El Cuerpo General de la Policía Canaria (CGPC), conocido como Policía Canaria o Policía Autonómica de Canarias, fue creado en 2010 siendo el presidente de la Comunidad Paulino Rivero.
Cien agentes —92 hombres y 8 mujeres—, integraron la primera promoción de la Policía Canaria en un acto de presentación celebrado el 30 de junio de 2010 en la Academia Canaria de Seguridad de Santa Cruz de Tenerife; el presidente autonómico manifestó que ese solo era el primer paso de un despliegue que deberá llegar a los 1.700 agentes en varias fases. Su primera misión se produjo con motivo de la celebración de la Bajada de la Virgen de las Nieves, en la isla de La Palma.
La policía canaria comenzó a operar en 2010 con una dotación de 100 agentes y con la previsión de llegar a los 300 agentes en 2022. El Ejecutivo busca reforzar el cuerpo: convoca 69 plazas para 2020 y prevé 80 más en 2021. La Policía Canaria sigue adelante con el objetivo de contar en 2022 con 300 efectivos.
La mitad de los 100 agentes de la primera promoción procedían de otras fuerzas de seguridad locales y del Estado accedieron a la policía canaria pero no renunciaron a su antigua plaza, y algunos de ellos han emprendido el camino de vuelta por la falta de un rumbo claro para el cuerpo autonómico, una tendencia que explica que en estos momentos haya 15 efectivos menos en la plantilla que al inicio del proyecto.
Los efectivos se reparten entre las dos únicas bases o comisarías que tiene la institución en estos momentos, una en Santa Cruz de Tenerife y la otra en Las Palmas de Gran Canaria. Los agentes se desplazan desde esos puntos a las otras cinco islas cuando tienen que intervenir, por lo general, haciendo un viaje de ida y vuelta en el mismo día. El último comisario que dirigió el cuerpo decidió crear una unidad de intervención policial, similar a los antidisturbios de la Policía Nacional o la Guardia Civil. El problema es que ese grupo solo dispone de nueve agentes, una cifra que no permite garantizar la seguridad en una concentración de ni siquiera 400 personas, en el caso de todos los efectivos estuvieran disponibles. No obstante, a partir del 2018 ha ido recuperándose con la convocatoria de 57 agentes más, con los que ya serían 157 efectivos. En 2020 , el Gobierno de Canarias desveló que va a llevar a cabo la convocatoria de 143 agentes hasta 2022, llegando así a los 300 efectivos . Esto significa que a partir de que el cuerpo alcance esa cifra de efectivos, la financiación para el crecimiento del cuerpo en cuestión pasaría a estar a cargo del Estado, con lo que finalmente la Policía Canaria despegaría y pasaría a ser oficialmente un cuerpo de seguridad, siendo por ahora un mero trámite que no cumple con los objetivos iniciales por lo que fue creado. La pérdida de apoyo institucional y el rechazo social, ha sido siempre el problema de este cuerpo que nunca terminó de crecer y que nunca llegó a suplir ninguna necesidad del pueblo canario.
De acuerdo con la Ley del Cuerpo General de la Policía Canaria, aprobada el 28 de mayo de 2008 por el Parlamento de Canarias, entre las funciones de este cuerpo policial se incluye la vigilancia y protección de personas, órganos y edificios, establecimientos y dependencias de la comunidad autónoma y de sus entes instrumentales, y velar por el cumplimiento de las disposiciones y órdenes singulares dictadas por los órganos de la comunidad, entre otras.
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