Eduardo VI cumple los años el 12 de octubre.
Eduardo VI nació el día 12 de octubre de 1537.
La edad actual es 487 años. Eduardo VI cumplió 487 años el 12 de octubre de este año.
Eduardo VI es del signo de Libra.
Eduardo VI de Inglaterra (Hampton Court, 12 de octubre de 1537 - Palacio de Greenwich, 6 de julio de 1553) fue rey de Inglaterra e Irlanda desde el 28 de enero de 1547 hasta el día de su muerte en 1553.
Eduardo, el tercer monarca de la dinastía Tudor, fue el primer gobernante inglés protestante, aunque fue su padre Enrique VIII el que rompió las relaciones con la Iglesia católica.
Fue durante el reinado de Eduardo cuando la Iglesia de Inglaterra inició su proceso de transformación hacia una forma moderada de protestantismo que se conocería en adelante como anglicanismo.
Eduardo nació en Hampton Court el 12 de octubre de 1537, siendo el único hijo varón superviviente del rey Enrique VIII de Inglaterra y de su tercera esposa, Juana Seymour. La reina Juana murió doce días después de dar a luz a causa de fiebres puerperales, el 24 de octubre de 1537. El 25 de febrero de 1548 fue nombrado duque de Cornualles.
Enrique VIII estuvo encantado con el nacimiento de un hijo varón. Antes había tenido dos esposas, Catalina de Aragón y Ana Bolena, a las que rechazó por ser incapaces de darle un hijo varón. Ambos matrimonios fueron anulados; Ana Bolena fue, además, ejecutada. Las hijas de estos matrimonios –María, hija de Catalina, e Isabel, hija de Ana– fueron declaradas ilegítimas, aunque la última esposa de Enrique VIII consiguió que se reconciliara con ellas y las incluyera en la línea sucesoria después de Eduardo.
Eduardo fue un niño enfermizo. Se cree que sufría de una forma congénita de sífilis o de tuberculosis. Su fragilidad motivó que Enrique VIII volviera a casarse hasta tres veces más pero sin lograr nueva descendencia.
La mala salud del príncipe no impidió que recibiera una buena educación. Eduardo fue un niño brillante que logró hablar latín a los siete años y, a los trece, traducír libros en griego. Aprendió también alemán. Eduardo y su sobrina segunda, Juana Grey, estuvieron profundamente unidos.
El rey Enrique VIII murió el 28 de enero de 1547. En su testamento había establecido un consejo de regencia con 16 tutores que actuarían hasta la mayoría de edad de Eduardo. Entre estos tutores destacó Edward Seymour, conde de Hertford. Para validar los deseos de Enrique VIII, los tutores buscaron la confirmación de su cargo por parte de Eduardo.
El 13 de marzo de 1547, Eduardo creó un nuevo consejo de 12 miembros para asistir al consejo de regencia creado por su padre. Además, Seymour dejó de ser considerado “uno entre iguales” y se le permitió obrar sin necesidad de la aprobación del consejo. Había recibido el título de duque de Somerset en el reparto de títulos y honores establecido en el testamento de Enrique VIII y ahora pasó a ser Lord Protector, la persona que realmente dirigía de hecho los destinos de Inglaterra mientras el rey Eduardo desempeñaba un papel meramente ceremonial. Thomas Wriothesley, Lord Canciller desde 1544, recibió el título de conde de Southampton por deseo testamentario de Enrique VIII, pero fue uno de los consejeros que se opuso al ascenso de Seymour y perdió su cargo de canciller y dejó de pertenecer al Consejo Privado.
Una de las primeras acciones del nuevo duque fue la de romper una alianza existente entre Inglaterra y Escocia. A finales de 1547, las tropas inglesas entraron en Escocia. Sin embargo, en 1548 el matrimonio de María, hija del rey Jacobo V, con el delfín Francisco fortaleció la alianza entre Escocia y Francia. El duque de Somerset no podía enfrentarse a la alianza entre Francia y Escocia y su propia posición parecía insegura. Su tío, Thomas Seymour, intentó derrocarlo. La conspiración falló y Thomas Seymour fue ejecutado el 20 de marzo de 1549. Ese mismo año, Francia declaró la guerra a Inglaterra. La popularidad del duque cayó y fue sustituido por John Dudley, conde de Warwick. Lord Warwick no se nombró “Lord Protector” y declaró en cambio la mayoría de edad de Eduardo a los 16 años. En 1550, Lord Warwick consiguió la paz con Francia, entregando los territorios ocupados en Escocia y el 14 de mayo la ciudad de Boulogne (en poder inglés desde 14 de septiembre de 1544).
La llegada de Warwick desató la persecución del catolicismo en Inglaterra. Todas las ediciones de la Biblia estaban acompañadas de anotaciones protestantes (especialmente presbiterianas). Se eliminaron todas las imágenes y símbolos católico romanos de las iglesias. Los disidentes religiosos (católico romanos, anabaptistas y heterodoxos) fueron encarcelados y quemados en la hoguera.
Lord Warwick quería aumentar su prestigio, para ello, consiguió que Eduardo lo nombrara duque de Northumberland. Warwick iniciaba así una campaña para desacreditar al anterior Lord Protector, el duque de Somerset. Para ello se informó a los habitantes de Londres de que el duque de Somerset pretendía destruir la ciudad; a Eduardo se le explicó que su antiguo tutor quería derrocarlo, encarcelarlo y hacerse con el trono. En 1551 el duque de Somerset fue juzgado por traición; fue condenado a muerte y ejecutado en enero de 1552.
Eduardo, que en 1553 estaba muriéndose, no obstante fue capaz de fijar su propia sucesión. Habiéndose criado como protestante no deseaba que le sucediera su hermana María (abiertamente católica). Al mismo tiempo, el duque de Northumberland intentó retener su poder. Las dos primeras en la línea de sucesión, María e Isabel, no servían para sus propósitos. Así que fijó su atención en su prima Frances Brandon, sobrina de su padre Enrique VIII. Frances renunció a sus derechos a favor de su hija, Juana Grey. El duque, deseoso de mantener su poder, pactó un matrimonio entre Juana y uno de sus hijos.
Se estableció una nueva línea de sucesión. En principio, se excluyó a María, Isabel y Juana ya que se consideraba que una mujer no podía regir Inglaterra. Esta decisión no agradó a Northumberland que consiguió cambiarla. La corona pasaría a manos de Juana Grey. María e Isabel quedaban excluidas ya que, oficialmente, eran hijas ilegítimas.
Eduardo comenzó a padecer un fuerte resfriado con fiebre para enero de 1553, y paulatinamente comenzó a empeorar su estado. Jean Scheyfve, embajador del Sacro Imperio, afirmó que sufría mucho en estado febril, sobre todo por la dificultad que tenía para respirar debido a la presión de sus órganos del lado derecho. Para abril, Eduardo se sintió lo suficientemente bien como para pasear en el parque de Westminster y trasladarse hacia Greenwich, pero hacia finales de mes volvió a tener una recaída. El 7 de mayo, se afirmó que su estado había cambiado y los doctores no dudaban en que mejorara: unos días más tarde, el rey presencia un desfile de barcos del río Támesis desde su ventana. Sin embargo, sufrió una nueva recaída el 11 de junio. Scheyfve afirmó que el rey sufría de regurgitaciones frecuentes, y los doctores afirmaban que ya no tenían solución a su estado, ya que se creía que tenía un tumor supurante en un pulmón. Poco después, Eduardo no pudo mantenerse en pie y no tenía suficientes fuerzas para resistir el avance de la enfermedad. A su tutor John Cheke le dijo: Estoy feliz de morir.
Eduardo hizo su última aparición pública el 1 de julio desde su ventana en el Palacio de Greenwich, horrorizando a quienes lo vieron en su condición delgada y demacrada. Durante los siguientes dos días, una multitud se acercó al palacio con la intención de volver a ver al rey, pero el día 3 les afirmaron que el rey no saldría debido a las bajas temperaturas. A las 20:00 horas del 6 de julio, Eduardo falleció en Greenwich a los 15 años de edad. Según el legendario relato de John Foxe, sus últimas palabras fueron: Estoy cansado; Señor ten piedad de mí, y toma mi espíritu". El 8 de agosto es finalmente enterrado en la Capilla de Enrique VII de la Abadía de Westminster. La ceremonia fue oficiada por el arzobispo Thomas Cranmer siguiendo los nuevos ritos nacidos de la Reforma.
Su muerte se mantuvo en secreto durante unos días para poder preparar la subida al trono de Juana. Las autoridades juraron su fidelidad a la nueva reina el día 10 de julio. Sin embargo, el pueblo no se mostró satisfecho con su nueva gobernante. El 19 de julio, María I de Inglaterra entró en Londres; Juana se vio obligada a entregar la corona. La coronación de Juana fue revocada al considerase que fue fruto de un acto realizado bajo coacción; su sucesión se consideró ilegal.
El duque de Northumberland fue ejecutado mientras que, en principio, se perdonó a Juana. Pero tras la rebelión de Thomas Wyatt, en 1554, Juana fue ejecutada.
Después de la muerte de Eduardo a la edad de quince años, se levantaron rumores de que el rey aún seguía vivo. Aparecieron numerosos impostores que intentaron suplantar la identidad del difunto Eduardo. Estas suplantaciones continuaron durante el reinado de María y el de Isabel. Incluso el escritor estadounidense Mark Twain representó estas suplantaciones en su novela El príncipe y el mendigo (1882), en la que Eduardo VI y un joven de baja clase social intercambian su identidad.
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