x
1

Cinta magnética de audio



Una cinta magnética de audio es un tipo de cinta magnética utilizado para la reproducción o grabación de sonido.

Para grabar las cintas magnéticas se utiliza el sistema de grabación magnética analógica.

Las primeras cintas magnéticas eran cintas de papel recubiertas de óxido de metal. Se desecharon porque era un soporte demasiado endeble que se deterioraban con gran rapidez.

La multinacional química alemana BASF (BADISCHE ANILIN UND SODA FABRIK) exhibió las primeras cintas magnéticas de plástico en la Exposición Radiotécnica de Berlín de 1935. Se trataba de una lámina alargada de material plástico en cuya superficie se añadían partículas ferromagnéticas capaces de retener el magnetismo inducido.

Tras numerosas investigaciones, se popularizó el uso de cintas con una base de poliéster y recubrimiento de plástico. El poliéster se impuso por su gran resistencia. Los materiales anteriores resultaban deficientes porque se estironeaban o se rompían.

Según sea la composición de la emulsión magnética que cubre, hay cuatro tipos de cintas:

Es la cinta que utiliza el magnetófono.

Todas las cintas de bobina abierta llevan el número de lote impreso sobre la caja. Así, los profesionales pueden identificar todas las cintas de un mismo lote que, al ser fabricadas al mismo tiempo, deben tener propiedades magnéticas idénticas.

Las cintas para magnetófono tienen una dimensión es ¼ de pulgada.(salvo las del magnetófono multipista que son más grandes).

Las tapas del carrete protegen la cinta de cualquier daño, por lo que la cinta no debe llegar ni a sobrepasarlos ni a tocarlo. La cintas profesionales también se comercializan sobre un eje sin tapas, lo que se conoce como torta.

La cinta de bobina abierta pueden tener diversos espesores.

Al almacenar las cintas de bobina abierta, hay que tener en cuenta el denominado efecto copia. Es un problema que sobreviene por un mal almacenamiento de las cintas.

El efecto eco se da cuando, por contacto entre dos cintas magnéticas, una induce su magnetismo a otra (o así misma, de una capa a otra adyacente). Este efecto eco, se manifiesta en forma de preeco o posteco.

El posteco es preferible al preeco porque puede quedar enmascarado con la reverberación. Como el preeco afortunadamente es una señal de bajo nivel.

Estos desagradables efectos se pueden eliminar utilizando técnicas de reducción de ruido, porque, como quedan antes o después de la señal, el equipo los interpreta como un ruido más.

Para almacenar correctamente las cintas lo que hay que hacer es almacenar las cintas "de cola”.

Esta expresión quiere decir que se ha de dejar la última zona grabada en la zona más externa del carrete, es decir sin rebobinarla. Tal cual ha quedado tras la grabación o reproducción, dejando una zona virgen, sin sonido.

Si se almacenan las cintas “de cola”, se evita que dos zonas grabadas queden juntas, pues siempre se deja un fragmento virgen.

Tampoco es conveniente rebobinar o bobinar la cinta mediante avance o rebobinado rápido, pues las cintas solo tienen un bobinado uniforme en reproducción o grabación.

Almacenar las cintas "de cola" más importante de lo que parece. Tanto, que, incluso, se ha establecido una especie de protocolo sobre como ha de hacerse. Tras la última señal grabada se inserta un trozo de cinta roja que identifica el punto.

Este formato consta de una cinta de 1/8 de pulgada (3mm) de ancho contenida en un cartucho plástico. En esta anchura se distribuyen 4 pistas que se desplazan a una velocidad de 4,75 cm/s.

En 1963, la casa Philips lanzó al mercado los primeros reproductores - grabadores para cintas de casetes y las primeras cintas en 1963. La cinta magnética virgen apareció en 1965. La cinta virgen fue introducida de forma masiva por la casa japonesa Maxell, a mediados de los 70 y a finales de los años 70, Maxell y TDK se repartían el mercado de las cintas vírgenes.

El casete, dependiendo de la longitud de la cinta, permite diversas duraciones de grabación. Precisamente, el nombre de la cinta, ya indica la duración de la misma. La más pequeña, la C5, permite 5 minutos, dos minutos y medio por cara. La más larga, C120, permite las dos horas de grabación (60 minutos por cara).
A mayor longitud, más delgadas son las cintas, con el fin de que quepan en el mismo cartucho que las de menor longitud. Cuando más delgadas sean las cintas peor se adaptara a las guías del propio cartucho, lo que puede provocar un mal contacto cabeza-cinta que puede originar que la cinta se enrolle, se desenrolle y se enganche pudiendo estropear el reproductor. Los fabricantes desaconsejan enérgicamente el uso de C120 y de C90, aunque estas últimas en menor medida.

Además, a mayor longitud, la cinta pesa más con lo que se acorta la vida útil del cabezal. El deficiente contacto cabeza- cinta también puede provocar pérdidas en respuesta en frecuencia y otros problemas.

El cartucho está formado por una cinta magnética sinfín que graba por impulsos que marcan la cinta en el lugar exacto en que comienza y acaba la grabación, para luego reproducir el intervalo exacto.

Los reproductores de cartuchos son las cartucheras.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Cinta magnética de audio (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!