La cultura de Dinamarca tiene un rico patrimonio intelectual y artístico. Existen algunas características generales a menudo asociadas a la sociedad danesa y a su cultura diaria.
Algunos de los valores más importantes en la cultura danesa son, entre otros, la empatía, la solidaridad, la confianza entre las personas, la tolerancia, la libertad, la igualdad y la justicia. Siguen al pie de la letra sus leyes y su constitución.
Los daneses son muy dispuestos a demostrar la cultura que tienen y orgullosos de su historia, siempre poniendo de frente su bandera y a su reina. La mayor parte de la población de Dinamarca opina que las tradiciones forman parte del patrimonio cultural nacional, y muchos creen que hay que protegerlas frente a influencias externas. Sin embargo, esto no significa que no han ido adoptando tradiciones de otras culturas cercanas.
Los daneses tienen una actitud muy relajada y alegre frente a la vida lo cual se refleja en su trato social que suele ser muy informal. Son tolerantes, pacíficos, de mentalidad abierta y sin ningún tabú, también son personas muy familieras. La sinceridad es importante para los daneses que son francos y que no ocultan sus opiniones críticas. El humor danés es irónico, sarcástico e informal y se utiliza con frecuencia en cualquier tipo de conversación como una forma de mostrar confianza. No es una puerta abierta para ofender o faltar el respeto. Es casi imposible ofender un danés. Sin embargo, para algunas culturas puede ser difícil interpretar el humor y sarcasmo danés. La actitud relajada de los daneses además se refleja en los muchos ambientes alternativos que tiene Dinamarca y que son una parte fascinante y exuberante del país.
A los daneses les gusta la diversión y la vida social, pero también son trabajadores constantes cuando las circunstancias lo requieren.
La gente de la península Jutlandia, se caracteriza por ser granjeros y por costumbres más arraigadas y tradicionales. La población de la isla Fionia, son gente dedicada a la agricultura, su manera de hablar es conocida por muchos como 'cantada', viven en una isla pequeña lo que los hace llegar a la capital Odense en 30 minutos aproximadamente. Fionia es llamado "La isla de la sonrisa" por la amabilidad de su gente. En la isla Selandia, la gente trabaja mayormente en la industria, siendo la parte más activa de Dinamarca.
Copenhague, la capital, es el hogar de muchos sitios famosos y atracciones, incluyendo los Jardines de Tívoli, Amalienborg (hogar de la monarquía danesa), el palacio de Christiansborg, la Catedral de Copenhague, el castillo de Rosenborg, la Casa de la Ópera, la Iglesia de mármol de Federico, el Museo Thorvaldsen, Rundetårn, Nyhavn y la escultura de La Sirenita.
Según la Encuesta Valores Mundiales y World Database of Happiness, los daneses es la población “más feliz y satisfecha del mundo” (2006-2008).[13] Esto se debe, entre otras cosas a su democracia, su igualdad social, su atmósfera pacífica, la solidaridad y alta calidad de vida.
El hogar y la familia tienen una tremenda importancia para los daneses. La mayoría de las horas libres se pasa en casa con la familia y con amigos.
Se invierte mucho en casas espaciosas y de calidad con jardines grandes y bonitos. Los daneses suelen cuidar bien sus casas, ser ordenados y fijarse en los detalles. La limpieza de la casa es muy importante y por lo tanto es considerado buena educación quitarse los zapatos antes de entrar a una casa para no ensuciar el piso. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones el dueño dirá al visitante que no es necesario hacerlo.
“Hygge” es un concepto 100% danés. El significado es algo entre acogedor y cómodo, y para los daneses eso significa pasar tiempo con la familia y los amigos, encender velas al atardecer y beber una taza de café o una bebida caliente. Los daneses buscan siempre la calidez en sus hogares, describen la palabra “hygge” como “la sensación de bienestar más intensa, el sentirse en paz con su entorno más cercano y sentir el calor y el placer de disfrutar de un lugar con encanto”.
En Dinamarca la comida es muy importante y habitualmente casi todas las comidas se hacen en casa. Es un acto social, cultural y familiar. Hay tres comidas principales: El desayuno y la cena suelen hacerse en casa, mientras que el almuerzo, por razones prácticas, suele tomarse fuera, y por lo general se lleva hecho desde casa. En la noche se juntan los daneses en las casas con la familia para cenar. Es considerado mala educación, glotonería y una falta de respeto empezar a comer antes de que todos estén sentados en la mesa y tengan comida en su plato. Es costumbre poner toda la comida en el centro de la mesa para que cada uno se sirva lo que quiere. Una cena puede durar mucho tiempo y sólo niños pequeños pueden abandonar la mesa antes de que todos hayan terminado su plato. Después de cenar es común tomar café con galletas o pasteles. Los daneses son la tercera población que más café consume en el mundo. Son amantes del vino tinto y la cerveza.
Cabe mencionar que la vida laboral, tiendas, etc. termina aproximadamente entre 5:30 a 6:00 de la tarde en los días entre semana.
Otro valor nacional característico de los daneses es la hospitalidad. Un danés a menudo se esforzará por ser un excelente anfitrión, preparando comidas, bebidas y decoración; y la respuesta del otro será un sencillo pero sincero «gracias por una tarde/noche/día tan agradable». Cuando llegan visitas a la casa es costumbre ofrecer una taza de café con galletas. Sin embargo, es considerado de mala educación llegar a una vivienda sin previo aviso al menos que sean personas de mucha confianza, ya que esto anula o dificulta la posibilidad de ser un anfitrión decente, o interrumpe un descanso. Para los daneses el hogar es un lugar sagrado y valoran la privacidad. Tampoco es aceptable llegar tarde a una cita de trabajo o amistosa, pues esto es considerado una falta de respeto y una violación de un convenio mutuo (en este caso, reunirse a una cierta hora), e incluso es visto como una violación al principio de igualdad, puesto que las horas de reunión son las mismas para todas las partes involucradas.
Los daneses son defensores de los valores democráticos como la igualdad, la libertad de expresión y los derechos humanos. La democracia y la sociedad de bienestar danesas se basan en el respeto al ser humano, la solidaridad y en la responsabilidad hacia la comunidad, tanto en la vida social como en la familiar. Dinamarca es una sociedad democrática que ofrece libertad y responsabilidad, independientemente del sexo, color de la piel, cultura y filosofía de vida. Todos tienen derecho a pensar, expresarse y escribir libremente, a asociarse y practicar la religión o filosofía de vida de su elección. La libertad e igualdad individual de la persona es un concepto básico de la sociedad danesa, una libertad que queda limitada únicamente por el respeto hacia los demás y su derecho a libertad e igualdad. La igualdad es mucho más importante que el éxito o lo que se podría considerar un intento de demostrar que uno no es más importante que el resto. Es importante mostrar humildad. Los daneses llaman a esta característica Janteloven o Ley de Jante.
Los daneses en su comportamiento son muy informales y relajados. Las diferencias sociales son casi invisibles en la sociedad danesa y eso se refleja en las formas de comunicar. Una forma de demostrar lo anterior, es a la hora de dirigirse a las personas. A diferencia de muchas otras sociedades es muy poco frecuente dirigirse a las personas con otro apelativo que no sea su nombre de pila, en prácticamente cualquier circunstancia. Esto está por encima del título o cargo que tal persona pueda tener, aunque hay que resaltar que esto no es una puerta abierta para la falta de respeto, sino un puente hacia la igualdad y confianza.
La homosexualidad en Dinamarca es un hecho aceptado y normalizado. Dinamarca posee una legislación a favor de la no discriminación de las personas homosexuales. Además ha sido pionera y referente en la aplicación de estas políticas antidiscriminatorias. Todos los partidos daneses defienden la igualdad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Dinamarca fue, en 1989 el primer país del mundo en legislar una ley de uniones civiles, está ley fue aprobada por todos los partidos de la cámara danesa. En marzo de 2009 el Parlamento de Dinamarca aprobó la adopción de niños por parejas del mismo sexo.
Una encuesta realizada en 2006 por el eurobarómetro reveló que el apoyo de la población al matrimonio entre personas del mismo sexo se situaba en el 69%. Apoyo que sólo se superaba en los Países Bajos y Suecia con un 82% y un 71% respectivamente.
En Dinamarca existen gran cantidad de servicios y negocios orientados a la comunidad gay, sobre todo en la capital, Copenhague, donde cada marzo se lleva a cabo la manifestación del Día del Orgullo Gay que atrae turistas homosexuales de todo el mundo.
El 7 de junio de 2012, el Parlamento aprobó una ley que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, tanto civil como de la Iglesia de Dinamarca.
A los 18 años de edad un joven danés es considerado mayor de edad. A esa edad la función de los padres se trata de aconsejar y apoyarlos. Abandonan la casa alrededor de los 20 años cuando entran a la universidad. Cuando abandonan la casa son responsables de mantenerse económicamente con el salario mensual que el gobierno da a los estudiantes o con un trabajo. Es raro que los padres les de dinero a los hijos si tienen la posibilidad de ganarlo por sí mismo, ya que, lo consideran como parte de ser independiente. La educación que reciben en la casa por los padres es una educación tradicional, pero democrática, con principios muy fijos. A la vez, la educación pone mucho énfasis en libertad bajo responsabilidad. Hay mucha confianza entre los padres y los hijos. La gran independencia y responsabilidad de los jóvenes tal vez es la razón por la cual muchos los consideran como maduros en su mentalidad.
Los jóvenes daneses son más privilegiados que en otros países industrializados, ya que, el Estado Danés ofrece mucha ayuda económica a los que estudian o tienen necesidad. Los 5000 coronas danesas que equivale a 675 euros al mes, es suficiente para mantenerse en Dinamarca sin un trabajo. Sin embargo, la mayoría de los jóvenes prefieren tener un trabajo aparte de los estudios, por lo cual, tienen la posibilidad de tomarse muchos lujos como ir de viajes, hacer compras y salir a tomar café con los amigos. Muchos refieren a esta generación privilegiada como "la generación del café latte" por las frecuentes visitas a los cafés.
Es considerado el principal medio de transporte, sobre todo a escala local. Siempre ha sido tradición usar la bicicleta por cuestiones prácticas y de salud. Las calles en Dinamarca permiten la utilización de este transporte por lo cual resulta práctico y una de las formas más rápidas de llegar al trabajo y evitar las filas de tránsito en las ciudades grandes. En parte también por los elevados impuestos a los transportes automotores. Por todos lados hay sistemas de ciclo vía y en algunas ciudades hay semáforos especiales para las bicicletas. En el centro de Copenhague hay un servicio de bicicletas gratis. El sistema es idéntico al clásico mecanismo de los carros de los supermercados, se inserta una moneda y se la recupera al depositar la bici en su lugar de origen. La bicicleta es el único medio de transporte que todos pueden permitirse, es una forma de ser todos iguales y a la vez es una forma de cuidar el medio ambiente. En Dinamarca hay bastante conciencia con el respeto al medio ambiente, especialmente de forma reciente debido al Calentamiento Global. Del 7 al 18 de diciembre de 2009 se celebrará la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU 2009(COP15)en Copenhague.
En Dinamarca, como en toda Europa, las cuatro estaciones del año son bastante marcadas por cambios en el clima y para los daneses cada estación tiene su encanto y belleza. Los daneses adoran la naturaleza y los paisajes de a su país. Disfrutan tomar paseos en lugares como el bosque, la playa y las praderas para observar los cambios de colores y diferentes apariencias que ofrece la naturaleza según cada temporada.
La cultura danesa está adaptada a los cambios climáticos anuales de una manera que el estilo de vida de un danés en todos los aspectos cambia según la estación del año.
En la primavera y el verano, los daneses suelen pasar la mayoría del tiempo afuera, tanto en sus jardines privados, como en las calles, en parques, playas y en la naturaleza. Del mismo modo, en la temporada calurosa es costumbre desayunar, almorzar y cenar a cielo abierto, asando a la parrilla, tomando vino y disfrutando los días largos y cálidos, ya sea en el patio o jardín de la casa, en el trabajo o en los restaurantes y cafés que ponen sus mesas en la calle. Debido a los días largos del verano, la mayoría de las personas se acuestan tarde y los niños siguen jugando afuera en la calle hasta muy noche. Muchos daneses tienen una casa de verano en la costa donde pasan los fines de semana o sus vacaciones en estas temporadas. Una festividad muy antigua en Dinamarca vinculada al verano es la Noche de San Juan en la que se celebra la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte cuyo rito principal consiste en encender una hoguera encima de lagos o en plazas de las poblaciones donde se reúnen familiares, amigos y vecinos. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días, iba haciéndose más "débil" —los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno—. Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban. Es costumbre danesa poner una muñeca encima de la hoguera que representa una bruja. Entre otros eventos del verano están los muchos festivales culturales en las ciudades con conciertos, teatros y eventos al aire libre, además cada pueblo o puerto tiene su fiesta de verano que dura una semana.
En el otoño y el invierno los daneses suelen pasar la mayoría del tiempo adentro por el frío. Cenan y se acuestan temprano ya que los días son más cortos. Aunque es raro que el frío llegue a los extremos, ya que el clima de Dinamarca en general es suave, cae nieve todos los años. Sin embargo, la nieve desaparece dentro de pocos días por lo que algunos daneses se van de vacaciones a sus países vecinos que tienen climas más adecuadas para esquiar. El frío del invierno no impide que los daneses salgan abrigados a la calle, incluso en bicicleta cuando ha nevado. Tanto las casas como cualquier edificio y transporte público tiene calefacción por lo que no se siente mucho el frío. Las velas dominan las casas y los restaurantes en esta época para crear un ambiente especial y cálido en las tardes y noches oscuras, algo que es muy típico de los daneses para celebrar el concepto nacional "hygge" que significa algo entre acogedor y cómodo. La tradición qué más domina esta época es la celebración de Navidad que implica muchas tradiciones y eventos durante todo el mes de diciembre. En todos los trabajos, universidades, instituciones públicas y entre amigos se suele hacer además una cena de Navidad (julefrokost), en la que se llena la mesa de comidas, postres y bebidas típicas de Navidad y la cena dura hasta la madrugada. Y por supuesto la Noche Buena que tiene una gran importancia para los daneses. Se unen con sus familias esa noche para compartir una gran cena con cerdo asado, pato y/o ganso y vino tinto, y bailar alrededor del árbol mientras cantan salmos de Navidad.
Dinamarca posee una rica cultura y gran patrimonio intelectual. Los descubrimientos del astrónomo Tycho Brahe (1546-1601) y las brillantes contribuciones a la física atómica de Niels Bohr (1885-1962) indican el grado que ha alcanzado la ciencia danesa. Los cuentos de Hans Christian Andersen (1805-1875), los ensayos filosóficos de Soren Kierkegaard o los relatos de Karen Blixen (1885-1962) han conseguido el éxito a escala internacional, así como las sinfonías de Carl Nielsen (1865-1931). Georg Jensen (1866-1935) es conocido en todo el mundo por sus diseños en plata.
Dinamarca es un país con una gran actividad cultural. Los habitantes del continente generalmente hacen artesanías y se inspiran en el paisaje. En Copenhague se celebra un Festival de Jazz, en esos festivales la gente se comparten unos a otros vinos de las grandes bodegas, de fama internacional. Los museos de Lousiana y Aalborg contienen colecciones de arte moderno. El Museo de Artes Aplicadas de Copenhague exhibe las mejores muestras del diseño danés.
El Ministerio de Asuntos Culturales se creó en 1961. El concepto de “cultura” incluye generalmente tanto la cultura amateur como la profesional, los medios de comunicación, deportes y actividades de tiempo libre. La política cultural danesa se caracteriza por descentralizar los fondos, programas e instituciones.
El Ministerio de Asuntos Culturales incluye dentro de sus responsabilidades las relaciones culturales internacionales; el entrenamiento de bibliotecarios y arquitectos; la legislación sobre los derechos de autor; subsidios a archivos, bibliotecas, museos, literatura, música, artes y oficios, teatros y producciones cinematográficas. Entre 1970 y 1980, el ministerio reconoció que los movimientos de protesta y las manifestaciones callejeras eran también actividades culturales ya que los cambios sociales se veían como una meta importante en la política cultural danesa. El gobierno actual se muestra mucho más moderado ante este tipo de calificación. Las emisoras de radio y televisión están también bajo la supervisión del Ministro de Cultura.
Las contribuciones gubernamentales a la cultura se han incrementado de forma considerable en los últimos años, pero el actual gobierno, decidido a reducir el gasto público, piensa estabilizar las inversiones futuras. Los gobiernos municipales y provinciales asumen una parte importante del coste de las actividades culturales en sus respectivos distritos. En 1996, los gastos totales en cultura fueron el 1,0% del total del presupuesto. La mayoría de los gastos fueron destinados a bibliotecas y archivos, teatros, museos, arte y oficios y películas.
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