Las teorías de la conspiración de los alunizajes del Programa Apolo sostienen que los alunizajes del programa Apolo entre 1969 y 1972 jamás ocurrieron, sino que fueron falsificados por la NASA, por orden del gobierno de los Estados Unidos, en el marco de la carrera espacial que tuvo lugar entre ese país y la Unión Soviética en las décadas de 1950 y 1960, durante la Guerra Fría.
Los proponentes tienen como principales justificaciones las controversias surgidas por algunas fotografías y el contexto de Guerra Fría en el que se produjeron los alunizajes. Científicos, técnicos e interesados en la historia de la exploración espacial han dado explicaciones racionales a las controversias, rechazando estas afirmaciones calificándolas de infundadas y de no poseer rigor científico alguno.
A finales de la década de 2000, la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter en órbita alrededor de la Luna, tomó fotografías en alta resolución de los lugares de alunizaje de las misiones Apolo, en las que se pueden observar los restos de los módulos lunares y las huellas dejadas por los astronautas en sus paseos lunares. En 2012, nuevas imágenes de mayor detalle mostraban que las banderas plantadas por los astronautas todavía estaban erigidas en su lugar a pesar del tiempo transcurrido.
Esta creencia afirma que los alunizajes del Apolo 11 del 20 de julio de 1969 y las siguientes misiones Apolo nunca ocurrieron, sino que fueron filmadas en la Tierra. En su libro Un hombre sobre la Luna, el experto en el programa Apolo Andrew Chaikin menciona que en el momento de la misión del Apolo 8 en la órbita lunar en diciembre de 1968, esas historias de conspiración ya circulaban como rumores.
En 1967, el dramaturgo británico Desmond Lowden escribió un guion llamado The News-Benders en el cual todos los principales avances tecnológicos desde 1945 eran simulados. El guion fue presentado en enero de 1968 y mostraba la falsificación de un alunizaje con maquetas.
La Sociedad de la Tierra Plana lanzó una de las primeras quejas sobre la veracidad de las misiones Apolo. Afirmaban que varias de las fotografías del Apolo 8 con la Luna en primer plano y la Tierra como fondo eran falsas. La primera razón de su declaración era que no se ajustaba a su creencia de que la Tierra es plana. El primer intento de establecer estas denuncias como hechos concretos fue la publicación por Bill Kaysing del libro Nunca fuimos a la Luna (1974). Aunque quizá uno de los más conocidos sea NASA mooned America escrito por Ralph Rene y publicado en 1992.
La folklorista Linda Dégh sugiere que la idea pudo adquirir popularidad tras el estreno en 1978 de la película de ciencia ficción Capricorn One, que muestra a la NASA intentando falsificar un aterrizaje en Marte. Hace notar que esto ocurrió pocos años después del escándalo Watergate, en una época en la que los ciudadanos estadounidenses tendían a desconfiar de las versiones oficiales. Dégh afirma: "Los medios catapultan verdades a medias hacia una zona de penumbra en la que la gente puede hacer que sus propias conjeturas pasen por verdades. Los medios de comunicación de masas tienen un impacto terrible en la gente que carece de criterio."
De acuerdo con una encuesta de Gallup de 1999, cerca del 6 % de la población de Estados Unidos tiene dudas sobre la veracidad de la llegada a la Luna. «Aunque 6 % literalmente se traduce en millones de personas [...] no es inusual encontrar que en una encuesta típica muchas personas están de acuerdo con cualquier pregunta que se les haga. Así que la mejor interpretación es que esta teoría en particular no está ampliamente extendida».
La reacción inicial de la NASA ante las acusaciones fue de indiferencia general. Finalmente encargó en 2002 al ingeniero espacial y escritor James Oberg la publicación de un libro en el que se refutaran las afirmaciones de conspiración. Sin embargo, pocos días después la NASA se retractó, por miedo a la mala publicidad. Oberg anunció que continuaría con el libro de manera independiente, analizando también en él los orígenes socioculturales de las «teorías» sobre conspiraciones.
Philip Plait, uno de los más entusiastas refutadores de las creencias sobre conspiraciones acerca del viaje a la Luna, dice que sería apropiado que la NASA diera respuesta a las preguntas hechas, y según él la NASA se niega a responder a las preguntas de los acusadores porque considera de «escasa dignidad» el verse obligada a hacerlo. Por otro lado, James Oberg afirma que la reacción oficial de la NASA en la televisión ha sido bastante torpe y contraproducente cuando Brian Welch, un alto funcionario del departamento de relaciones públicas de la NASA, afirmó que todas las acusaciones eran falsas pero no se molestó en proporcionar demasiada evidencia.
Las acusaciones sobre la falsificación de los alunizajes son teorías sobre conspiraciones o afirmaciones de que conspiradores en posesión de conocimiento secreto engañaron al público en pos de fines ocultos. En el caso de los alunizajes, el motivo sería el afán de los Estados Unidos de descender en la Luna antes que su rival en la carrera espacial, la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Sibrel argumentaUnión Soviética, esto significaría la primera gran victoria en la Guerra Fría —puesto que los soviéticos ya habían sido los primeros en poner un satélite artificial en órbita (Sputnik, 1957), el primer hombre en el espacio, y el primer paseo espacial—, en una década turbulenta para Estados Unidos durante la cual solo tenía para mostrar una serie de fracasos, entre los que se destacaban el desastre de la Invasión de Bahía de Cochinos, el asesinato de Martin Luther King, la guerra de Vietnam, el asesinato de John F. Kennedy, el surgimiento de la Contracultura de los sesenta, etc.
que el fraude fue realizado debido a que existía la percepción de que si Estados Unidos ponía un hombre en la Luna antes que laAquellos que niegan las creencias conspirativas afirman que este mismo argumento haría que fueran los soviéticos los primeros interesados en detectar un fraude y los únicos con los equipos necesarios para hacerlo. Al no haber publicado tales pruebas habría que llegar a la extraña conclusión de que ellos fueron cómplices en contra de sus propios intereses.
Los críticos con la creencia en la falsificación de los alunizajes del Apolo dicen que no es falsable y por tanto no es una teoría sino más bien una creencia acerca de una compleja conspiración social.
Parte de la evidencia científica del alunizaje humano es el hecho de que las misiones Apolo 11, 14 y 15 dejaron retrorreflectores sobre la superficie lunar, que formaban parte del equipo de experimentos (ALSEP), donde los científicos pueden reflejar rayos láser para medir la distancia de la Tierra a la Luna. Estos reflectores generalmente se ofrecen como evidencia de los alunizajes, pero los denunciantes de la conspiración alegan que los reflectores pudieron ser dejados allí por misiones no tripuladas. La misión rusa Lunojod 1, por ejemplo, dejó un espejo francés sobre la superficie de la Luna. El punto principal es que los restos mecánicos no se pueden usar, estrictamente, como evidencia de alunizaje humano.
Sin embargo, no se ha proporcionado evidencia alguna de que esas misiones no tripuladas tuvieran lugar, a pesar de que países como la Unión Soviética, y otros, habrían tenido motivos para denunciarlo si se hubiera dado el caso, y de que los lanzamientos espaciales están controlados por astrónomos aficionados y por los observadores de satélites.
Otra posibilidad sería el uso de telescopios poderosos para ver los sitios de alunizaje del Apolo. Se podría así ver la evidencia dejada por los astronautas sobre la superficie de la Luna. Desafortunadamente los telescopios no son tan poderosos como para detallar el módulo lunar y mucho menos las huellas dejadas por las pisadas de los astronautas.Lunar Reconnaissance Orbiter, que tras su entrada en órbita lunar en 2009 fotografió los módulos de las misiones Apolo y sus sombras en la superficie lunar.
Actualmente, las imágenes de mayor resolución de los equipos dejados en la superficie lunar proceden de la sonda de la NASALos astronautas de las misiones Apolo trajeron asimismo unos 382 kg de rocas lunares, que han sido utilizadas por geólogos de decenas de instituciones científicas para avanzar en el conocimiento de la geología de la Luna. Algunas de las características de estas rocas no pueden ser reproducidas a partir de rocas terrestres, como alegan los denunciantes de la conspiración. Las rocas lunares carecen de agua (al contrario que las terrestres), su superficie está literalmente bombardeada por la acción de pequeños micrometeoritos a lo largo de millones de años, y contienen isótopos de algunos elementos en proporciones diferentes a las de la Tierra. Asimismo, las rocas lunares traídas por los vuelos Apolo tienen las mismas características que las muestras recogidas por las sondas lunares automáticas de la URSS.
Adicionalmente, decenas de astrónomos, profesionales y aficionados, fotografiaron las naves Apolo en sus viajes hacia la Luna y los radioaficionados pudieron seguir las conversaciones de los astronautas a través de modestos radiotelescopios, apuntándolos hacia la región exacta del cielo donde se encontraba la nave.
A continuación se presentan algunos de los argumentos y contraargumentos. Para más detalles, consulte los enlaces externos:
1. ¿Por qué la bandera estadounidense ondea en algunas fotografías y vídeos si no hay viento en la Luna?
2. Los astronautas tomaron miles de fotografías, todas ellas perfectamente expuestas y enfocadas. Los rollos de repuesto no fueron afectados por la intensa radiación cósmica sobre la Luna, condición ésta que debió haberlos dañado. Ellos lograron ajustar sus cámaras, cambiar los rollos y cambiar filtros con sus trajes presurizados.
3. Muchas de las fotos de los paisajes lunares de la NASA no tienen sombras paralelas. Este tipo de sombras solo se pueden crear con varias fuentes de luz o con un foco cercano, pero la única fuente de luz en la Luna es el Sol.
4. La bandera y las palabras «United States» siempre brillan, aun cuando todo es oscuro alrededor. Algunas de las fotografías fijas no encajan con las tomas de vídeo; sin embargo, la NASA afirma que las tomó al mismo tiempo.
5. Se argumenta que la ausencia de estrellas en las fotografías de la Luna es inaceptable, a pesar de la falta de atmósfera para oscurecer la visión.Yuri Gagarin dijo que las estrellas eran tremendamente brillantes. Sin embargo, las fotografías de la NASA no muestran estrellas en el cielo lunar. Se alega que la razón por la cual no aparecen estrellas en las fotos es porque los astrónomos calcularían sus posiciones y configuración y notarían algo incorrecto; por lo tanto, el montaje sin estrellas era más fácil de manejar.
6. La pureza del oxígeno en el módulo lunar habría derretido la cubierta de la cámara Hasselblad, produciendo gases venenosos. ¿Por qué no les pasó nada a los astronautas?
7. Las imágenes de televisión del Apolo 11 eran bastante malas; sin embargo, éstas mejoraron mágicamente en las siguientes misiones.
8. ¿Por qué la mayoría de las fotos de los Apolo tienen líneas claras de definición entre el frente y el fondo?
9. ¿Por qué una de las fotografías muestra una roca marcada con la letra «C» mayúscula sobre otra «C» marcada sobre el suelo lunar?
10. Se afirma que el módulo de alunizaje pesaba 17 toneladas; aun así, no deja en la Luna huellas tan profundas como las de las pisadas de los astronautas. Ni siquiera el poderoso cohete propulsor del módulo de aterrizaje deja rastros debajo de él. Debió haber creado un cráter bajo el cohete;
sin embargo, parece no haberse encendido nunca. Los denunciantes de la conspiración creen que los motores tendrían al menos suficiente potencia para levantar el polvo debajo del módulo cuando éste aterrizaba. Si esto es verdad, ¿cómo se produjeron las famosas huellas de las botas de Armstrong si todo el polvo había sido soplado?11. Las huellas son el resultado del peso desplazando al aire o la humedad entre las partículas de polvo o arena. Los astronautas dejaron huellas por todos lados.
12. Los denunciantes de la conspiración afirman que no se puede producir una llama en el vacío por la falta de oxígeno. Sin embargo, tomas del módulo del Apolo 11 muestran llamas que salen de la tobera.
13. El módulo lunar, por su peso y tamaño, no era capaz de escapar de la gravedad de la Luna, ni contenía el suficiente combustible para hacerlo.
14. ¿Quién se arriesgaría a usar el módulo lunar sobre la Luna cuando jamás se realizaron pruebas de simulación del alunizaje?
15. En lugar de ser capaces de saltar 3 metros (10 pies) en una gravedad de un sexto de la terrestre, el salto más alto de los astronautas fue de 50 cm (19 pulgadas).
16. Aunque el movimiento lento de la fotografía tienen una apariencia convincente de baja gravedad, no pudo disimular el hecho de que los astronautas se desplazaban entre pasos una distancia similar a la de los pasos en la Tierra.
17. Si el róver se estaba moviendo sobre una gravedad de un sexto, entonces debió haber requerido un ancho de 20 pies (6 metros) para evitar que se volcara en cada curva. El róver lunar tenía el mismo tamaño que un coche normal.
18. La tela de los trajes espaciales está apuntada con cremalleras. Debió haber escapes de aire puesto que aun el agujero de un alfiler desinfla un neumático en poco tiempo.
19. Los astronautas que vestían estos trajes presurizados podían doblar los dedos, muñecas y rodillas fácilmente a una presión de 5,2 PSI (libras por pulgada cuadrada), aun así el saco de un boxeador es prácticamente imposible de doblar a una presión de 4 PSI. Los astronautas se verían como globos si sus trajes hubieran sido presurizados a esos niveles.
20. La NASA se tomó el trabajo de llevar róvers a la luna por valor de varios millones de dólares, pero nunca se tomó la molestia de llevar telescopios para fotografiar las estrellas sin la interferencia de atmósfera. Algo que era el sueño de muchos astrónomos. ¿Cómo pudieron pasar por alto eso?
21. El espacio exterior está inundado de radiación mortal que emana del Sol; sin embargo, ningún astronauta contrajo cáncer. Ni siquiera la tripulación del Apolo 16, quienes iban en dirección a la Luna cuando se presentó una protuberancia solar que debió haberlos asado literalmente.
22. Un astrofísico que trabajó para la NASA escribió que se necesita un escudo de dos metros de grosor para protegerse contra las protuberancias solares y que las protuberancias solares más grandes emiten miles de decenas de rems en una hora. Los científicos rusos calcularon en 1959 que los astronautas necesitaban un escudo de 4 pies de grosor (1,2 metros) para protegerlos sobre la superficie lunar. ¿Por qué los astronautas de las misiones Apolo 14 y 16 no murieron después de ser expuestos a esa inmensa radiación? ¿Y por qué solo ahora la NASA empieza a estudiar un método para medir los niveles de radiación en la Luna y los efectos sobre los humanos si ellos ya hicieron eso anteriormente?
23. En la película de Ron Howard Apollo 13 (1995), los astronautas pierden la energía eléctrica y empiezan a preocuparse de morir congelados. En realidad, por supuesto, ellos estaban sometidos al constante bombardeo de los rayos solares que rápidamente calentaron el vehículo a temperaturas letales, sin atmósfera en la cual disipar el calor.
24. ¿Cómo fue que la antena de fibra de vidrio del Gemini 6A sobrevivió el tremendo calor al entrar de nuevo en la atmósfera?
25. Un vídeo secreto sacado a la luz demuestra que la histórica escena de la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969 habría sido un fraude. En él se observa que uno de los astronautas está bajando del módulo lunar cuando se cae un foco de la escenografía. De inmediato ingresan al decorado una serie de técnicos para arreglar el desperfecto y seguir con la grabación.
En 2002, se sugirió que con la entrada en funcionamiento del telescopio europeo Very Large Telescope se podrían observar desde la Tierra objetos del tamaño de los restos dejados en la Luna, según los registros del proyecto Apolo.
Sin embargo, esta hipótesis sobreestimaba las capacidades reales del VLT. En modo interferométrico (VLTI), se espera que el telescopio alcance una resolución angular menor de 0,002 segundos de arco a una longitud de onda de 2 µm. Debido a la gran cantidad de espejos involucrados en el sistema VLTI, una importante fracción de la luz se pierde antes de llegar al detector. La técnica de interferometría es muy eficiente solo para observar objetos lo suficientemente pequeños (alejados) como para que toda su luz esté concentrada. No es factible observar un objeto con un brillo superficial relativamente bajo, como la Luna, porque su luz es muy tenue. Solo objetos con temperaturas superiores a 1.000 °C tienen un brillo superficial lo suficientemente elevado como para ser observados en la región del infrarrojo medio, y deben estar a varios miles de grados Celsius para poder observarlos en el infrarrojo cercano con el VLTI. Esto incluye a la mayoría de las estrellas en la vecindad del Sol y muchos objetos extragalácticos, como núcleos brillantes de galaxias activas, pero deja fuera de las observaciones interferométricas a la mayoría de los objetos del Sistema solar.
Hasta julio de 2009, las únicas fotografías de los lugares de alunizaje que mostraban los módulos lunares eran las obtenidas desde órbita lunar por los módulos de mando respectivos, que contaban con una cámara de alta resolución, y la sonda Clementine en los años 90. Tras su entrada en órbita lunar en 2009, la sonda de la NASA Lunar Reconnaissance Orbiter fotografió los módulos de las misiones Apolo y sus sombras en la superficie lunar. El 17 de julio de 2009, durante la fase de prueba de la sonda, se publicaron las primeras imágenes directas de los lugares de alunizaje del Apolo 11, Apolo 14, Apolo 15, Apolo 16 y Apolo 17. Dichas fotografías muestran la parte inferior de los módulos de alunizaje en la superficie lunar. Las imágenes también revelan las zonas en las que los astronautas caminaron alrededor de cada módulo y en torno a los experimentos, evidenciadas por un claro cambio en el contraste del color de la superficie. Algo más de un mes después, en septiembre de 2009, se publicaron también las imágenes del lugar de alunizaje del Apolo 12. Tanto el módulo Intrepid, los experimentos desplegados (ALSEP), y la sonda Surveyor 3 cercana, son visibles, junto a las huellas de los astronautas.
En 2012, nuevas imágenes de mayor detalle, ya con la sonda situada en su órbita de observación definitiva, mostraban aún más detalles alrededor de cada zona de alunizaje, mostrando que incluso las banderas plantadas en la superficie por las astronautas todavía estaban erigidas en su lugar.
Módulo lunar del Apolo 15 alunizando.
Despegue del módulo lunar del Apolo 15.
Caída del piloto Harrison Schmitt, del Apolo 17, durante uno de sus paseos lunares en el valle de Taurus-Littrow.
Los astronautas del Apolo 17 caminan por la superficie lunar.
El róver lunar del Apolo 15 en un entrenamiento.
El róver lunar del Apolo 16 en la Luna.
El róver lunar del Apolo 15 en la Luna.
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