resultó ganador Huerta. Eso marcó el fin de su carrera como servidor público y de su época de bonanza ya que durante el gobierno de Venustiano Carranza, Gamboa se vio obligado a exiliarse, junto con su esposa, María Sagaseta y su único hijo, primero en los Estados Unidos y después en La Habana, Cuba, de 1914 a 1919.
La obra en narrativa de Gamboa es la siguiente:
El trabajo en teatro del escritor es:
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