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Antropología cognitiva



La Etnociencia o antropología cognitiva es una de las ramas de la antropología enmarcada dentro de las nuevas tendencias que empezaron a desarrollarse a comienzos del siglo XX con el Neoevolucionismo de White y Kroeber. Los máximos representantes de esta rama son: Goodenough, Kay, Tyler, Metzger y Berlín. También es conocida como etnociencia o nueva etnografía y ha sido definida como el estudio de la relación entre lenguaje, cultura y pensamiento.[1]

Los sistemas de clasificación social y cultural han sido un importante elemento de estudio en muchas áreas de la teoría antropológica, por lo que la antropología cognitiva se concentra en las categorías lingüísticas para aproximarse a los sistemas de clasificación y conocimiento cultural. Aunque la metodología y los temas de estudio han variado a lo largo de su historia, se comparte la premisa de que la cultura es conocimiento; cada grupo de individuos tiene su propio sistema para percibir y entender al mundo y el conocimiento cultural se refleja en la lengua.[1]

Para acceder a este conocimiento a través de la lengua se recurre al análisis formal también conocido como ‘análisis semántico formal’ que puede aplicarse a cualquier dominio lingüístico cognitivo. Este tipo de análisis se enfoca en áreas o dominios de significación semántica y ha sido aplicado al estudio de las terminologías de parentesco, colores y plantas, sirviendo como herramienta en la investigación e interpretación etnográfica.[1]

A partir de un período formativo, también conocido como el enfoque boasiano o de Franz Boas, que va de la primera década del siglo XX hasta 1950, surge en los años sesentas y setentas una corriente que ha sido denominada ‘etnosemántica’ o ‘etnociencia’. Bajo influencia boasiana, la etnociencia en un principio enfatizaba la relatividad de las categorías culturales y se caracterizaba por tratar de evitar el etnocentrismo y registrar meticulosamente el punto de vista interno de otras culturas. Sin embargo, en otras etapas, debido a la influencia de la recién inaugurada teoría generativo-transformacional del lingüista Noam Chomsky, se busca establecer esquemas cognitivos universales; tendencia que, aún hoy, en varias investigaciones toma un corte universalista y en ocasiones, evolucionista.[1]

Como toda rama de la antropología, la etnociencia tiene como objeto de estudio la cultura y el papel que el hombre cumple en relación a ella. Por eso es necesario especificar la definición que siguen los etnocientíficos de la cultura: "Un sistema de cogniciones compartidas donde el elemento esencial es el intelecto y no tanto el ambiente o la tecnología". En este sentido, y siguiendo la línea del vienés Kant, al etnocientífico le interesará saber cómo perciben la cultura los miembros de la misma, y no tanto cómo es en verdad esta. Para ello, seguirá dos procedimientos:

Por tanto, el etnocientífico debería estudiar el inconsciente para entender esas normas. Y esta tarea solo es posible, piensan, si se conoce y entiende el pensamiento humano. Pensamiento que solo es entendible si se estudia el lenguaje. Y el lenguaje lo acaban estudiando por la gramática. Como se puede ver, se trata de un desmenuzamiento progresivo de todos los elementos que intervienen en la creación de las normas sociales de la cultura. Y el elemento clave final es el de la gramática. Por gramática no se entiende al conjunto de reglas sintácticas, ortográficas o léxicas de un idioma, sino que se toma el concepto abstracto que ya describiera Chomsky: para este autor, existen dos tipos de estructuras cognitivas a la hora de asimilar un enunciado recién escuchado, la estructura superficial y la estructura profunda:

Es por ello que los etnocientíficos piensan que, estudiando esta estructura profunda se puede entender cómo funciona el pensamiento de una cultura y por tanto cómo se han ido estableciendo sus distintas normas sociales.

Ahora bien, el problema surge con la forma de extraer esas estructuras profundas. El etnocientífico, entonces, recurre a la entrevista individual. Miembro a miembro, va hablando con ellos, escuchándoles... Dado que piensa que las palabras se encuentran organizadas sistemáticamente y podrá entonces inferir el etic.

Dos son las principales críticas a esta corriente antropológica:


* Escalona Gutiérrez, Elizabeth. 2004. Lengua y Cultura. La Clasificación botánica totonaca. Tesis de Licenciatura en Lingüística, Escuela Nacional de Antropología e Historia. México.



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