Blut und Boden (expresión alemana que significa “sangre y tierra”, abreviada como BluBo) se refiere a una ideología que se centra en el origen étnico, basado en dos factores: la ascendencia (sangre de un pueblo) y la tierra (en tanto fuente de alimentación por la agricultura y hábitat socio-cultural). Así, exalta la relación de un pueblo con la tierra que ocupa y cultiva. Por extensión, concede un gran valor a las virtudes de la vida rural y al campesinado como origen racial esencial del pueblo alemán.
El concepto fue construido a partir de teorías racistas y pangermanistas que se desarrollaron a fines del siglo XIX en Alemania y constituye un elemento central de la ideología nacionalsocialista. Los críticos de esta ideología ven en ella una legitimación de la carrera belicista, pues proponía garantizar la existencia del propio pueblo a través de la destrucción de otros pueblos para garantizar la apropiación de tierras ajenas.[cita requerida]
La expresión se acuñó a finales del siglo XIX, en parte, apoyada por el racialismo y romanticismo nacional. El pensador y novelista francés Maurice Barrès[1] acuñó y divulgó entre 1897 y 1902 el entendimiento del concepto de la Patria francesa como «La terre et les morts de France» en su trilogía Roman de l'énergie nationale : Les Déracinés (1897), L'Appel au soldat (1900) et Leurs Figures (1902) el giro conceptual logra que la idea revolucionaria, democrática o republicana, de la Nación o Patria usado en su origen frente al régimen de los privilegios, aristocráticos, eclesiásticos y monárquicos, para imponerles la libre voluntad de la mayoría, ahora con Barrès se impregna de tradicionalismo y con ello el concepto deriva en conservador e incluso en paganismo reaccionario.
Este nacionalismo romántico produjo una literatura regional, con alguna crítica social,
que fue la concepción generalizada hasta el ascenso de los nazis. El término apareció en 1922 en La decadencia de Occidente de Oswald Spengler, donde evoca un «combate de la sangre y del suelo contra una forma de híbrido interno entre hombre y animal». La imagen fue retomada por August Winnig en un texto de 1926 titulado Liberación y en el libro Das Reich als Republik (1928), cada vez al inicio de la misma frase: «La sangre y el suelo son el destino del pueblo alemán».
Richard Walther Darré popularizó la frase en la época del ascenso nazi. En 1930, escribió un libro titulado Neuadel aus Blut und Boden (Una nueva aristocracia basada en la sangre y el suelo), en el cual proponía un programa de eugenesia sistémica, bajo el argumento que la crianza era la panacea para todos los problemas del Estado. Darré fue un miembro influyente del Partido nazi y un connotado teórico racista, quien asistió bastante al partido a ganar apoyo entre los alemanes comunes fuera de las ciudades. Antes de su ascenso al poder, los nazis pidieron el retorno de las ciudades al campo.
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