Carmen es una ópera dramática en cuatro actos con música de Georges Bizet y libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meilhac, basado en la novela Carmen de Prosper Mérimée, publicada por vez primera en 1845, la cual a su vez posiblemente estuviera influida por el poema narrativo Los gitanos (1824) de Aleksandr Pushkin. Mérimée había leído el poema en ruso en 1840 y lo tradujo al francés en 1852.
La ópera se estrenó en la Opéra-Comique de París el 3 de marzo de 1875, recibiendo valoraciones negativas de la mayoría de los críticos. Estuvo a punto de retirarse casi después de su cuarta o quinta representación, y aunque esto se evitó y al final llegó a las 48 representaciones en su primera temporada, hizo poco para subir los decaídos ingresos de la Opéra-Comique. Cerca del final de su temporada, el teatro regalaba entradas para incrementar la audiencia. Bizet murió de un ataque al corazón, a los 36 años de edad, el 3 de junio de 1875, sin llegar a saber nunca cuán popular iba a ser Carmen. En octubre de 1875 fue producida en Viena, con éxito de público y crítica, lo que marcó el inicio de su popularidad mundial. No se representó de nuevo en la Opéra-Comique hasta 1883.
Esta última ópera de Bizet no solo transformó el género de la opéra-comique, que había permanecido estático a lo largo de medio siglo, sino que virtualmente puso fin al mismo. En unos pocos años, desapareció la tradicional distinción entre la ópera (seria, heroica y declamatoria) y opéra-comique (ligera, burguesa y con diálogos hablados). Más aún, Carmen alimentó un movimiento que iba a ganar tanto celebridad como notoriedad, primero en Italia y luego en el resto del mundo: el culto por el realismo conocido como verismo.
La temprana muerte de Bizet, y la negligencia de sus herederos y editores llevó a grandes problemas sobre los textos para los estudiosos y los intérpretes, como ocurrió con el resto de sus óperas, y solo empezaron a encontrarse soluciones en los sesenta.
La historia de Carmen está ambientada en Sevilla alrededor de 1820, y la protagoniza una bella gitana de temperamento fiero. Carmen, libre con su amor, seduce al cabo don José, un soldado inexperto. La relación de Carmen con el cabo motiva que este rechace su anterior amor, se amotine contra su superior y como desertor se una a un grupo de contrabandistas. Finalmente, cuando ella vuelca su amor en el torero Escamillo, los celos impulsan a don José a asesinarla.
La obra se estrenó el 3 de marzo de 1875 en el Opéra-Comique de París, cosechando un fracaso rotundo que en parte pudo acelerar la muerte de Bizet. Protagonizaron el estreno de 3 de marzo de 1875 Célestine Galli-Marié (Carmen), Paul Lhérie (don José), Mme. Marguerite Chapuy (Micaela), Jacques Bouhy (Escamillo), Mlle. Alice Ducasse (Frasquita), Inés Moraleda (Mercedes), M. Dufriche (Zúñiga), M. Duvernoy (Morales) y N. Nathan (Lilas Pastia).
Bizet alcanzó a firmar el contrato para el montaje de la ópera en Viena un día antes de su muerte. La obra fue aclamada por el público, y elogiada por Johannes Brahms. Desde entonces tuvo una fulgurante carrera internacional: Londres, Nueva York, Melbourne, San Petersburgo y Barcelona (1881), entre otras ciudades, hasta que en 1883 se presentó nuevamente en París, ganando de esta vez el corazón de los franceses.
Carmen modificó decididamente la ópera francesa y es vista como la gran anticipación de la escuela italiana conocida como verismo. Fue considerada por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche como una respuesta latina a la estética wagneriana. Hoy es la ópera francesa más famosa e interpretada en el mundo entero. Carmen es una de las óperas más destacadas del repertorio operístico estándar y aparece en tercera posición en la lista de Operabase de las óperas más representadas en todo el mundo en el período 2005-2010.
En España se estrenó en el Teatro Lírico de Barcelona el 2 de agosto de 1881, con la actuación de Celestina Galli-Marie, que había estrenado el papel. En 1887 se estrenó en Madrid, en el Teatro de la Zarzuela, traducida al español y con dirección de Gerónimo Giménez.
La habanera «L'amour est un oiseau rebelle» es una trascripción, con pocas variantes, de «El arreglito» de Sebastián Iradier. Bizet dijo[¿dónde?] haberla utilizado creyéndola una melodía popular.
La acción se desarrolla en Sevilla, a principios del siglo XIX.
Los soldados observan de forma curiosa a la gente que va pasando por la plaza mientras que esperan el próximo cambio de guardia. Llega Micaela buscando a su novio, el cabo don José Lizarrabengoa, a lo que Morales y el resto de soldados le indican que no está en la compañía pero que llegará en el siguiente turno para, después, pedirle que espere junto a ellos a lo que ella responde que volverá cuando se produzca el cambio ("Je reviendrai quand la garde montante va remplacer la garde descendant"). Se produce el cambio de guardia mientras que, en escena, se observa a todos los niños imitando el cambio con gran interés. Cuando la nueva guardia está incorporada, Morales, antes de partir, le dice a Don José que una joven preguntaba por él y tras describirla, don José sabe que es Micaela, la joven huérfana que su madre acogió.
Tras la salida de las cigarreras, al lado del cuartel del regimiento, se produce el "fatal" encuentro entre don José y Carmen, una joven gitana que tenía a todos detrás de ella. Como respuesta, Carmen expone su filosofía del amor, un poco pesimista, en la célebre habanera, en la que Bizet empleó una melodía de Sebastián Iradier:
Esta habanera, «L'amour est un oiseau rebelle» («El amor es un pájaro rebelde»), es un canto de amor rebelde y que queda resumido, casi leitmotiv de toda la ópera, en ese célebre «Si tu ne m'aimes pas, je t'aime; si je t'aime, prends garde a toi» («Si no me quieres, te quiero; si te quiero, ten cuidado»). Don José «pasa» del revuelo causado por la joven; ésta se acerca a su mesa y le lanza una flor a él, solo es el inicio del embrujo que lo llevará «por el camino de la desventura».
Una vez que han entrado todas las mujeres en la fábrica tras finalizar el descanso, don José se queda solo hasta que llega Micaela e inician un dúo que llega a la culminación con «Ma mère, je la vois...» «o souvenirs d'autrefoi» («Mi madre, yo la veo...» «Oh recuerdos de otros tiempos»). Cuando Micaela sale de la plaza y se queda don José solo, se produce un gran alboroto en la fábrica de tabaco y salen todas las cigarreras de la fábrica; un grupo echa la culpa a Manuelita y el otro, a Carmen.
Una vez resuelto el alboroto, el teniente Zúñiga pregunta a don José sobre los hechos que han ocurrido a lo que este indica que se produjo una pelea y una chica apareció con una x señalada en la cara, a la vez que culpa a Carmen, de lo que esta se defiende de forma burlona («tra la la la...»). Zúñiga decide que la joven gitana va a ir al calabozo y le pide a don José que la lleve al calabozo. Mientras que espera a recibir la orden deja solo al brigadier junto a Carmen. La gitana trata de seducirlo («Près de remparts de Seville», «Cerca de las murallas de Sevilla») y él, en principio se niega, para después aceptar. Es el comienzo del fin de don José: deja escapar a la joven gitana y acaba siendo encarcelado y degradado.
En la taberna de Lilas Pastia.
Carmen se reúne con unos contrabandistas que están planeando un nuevo golpe, pero ella se niega a participar esperando a su nuevo amor, don José. Poco después, llega el torero Escamillo, quien va camino de Granada y pasa por la taberna. Es aquí cuando Escamillo inicia la marcha del torero, a la cual se unen todos los que están en la taberna. Se toma una copa y queda prendado por Carmen. Después, sigue su camino hacia Granada vitoreado por todos los presentes, mientras en la taberna solo quedan los contrabandistas, Carmen y el dueño del local.
Don José llega momentos más tarde y Carmen intenta convencerlo de que se una a los contrabandistas. Don José se niega inicialmente. Repentinamente, llega Andrés, el oficial de la guardia, y se produce una pelea entre ellos, lo que fuerza a don José a abandonarlo todo y unirse a Carmen y a los contrabandistas.
En un paraje salvaje en las montañas, la guarida de los contrabandistas.
Carmen empieza a cansarse de los celos de don José. Cuando se echa las cartas con Frasquita y Mercedes, prevé su próxima muerte. Micaela acude a buscar a don José para que asista a su madre moribunda. Escamillo, interesado en Carmen, va también a la sierra para invitar a los contrabandistas a su próxima corrida.
En una plaza de toros.
Aclamado por la muchedumbre, Escamillo, en compañía de Carmen, entra a la plaza.
Empieza la corrida. Don José busca a Carmen y le pide que se vaya con él y que olvide a su nuevo amante. Carmen se ríe de él y don José, cegado por la ira, la apuñala hiriéndola mortalmente. En ese momento, sale Escamillo triunfante, mientras el público entusiasta lo vitorea.
Carmen se estrenó en la Opéra-Comique de París, un coliseo de nivel mediano. Según parece, sus primeros fragmentos fueron recibidos con entusiasmo, en especial por sus melodías pegadizas y por el tema folclórico-romántico ambientado en Sevilla, ciudad que resultaba exótica y atrayente para el público francés. Sin embargo, a medida que avanzaba la representación, la actitud atrevida de Carmen y el tono negro del argumento provocaron el rechazo del público. Carmen no respondía al prototipo de relato romántico y edulcorado, visualmente vistoso y fácil de digerir. El balance final del estreno se puede calificar de fracaso, y con tal sensación murió Bizet.
Tras la muerte de Bizet, su amigo y compositor Ernest Guiraud reemplazó los pasajes hablados originales (característicos de la ópera cómica) por recitativos. Esta revisión, publicada en 1877, pudo contribuir al éxito de la obra facilitando su difusión, especialmente en algunos teatros extranjeros en los que no se acostumbraba a alternar diálogo y música en una obra lírica, y a la vez permitió que pudiera representarse en la Ópera de París. Sin embargo, esta adaptación ha sido cuestionada, a menudo, por los musicólogos más puristas. En 1964, el musicólogo alemán Fritz Oeser, restableció la edición original, más fiel a la voluntad del compositor. Hoy en día, se representan ambas versiones, aunque la original goza de una ligera preferencia.
Sea como fuere, no cabe duda alguna que esta ópera goza de una gran popularidad. Está considerada como la ópera francesa más representada en todo el mundo.
Su éxito puede deberse, en parte, a los diferentes cambios que jalonan el libreto: escenas trágicas que contrastan con otros pasajes más ligeros, a veces cómicos (personajes como Frasquita, Mercedes, Dancaire o el Remendado), equilibrio entre escenas de algarabía con coros y figurantes, y otras más íntimas en las cuales las solistas pasan a primer plano, etc. Además, la música de Bizet, expresiva, elegante y colorista, su orquestación, sumamente refinada, sus melodías fáciles de memorizar (por ejemplo, no es necesario ser un amante de la música clásica o del bel canto, para acordarse del tema del preludio, la Habanera, o el tema del torero), no son ajenas al éxito alcanzado por esta ópera.
Entre las más bellas páginas de esta ópera cabe citar:
El preludio, una de las piezas orquestales más famosas de la historia de la ópera.
En el primer acto: el coro de niños: «Avec la garde montante» («Con la guardia entrante»); el coro de las cigarreras "Dans l’air, nous suivons des yeux (En el aire seguimos nuestros ojos)"; la habanera (que sirve de entrada al personaje de Carmen) «L'amour est un oiseau rebelle» («El amor es un pájaro rebelde»); el dúo «Parle-moi de ma mère» («Cuéntame sobre mi madre»); la seguidilla «Près des remparts de Séville» («Cerca de las murallas de Sevilla»).
En el segundo acto: la canción gitana «Les tringles des sistres tintaient» («Las barras de los sistros tintinearon»); las coplas del torero «Toréador, en garde» («Toreador, en guardia»); el quinteto «Nous avons en téte une affaire» («Tenemos un caso»); el aire «La fleur que tu m’avais jetée» («La flor que me lanzaste»).
En el tercer acto: el sexteto con coros «Écoute, compagnon, écoute» («Escucha, compañero, escucha»); el trío de las cartas «Mélons, coupons» («Mezclemos, cortemos»); el aire «C’est des contrebandiers, le refuge ordinaire» («Son los contrabandistas, el refugio ordinario»).
En el cuarto acto Jazmín: el dúo con coro final «C’est toi, c’est moi» («Eres tú, soy yo»).
Ante una creciente concienciación en la sociedad acerca de la violencia contra la mujer, en 2018 el Teatro del Maggio de Florencia estrenó una nueva versión adaptada por el director de escena Leo Muscato en la que la protagonista, en lugar de morir a manos de su maltratador, lo mata en defensa propia. En palabras del director del teatro, Cristiano Chiarot, «Nuestra versión es un intento de sacar a la luz el abuso y maltrato contra las mujeres en Italia donde el feminicidio no es algo infrecuente». Por otra parte, un portavoz del teatro señaló que, ante tanta violencia contra la mujer «El teatro debe desempeñar una función tanto ética como social. Debe transmitir un mensaje contra la violencia».
Fuente: Grabaciones de Carmen en operadis-opera-discography.org.uk
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