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Bobsled



El bobsleigh o bobsled es un deporte olímpico de invierno que junto al luge (trineo ligero) y al skeleton (trineo simple o sencillo) representan distintas modalidades de descenso en trineo.

Al igual que el luge y el skeleton, su origen se sitúa en los Alpes suizos a finales del siglo XIX. Concretamente, el primer club de bobsleigh del mundo se fundó en 1897 en St. Moritz, Suiza y desde ahí se difundió a otras partes de Europa. Las primeras competiciones que podemos considerar oficiales datan en 1914. La Federación Internacional de Bobsleigh se fundó en 1923.

En sus primeras décadas de vida el bobsleigh tenía poco que ver con lo que es en la actualidad, ya que los materiales, el diseño y las pistas han cambiado completamente hasta hacerlo casi irreconocible. Al principio los trineos eran de madera, aunque pronto pasaron a fabricarse de acero.

En el bobsleigh hay tres modalidades, el bobs de 2, el de 4 y el de 6, aunque ese último es poco común. Los primeros campeonatos del mundo se celebraron en 1924, solo para el bobs de 4, mientras que en 1931 ya se incluyó el bobs de 2. En los Juegos Olímpicos debutó el bobs de cuatro en la primera edición de los Juegos de Invierno de Chamonix 1924, y el bobs de dos comenzó a disputarse en los de Lake Placid 1932. Desde entonces siempre ha formado parte del programa, excepto en Squaw Valley 1960. Un nuevo avance tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City 2002 donde se incluyeron por primera vez las pruebas femeninas.

Una novedad importante tuvo lugar en 1952, cuando se limitó el peso de los trineos y de sus ocupantes, ya que antes de esa fecha los participantes tenían que tener un gran peso corporal si querían tener alguna oportunidad de triunfo. La nueva norma lo hizo más accesible.

Sin embargo, los principales avances llegaron en el terreno de los materiales, en dos aspectos: los nuevos trineos de acero y fibra de vidrio para cuya fabricación se utilizan los últimos avances tecnológicos en materia aerodinámica, y no menos importante, las pistas artificiales en las que se pueden alcanzar unas velocidades realmente increíbles, con las que nunca hubieran podido soñar los primeros practicantes de este deporte. Las pistas de hielo tienen recorridos estrechos, tortuosos y peraltados, con un número determinado de virajes a derecha e izquierda.

La clave en el bobsleigh, al igual que en el luge y en el skeleton, está normalmente en la salida. Es decisivo que en esos primeros metros los tripulantes consigan la mayor velocidad posible empujando el trineo en esos metros iniciales antes del descenso, por eso deben ser personas fuertes y además rápidas, ya que de la explosividad inicial depende normalmente el resultado. Las diferencias entre los participantes rara vez superan unas pocas centésimas por lo que cualquier pequeño error resulta imposible de recuperar. Aunque el trineo posee un freno, este únicamente se usa al rebasar la línea de llegada. Las velocidades superan con frecuencia los 150 km por hora y los corredores soportan hasta fuerzas 4 o 5 "G".

Las pruebas se disputan en dos mangas, sumándose el tiempo conseguido en ambas, y ganando aquel que totalice menos tiempo. En caso de empate, (cosa no infrecuente), no hay ningún desempate, sino que se comparte la medalla.

Aunque la seguridad ha mejorado mucho en los últimos años, y aunque los participantes van equipados con casco y trajes especiales, a veces se producen accidentes al salirse en una curva, y puede ser muy peligroso, y en varias ocasiones se ha producido la muerte de algún participante.

La dificultad para practicar este deporte está en su alto costo, especialmente de las instalaciones, lo que hace que únicamente se practique en un número muy reducido de países, principalmente de Europa Central y Estados Unidos. Hay muy pocas instalaciones en el mundo, ya que el mantenimiento de una pista exige muchos recursos que difícilmente se compensan con los resultados deportivos o con los servicios que esta preste a otros. Las principales potencias son Alemania, Suiza, Italia y Estados Unidos.

Hace años tuvo lugar un curioso episodio. Unos estadounidenses que estaban de vacaciones en Jamaica presenciaron una competición de trineos sobre tierra muy popular en este país caribeño, y que les recordó vagamente al bobsleigh, y entonces se les ocurrió la idea de preparar un equipo de jamaicanos para competir en los Juegos Olímpicos de 1988 celebrados en Calgary, Canadá. Así lo hicieron y el equipo de Jamaica participó en esos Juegos Olímpicos, siendo una verdadera atracción sobre todo para los medios de comunicación. Aunque su resultado no fue brillante, este episodio fue motivo para una película de la productora Disney que se tituló originalmente "Cool Runnings" ("Elegidos para el triunfo" en España; "Jamaica bajo 0" en Latinoamérica), estrenada en 1994 con bastante éxito. Desde ese momento Jamaica ha seguido participando en competiciones de bobsleigh de forma habitual, con resultados bastante aceptables, aunque lejos de las potencias internacionales de la especialidad.

Las pistas modernas están hechas de hormigón y son refrigeradas. Se requiere que contengan al menos una recta y un laberinto de múltiples curvas consecutivas. Idealmente deben tener entre 1200 y 1300 metros de longitud y por lo menos quince curvas. Estas pistas de bobsleigh se suelen usar también para skeleton y luge. Las pistas en uso son las siguientes:



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