Federico Augusto de Hannover cumple los años el 16 de agosto.
Federico Augusto de Hannover nació el día 16 de agosto de 1763.
La edad actual es 260 años. Federico Augusto de Hannover cumplirá 261 años el 16 de agosto de este año.
Federico Augusto de Hannover es del signo de Leo.
Federico Augusto de Hannover nació en Londres.
El príncipe Federico, duque de York y de Albany (Londres, 16 de agosto de 1763 - id. 5 de enero de 1827) fue el segundo de los 15 hijos del rey Jorge III del Reino Unido y de la duquesa Carlota de Mecklemburgo-Strelitz. Entre 1820 y hasta su muerte, en 1827, fue el presunto heredero de su hermano mayor, el rey Jorge IV del Reino Unido.
Fue enviado al ejército británico cuando era muy joven, designado al alto mando a la edad de treinta años, y fue comandante de una campaña conocida por su fracaso durante la Primera Guerra de Coalición que siguió a la Revolución Francesa. Posteriormente, en el cargo de comandante en jefe, reorganizó el ejército, estableciendo reformas estructurales, administrativas y de reclutamiento vitales por las que se le atribuye haber hecho "más por el ejército que cualquier otro hombre. ha hecho por ella en toda su historia".
El príncipe Federico, o el duque de York como se convirtió en su vida posterior, pertenecía a la Casa de Hannover. Nació el 16 de agosto de 1763 en el Palacio de St. James en Londres. Su padre era el monarca británico reinante, el rey Jorge III. Su madre era la reina Carlota (de soltera duquesa de Mecklenburg-Strelitz). Fue bautizado el 14 de septiembre, en el mismo St. James por el arzobispo de Canterbury, Thomas Secker; sus padrinos eran su tío, Federico III, duque de Sajonia-Gotha-Altenburgo (para quien el conde Gower, Lord Chamberlain, fue apoderado), su tío, el príncipe Eduardo, Duque de York (para quien el Conde de Huntingdon, novio del Taburete, fue apoderado) y su tía abuela, la princesa Amelia.
El 27 de febrero de 1764, a los 6 meses de edad, Federico fue elegido, gracias a las maniobras de su padre, príncipe-obispo de Osnabrück, en la Baja Sajonia, tras la muerte de Clemente Augusto de Baviera. El pequeño príncipe recibió este cargo debido a que los príncipes electores de Hannover (incluyendo a su padre) eran los que decidían quienes eran los que recibirían este título, y el rey Jorge deseaba que este cargo permaneciera en la familia el mayor tiempo posible. La Paz de Westfalia estipuló que la ciudad de Osnabrück alternaría entre gobernantes católicos y protestantes, y los obispos protestantes serían elegidos entre los cadetes de la Casa de Brunswick-Luneburgo, osea los Hannover. Con apenas 196 días de edad, Federico está inscrito en el Libro Guinness de los Récords como el obispo más joven de la historia.
Fue nombrado caballero gran cruz de la Orden del Baño en 1767 y caballero de la Orden de la Jarretera el 19 de junio de 1771.
Jorge III decidió que su segundo hijo siguiera la carrera militar, otorgándole el rango de coronel en 1780. De 1781 a 1787, Federico vivió en Hannover, donde atendió las maniobras de los ejércitos austriacos y prusianos, y asistiendo (junto con sus hermanos menores, Eduardo, Ernesto Augusto, Augusto y Adolfo) a la Universidad de Göttingen. El 26 de marzo de 1782 fue designado coronel de la 2ª Guardia de Granaderos a Caballo (actualmente 2ª de Guardias Perpetuos) antes de ser ascendido a general de división el 20 de noviembre de ese año, y fue promovido al rango de general en jefe y coronel de las Guardias de Invierno en 1784. Fue investido duque de York y de Albany y Ulster el 29 de noviembre de 1784 e investido como miembro del Consejo Privado. En cuanto al título de príncipe-obispo de Osnabruck, el cuál llegó con unos ingresos sustanciales, lo retuvo en su poder hasta 1803, cuando, luego de la secularización del obispado y la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico, fue incorporado a Hannover.
En el verano de 1787, periódicos americanos descubrieron un supuesto complot que tendría como objetivo invitar a Federico a convertirse en "Rey de los Estados Unidos". Esto, por supuesto, nunca ocurrió. A su regreso a Inglaterra, el duque tomó posesión del asiento que le correspondía en la Cámara de los Lores, donde, el 15 de diciembre de 1788, se opuso enérgicamente a la Ley de Regencia propuesta por William Pitt en un discurso inspirado, supuestamente, por el príncipe de Gales. El 26 de mayo de 1789 participó en un duelo con el coronel Charles Lennox, que lo había insultado; Lennox falló y Federico se negó a devolver el disparo.
El duque de York era el hijo favorito de su padre Jorge III. Estuvo mucho tiempo en la sombra detrás de su hermano mayor, el príncipe de Gales, aún más cuando este fue designado príncipe-regente. No obstante, las relaciones entre ambos hermanos fueron muy cercanas.
El 29 de septiembre de 1791, en el palacio de Charlottenburg en Berlín, se casó por poderes con su prima, la princesa Federica Carlota de Prusia, hija del rey Federico Guillermo II. La ceremonia formal de matrimonio se celebra, con ambas partes presentes, en el palacio de Buckingham en Londres, el 23 de noviembre de ese mismo año. La nueva duquesa de York fue recibida con entusiasmo por toda Londres, pero la unión no fue feliz. La pareja se separa poco después de la boda, retirándose la duquesa a Oatlands Park, en Weybridge, Surrey, donde morirá en 1820. No tuvieron descendencia.
El único hijo conocido del duque de York fue ilegítimo, Carlos Hesse, y aún este hecho no está totalmente comprobado. Hay especulaciones de que también fuera bastardo suyo un tal Juan Molloy.
El 12 de abril de 1793, Federico fue ascendido a general en pleno. En 1793, después del estallido de la Revolución francesa, el duque fue enviado a Flandes para comandar el contingente británico del ejército de Coburgo destinado para la invasión de Francia. Federico y su mando lucharon en la Campaña de Flandes en condiciones extremadamente difíciles. Ganó varios compromisos notables, como el asedio de Valenciennes en julio de 1793, pero fue derrotado en la batalla de Hondschoote en septiembre de 1793. En la campaña de 1794 obtuvo un éxito notable en la batalla de Beaumont en abril y otro en el Batalla de Willemsen en mayo, pero fue derrotado en la batalla de Tourcoing a finales de ese mes. El ejército británico fue evacuado a través de Bremen en abril de 1795.
A su retorno a Inglaterra en el siguiente año, Jorge III lo promueve al rango de Mariscal de Campo, y el 3 de abril de 1795 fue designado Comandante en Jefe al suceder a Lord Amherst, aunque el título no se confirmo hasta tres años después. También fue coronel del 60º Regimiento de Infantería desde el 19 de agosto de 1797.
Al ser nombrado Comandante en Jefe, declaró inmediatamente, reflexionando sobre la Campaña de Flandes de 1793-1794, "que ningún oficial debería estar sujeto a las mismas desventajas bajo las que había trabajado".
Su segundo comandante de campo fue enviado a invadir Holanda junto a las tropas rusas en 1799. El 7 de septiembre de ese año, recibió el título honorífico de Capitán General Sir Ralph Abercromby y el Almirante Sir Charles Mitchell, a cargo del ataque, logran capturar naves holandesas en Den Helder. Sin embargo, a la llegada del duque, con el resto del ejército, se suceden un número de desastres en las fuerzas aliadas, incluida la escasez de suministros. El 17 de octubre, el duque de York firma la Convención de Alkemaar, reconociéndose la derrota de los aliados y la liberación de todos los prisioneros. En 1799, también vio que el Fuerte Federico en Sudáfrica lleva su nombre.
Los reveses militares de Federico de 1799 fueron inevitables dada su falta de antigüedad moral como comandante de campo, el mal estado del ejército británico en ese momento y los objetivos militares en conflicto de los protagonistas. Después de esta campaña ineficaz, Fr ederico fue burlado, quizás injustamente, en la rima "The Grand Old Duke of York".
El gran duque de York tenía diez mil hombres. Los hizo marchar hasta la cima de la colina y los hizo bajar de nuevo. Y cuando estaban levantados, estaban levantados. Y cuando estaban caídos, estaban caídos. Y cuando solo estaban a la mitad, no estaban ni arriba ni abajo.
"La Circe moderna o una secuela de las enaguas", caricatura del amante de Frederick, María Ana Clarke por Isaac Cruikshank, el 15 de marzo de 1809. El príncipe dimitió como jefe del ejército británico diez días después de la publicación de la caricatura. La experiencia de Frederico en la campaña holandesa le causó una fuerte impresión. Esa campaña, y la campaña de Flandes, habían demostrado las numerosas debilidades del ejército británico después de años de abandono. Federico, como comandante en jefe del ejército británico, llevó a cabo un programa masivo de reforma. Fue el mayor responsable de las reformas que crearon la fuerza que sirvió en la Guerra de la Independencia. También estuvo a cargo de los preparativos contra la planeada invasión del Reino Unido por parte de Napoleón en 1803.
El duque de York logró llevar a cabo muchas reformas en el ejército tras las Guerras Napoleónicas. Renunció a su cargo de Comandante en Jefe del Ejército el 25 de marzo de 1809, como resultado del escándalo suscitado por las actividades de su amante, María Ana Clarke. Una selecta comisión fue elegida por la Cámara de los Comunes para investigar el asunto. La Cámara completa absolvió al duque de los cargos de sobornos por 278 votos contra 196. Dos años después, el 29 de mayo de 1811, el Príncipe-Regente lo restablece en su cargo de Comandante en Jefe, que conservaría hasta su muerte, y lo crea Gran Cruz de la Orden Real Güélfica.
A pesar de que tenía una residencia de campo en Oatlands cerca de Weybridge, rara vez estaba allí, prefiriendo sumergirse en su trabajo administrativo en Horse Guards (el cuartel general del ejército británico) y, después de horas, en la alta vida de Londres, con sus mesas de juego: Federico estaba perpetuamente endeudado debido a su excesivo juego de cartas y caballos de carreras.
La muerte de su sobrina, la princesa Carlota Augusta, al dar a luz un hijo muerto, en 1817, deja al duque de York como segundo en la línea de sucesión al trono, y con una gran oportunidad de ocuparlo, tras la muerte de su madre en 1818, fue nombrado cuidador de su padre Jorge III (ya ciego y enfermo), estando presente en su lecho de muerte en 1820. Tras ello, ascendió al primer lugar en la línea de sucesión, estando en él hasta su muerte.
Falleció antes que su hermano mayor Jorge IV, el 5 de enero de 1827 en Londres, a los 63 años de edad, siendo sepultado en la Capilla de San Jorge.
Los títulos con que fue presentado en sus funerales fueron Altísmo, poderosísimo e ilustre príncipe Federico, duque de York y de Albany, conde de Ulster, caballero de la Nobilísma Orden de la Jarretera, primer y principal caballero Gran Cruz de la Honorabilísima Orden Militar del Baño, caballero Gran Cruz de la Orden Real Güélfica.
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