Émile Benveniste (pronunciado /emil bɛ̃venist/; Alepo, Siria, 27 de mayo de 1902-París, Francia, 3 de octubre de 1976) fue un profesor de lingüística francés en el Colegio de Francia entre 1937 y 1969, año en que se retiró por razones de salud.
Estudió en la Sorbona con Antoine Meillet, antiguo discípulo de Ferdinand de Saussure, y sus primeras obras son una continuación de las investigaciones de aquel sobre las lenguas indoeuropeas.
Como gran comparatista, fue autor de un importante Vocabulario de las instituciones indoeuropeas (1969).
Su recepción se limitó inicialmente al ámbito académico especializado, situación que cambió con la aparición de su obra Problemas de lingüística general, en 1966, libro seguido por un segundo volumen en 1974, que recoge artículos de 1965-1972. Dada la categoría de muchos de sus comentaristas —como Roland Barthes que le admiraba—, se le inscribe dentro de la corriente estructuralista, aunque su modo de abordar el lenguaje fuese muy personal.
En todo caso, en su primer tomo de los Problemas de lingüística general, además de su balance "Saussure, después de medio siglo" dedica la tercera parte a la idea de estructura y de clasificación en las lenguas. Jacques Lacan en sus Écrits, reconoce que es su trabajo el que asesta el golpe definitivo a la interpretación conductista del lenguaje humano, que a diferencia de la comunicación entre las abejas, no es un mero sistema de estímulo y respuesta. Julia Kristeva considera que su teoría de los pronombres, especialmente la denominada polaridad de yo y tú, es decisiva a la hora de desarrollar una teoría dinámica de la subjetividad.
En su trabajo sobre los pronombres, partiendo del fenómeno de la deixis, estudiado por Roman Jakobson, desarrolla una distinción entre el énoncé (afirmación independiente del contexto) y la énonciation (el acto de afirmar asociado al contexto). Según Benveniste, "Yo puede identificarse solamente por el ejemplo de discurso que lo contiene" y, simétricamente se definiría Tú como "el individuo al que se habla en el ejemplo actual del discurso que contiene la muestra lingüística tú".
Su concepto de tiempo, lejos de ser un dato a priori, ejemplifica bien sus ideas en una presentación. Émile Benveniste, en Problemas de lingüística general T. II (Siglo XXI, México, 1979, pp. 73 y ss.), hace las siguientes distinciones:
El tiempo lingüístico, entonces, se instaura en cada acto de palabra, cada situación nueva de discurso, cada vez que un locutor habla. Los demás tiempos son los que recubren la experiencia.
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