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Duodecimanos



El chiismo duodecimano o imamí (en árabe, اثنا عشرية‎, Iṯnā ‘ašariyya) constituye la mayor rama del islamismo chií. La denominación duodecimano se origina en las creencias definitorias de la corriente en doce guías sucesorios en el linaje de Alí, de designación divina, conocidos como los doce imanes; y en que el duodécimo de estos, del que se cree que desapareció y está oculto desde el año 874, es el Mahdi que ha de (re)aparecer como redentor al final de los tiempos. La doctrina del Imam Oculto da una fuerte dimensión esotérica al chiismo. Entre el 80 y el 85 % de los chiíes, según las fuentes, son duodecimanos, por lo que es frecuente que se asimile vulgarmente el conjunto de la chía a la chía duodecimana.

Si bien gran parte de los principios doctrinales de los chiíes son comunes a las distintas ramas chiíes, duodecimanos, ismaelíes y zaydíes se diferencian por creer en una distinta línea sucesoria en el imanato y en un distinto número de imanes legítimos, además de diferir también en la concepción de la categoría religiosa del imán.

La confesión duodecimana constituye proporciones mayoritarias o notables de las poblaciones de Irán, Azerbaiyán, Baréin, Irak y Líbano. También se consideran duodecimanos los alevíes de Turquía, pese a mantener importantes diferencias doctrinales con el chiismo imamí predominante. Además, hay minorías considerables duodecimanas en India, Pakistán, Afganistán, Kuwait y en las costas orientales de Arabia Saudí.

Los duodecimanos creen en los descendientes del profeta islámico Mahoma a través de la hija de este, Fátima, y de su primo Alí como fuente superior de conocimiento sobre el Corán y el islam, como los más fidedignos conservadores y realizadores de los dichos y hechos de Mahoma ("sunna"), y como las más dignas figuras de ser emuladas.

De modo más particular, los duodecimanos reconocen, frente a la línea sucesoria califal respetada por los sunníes, a la sucesión familiar patrilineal de Mahoma ("Ahl al-Bayt"), encabezada por Alí, primo y yerno del profeta y primer hombre en aceptar el islam tras Jadiya, primera esposa de Mahoma. Los duodecimanos creen que Alí fue designado sucesor por orden expresa del propio Mahoma en distintas ocasiones, lo que lo convierte a sus ojos en legítimo comendador de los creyentes musulmanes. Así, además de la consideración general de que goza entre el común de los musulmanes como cuarto sucesor político de Mahoma (los designados por los sunníes como "Califas bien guiados"), Alí es ante todo para la chía el primer "Imām" o líder espiritual de legitimidad divina tras el profeta del islam.

Suceso fundamental en el desarrollo histórico del chiismo es la muerte en 680 de Husein, hijo de Alí en Kerbala cuando dirigía una sublevación contra el Califato Omeya. Husein, designado frecuentemente entre los chiíes con el título "príncipe de los mártires" (sayyid al-šuhadā, "sayyid de los mártires"), se convierte por ese hecho en símbolo de resistencia ante la tiranía.

La escuela jurídica de derecho islámico (o madhab) seguida hoy día por la mayor parte de los chiíes, inscrita dentro de la corriente general "osulí", es conocida como ya`farí por influencia de Ya`far as-Sadiq, bisnieto del Imam Hoséin considerado por los imaníes sexto en la línea sucesoria de los doce imanes. Esta escuela, como otras dentro del islam, extrae su sharía o ley religiosa del Corán y de la sunna. Sin embargo, la creencia chií en la designación de Alí por Mahoma para sucederle, conlleva varias diferencias:

Los duodecimanos expresan los principios de su confesión distinguiendo entre "principios de fe" (teoría) y "derivaciones de la fe", aspectos prácticos de la religión entre los que se cuentan, entre otros, lo que los suníes consideran "pilares del islamismo", aunque esa denominación no es usual entre los duodecimanos, para quien esas cinco prácticas no relevan de una categoría particular.

Principios de fe (Usūl al-Dīn):

Derivaciones de la fe (Furūʻ al-Dīn):

El imanato, o creencia en la guía divina, es una de las creencias fundamentales del islam chií y se basa en el concepto de que Dios, por ser justo, no dejaría a la humanidad sin acceso a su sabiduría. De acuerdo con la doctrina, el Intelecto divino ('Aql) confiere a las almas tanto de los profetas como de los imanes una sabiduría (hikma) que penetra en el ser último de las cosas (haqiqat) y por tanto esotérica, que no está al alcance de todo el mundo.[2][3][4]​ Si bien el imán no recibe la revelación (wahy), mantiene una relación estrecha con Dios, a través de la cual este lo guía, y a su vez el imán guía a sus seguidores.[5]

Así es como por esa necesidad de la justicia divina, los sucesores de Mahoma son hombres libres de error y de pecado que, además de gobernar con justicia, son capaces de preservar y dar a la sharia su sentido profundo, sirviendo sus dichos y hechos como guía y modelo a seguir para la comunidad de sus fieles.[6][7]

Según los duodecimanos, en todo momento hay un "imán de la Era", designado por Dios como autoridad en todas las materias de fe y ley para la comunidad islámica. El primero de la línea de sucesión de Mahoma fue Alí, seguido después por sus descendientes varones a través de la hija del profeta, Fátima. Todos los imanes fueron hijos del imán precedente, a excepción de Husain, que era hermano de Hasan ibn Ali.[2]​ El duodécimo y último imán, Muhammad al-Mahdi, sigue vivo según la doctrina chií y oculto desde el año 874 d. C. En ese año entró en "ocultación Menor" (Ghaybat al-Sughrà), estado en que mantenía contacto con sus fieles a través de intermediarios, hasta que en 941 entró en "ocultación Mayor" (Ghaybat al-Kughrà), situación que define la visión histórica del creyente chií y que perdurará hasta la aparición o parusía (zuhur) del "Imán Oculto" al final de los tiempos.[5]

Así, para la rama duodecimana o Iṯnā‘ašariyya del islamismo chií, los Doce Imanes son los legítimos sucesores, en lo político y en lo espiritual, del profeta Mahoma.[2]


(el Veraz)

Los chiíes consideran a los imanes infalibles. Aspecto importante del credo chií es que aún sin ser profetas (nabi) ni mensajeros de Dios (rasul), portan el mensaje de Mahoma. Los chiíes atribuyen a los imanes un rango superior al de todos los profetas, a excepción de Mahoma.[39][40][41]



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