La Batalla de Korsun-Cherkassy o Cerco de Korsun-Cherkassy tuvo lugar en el invierno de 1944, entre los enfrentamientos germano-soviéticos de la Segunda Guerra Mundial. La batalla se inició cuando la retaguardia del Grupo de Ejércitos Sur alemán fue atrapada por el 1º y 2.º Frente Ucraniano. Los intentos de otras unidades para levantar el cerco soviético produjeron duros contratiempos a los alemanes, aun cuando sus fuerzas pudieron huir de la bolsa.
En enero de 1944, las fuerzas alemanes del Grupo de Ejércitos Sur al mando de Erich von Manstein, se habían replegado detrás de la línea Panther-Wotan, a lo largo del Dniéper en Ucrania. Dos cuerpos del Ejército, el XI (al mando de Wilhelm Stemmermann) y el XLII (al mando de Theobald Lieb), junto con un destacamento del 8º Ejército, se quedaron atrás defendiendo un saliente ubicado a unos 100 km de Kanev al suroeste, con el pueblo de Korsun-Shevchenskivsky en el centro del mismo, al oeste de la ciudad de Cherkasy situada a su vez en la orilla occidental del Dniéper y a unos 200 kilómetros al sudeste de Kiev (recuperada desde el 3 de noviembre de 1943 por los soviéticos).
El mariscal Gueorgui Zhúkov se dio cuenta de la posibilidad de atrapar a estas fuerzas alemanas del saliente de Cherkasy e inmediatamente le comunicó al Alto Mando Soviético la necesidad de utilizar a los 1º y 2º Frentes Ucranianos para cercar a los dos cuerpos alemanes y destruirlos. Zhúkov requirió más tropas de las necesarias, ya que acertadamente pronosticó que los alemanes enviarían fuerzas para intentar romper el cerco, y necesitarían formarse dos anillos (uno ofensivo y otro defensivo) para evitar que esto sucediera. Los soviéticos no fueron los únicos que se dieron cuenta de esto, ya que Erich von Manstein inmediatamente le solicitó a Hitler que le permitiera retirar las tropas expuestas, pero el último se negó.
El 18 de enero, los 1.º y 2.º Frente Ucranianos atacaron los bordes del saliente, con el objetivo de cercar a los defensores alemanes en el menor tiempo posible. El cerco se cerró diez días después por la 20.ª Brigada de Tanques de la Guardia y el 6º Ejército de Tanques en la villa de Zvenigorodka, creándose de nuevo el temido Kessel (en alemán 'caldero', en sentido figurado 'encerrona'), a semejanza de lo ocurrido en Stalingrado un año atrás. Impaciente, Stalin empezó a buscar noticias del frente, ya que se le había prometido un segundo Stalingrado, por lo que el comandante del 2º Frente Ucraniano, Iván Kónev le envió el siguiente mensaje: «No hay necesidad de preocuparse, Camarada Stalin. El enemigo no escapará».
Atrapados en el "kessel" había 60.000 alemanes, en total seis divisiones a 55% de su fuerza, junto con varias unidades pequeñas. Entre las divisiones atrapadas estaban las divisiones SS Wiking y la Wallonien, junto con unos 5.000 auxiliares rusos (llamados «hiwis», abreviatura de Hilfsfreiwillige o voluntarios). Las fuerzas atrapadas fueron agrupadas en el Gruppe Stemmermann ya que su comandante fue el otrora comandante del XI Cuerpo. La División Wiking tenía 30 tanques Panzer III y IV, y varios cañones de asalto Sturmgeschutz III. Otros 27 cañones de asalto fueron encontradas en otras unidades, pero éstas no bastarían por sí solas para escapar del cerco soviético.
Manstein reaccionó rápidamente, por lo que para inicios de febrero los cuerpos Panzer III y XLVII estaban preparados para participar en un intento de ruptura. No obstante, Hitler intervino, ordenando transformar el plan de rescate en una verdadera ofensiva cuyo objetivo sería el cerco de los dos frentes soviéticos. Manstein y otros jefes del OKH notaron que eso era imposible de realizar con las fuerzas existentes, y el General Hermann Breith, comandante del III Cuerpo Panzer insistió en la creación de un corredor para permitir el escape del Gruppe Stemmermann nada más. Manstein, aceptando la presión de Hitler, rechazó esta opinión y ordenó el cerco de las fuerzas de Konev y Vatutin. El ataque del XLVII Cuerpo Panzer, liderado por la 11.ª División Panzer, rápidamente se estancó pues inclusive los tanques alemanes se hallaban en desventaja ante las divisiones blindadas soviéticas, sin poder causarles grandes bajas. Dándose cuenta del fracaso de su ofensiva, Manstein ordenó entonces al III Cuerpo Panzer que estableciera el corredor para rescatar al Gruppe Stemmermann. No obstante, el imprevisto buen tiempo en invierno se presentó como un serio obstáculo para los alemanes, ya que el ataque de este cuerpo Panzer, liderado por la Leibstandarte, no solo tuvo que enfrentarse a cuatro cuerpos de tanques soviéticos, sino que los tanques alemanes literalmente se quedaron estacados en el fango, vulnerables inclusive a los avances de la infantería soviética dotada de artillería ligera.
El 8 de febrero, el general Breith ordenó el reinicio del intento de ruptura, esta vez liderado por la 16ª División Panzer. Después de fuertes combates, las fuerzas de rescate llegaron al río Gniloy Tikich y establecieron una frágil cabeza de puente en la ribera oriental, desalojando a los soviéticos pero sufriendo serias pérdidas en el intento. No obstante el III Cuerpo Panzer no pudo avanzar más gracias a la tenaz resistencia del 6º Ejército de Tanques del Ejército Rojo y así el Gruppe Stemmermann tuvo que abrirse camino por su cuenta.
Mientras el III Cuerpo Panzer luchaba para levantar el cerco, los alemanes atrapados improvisaron un cinturón defensivo alrededor del pueblo de Korsun-Shevchenskivsky, donde se encontraba su única fuente de suministros: una pista de aterrizaje. En aquella pista aviones Junkers Ju 52 aterrizaban continuamente, transportando alimentos, municiones, combustibles y medicinas, además de evacuar a los heridos. Para que el III Cuerpo Panzer lograra ayudarlos a salir del cerco, el estado mayor del 8º ejército le ordenó al general Wilhelm Stemmermann que movilizara sus tropas al suroeste, hacia la localidad de Shenderivka, donde esperarían a ser liberados.
Inmediatamente, Stemmermann empezó a retirar sus tropas del norte del "kessel", iniciando un ataque para establecer contacto con las fuerzas de rescate que esperaban en el río Gniloy Tikich. La gran cantidad de maniobras alemanas dentro del cerco, convenció por un momento a los soviéticos de que habían capturado a todo el 8º ejército Alemán, aunque en verdad esta fuerza estaba lejos de su plena capacidad operativa. Las fuerzas atrapadas se dirigieron al sur para capturar los poblados de Shenderivka, Novo-Buda y Komarivka, abandonando la pista de aterrizaje de Korsun el 12 de febrero, y con ella toda posibilidad de recibir suministros. En Novo-Buda, el 105º Regimiento recibió la orden de tomar el poblado, bien defendido por los soviéticos. El comandante del citado regimiento, el mayor Robert Kästner, comprendió que sus exhaustas y mermadas tropas no lograrían realizar un ataque subiendo una colina sobre un enemigo numéricamente superior. Decidió entonces atacar de noche y vistió a sus tropas con ropa de camuflaje de invierno, además todas las tropas colocaron bayonetas a sus rifles. En absoluto silencio, los alemanes se acercaron al pueblo y no fueron detectados sino hasta estar a pocos metros de las posiciones soviéticas, tomándolo en pocos minutos, matando a todos los soldados soviéticos incluso a los que se rendian. La noche siguiente, el 105º Regimiento tomó el poblado de Komarivka utilizando una táctica similar.
Para el 15 de febrero, el Kessel se había movido hacia el sur, descansando en la villa de Shenderivka, después de haberse reducido a la mitad la distancia entre el Gruppe Stemmermann y el III Cuerpo Panzer. No obstante, la captura de esta última villa fue muy costosa, ya que después de que la 72.ª División de Infantería la hubiera capturado, tropas del 27º ejército soviético la recuperaban, solamente para ser expulsados por un regimiento de la división Wiking.
Después de intentar acercarse a Shenderivka infructuosamente, el III Cuerpo Panzer se dio por vencido al no poder tomar una colina llamada "239", y se transmitió al Gruppe Stemmermann que debían abrirse camino de nuevo, sin mencionársele que tres ejércitos enemigos de tanques se encontraban en el camino de 12 km de longitud. El teniente general Theobald Lieb lideró la ruptura, mientras que el general Wilhelm Stemmermann se quedó en la retaguardia con 4000 hombres. El Kessel, de 3,5 km de diámetro, se empezó a mover de Shenderivka, que fue bautizada como «la puerta del infierno». La artillería soviética bombardeó continuamente al enemigo cercado, matando tanto a alemanes como a civiles ucranianos atrapados también.
A las 11 de la noche del 16 de febrero se inició el intento de escape, con resultados prometedores, pero la fuerte resistencia encontrada en la colina "239", protegida por tanques T-34, obligó a que algunas unidades alemanas tuvieran que esquivar la colina por el sur. Al amanecer del 17 de febrero, los comandantes soviéticos se dieron cuenta de que los alemanes estaban escapando, lo que ocasionó que inmediatamente se enviaran unidades blindadas a detenerlos, aprovechando la superioridad numérica para destruir lo que se pudiera del Gruppe Stemmermann. Muy preocupados por la posibilidad de no poder cerrar el corredor de escape a tiempo, las unidades de tanques soviéticas (junto con su infantería y caballería) avanzaron con gran rapidez luchando con todas las fuerzas germanas que hallaban a su paso, capturando material y prisioneros, en su afán por cerrar cualquier opción de escape atacaron a todos los soldados alemanes que pudieran hallar, aunque los germanos no intentaron rendirse lo que significó duros combates.
En la mitad de la mañana, gran parte del Gruppe Stemmermann había llegado al río Gniloy Tikich, que había incrementado su caudal debido al imprevisto derretimiento de las nieves. A pesar de que había sido capturado un puente, y se había construido uno de pontones, la velocidad de la ofensiva soviética fue repentina, obligando a los alemanes incluso a lanzarse al gélido río en un afán de pasar, además se improvisaron puentes de vehículos o árboles para agilizar el cruce. A pesar de esto algunos pocos soldados germanos murieron ahogados o de hipotermia en su afán por cruzar rápidamente el río ante el avance de las unidades soviéticas.
El mismo teniente general Lieb tuvo que cruzar el río nadando para evitar ser capturado. Cuando el comandante de la División Wiking, Herbert Otto Guille, formó una cadena humana a través del río (intercalando soldados que sabían nadar con los que no sabían hacerlo), un hombre se soltó, rompiendo la cadena y haciendo peligrar a varias decenas de alemanes que casi son arrastrados por la corriente. Muchos civiles rusos que habían ayudado a los alemanes también se lanzaron al río en su desesperación de ser capturados por sus compatriotas.
Las unidades alemanas que participaron en esta batalla fueron golpeadas, sufriendo numerosas bajas, y prácticamente todas ellas tuvieron que ser reequipadas después, por lo cual aquellas unidades estuvieron fuera de combate por un tiempo. En total, se estima que entre 22 000 y 27 000 alemanes murieron, y entre 11 000 y 18 .000 fueron hechos prisioneros. Entre los muertos se encontró al general Wilhelm Stemmermann, que murió dirigiendo a sus hombres en la evacuación. Ni las cifras oficiales de bajas soviéticas militares ni las civiles ucranianas fueron nunca publicadas. Por esta victoria, el general Iván Kónev fue hecho Mariscal de la Unión Soviética. El general Nikolái Vatutin murió poco después a manos de un colaboracionista germanófilo ucraniano.
En Alemania, esta evacuación se consideró como un triunfo, al no haber sido mayores las bajas germanas, y Joseph Goebbels felicitó personalmente a los miembros de la SS-Leibstandarte por su heroica intervención en el cerco, lo cual determinó que se salvaran miles de sitiados.
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