Félix Díaz Prieto (1868-1945) fue un militar mexicano que participó en la Revolución mexicana.
Este miembro de la familia Díaz nació el 8 de febrero de 1868 en Oaxaca. Sus padres fueron doña Felipa Prieto y el general Félix Díaz Mori ('El Chato'), hermano menor del presidente Porfirio Díaz, quien fue cruelmente linchado por los habitantes de Juchitán, cuando era gobernador. Fue bautizado el 17 de febrero de 1868 en el Sagrario Metropolitano de la ciudad de Oaxaca.
Estudió en el Colegio Militar. Pasó a servir al Estado Mayor Presidencial de su tío, el general y presidente de México Porfirio Díaz, quién desde entonces lo promovió y protegió. Fungió como diputado por su estado y como candidato al gobierno local; derrotado en esta contienda electoral, fue designado cónsul de México en Chile. Regresó al país en 1904 y se le nombró jefe de la policía en la Ciudad de México. Ocupó la gubernatura de Oaxaca por solo un mes y dos días; fue vencido electoralmente en 1911 por Benito Juárez Maza, hijo de Benito Juárez, presidente de México. En el ejército había ya logrado el grado de General Brigadier, pero al iniciarse el gobierno de Francisco I. Madero solicitó su retiro.
En 1912 se levantó en armas en Veracruz contra el gobierno de Francisco I. Madero. Enemigo irreconciliable de Francisco I. Madero, se rebeló en la Ciudad de México el día 9 de febrero de 1913, con el apoyo de la Escuela de Aspirantes y otras fuerzas golpistas liberaron a Félix Díaz y a Bernardo Reyes y luego intentaron tomar el Palacio Nacional. Díaz estableció su cuartel general en La Ciudadela, al ser rechazados por el General Lauro Villar. Nueve días más tarde, Félix Díaz firmó el Pacto de la Embajada junto con el General Victoriano Huerta; acordando que él (Félix Díaz) nombraría a los integrantes pero que él no figuraría personalmente en el nuevo gabinete, y que lanzaría su candidatura presidencial, la que sería favorecida por Huerta.
Los compromisos no fueron acatados por Victoriano Huerta. A los pocos meses modificó el gabinete y maniobró para posponer o suspender las elecciones. Para acabar de sacarlo del juego político, Huerta lo envió a Japón en una supuesta misión especial. Regresó al país sin haber llegado a Japón, luego de haber residido en Europa, y aún estaba Victoriano Huerta en el poder. Víctima de hostilidades cada vez mayores, Díaz tuvo que huir a Cuba y a Estados Unidos en octubre de 1913. Fue encarcelado en Nueva Orleans en noviembre de 1913 y pasaría una condena de casi tres años.
Regresó al país en 1916 a luchar contra Venustiano Carranza. En un primer momento fracasó en Oaxaca y Chiapas, cuando pretendió jefaturar movimientos ya existentes, con sus propios caudillos y objetivos. Posteriormente pasó a Veracruz, donde había numerosas bandas de rebeldes anticarrancistas, pero donde se carecía de un caudillo estatal aunque estaban también levantados en armas varios antiguos compañeros suyos, como Gaudencio de la Llave e Higinio Aguilar. Fue así como Félix Díaz encabezó a un movimiento contrarrevolucionario, de 1917 a 1920. Sus objetivos políticos estaban delineados en el Plan de Tierra Colorada. Aunque operaban con el pomposo título de Ejército Reorganizador Nacional, de hecho los felicistas no pasaron de hacer una típica guerra de guerrillas. Su fuerza residía, principalmente, en su dudoso prestigio nacional e internacional. La promulgación de la Constitución de 1917 dio lugar a que Félix Díaz pretendiera erigirse como líder nacional de una lucha contrarrevolucionaria generalizada, pero fracasó. A pesar de que muchos de sus hombres reconocieron el Plan de Agua Prieta, Félix Díaz fue desterrado durante 21 años hasta 1941.
En abril de 1919, le dieron en donde más le dolió con la pérdida del general Aureliano Blanquet, quien murió al caer en una barranca en la Sierra veracruzana.
En 1920 con el despido de Carranza, Díaz buscó una oportunidad de hacer la paz con el nuevo régimen de los generales sonorenses. El presidente interino Adolfo de la Huerta permitió que Díaz abandonara el país ofreciendo 20 mil pesos. De la Huerta también había tenido un acercamiento de paz con Pancho Villa, y con Díaz fuera del país la línea dura consideraba a De la Huerta como reaccionario. Por lo tanto, haciendo la paz con estas dos potenciales amenazas para el nuevo régimen podía ser visto como un político pragmático. Díaz se exilió otra vez en Nueva Orleans. En 1922 Díaz emitió un manifiesto contra la Constitución de 1917, pero otra vez su agitación no fue seguida.
Díaz regresó a México en 1941 y se avecindó en el puerto de Veracruz, por cuatro años y en donde murió el 9 de julio de 1945, cinco meses después de Maximino Ávila Camacho, hermano del presidente Manuel Ávila Camacho.
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