El cóndor pasa... es una zarzuela peruana, cuya música fue realizada por el compositor peruano Daniel Alomía Robles en 1913 y cuyo libreto es obra de Julio de La Paz (seudónimo del dramaturgo limeño Julio Baudouin).
Fue estrenada el 19 de diciembre de 1913 en el Teatro Mazzi de Lima. El arreglo para piano de la melodía más conocida de esta obra fue registrada legalmente el 3 de mayo de 1933, por la Edward B. Marks Music Corp. en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, con el número 9643.
Esta zarzuela está escrita en prosa y consta de un acto y dos cuadros. El Colectivo Cultural Centenario El Cóndor Pasa, en julio del 2013, reeditó el libreto original el cual estuvo perdido mucho tiempo, acompañado de un CD donde se encuentran grabados los diálogos y las 7 partes musicales. La música fue reconstruida a partir de la partitura original escrita y compuesta por el autor, por el musicólogo Luis Salazar Mejía con la colaboración de los músicos Daniel Dorival y Claude Ferrier. Fue reestrenada los días 14, 15 y 16 de noviembre de 2013, en el Teatro UNI de Lima, celebrando su primer centenario. Estos trabajos (incluido el reestreno de la zarzuela), fue posible gracias al esfuerzo Salazar Mejía y al gestor cultural Mario Cerrón Fetta, quienes no contaron con ayuda alguna, ni pública ni privada.
Esta zarzuela incluye entre sus 7 partes musicales la famosa melodía homónima basada en la música tradicional andina del Perú, la cual fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2004. Se calcula que existen más de 4000 versiones y 300 letras, alrededor del mundo. El pasacalle y la cashua, no tiene letra original. Todas las letras existentes del pasacalle y la cashua, en todos los idiomas, han de considerarse apócrifas.
La acción transcurre en los albores del siglo XX, en el asentamiento minero Yápac en los andes peruanos.
Comienza la primera escena con el Preludio. Aún no amanece y los mineros del Yápac se dirigen a sus labores. Un coro de hombres interpreta una canción lastimera (En la nieve de las cumbres...). Termina el canto y algunos mineros se rezagan al oír la quena del pastor, con admiración lo ven perderse entre las nubes que rodean las cumbres y envidian su libertad. Frank es un joven minero hijo de María, esposa del capataz Higinio, que no acepta los abusos a los que los que él y sus compañeros son sometido por parte de los dueños de la mina. “Algo me dice que la vida no es así”, piensa. Sin embargo otros mineros lo tildan de ingrato y traidor.
En la segunda escena Ruperto juega a perseguir a Juanacha, (dos pastores) pues se van a casar y aparecen en escena. Al final de la escena todos se van salvo Frank, quien interpreta un yaraví melancólico reflexionando sobre su identidad, su apariencia (tiene el cabello rubio) y sus sentimientos (Pobre alma prisionera...).
En la tercera escena entran Mr. King y Mr. Cup conversando y divisan a Frank sentado en una peña fuera del socavón. Mr. King interpela a Frank y le hace entrar a la mina tras un breve altercado. Mr. King y Cup continúan su diálogo.
En la cuarta escena, Mr. King hace salir del socavón a los cuatro mineros mediante disparos. Pregunta brevemente por el avance y les hace regresar. Crece la tensión entre Frank y Mr. King. Entra María a escena agitada por el camino, trayendo licor para Mr. King. Hablan sobre Frank y María busca interceder por su hijo. Se revela que Mr. King es el padre biológico de Frank. Cantan juntos María y Mr. King (Perdónalo, taita...) y finalmente Mr. King accede a no escarmentar al muchacho, convencido por la pasión que siente por María. Se van juntos, luego Higinio sale del socavón, rabioso reconoce su encono hacia los patrones y urde su venganza.
En las afueras de la mina, se celebra un baile en honor a la boda de Ruperto y Juanacha a realizarse en el pueblo, suena una cachua. Durante la celebración el cielo se oscurece; pronto empezará una tormenta y los jóvenes no podrán llegar al pueblo para su matrimonio.
Todos ruegan a la virgen cantando (Dulce reina de las cumbres...) y milagrosamente el sol vuelve a brillar; novios y amigos parten danzando rumbo al pueblo, excepto los mineros que no pueden dejar el trabajo (Pasacalle).
En la fiesta Mr. King ha bebido demasiado y maltrata cruelmente a Higinio. El marido burlado sigue al yanqui cuando este se retira y al llegar a una quebrada hace rodar una enorme roca sobre él. Mr. King muere aplastado. Un pastor ha sido testigo del horrible homicidio y lo cuenta a los otros mineros. Higinio lo admite todo, María llora desconsolada por la muerte de su amante y los mineros asustados por las represalias temen por sus vidas. El otro dueño de la mina, Mr. Cup, llega revolver en mano buscando al asesino, Frank se le enfrenta defendiendo a Higinio y sus compañeros, y le da muerte. Ante estos hechos todos se llenan de horror. La aparición de un cóndor, el primero después de muchos años, es vista como el presagio de una nueva vida de libertad y les llena de esperanza. “Todos somos cóndores”, gritan con alegría los mineros.
La obra incluye siete piezas musicales, cuatro de ellas cantadas y tres instrumentales. Las melodías más conocidas corresponden a las dos instrumentales del cuadro segundo, interpretadas en su primera escena:la cachua (danza similar al huaino) del baile de bodas, y un pasacalle que sigue tras la plegaria a la Virgen.
La única versión original de la zarzuela ha sido reconstruida y registrada en 2013 por la asociación Colectivo Cultural Centenario El Cóndor Pasa. Las piezas han sido escritas para orquesta y no para instrumentos andinos. Las partes más famosas como el preludio, el desfile y la cachua han sido cubiertas y adaptadas del arreglo de piano que Daniel Alomía Robles vendió a Edward B. Marks Music Corp. en 1933, en Nueva York. Estos están exentos de la cuota de cualquier pago de derechos de autor, debido al tiempo transcurrido. El pasacalle y la cachua han sido ampliamente grabados y difundidos, y en algunos casos se han añadido letras (todas ellas deben ser consideradas apócrifas) y generalmente se han cambiado sus ritmos e instrumentaciones.
En 1965, el músico estadounidense Paul Simon escuchó por primera vez la versión de la melodía de la banda Los Incas en una actuación que tuvo lugar en el Théâtre de l'Est parisiense en la que ambos participaron. Simon le pide a la banda permiso para usarlo en su producción, a lo que la banda responde que es una melodía perteneciente al popular autor peruano con arreglos de Jorge Milchberg (director de Los Incas). Milchberg es presentado como el coautor del arreglo porque agregó dos notas para las cuales cargó regalías. En 1970, el dueto de Simon & Garfunkel versionó la versión de Los Incas, añadiendo algunas letras en inglés escritas por Simon bajo el nombre de El Condor Pasa (If I Could), incluido en el álbum Bridge over Troubled Water. Esta versión alcanzó gran fama internacional. Aunque Daniel Alomía Robles no figuraba en los créditos como escritor, ya que se consideraba como una melodía folclórica andina, solo Simon fue incluido como autor de las letras. Armando Robles Godoy, hijo del compositor y cineasta peruano, posteriormente escribió nuevas letras para la canción, tomando como referencia la versión de Paul Simon.
En 1966 la cantante y actriz francesa Marie Laforêt hizo una adaptación con la música del cóndor pasa bajo el título: « Sur les chemins des Andes »
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